Partida Rol por web

Las puertas que daban acceso al estadio se abrieron de par en par. El público vitoreaba sin cesar ansioso de que comenzara el espectáculo. Los anfitriones Yamcha, Mr. Satán, Bulma y la familia de ésta, estaban sentados en un palco especial, algo más elevado de los asientos del público. En ese momento, un hombre con gafas de sol se subió al ring con un micro.

-¡Señoras y señores, es el momento, comienza el Torneo de Yamcha!

Tras la presentación del presentador (valga la redundancia), se encendió una pantalla junto al palco donde estaban los anfitriones, donde podía leerse el nombre de los contrincantes actuales…

Tora VS Giran

Un gigantesco dinosaurio alado saltó hacia el ring, sin molestarse en usar las escaleras. Rugió ferozmente haciendo temblar el estadio. Parte del público se atemorizó, mientras otra parte vitoreaba aun más entusiasmada.

-Muy bien, ya echaba de menos participar en algo así... ¡tenía que estirar las alas!-murmuraba mientras miraba a su rival, Tora, esperando que subiera al ring.

Cuando Tora subió, dejó sus cosas junto al ring. Él si usó las escaleras, y se dirigió al centro del lugar, a paso lento y calmado, mientras miraba a su alrededor. Le daba algo de vergüenza ser uno de los primeros en combatir, ya que lo que él quería era mirar combates, comer y pedir deseos, no necesariamente en ese orden. Pelear estaba bien, pero no era una prioridad.

Así, se encaró hacia su adversario, tan grande como él, pero con escamas duras y alas. Y con una voz muy fuerte, todo sea dicho. Se limpió la oreja derecha despues de aquel rugido, los ruidos así le molestaban. Sin sus carteles para saludar, se giró hacia su adversario y se lo quedo mirando.

Fijamente.

Ronda 1 - Fase 1

Turnos:
1- Giran
2- Tora

Distancia entre los contrincantes
10 metros

Giran comienza a andar, a su máxima velocidad, hacia Tora.

-Vamos ven aquí... ¡hace tiempo que no como carne de oso!

Bueno, aquello que había dicho aquel dinosaurio antropomórfico había estado horrible. Los osos no se comían, no de donde él venía al menos. Y aunque no era técnicamente un oso, entendía que lo que quería decir aquella lagartija superdesarrollada era que quería merendánrselo. Cosa que por un lado, no estaba dispuesto y por otra, suponía una ofensa para toda la rama osa de su familia. Así, cuando comenzó a avanzar en su dirección, él hizo lo propio con total tranquilidad y calma, hasta los últimos dos pasos, que lo sorprendió avanzando con inusitada rapidez y asestándole un fuerte zarpazo a la altura del cuello.

Se iba a acordar de quien era él.

Giran, sorprendido, no es capaz de bloquear a tiempo la técnica de Tora, y la recibe de lleno. Gracias a Kami-Sama (o a su raza), su piel es dura y el golpe no queda más que en un rasguño. Con una mueca de escozor y furia, mira a Tora a los ojos.

-... ¿te crees muy gracioso, mamífero?

Ronda 1 - Fase 2

Turnos:
1- Giran
2- Tora

Distancia entre los contrincantes
Cuerpo a cuerpo

Giran, enfurecido por haber recibido él el primer golpe, lanza hacia arriba su puño con intención de darle un gancho en el mentón a Tora.

Le habría gustado responder, pero el problema residía en su incapacidad para poder hablar o comunicarse con algo que no fuera escribiendo en carteles. Tampoco estaba en un momento para hacer señas durante un combate, ya que sería... poco práctico. Y una desventaja enorme.

Así que lo miró simplemente mientras le hacia aquella pregunta. Pero no se movió, esperando la respuesta de su oponente. Sabía que aquel golpe habría dejado a la mayoría de adversarios fuera de juego, así que supuso el peor escenario: un enemigo resistente.

Así que cuando el dinosaurio antropomórfico fue a golpearle, le agarró el puño con la mano derecha y le cruzó, literalmente, la cara de lado a lado con el dorso de la mano izquierda.

Giran recibió el guantazo, tras lo cual se quedó mirando con furia al hombre-oso con cara de pocos amigos... literalmente. No le estaba gustando nada recibir tanto nada mas empezar, aunque solo fueran rasguños.

Ronda 1 - Fase 3

Turnos:
1- Giran
2- Tora

Distancia entre los contrincantes
Cuerpo a cuerpo

El giras abrió sus fauces aprovechando su corta distancia con su contrincante, con la intención de darle un mordisco en el cuello sin piedad alguna.

Después de cruzarle la cara, de una forma más literal que figurada, había conseguido lo que esperaba. Provocar a aquella superlagartija. Dando un único paso hacia atrás para ganar distancia de actuación, levantó el brazo derecho para cerrarle la mandícula con un inofensivo golpe y agarrarle el morro cerrado con la contraria.

Acto seguido, tiró de él en su propia dirección para agarrarle de la base de la cola, y aprovechando el ímpetu del movimiento, lo levantó por encima de su propia cabeza haciendo gala de su enorme potencial físico. Durante un par de segundos lo mantuvo en aquella posición. - ¡¡GRRROOOOOOOOOOOOOOOOAAAAAAAGH!! - gruñó cual oso que era, en parte, para acabar lanzándolo contra el suelo sumando al peso del cuerpo de Giran, la fuerza del hombre-oso en un golpe solía utilizar para romper piedras y rocas muy lejos de aquí.

Giran intentó en todo momento liberarse del agarre de Tora: intentando abrir sus fauces, agitando sus brazos y piernas, abriendo las alas... hasta que el hombre oso lo lanzó contra el suelo, provocandole un dolor tremendo a lo largo de su cuerpo.

Ronda 1 - Fase 4

Turnos:
1- Giran
2- Tora

Distancia entre los contrincantes
Cuerpo a cuerpo

Giran se levantó con dificultad del suelo. Mirando a Tora, extendió sus alas y se alejó lo más rapido que pudo, y a cierta distancia lanzó una bola de fuego en dirección a Tora.

¡Volar! ¡Había que ser cobarde y rastrero para volar en un combate así! No podía esperar otra cosa de un enemigo que alzaba el vuelo y abría la boca. ¡Y escupía bolas de fuego! En ese momento, Tora rodó una única vez por el suelo, haciendo la croqueta y poniendose en pie nuevamente con agilidad. Y al ver que esaba tan lejos, comenzó a acumular energía.

Si él no bajaba, lo bajaría él.

Ronda 2 - Fase 1

Turnos:
1- Giran
2- Tora

Distancia entre los contrincantes
8 metros

Giran descendía poco a poco sin ser capaz de mantener el vuelo. La energía que había gastado en el ataque, le había agotado demasiado como para seguir en el aire. Se posó en el suelo y respiró hondo, intentando recuperar la respiración.