Partida Rol por web

Eirendor - Oscuros designios

EPISODIO I: "La carta de Ateruk"

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31/08/2017, 18:56
Director

La joven gavilán sobrevuela con lentitud las tierras fronterizas que separan Evernne de Edelth. Se mueve de un lado a otro ajena a todo peligro y llevada por el fuerte y frío viento, en una hermosa y grácil danza de movimientos bellos y certeros. Su afinada vista alcanza a ver las grandes cordilleras coronadas por mantos de nieve eterna, bosques primigenios y mágicos que existen desde el principio de los tiempos y, no muy lejos, el mar y sus olas que golpean incesantes los acantilados de piedra calcárea. Pero ella no entiende de Reinos y posesiones o de las lineas artificiales marcadas por el hombre, su hogar es el infinito cielo y sus vientos cambiantes. Sus ojos, al acecho de una nueva presa se posan sin curiosidad alguna sobre una nutrida caravana que se mueve lentamente hacia Edelth: En ella podemos encontrar a astutos comerciantes de Kramnigur, enigmáticos elfos del gélido norte, valientes medianos, creyentes y detractores de la Santa Unión, gente que busca un futuro mejor o simplemente llevarse unas cuantas monedas al bolsillo; personas que quieren escapar de un pasado doloroso o de unos terribles pecados que la distancia jamás podrá borrar.

La frontera viene marcada por unas ciclópeas y vetustas piedras de más de 15 metros de altura. Talladas en ellas hay signos y formas geométricas cuyo significado se olvido ya hace mucho tiempo, unos orificios circulares de diversos tamaños hace que los rayos de sol crepusculares creen en el suelo extrañas figuras que hace que el lugar parezca mágico. Los bosques que rodean el camino son sobredimensionados, con vivas y coloridas hojas cuyas ramas parecen tocar el mismo cielo. Sus primeros cuidadores y creadores ya no están en estas tierras, aunque Ayira percibe, con velada emoción, la mano de los Akanu (esa Tribu Feral que fue masacrada por los gobernantes de estas tierras)

La caravana deja tras de si este lugar para pararse solo unos metros más adelante en lo que se percibe como el campamento del Árbol de Lumira, una vorágine de tiendas de campañas, carros, toscas construcciones de adobe, donde los olores a especias exóticas, animales y gentes recuerdan el interior de una gran ciudad. Todos los sonidos que salen de ella no termina de apagar la presencia de ese mar embravecido donde se dice que más allá se encuentran las desconocidas y enigmáticas tierras de Valdanar, de las que tan poco se sabe.

Nuestros personajes se encuentran, al fin, donde habían acordado quedar y es que este viaje comenzó con un extraño papiro dirigido a Innari de manos de su fiel amigo Ateruk (quien sabe, tal vez el único que le queda de estas tierras) que le informaba de una misión harto importante para ella, y también para sus dos compañeros que les reportaría dinero, pero sobretodo seguridad: Esta última palabra era la que más secretos seguramente guardaba en ella. Junto al papiro una pequeña esfera metálica de bronce que según Ateruk: "Una vez estéis en el campamento debéis tirarla al cielo y así sabré que habéis llegado, es muy importante que no la perdáis por nada del mundo." 

La caravana se para en lo que parece la entrada del campamento a la orden de una voz más que familiar, una mercader de Kramnigur llamada Arainah. Ella os ha protegido en todo momento de malos comentarios y ha dado en más de una ocasión la cara por vosotros. Curiosa por naturaleza, ha querido saber (siempre de manera educada y respetando vuestros silencios) de vosotros y de vuestra vida, podríais afirmar que es una persona a la que se podría confiar vuestra vida y que seguramente os gustaría que formara parte de vuestro pequeño grupo de aventureros..., parece que se acerca hacia donde estáis vosotros con una cara que combina una cierta alegría y tristeza.

Notas de juego

Bueno, ¡esto empieza! Me gustaría que concretarais mientras habláis con Arainah, que cosas habéis conversado con ella o el grado de amistad que tenéis, también podéis preguntarme cosas sobre la mercader si es que os interesa en forma de conversaciones durante el trayecto hacia Edelth o mediante la conversación de ahora (vamos, por darle un poco de color a la partida).

