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Dragon Age: Las Cenizas de la Ruina

24. El Paso de Brecilia

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24/08/2015, 18:52
Narrador

Habíais dejado el pueblo justo cuando los preparativos funerarios de la gente que no había conseguido salir bien parada del incendio de la capilla se empezaban a llevar a cabo. Gabrielle contempló con cierta inquietud como nadie había venido a despedirla... pero tenían que encontrar a Ayla.

Nada más llegar a la carreta, el mabari había surgido de la nada como por ensalmo y había estado a punto de lanzarse al cuello de Cedric de no ser porque Lynn lo agarró por el collar, susurrándole para tranquilizarlo. El animal se había calmado aunque miraba enfurruñado al ladronzuelo de vez en cuando como si su honor perruno estuviera resentido con él.

Balaena y Nolan iban en el pescante, Asthan como siempre caminaba por delante de la carreta, esfumándose entre los árboles y volviendo a aparecer de la nada a intervalos irregulares. Tal'vashoth y el perro caminaban junto al vehículo como si fuesen guardias. Y el resto íbais dentro.

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24/08/2015, 19:04
Narrador

Habías podido constatar en poco quienes eran tus nuevos compañeros: Balaena, una muchacha de cabello trigueño (y herrera de profesión) era la dueña de la caravana. El tipo rubio que habías visto cuando habías perpetrado tu robo se trataba en efecto del guarda de la misma, se llamaba Nolan y a juzgar por su acento era orlesiano.

Luego estaban los dos grupos que se habían adherido a ellos a traves de distintos acontecimientos: Uno que venía de la Torre del Círculo (Gabrielle, Lynn y Kando) y otro que venía de una excavación en los Caminos de las Profundidades (Trasus, una enana llamada Sarkee y un qunari al que os dirigíais como "Tal'vashoth" a modo de nombre) Pero ambos grupos buscaban a Ayla, ¿qué tenía que ver la chica pelirroja con dos lugares tan distintos tal y como eran la Torre de Hechiceros y un antiguo thaig enano en plena exploración?

Oh, y por último estaba el elfo. Gabrielle se había encontrado un dalishano en medio del bosque y de algún modo se las había apañado para que les siguiera. Ese era el único que nadie sabía qué quería; era silencioso y muy tímido. Sólo sabías que se llamaba Asthan.

Pequeño resumen para que te aclares sobre quien es quien. El grupo está diseñado para que, cada vez que vayais "de misión", escojais a cero, uno, o dos PNJ como máximo de esa pool de 9 que os acompañen (9 porque Balaena no es PNJ de aventura) El resto se quedarán en el campamento. De este modo, en las aventuras siempre vais a ser 4-6

Balaena: Siempre está en el campamento, es herrera así que puede mejoraros el equipo o hacéroslo. Si le caeis bien, claro.

Nolan: Guerrero de espada/escudo.

Lynn: Clériga. También sabe usar el arco.

Tal'Vashot: Guerrero de mandoble.

Sarkee: Guerrera de dos hachas.

Asthan: No tienes ni idea ya que no lleva armas o bastón encima.

Kando: Cuenta como pícaro.

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24/08/2015, 19:24
Balaena

—¿Podríais recordarme una vez más por qué no hacemos más que reclutar gente?—preguntó distraidamente Balaena mientras dirigía a los caballos por el sendero al este de Nordale—. Parecemos los Guardas Grises.

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24/08/2015, 19:38
Lynn

Lynn, que iba sentada en el borde exterior de la carreta con los pies colgando por fuera, reculó para sentarse a tu lado con un suspiro.

—¿Cómo vamos a encontrarla, Gabby?—te susurró con algo que no sabías si era agotamiento o resignación—. El bosque es enorme y por mi culpa no tenemos la filacteria. Puede estar en cualquier parte.

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25/08/2015, 17:29
Gabrielle

—El Bosque de Brecilia es peligroso, especialmente para una maga —dijo Gabrielle—. Los dalishanos no le ofrecerán cobijo, y hay silvanos y cosas peores acechando en la espesura. No creo que se desvíe mucho del camino. Yo no lo haría.

