Partida Rol por web

Las calles septentrionales de Arraken a la luz del alba eran algo poco más que desérticas. Las calles eran silenciosas y los escasos peatones suelen evitar las miradas indiscretas.

Después de un viaje desde la antigua capital habéis sido llamados a realizar una misión para las Bene Gesserit, os habéis conocido durante el crucero interestelar donde se os a asignado la misión de uniros a un tropa de mercenarios con tal de encontrar lo que se supone que es un cementerio de gusanos, vedado por Muad’Dib si ni siquiera confirmación de este echo.

Asi pues tenéis la misión de encontrar a vuestro contacto en Arrakis, un mercenario llamado Deismo, quien os guiara con el resto del grupo. Por lo que se ve se a pedido estrictamente que este echo lo guardéis en secreto y no lo comentéis con ningún otro miembro de la expedición.

Después desembarcasteis a media noche y lograsteis llegar hasta el punto de encuentro pero Deismo llega tarde y os hace pensar lo peor.

Ya apunto de volver y comunicaros con vuestras autoridades escucháis mucho jaleo al final de la calle y una cantidad de pasos enorme que se acercan hacia vosotros.

-¿Que suecede?.- digo mirando al origen del ruido

-Apartemonos-

problemas...

Os escabullís a un callejon cercano, ocultándoos en la penumbra justo antes que una tropa de Fremen Fedaykin crucen la calle, os inquietáis al ver las tropas de elite de Muad’Dib.

Alarmados evitáis por todos los medios hacer ningún tipo de ruido.Conteneis la respiracion y cruzais los dedos para que no os encuentren.

Comienzan a revisar todos los rincones, por lo que parece están buscando a alguien.

Conseguís ocultaos de espalda a la pared, quedáis fuera del rango de visión, y chupando analizan la zona ni se percatan de vuestra presencia.

El que parece ser el líder del grupo de los Fedaykin da orden de continuar y al poco tiempo os encontráis de nuevo solos en la penumbra.

Os sentís mas aliviados y el silencio solo rompe vuestra respiración, al poco tiempo os rehagáis y os despejáis de la pared. El ambiente parece tranquilo pero del nada sentís unos pasos detrás vuestro…

La tensión se palpa en el ambiente, y son muchos sucesos intensivos para un forastero.
Procuro no mostrar nerviosismo y me alejo un paso de Ester para no dificultar su posible ocultamiento, sin embargo acerco disimuladamente una mano a mi cuchillo de combate por si hubiera de luchar.

-El mentat hace bien alejandose de mi, caminando por separado llamaremos menos la atención.-Ester mira de reojo a su compañero un instante

Mantenéis la calma disimulando cualquier gesto, preparados para lo peor, cuanto junto a crujir del suelo oís una voz que surra:

- Piss, eh, eh, aquí detrás chicos –

Os giráis con el corazón en el puño y confusos y encontráis enfrente vuestro a un hombre cubierto totalmente con una capa marrón, de donde solo podéis vislumbrar la apariencia de un hombre joven.

El sujeto se gira y se encamina hacia el fondo del callejo, se para y gira al cabeza hacia vosotros mientras hace un gesto con la mano.

- Venga, venga, no tenemos tiempo, os lo explico todo por el camino, ¡rápido! –

Después continúa su avance desapareciendo por la esquina de la calle.

Miro un segundo a los ojos del mentat y sin esperar respuesta sigo las indicaciones del extraño, siguiendole por el callejón.

Dejo mi cuchillo en su cinto y sigo a los demás. Procuro fijarme por donde nos lleva y trazar un mapa mental. Sin perderlos de vista de vez en cuando una mirada furtiva trata de encontrar algun lugar de referencia, como una torre o algo destacable.

Os adentráis por un laberinto de calles siguiendo la sombra de ese hombre hasta llegar a lo que parece ser un edificio de un tamaño considerable, os fijáis que la zona donde os encontráis comienza a ver movimiento de ornitóptero que entra y sale de lo que deducís que es una dársena comercial.

El hombre apoyado contra la pared os mira y acto seguido entra por una puerta lateral del edificio.

No me queda otra que seguirlo, a pesar de tener la sensación del ratón que va en busca de queso a un lugar en el que le esperan...

Miro a Ester sin saber qué decirle para hacerla conocerdora de mi parecer, aunque supongo que ella tendrá uno similar.

La mirada de la hermana está llena de suspicacia cuando se la devuelve a su compañero de viaje. En efecto ella parece incomoda por la situación también.

Os adentráis en el edificio, siguiendo una vez más la figura del hombre que recorre una serie interminable de pasadizos y escaleras hasta llegar delante de una puerta de gran tamaño.

Encima del pórtico, podéis leer con total claridad las palabras “Hangar número 8”. El encapuchado se acerca a un panel cercano a la puerta e introduce una combinación (en forma de dígitos).

La puerta se abre dejando ver una amplísima sala, toda llena de cañerías y demás incrustadas en terracota, al final de esta se abre una impresionante abertura hacia el exterior donde reposando en un costado hay un ornitóptero de gran tonelaje.

El hombre se para en seco y se dirige a vosotros con voz rota:

- Os esta esperando adentro –

Asiento con la cabeza y avanzo lentamente hacia un lateral del vehículo, sin la intención de entrar en él aun.

Ester titubea un poco, dejando bastante claro las dudas que le asaltan en ese momento. Pero ¿que puede hacer?.

Al ver como Agnor se acerca al aparato, parece recobrar confianza y sigue a su compañero hasta un lado del ornitóptero, permaneciendo a la espectativa.

Del gigantesco pájaro metálico veis una compuerta abierta de par en par por donde emana una luz clara que ilumina el pie del monstruo. Escudriñas con la mirada lo que se ve de la nave y la única respuesta que os a clara es que adentro no hay nada.

El mozo que os guió, sigue parado apoyado en el marco de la puerta y con la mirada perdida en el techo.

Me acerco al guía con paso decidido y le pongo una mano en el hombro. De mi boca salen las palabras en tono respetuoso aunque apremiante:
- Nos has traido hasta este lugar en silencio. Creo que es hora de hablar.

Al terminar la pregunta dirijo distraidamente mi mirada al mismo lugar que el mozo observa, aunque casi sin reparar en ello.