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31/08/2017, 20:10
Arainah

Bueno, parece que se acerca nuestra despedida. -os dice mientras se toca la parte posterior del cuello con la mano, y mirando unos pocos segundo al suelo- Me ha resultado muy gratificante vuestra compañía y bueno..., tengo que reconocer que os echaré de menos- mientras lo dice saca de una bolsa colgada en un tosco cinturón tres figuras de madera talladas con sencillez y os la enseña con la mano abierta frente a vosotros, son tres gavilanes con las alas abiertas. En mi tierra, este animal es signo de buena fortuna, hará que tengáis los ojos bien abiertos..., por desgracia creo que lo necesitareis- os dice al percatarse de algunas malas miradas que provienen de algún mercader del interior del campamento hacía Ayira, pero al instante grita, sorprendiéndoos: ¡Dejate de miraditas si no quieres que te dé una buena tunda! Son protegidos de la casa Âkiteh así que ¡ándate con ojo, estúpido! Las palabras resuenan por todo el campamento y durante unos segundos parece que se hace el silencio hasta que todo sigue con la que parece la usual normalidad mientras ese mercader sale corriendo con el rabo entre las piernas.

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31/08/2017, 20:31
Ayira

No había palabras para describir la emoción que había sentido la druida al ver aquel lugar sagrado, aquel que los poderosos y sabios Akanu habían impregnado de su presencia. Ayira los sentía en el aire, en las rocas y en los árboles, en el camino y, sobre todo, en el corazón. Sin embargo, no pudo dejar mostrar aquellos sentimientos, pues en aquel lugar, solo Arainah y Tassarion conocían su secreto. La joven había acabado contándoselo a su compañera de caravana, pues había hecho preguntas demasiado suspicaces y había algo en ella que le intrigaba, que le indicaba que no eran tan diferentes. Como imaginaba, resultó no ser una revelación, sino una confirmación. Arainah había jurado guardar silencio y aparentemente lo había hecho. Las malas miradas hacia la druida no era por sus habilidades naturales, sino por su aspecto, una piel negra como la noche y aquella impresión de que estaba hecha de nervio templado. 

–¿Es la hora?– preguntó con un tono extraño. En cierto modo, aunque le hubiese gustado que les acompañase, le aliviaba que se marchara. Al fin y al cabo, un druida era una compañía peligrosa. Quizás no tanto para almas nómadas y salvajes, pero si para quienes guardaban una relación con la ciudad. Con cuidado, cogió el gavilán y sonrió. Ella podía convertirse en uno, y volar tan alto como desease, explorando el mundo desde las alturas. Observando el equilibrio. Pero también podía surcar los cielos por la noche, en forma de lechuza y observar, con la mirada condenatoria que solo estas aves tenían, a aquellos que trataban de romperlo.

–Muchas  gracias– dijo finalmente.–Por tu compañía. Por tus palabras, y por tus silencios.

 

Notas de juego

Me parece bien que Aranaih sepa que soy druida y que Innari no (sepa que soy un mutante no registrado) porque aún no haya hecho nada druídico delante suyo. Puede dar mucho juego.

A mi si me gustaría saber algo de ella. Lo que quieras contarme :D

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31/08/2017, 23:55
Arainah

Solo pronunciar estas palabras la joven mercader abraza con afecto sentido a la druida. Ahora, tan cerca, esta alcanza a escuchar su dulce voz, como un susurro del viento: Se muy precavida en estas tierras; no te centres en lo que ves, preocúpate más de lo que no ves...- Acto seguido, golpea un poco avergonzada los hombros de Ayira y le desea suerte. En ese momento, una imagen del pasado vuelve a la mente de la Druida, donde en una noche cerrada, cuando todos parecían dormir, la mercader le contó una historia, que brotaba de ella como un delicado manantial de montaña: De como se hizo mercader aun perteneciendo a una de las familias gobernantes más importantes de Kramnigur, de como las mujeres son tratadas con desprecio entre los suyos, de su rebeldía con todas las normas establecidas, de como perdió a uno de sus hermanos luchando contra las huestes de no muertos de Nix, de como el odio puede acabar con tu propia alma, de amores, de desamores y, en definitiva, de sentimientos que a muy pocos ha contado ni contará seguramente. Si alguna vez necesitas ayuda, solo tienes que buscarme en caminos importantes y en caravanas ambulantes.- sonríe de nuevo.- Aun tengo estos dos gavilanes para vosotros- dice alegre mientras se acerca a Innari y al elfo Tassarion.