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26/08/2015, 17:49
Lynn

Lynn pensó tu razonamiento, tal vez cotejándolo con el nivel de osadía de Ayla... que a fin de cuentas estaba convaleciente. ¿Cuánto podía correr? la expresión de tu amiga era lo suficientemente seria como para inducirte a pensar que hasta se planteaba la posibilidad de que a la apóstata se le acabase la suerte en la huída y se hiciera verdadero daño.

Dime—murmuró entonces—. ¿Crees que he hecho bien?

Miraba de reojo en dirección a Cedric así que por lo visto había cambiado diametralmente de tema.

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26/08/2015, 18:02
Gabrielle

Todo parecía cristalino en la seguridad de la Torre... pensó en voz alta.

Siguió la mirada de Lynn hasta posarla en Cedric durante unos momentos. ¿Qué diría Wynne, o la Madre Bethel? ¿Tendrían ellas tantas dudas para juzgar la situación como le asaltaban ahora a ella?

—No sé si has hecho bien o mal. Pero admiro tu entereza. Tenías todo el derecho del mundo a señalarle con el dedo y exigir justicia. Pero no lo hiciste. A diferencia de él, tú sí elegiste el camino difícil: caminar junto a él. Ya sabes que el camino que has tomado conduce al perdón, y para eso vas a necesitar valor. Cualquiera puede dejarse llevar por el rencor, pero para perdonar hace falta coraje. 

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27/08/2015, 20:06
Trasus

¡Ah, qué familia tan bien avenida compartiendo un solo espacio! Un espacio tan amplio que Trasus, cuando empezó a picarle la nariz, estuvo dudando si pedir la colaboración de alguno de sus compañeros. Quizás de Cedric que, como él, se las había apañado para hacer buenas migas con Gabrielle y Alexei. O, mejor pensado, me rascaré yo mismo, podría tratar de estrangularme.

Empezaba a acostumbrarse al traqueteo. Para él, el mero hecho de existir era incómodo e irritante, así que resultaba sencillo adaptarse a inconvenientes menores.

Mientras echaba un trago de su petaca de licor de patatas —quede aclarado en este punto que el licor podía ser, o no, de patatas, mas para Trasus, tal denominación decía del espeso mejunje todo lo que necesitaba saber sobre él—, Balaena hizo una pregunta que nadie parecía con prisa por responder.

¿También tenemos un ritual de iniciación? preguntó él, a su vez. Propongo que usemos la receta tradicional de la Soeur Grosse. Aunque tendríamos que ir hasta Val Royeaux para conseguirla, y probablemente secuestrar a los nietos de Monsieur Beauregard, y aun así albergo dudas, creo que ama más ese secreto que a su propia familia.

Y una vez conseguido, podríamos prepararlo y celebrarlo bebiendo en nuestra iniciación. Y probablemente moriríamos, como verdaderos guardias grises.

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27/08/2015, 20:20
Cedric

Cedric se había preguntado lo mismo que la herrera al conocer a todos los que viajarían con él. Entendía la ventaja de viajar en un grupo grande, por seguridad, pero la mitad de ese grupo sería tan util en caso de combate como... Bueno, tan util como Trasus.

Aquel hombrecillo tenía el tipo de lengua afilada que causaba más problemas de los que solucionaba. Además de una capacidad casi sobrenatural para convivir con mugre, parecía carecer de habilidades para sobrevivir en combate o en viaje largo siquiera. Cedric escuchó la respuesta de aquel mientras le miraba como si fuera el bicho más raro que se había encontrado nunca.

—Mi nombre es Cedric— se presentó, dirigiéndose a Balaena y los otros desconocidos. —Soy amigo de Ayla.

Su breve contacto con la maga muy difícilmente meritaba esa afirmación, pero era más fácil que explicar los sucesos de los últimos días. Y, aunque no fuera estrictamente verdad, en última instancia era tan cierto como para no causar diferencia. 

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27/08/2015, 21:25
Gabrielle

Gabrielle había estado hablando algo con Lynn entre cuchicheos y, cuando hubo terminado, sacó algo que olía muy bien de su mochila.

—¿Qué es eso del Soeur Grosse, Trasus? —pregunto y, sintiéndose graciosilla, añadió: — ¿un secreto orlesiano, como la higiene de verdad?

