Partida Rol por web

¿Tiene arreglo?

¿O sea, o lo intento curar, o lo rematamos para que no sufra?

Uhm, primero le ato las manos al bandido.

- Ino, dale algo para que se recupere un poco y nos diga por qué nos querían matar. Y tú pequeña, ¿sabes por qué tu papá nos quería hacer daño? - Le digo a la niña con seriedad.

Ya en el claro y fuera de peligro, me desplomo de rodillas sobre el suelo. Me encorvo sobre mi misma, trantando de no perder el calor corporal que me queda y mantener mi mene lúcida. La respiración se me atraganta pero al menos habiamos salido vivos. De momento. Por lo tanto, esto habría que celebrarlo con unas buenas cervezas.

-¡Cría! Más te vale soltar lo que sepas o si no quieres ver como la cara de tu padre toma la forma de mi bota incrustada en sus dientes.-

No me iba a dejar engañar otra vez por un lobo disfrazado de cordero.

Skaoi sangra mucho, ya que la última herida fue profunda, pero tiene fuerzas para "regañar" a la joven, que os mira con cara de sorprendida y rompe de nuevo a llorar.- mi papi... me dijo... que atrajera a los malos...- dice mientras se frota los ojos. Parecía que era sincera. El enano le ató las manos al humano, que parecía no responder aún.

La inocencia de la niña no hacía más que acrecenar mi desprecio tanto por el desgraciado de su podre como de su propia ignorancia. Engañar a unos extraños para que su padre los apuñale a traición y nosotros "somos los malos"... ¡JA! Por este tipo de cosas no me gustaban los niños, tienen una estupidez natural de la que no pueden escapar. Escupo a un lado intentando librarme de los improperios que se estaban juntando en mi boca, y al hacerlo, e quedo unos segundos estupefacta mirando el esputo totalmente teñido de rojo sobre la hierba.

-Y dime niña entonces. Qué te ha dicho tu padre que hemos hecho para ser tan malos.-

La sanadora dejó la conversación e interrogatorio al resto. Se dedicó a revisar las heridas de todos, poco a poco, con paciencia. Levantando miembro o apartado gente si era necesario, sin importar el parecer del "dueño" del miembro herido.

Dejo que Skaoi hable con la niña. Antes ya ví que yo le daba un poco de miedo y no hablará si se intimida ente mí. Intento despertar a su padre, vigilando que no me ataque por sorpresa.

La niña parece en shock, y más viendo a Bregonthall cómo intenta despertar a su padre, dándole mamporros en la cabeza. El hombre sigue sin responder y golpearlo mucho más no ayudará, es posible incluso que ya esté muerto después de esos mamporros. La niña comienza de nuevo a llorar, esta vez mucho más fuerte, de forma desconsolada.

Veo como mi compañero intenta despertar a golpes al bandido y me acerco a él rapidamente poniendo la mano en su hombro.

-Tranquilo amigo mío, si sigues así ten por seguro que no despertará. Deja que despierte por su cuenta e intentaremos interrogarle entonces.-

- ¿Uhg? - Gruñe Brego cuando Shatar le toca el hombro.

- Cierto, quizás me estoy pasando un poco. - Digo mirando llorar a la niña, y dejando poco a poco a su padre tranquilo en el suelo.

Su función era la de curandera del grupo, y ahora, con la cosa más tranquila, dejó el interrogatorio a la compañera, y si hacía falta intimidación, al enano, pero ella tenía heridas que tratar, y así se empeñó con todos.

Los chillidos de la niña van en aumento y cada vez se calvan en mis oídos con mas intensidad como agujas de coser.  Me comienza a preocupar que semejante escándalo pueda atraer la atención de curiosos o peor aún, otros peligros. Estamos en una foresta y no sabemos qué se esconde en ella. Y yo no estoy en condiciones de hacer la vigilancia, lo cual sería mi tarea habitual.