Notas de juego

Viendo que la Druida le ha contado sus secretos he visto oportuno que su relación fuera muy especial. Eso no quiere decir que vosotros la llevéis por el mismo sitio, sois libres de llevarla por donde gustéis ;-)

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01/09/2017, 11:03
Director

- SOLO PARA AYIRA -

Ayira siente un tenue escalofrío por todo el cuerpo e inmediatamente observa el pequeño gavilán tallado en madera noble. En su interior parece percibir algo único, que trasciende de las artes mágicas o de los propios dioses; un etéreo brillo parece surgir de los ojos del animal y la Druida siente de nuevo una emoción reconfortante, ya conocida de alguna extraña forma..., es como si una parte de la propia Arainah estuviera escondida, sutilmente, en el interior del animal de madera.

Notas de juego

Mecánicamente:

Gavilán de la casa Âkiteh: La casa Âkiteh es una de las familias más poderosas de todo Kramnigur (y posiblemente la más influyente) Entre el vulgo hay la creencia muy aceptada sobre esta casa gobernante: Su historia se remonta al principio de la propia creación y se dice que nacieron de la unión de la última druida Akanu y de un poderoso celestial que quedo prendado de su bondad y sabiduría. Lógicamente, son habladurías y oficialmente se niega estas supercherías carentes de todo fundamento. Aunque, secretamente, se comenta que hay algunos miembros de la familia (cada vez menos) que son capaces de imbuir una extraña aura protectora a objetos con forma de gavilán cuando sienten que el que lo recibe (cuando la amistad entre tallador y receptor es sincera) se encuentra o se encontrará en un grave peligro..., aunque, como hemos advertido antes, puede que sean solo habladurías.

ARTEFACTO [Raro] [psiónico]: +1 a todas las tiradas de salvación; +1 a tiradas de SAB (relacionadas con descubrir o advertir cosas con el sentido de la vista) 

RESERVA DE SUERTE: (1) Se puede utilizar teniendo afinidad 1 (2) Conociendo la historia de los Âkiteh y de sus ancestros (3) Se activa diciendo el nombre de esa Sabia Akanu: "Ialanna" IMPORTANTE: Este artefacto no irradia ningún tipo de magia y no se puede descubrir sus propiedades mediante identificar. Solo los Druidas pueden advertir un pequeño resquicio de su poder. 

AFINIDAD 1: Bono de +11 que se puede gastar en cualquier tirada o daño gastando 1 PE (hasta vaciar el bono permanentemente aunque en el solsticio de invierno se vuelve a recuperar esta reserva.)

AFINIDAD 10: Luz de Ialanna; 1 PE para recuperar 1d10 PG (11 cargas que se recuperan en el solsticio de invierno)

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05/09/2017, 12:38
Tassarion

El elfo se retiró los dorados mechones de su sedoso cabello desordenado que caía sobre sus ojos, a veces ocultando su expresión, y se acercó hacía aquella mercader que tanto les había ayudado, y que sin embargo, ahora tenían que despedir. Como si de una fachada de carácter se tratará, Tassarion siempre había mostrado ciertos signos de altivez y inexpresión hacía sus dos compañeras, tal vez producto de su medio origen noble, sin embargo ambas habían descubierto que el explorador elfo era un individuo muy sensible, algo que no pasó desapercibido cuando se acercó hacía Arainah y le puso una mano en el hombro tratando de despedirse con una formalidad. 

- Mis respetos y mi gratitud por tu ayuda. Espero que nuestros caminos de veras vuelvan a encontrarse de nuevo. - dijo tomando la estatuilla que les ofrecía, y alzándola al cielo como si tratara de examinarla mejor. - Espero que los tuyos no hayan desforestado todo un bosque para conseguir la madera ideal. - dijo a modo de broma. 

Saltaba a la vista que el elfo no quería despedirse de la chica, tal vez porque en los días anteriores le hubiera cogido cariño y disfrutaba de su compañía. 