La maga le arrojó un pedazo de lo que había cortado: era jabón. Y Trasus lo necesitaba.

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28/08/2015, 01:40
Nolan

—¡Ey!—protestó Nolan girando la cabeza desde el pescante y torciendo el bigote a un lado en un teatrero gesto ofendido.

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28/08/2015, 02:42
Trasus

—Es una taberna —respondió con oda la dignidad que pudo reunir, que no era mucha, la había dejado en los otros pantalones—, una de las muchas que alimentan el espíritu de los estudiantes de la Universidad.

La muchacha no se conformaba con insinuarle que su higiene era deficiente, lanzándole un pedazo de la pastilla de jabón que guardaba en su petate. Tenía que decírselo claramente, como si él mismo no se hubiera dado cuenta, y más aún, hubiera aprovechado la situación para permitirse actividades que, de haber mantenido un aspecto más presentable, hubiera evitado, al menos, hasta emborracharse.

—Es solo tierra y barro, Gabrielle, nada que pueda ofender tu sensibilidad, espero.

Tierra, barro, y creo recordar que Parholl me vomitó en los pantalones cuando lo animé a beberse el barril de un solo trago. Es posible que se me aflojara la vejiga cuando me quedé inconsciente con doce pintas en la barriga. Pero ni siquiera se notaba el olor, al fin y al cabo me desperté sobre los cristales rotos de las botellas de vino buenas de Sila. ¿Eso fue antes o después de que aquel engendro tenebroso se empeñara en abrazarme mientras Sarkee y Parholl lo partían en dos partes?

—Aunque agradezco tu gesto, me temo que será insuficiente hasta que regresemos a la civilización. Es una larga historia.

Sin esperar a que nadie dijera nada, Trasus tomó aire y comenzó la historia, que resultó no ser tan larga al fin y alcabo.

—Habíamos marchado a los caminos de las Profundidades —empezó el relato, echando la vista atrás como si rememorara un pasado perdido en el discurrir de las eras—. Una ambiciosa expedición de la Universidad, aprovechando la coyuntura única que nos brindaba el final de la Ruina. Los engendros tenebrosos se retiraban desde la superficie, regresando a sus moradas subterráneas. Era la ocasión perfecta para observarlos en grandes grupos.

»Me dediqué a estudiar su sociedad y formas de comunicación. ¡Pensad en las posibilidades de establecer un parlamento con los engendros tenebrosos! Sea como fuere, nuestros guardas enanos capturaron vivos a varios engendros durante las inevitables escaramuzas. Fue complicado, pero mis colegas alquimistas dieron con un veneno capaz de sedar a los engendros. Al menos a uno de ellos.

»Llevé a cabo numerosos experimentos con Siestecitas. Algunos de ellos estaban destinados a provocar en él un comportamiento simpático. Traté, en una ocasión, de que aprendiera a usar a ropas. Le quité la armadura que llevaba, casi se le había adherido a la piel por el óxido. Le fui presentando mis mudas de repuesto. Le mostré cómo debía hacerlo, mas nada conseguí. Me puse su armadura para demostrarle que no había riego. Lo vestí yo mismo, como hacía mi camarera conmigo cuando era un niño... Incluso bajo los efectos del sedante, desgarraba las blusas, los gabanes y las calzas. Prefería, ¡ay!, la desnudez.

»Cuando concluí el experimento, no quedaba otra ropa en mi tienda. Solo la que llevaba encima. Nadie quiso prestarme. Miraban de reojo a Siestecitas mientras lo decían, como si sus ojos apagados albergaran el deseo de hacerla pedazos. Así que no he podido cambiarme de atuendo durante toda la ordalía.

»Y esto me hace recordar a un vagabundo que pasaba ocasionalmente por Val Royeaux. Él aseguraba haber vivido durante más de cien años. Y creedme, aunque nada sustentaba la veracidad de tal afirmación, su rostro parecía darle la razón. Era como un enorme trozo de papel arrugado, sus ojos quedaban ocultos bajo los pliegues de piel, y su boca solo se revelaba cuando hablaba; era la apertura de un pozo sin fondo. Me contaba que el secreto de su longevidad estaba en la higiene. Fue aprendiz de curtidor durante su infancia, y su maestro estaba empañado en enseñarle las técnicas en su propia piel. Se marchó y se perdió en los bosques, y allí vivió entre los animales salvajes durante años. Decía haber aprendido de ellos que la única limpieza necesaria era la que se prodigaba uno mismo sin usar elementos externos. Aseguraba, además de su longevidad, no haber estado nunca enfermo.