-Mira niña. Tu papi esta bién. Solo descansa. La elfa está cuidando de él. ¿Has oído hablar de los elfos? Son mágicos. Hacen cosas increíbles- ¡¡¡¿¿¿Por que demonios me toca a mi hacer de canguro con lo poco que me gustan los niños???!!! -Así que tranquila, todo está bien. ¿Quieres decirnos por qué has hecho esto?-

Inomagata se pone entre vosotros y lanza un hechizo curativo que os va recuperando poco a poco, es un hechizo que os hace recuperar mucha vitalidad pero tenéis que esperar mucho tiempo para notar el efecto. Así que aprovecháis para descansar en aquel lugar y recuperar fuerzas, aunque no fuera el más adecuado para esa tarea. La niña finalmente respira cuando ve que su padre abre los ojos. Ella se lanza a sus brazos. Entonces ve a los demás.- Tened piedad de nosotros, tan solo somos dos campesinos que no tenemos dinero, este imperio nos absorbe cada moneda, cada cerdo y cada gallina hasta que nos vemos obligados a hacer esto.- tose y se incorpora un poco. Se sentía mejor porque al parecer la magia de Inomagata había actuado en él también.- Haremos lo que sea para saldar el daño que os hemos ocasionado.- Esta vez parecía decir la verdad.

Ya mismo anochecería, pues habíais pasado mucho tiempo combatiendo y recuperando fuerzas.

Brego al ver que está anocheciendo prepara un buen sitio donde acampar y descansar. Como no ha sufrido daños será el que haga la primera guardia, y quizás la más larga, para que el resto descanse y se recupere.

Aprovecha para preguntar a la niña y su padre si saben algo sobre la misión que el barón Theodor nos había mandado:

Supervisar un antiguo templo a un dios de la antigua era y descubrir por qué se han registrado desapariciones y asaltos por aquella zona.

El descanso fue revitalizante pero ni de lejos tanto como la magia de la elfa. Nos acabábamos de conocer y ya me estaba cayendo en gracia. Cómo no iba a ser así cuando pienso que sin ella ahora mismo tal vez no estuviera en pie. Sin embargo no siento la misma empatía ni por el hombre que ha intentado asesinarnos ni por su hija. Las ganas de estamparle la bota en la cara no desaparecen y como sé que si continúo oyendo los lloros de un patán que suplica por su vida voy a perder el control, decido irme por mi cuenta.

Aún quedan unos pocos rallos de luz, suficientes para encontrar alguna pequeña presa con la ayuda de mis otros sentidos o incluso algunas frutas. Sin alejarme del campamento base que hemos montado de forma muy improvisada y arco en mano, espero volver en poco tiempo para que Brego pueda relajarse un poco de su guardia.

Skaoi parecía estar alterada. Incluso agresiva. Sus gestos la delataban y le daba la sensación que había que ocupar esa mente en algo, antes de que ella inventase un "algo" que lo manchara todo de sangre. Por suerte, ella misma marchó y se fue a cazar. - Menos mal. Pensó para sí. No tenía nada claro que encargo, mandarle, para tenerla entretenida, y su mente necesitaba un descanso, tras el esfuerzo de los hechizos.

- Pues puedes seguirnos y servirnos. Es lo mínimo que te corresponde por perdonarte la vida. Seremos justos y cuando creamos pagada tu deuda, podrás regresar con tu familia. Incluso si quieres, y no tienes granja, puedes traerla entera, y todos ellos servir a nuestra causa.

- No sabemos nada de ningún Theodor, amigo enano.- Entonces escuchó las palabras de Alura.- Si así lo deseáis, os serviré hasta que salde mi deuda.- dijo mirando a su hija.- Pero no quiero que mi hija participe en esto... me gustaría que se quedara en casa de una conocida que pueda cuidar de ella.- dijo a Alura, algo inquieto por su hija.

Mientras tanto, Skaoi se va a por algo que llevarse a la boca. Es muy extraño, pero no parece encontrar nada comestible, aunque hay muchos árboles no son frutales. Tendría que ir a cazar algún animal de los alrededores para que pudieran cenar algo, lo cual sería una tarea que llevaría mucho tiempo, pero podía hacer. 

- Bien, yo descansaría y mañana volvería al pueblo.

- Dejaría a la pequeña bajo cuidados de esa conocida que dices. Digo señalando al padre.

- Después intentaría descubrir algo más sobre nuestra misión, Theodor nos necesita.