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05/09/2017, 13:06
Arainah

-Cuídate mucho Tassarión-  dice la mercader con una cálida sonrisa -Y qué la luz terrenal de la Santa Unión guié tu camino- al instante, su rostro no puede ocultar una cierta tristeza y también apoya su mano en el hombro del joven elfo; durante unos pocos segundos le mira en silencio mientras el sol comienza a ocultarse entre los bastos bosques del oeste que se difuminan en el bello paisaje. Finalmente se dirige hacia Innari parándose unos pocos pasos de ella. La luz de la puesta del sol crea un bello efecto y parece que la propia Arainah brilla como si naciera de su figura la misma luz terrenal. Me gustaría que aceptaras mi regalo Innari.- esbozando un semblante diferente, desconocido, mostrando un nerviosismo muy leve pero presente en sus gestos..., quién sabe el por qué.

Notas de juego

Ayira se puede hacer una idea a tenor del mensaje privado que has recibido en relación al animal tallado ;-)

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06/09/2017, 11:11
Ekeh

Ajena a la escena se acerca, con paso firme, un veterano mercader perteneciente a la casa Âkiteh, parece que no quiere interferir en este momento tan relevante para Arainah y mantiene una educada distancia -Mi señora, la caravana y sus mujeres y hombres están listos para partir...-. comenta con una voz grave y prosigue. -..., no debería llegar tarde a la cita-. continua con un tono que denota la importancia de sus obligaciones.

 

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06/09/2017, 12:56
Innari

Se había pasado todo el viaje embozada, con los guantes tapándole las manos y durmiendo apartada. No se había mezclado mucho con nadie, esperando no importunar con su presencia. Había observado a todos en silencio, a sus compañeros en especial. Al observar a Tassarion se le había dibujado una sonrisa boba, de adolescente temprana, y las mejillas se le habían encendido. Pero se sentía segura desde su escondrijo de ropajes y no se había sentido mal por ello, ni porque le sucediera lo mismo al observar a Ayira y a Arainah. Ellas hacían que sintiera envidia por sus hermosas formas de mujer y el afecto que parecía haber surgido entre ellas.

Durante el trayecto había tenido el valor de acercarse a Arainah. La había interrogado de la forma más astuta que podía por gentes de ojos rojos, como los suyos. Quizás la había importunado demasiado porque parecía estar nerviosa en su presencia y, quizás, le estuviera dando ese regalo por compromiso. Fuera como fuese, lo aceptó en silencio con una profunda reverencia. Aprovechó el momento en que la reclamaban para ocultarse tras sus compañeros y marcharse con ellos en el mismo silencio en el que había permanecido durante todo ese tiempo. 

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06/09/2017, 18:12
Arainah

-¡Innari! ¡Espera!-. grita Arainah mientras se acerca a la joven, sorteando tanto a la Druida como al elfo, y coge sus manos con cierta efusividad ante la sorpresa mayúscula de Innari. -Este regalo es sincero, no te lo he dado por obligación..., es que..., de alguna manera siento que estás en un grave peligro...,-al instante rectifica y le quita hierro al asunto.- no hagas caso, serán tonterías mías..., cuídate mucho Innari..., cuidaos los tres- dice sonriente mientras comienza a alejarse de las tres figuras, quien sabe si para siempre.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Pedazo de crítico acabo de sacar jeje os recuerdo que podéis hacer también tiradas para descubrir cosas. Llegados a este punto, tenéis que contactar con Ateruk, os dejo que sigáis vosotros con la escena.

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07/09/2017, 21:33
Ayira

La druida se despidió con la mano de aquella mercader a la que en tan poco tiempo había llegado a considerar casi una hermana. Muchos, entre ellos sus compañeros, pensarían que aquella podía ser una despedida final; Ayira sabía la verdad, que Arainah en realidad estaba con ellos, en aquel trozo de madera con forma de gavilán. Una vez desapareció de su vista, aspiró el aroma del entorno, casi ceremoniosamente. Como si quisiera impregnarse de aquel lugar. Como si quisiera desaparecer entre los árboles y perderse en su interior.

Acciones como aquella hubiesen podido ser peligrosas, de no haber sido por el hecho de que muchos de los que la conocían pensaban que, en realidad, ella era una exploradora, como el elfo que la acompañaba y que había hecho que se acercase a la civilización. Ella no había mentido a nadie, pero su fibrado cuerpo,y su actitud segura y firme habían hecho que la gente así lo creyera. Y puede que la druida no mintiese, pero tampoco iba a sacarlos de su error.