»Todo esto no quiere decir que esté de acuerdo, ni que le crea. Nunca lo vi sobrio, y mi madre me enseñó a no fiarme de hombres que en lugar de usar calzado, se enrollaban las uñas alrededor de los pies.

»En resumen, —concluyó—. Me gustaría lavarme, pero temo que será un gesto inútil hasta que consiga ropa limpia.

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28/08/2015, 23:22
Gabrielle

Gabrielle se observó a si misma escuchando la historia de Trasus con más atención de lo que estaba dispuesta a admitir. Quitó toda la morralla de la historia del investigador orlesiano y se quedó con lo que le parecía más interesante.

—¿Dialogar con los engendros tenebrosos? Sólo está documento que algunos alfas son capaces de hablar en nuestro idioma, y aparte de que son una visión muy extraña fuera de una Ruina, nunca han hablado más allá de:—cambió la voz para hacerla más ronca— "os vamos a matar a todos y beber el tuétano de vuestros huesos".

Hizo un gesto elocuente con la cabeza.

—¿Conseguiste algún avance documentado en este aspecto?

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30/08/2015, 13:36
Alexei

Alexei había permanecido en silencio desde que Lynn se interpusiera entre él y Cedric. Si la hermana de la Capilla lo había perdonado, él no tenía nada que objetar al respecto pero le incomodaba la presencia de alguien como él en el variopinto grupo. No es que él fuera un dechado de virtudes ni mucho menos, pero al menos no se consideraba capaz de quitarle la vida a alguien fríamente.

También la situación con respecto a Ayla se había puesto cuanto menos rocambolesca. El joven guerrero siempre pensó que estaban "cazándola" lo cual dada su situación personal con respecto a la apóstata era una garantía. Pero ahora, pero viendo las implicaciones personales de Cedric y Lynn y el buen corazón de Gabrielle le preocupaba que no se hiciera justicia. Sólo Trasus era un misterio, pero si algo tenía claro es que no se podía contar con el orlesiano.

Después de un largo rato de traqueteo silencioso, la mención de Balaena a los Guardias Grises llamó la atención de Alexei y se sorprendió escuchando a Trasus, aunque a diferencia que a la joven maga del Círculo su "investigación" le pareció una tontería. Sería mucho mas eficiente dedicar recursos de ese tipo a buscar algún método o arma que ayudara a luchar y derrotar a los engendros tenebrosos.

Por un instante el joven estuvo tentado de comentarlo, pero por muy poco que conociera al bardo sabía el tipo de réplica que daría y a Alexei no le apetecía escucharla. Cada vez que Trasus sacaba su afilada lengua, al joven guerrero le daban ganas de cogerla y tirar de ella.

Resoplando por la nariz, el joven guerrero miró por el exterior de la carreta mientras continuaba escuchando a sus compañeros

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30/08/2015, 15:18
Trasus

Trasus se rascó la barbilla. Había empezado a salirle la barba, algo a lo que no estaba acostumbrado, y la fina piel de su rostro estaba colorada por la irritación, cubierta por granos diminutos.

Menos de lo que hubiera deseado, respondió. El derrumbamiento de las cavernas provocó la disolución del campamento, antes siquiera de nuestra llegada, así que no pudimos llevar a cabo todo lo que teníamos planificados. Los alfas que divisaron los exploradores de Sarkee y sus hermanos lideraban grupos demasiado numerosos como para que aceptaran enfrentarse a ellos. Tampoco estaban preparados para capturar a un emisario, de haberlo hallado.

Todos los experimentos arrojaron resultados negativos, por supuesto, pero tuve la ocasión de detallar los resultados en mis cuadernos de campo que espero que estén en estos momentos de camino a la Universidad. Confío en poder extraer conclusiones más allá de lo evidente de mis notas. Mis colegas llevan también diagramas anatómicos y órganos recolectados, que no podremos estudiar apropiadamente hasta que sepamos cómo evitar con seguridad la corrupción.

Es un primer paso, reconoció. No existen, hasta donde alcanza mi conocimiento al respecto, registros de intentos de comunicación o estudio de los engendros tenebrosos tras los realizados en Tevinter hace cientos de años. Los enanos apenas han conseguido evitar su propio genocidio a sus manos. No dudo que los guardias grises lo habrán intentado, pero son un grupo celoso…

La voz de Trasus se fue haciendo más débil hasta que se convirtió en un murmullo. La mirada del joven había descendido hasta clavarse en las tablas del suelo de la carreta.

Se preguntaba si tenía sentido para él proseguir con esa búsqueda, si lo que lo había motivado a presentarse al consejo con su crítica del documento tevinterano y su propuesta era más que otro capricho. Podía reflexionar al respecto durante la persecución de Ayla, pero no mucho más. No disponía de mucho más tiempo para dedicar a nada.

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31/08/2015, 05:04
Cedric

—¿Sabes?— dijo distraidamente Cedric mientras tomaba la daga de su cinturón. Empuñar un arma no era algo sabio que hacer rodeado de tan precarios aliados, pero Cedric miraba el cuchillo fijamente y jugueteaba con él en la mano derecha como si los demás no existieran. Pronto estuvo claro que aquel arma era un foco para los recuerdos que estaba conjurando.

—Los chasind no serán grandes académicos, pero han tenido contacto con razas que nosotros ni conocemos y han desarrollado algunas habilidades hasta extremos impensables. Por ejemplo, he oído que son tan buenos torturadores que su arte supera las barreras del lenguaje. Cosa útil en los frecuentes casos en los que interrogan a extranjeros sin dominio del idioma chasind.

Levantó la vista hacia Trasus.

—Podrías preguntarles sin han hecho hablar a algún engendro tenebroso.

Le dedicó una sonrisa al bardo antes de devolver la daga a su lugar en el cinto.

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31/08/2015, 20:59
Gabrielle

Gabrielle atendió a Trasus, por primera vez interesada en lo que estaba diciendo. No podía negar que le gustaba más el lado académico del investigador, aunque le irritaran todas sus demás facetas.

Pero cuando habló Cedric soltó un resoplido desdeñoso. ¿Que los chasind tenían contacto con razas que los escolares desconocían? Cuentos para viejas, que sólo tenían cabida en la superstición.

—Por increíble que parezca, hasta la violencia tiene sus límites en lo que puede conseguir —le dijo al matón y, poco impresionada por su movimiento de cuchillos añadió en tono maternal:—. Será mejor que guardes eso antes de que te pinches. Los cuchillos no son para jugar.

Se rascó la coronilla.

—Oye, Trasus. Podría limpiar tus ropas con un conjuro y no tendrías ni siquiera que quitártelas, o esperar a que se secaran. Y puedo arreglar rotos también.

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01/09/2015, 20:01
Sarkee Hierroardiente

Nunca dejas de sorprenderme, Trasus: Jamás creí realmente que pudieras encontrar a alguien que no saliera corriendo al contarle toda esa parafernalia tuya de parlamentar con engendros tenebrosos—Sarkee emitió una mezcla entre resoplido y suspiro de resignación como si en efecto aquello hubiese pasado ya cientos de veces. Gabrielle al menos mostraba escepticismo—. Esas malditas cosas no tienen alma. En lo único que piensan es en corromper y hacer pedazos todo lo que se cruce en su camino.

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03/09/2015, 18:53
Trasus

No necesito superar las barreras del lenguaje, respondió simplemente. El hombre no sabía de qué hablaba, evidentemente. Por eso había sacado el cuchillo. Necesitaba defenderse de su propia ignorancia. Ya puedo hablar todas las lenguas de este continente.

Trasus se rascó la coronilla, provocando una lluvia de terroncillos de barro que se habían quedado enganchados a su cabello. Recordaba esos conjuros, madre los había usado con él para adecentarlo, con tanta frecuencia, o más, que los leves sortilegios sanadores con los que había remendado sus rodillas despellejadas.

Ni siquiera fui capaz de aprender esos conjuros, se lamentó Trasus en voz alta. La naturaleza binaria del Don es de una caprichosidad irritante. No te detendré si quieres hacerlo, Gabrielle. Al contrario, agradeceré tu generosidad.

Levantó por fin la cabeza de las tablas del suelo. Se encontró, sorprendido, con todas las miradas centradas en él, y las bocas cerradas. Y las mentes vacías, sin duda, listas para llenarse de pensamientos.

Puesto que hemos conseguido por fin entablar una conversación pacífica, anunció, cuchillos aparte, creo que es el momento de tratar cierta información con este ilustre consejo.

Ayla robó una cabeza de bastón que encontramos en un thaig. Es bastante posible que Sila, el líder de la expedición, estuviera buscando ese objeto específicamente, pero no me confió tales detalles, así que solo puedo especular. En el thaig encontramos la estatua de un enano, en apariencia similar a las de los paragones, aunque mostrando dos características distintivas: estaba hecha de bronce, a escala natural. Los hermanos de Sarkee no reconocieron en ella a ninguno de los paragones. A su lado, una estela cubierta por runas, demasiado desgastadas como para leerse, con excepción de unas que hacían referencias a un magíster, o quizás a los magísteres en general, y a un portal.

Las runas configuraban un puzzle encantado compuesto, nada menos, que por los nombres de las Marchas Exaltadas. Al resolverlo, sucedieron dos acontecimientos: las baldosas rotaron hasta mostrar el símbolo Solar de la Capilla, y la cabeza de la estatua se abrió para mostrar la cabeza de bastón que, al ser recogida por Ayla, cuya identidad desconocíamos en ese momento, provocó el derrumbe.

Desearía tener información más precisa que compartir, mas el desplome nos impidió estudiar y clasificar como es debido, dejándonos con el misterio sobre la relación entre los magísteres de Tevínter, la Capilla y los enanos de aquel thaig. Además de qué era esa cabeza de bastón, por qué la quería Ayla y, añado, cómo había sabido de su existencia y del interés de nuestra expedición en ella, cuando incluso entre sus miembros se había mantenido en secreto.

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04/09/2015, 23:15
Alexei

Tras escuchar las palabras de Trasus, Alexei comprendió que era hora de terminar de contar su historia, pues lo que había contado solo era la punta del iceberg. El joven guerrero apartó la vista del exterior de la carreta y carraspeó para llamar la atención de sus compañeros.

Yo también tengo información que... compartir—dijo con una expresión circunspecta en su rostro—. Aunque mi historia con Ayla es un poco más enrevesada.

Arrugando la frente, el joven se rascó la cabeza alborotándose el pelo. Lo que estaba a punto de hacer era una locura, pero sus padres estaban muertos, ya todo daba igual.

Buscando prosperar tras el fin de la Ruina, mi padre acudió a un prestamista llamado Adrath para conseguir algo de dinero y comprar ganado. Por desgracia las cosas no salieron como esperaba por lo que me pidió que fuera a hablar con él para intentar ganar tiempo. Adrath también busca a Ayla y pacté con él entregarla a cambio de dejar saldada la deuda de mi padre.

Alexei tragó saliva, se sentía fijamente observado pero no se atrevía a mirar a nadie a los ojos.

Volví a casa para marcharme posteriormente a Denerim a buscaros, Adrath sabía de vuestra “cacería” y al llegar a casa vi a… a Ayla salir de casa de mis padres. El prestamista me dijo que ella era la culpable de algo que le había ocurrido a mi padre. Como podéis comprender intenté ir a por ella, parecía la ocasión idónea para zanjar con todo antes de que empezara. Pero entonces la casa de mis padres explotó.

Los ojos del guerrero de aspecto canalla se humedecieron mientras apretaba el mentón, aunque no llegó a derramar ninguna lágrima. Fue entonces cuando miró a Lynn.

Después llegué a Denerim y me encontré contigo—concluyó—. ¿Por qué os mentí? No sabía quiénes erais y no pasó mucho tiempo antes de que las cosas se pusieron lo suficientemente locas como para pararme a pensar en todo lo que estaba pasando.

Alexei pasó la mirada de la hermana de la capilla a Gabrielle.

Siento mucho no haber confiado en vosotras, pero espero que lo entendáis.