–Deberíamos explorar la zona, para cerciorarnos de estar solos– sugirió mirando alrededor. En realidad sabía que no lo estaban. Los pájaros, insectos, las hierbas que en aquel momento estaban pisando... incluso las semillas de diente de león que volaban entre ellos, y que algún día se convertirían en flores. 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Tiro SAB para saber algo más de esos bosques en concreto y de su entorno. Las piedras si eso ya me acerco luego xD

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11/09/2017, 22:32
Innari

Tuvo la necesidad de correr tras Arainah pero se contuvo. ¿Qué iba a hacer? ¿Abrazarla? ¿Darle las gracias? ¿Incorporarse a su compañía? Aunque poder integrarse en algo así le resultaba tentador, su presencia terminaría por darle problemas. Arainah la aceptaría, seguro, pero el resto no. Más si se sabía cuál era la forma en que sobrevivía. 

Susurró un gracias con todo el fervor de su alma, liberándola de aquella palabra que se había clavado en su espíritu. Acto seguido, guardó con gran mimo el primer regalo desprendido que recordaba. Sacó la esfera y la lanzó al aire, tal como se había acordado. Frunció el ceño, y volvió a ser fría y profesional. 

- Espero que no tarde demasiado -dijo, cruzándose de brazos y permaneciendo atenta a su alrededor, en espera de cualquier tipo de compañía. 

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12/09/2017, 10:48
Director

Notas de juego

Os cuelgo el mapa de la zona en cuestión, Ayira no ha descubierto a nadie fisgoneando cerca, aunque el campamento esta muy próximo de vosotros. Estáis cerca del camino y de una de las grandes rocas, rodeados de pequeños árboles y un viejo árbol de hojas doradas.

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12/09/2017, 17:48
Tassarion

Una vez se despidieron de la mercader, el elfo alzó la mirada hacía el campamento. - Sólos no estamos, desde luego, -  dijo agachándose al suelo y palpando la tierra, como si intentará entender la naturaleza de aquel lugar. Luego se dirigió a Innari. - ¿Es ese amigo tuyo de fiar? - dijo clavandole una mirada inexpresiva de ojos azules cristalinos en ella. 

 

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13/09/2017, 10:40
Director

Tassarion y Ayira se fijan en Innari mientras el cielo se dibuja de bellos colores -rojizos, purpúreos y anaranjados- y, finalmente, el gran cometa se difumina en las oscuras y secretas sombras de la Luna. La noche ha llegado y las primeras estrellas comienzan a brillar con timidez en el firmamento, los tres están cerca de unos vetustos e inmensos árboles que se mueven a merced del frío viento que asoma desde las montañas del oeste: los pájaros llenan el lugar de delicados cantos y de estos ancianos árboles emerge un fulgor áureo que parece venir de la mano de los mismos dioses ¡Árboles Lumira! cae en la cuenta Tassarion mientras viene a su mente (o tal vez a su corazón) la imagen de su querida madre contando mil y una historias de la lejana Valdanar. La belleza del lugar es extraordinaria, única, pero despiertan de la ensoñación y ambos se percatan que Innari ya ha lanzado la esfera: Esta se encuentra suspendida en el aire, con una leve vibración y un cambio de tamaño casi imperceptible, sus oquedades centellean armoniosamente como un pequeño faro en la soledad de la costa.
De las grandes piedras de los Akanu, también brillantes y mágicas, brotan pequeñas esferas luminosas -de variados colores- que se expanden por el lugar como si se trataran de curiosas luciérnagas; muchas de ellas danzan alrededor de Ayira y algunas se detienen en un arañazo en su mano derecha. Paulatinamente, ellas curan esa herida con su mera presencia y después, marchan veloces a otros lugares del bosque a reparar las lesiones hechas por la mano del hombre.  

El tiempo ha parecido detenerse pero la noche ya ha caído sobre las tierras de Edelth... 

Notas de juego

Eirendor durante la Primera Edad es un lugar muy mágico, donde hay poderosos y numerosos objetos de naturaleza sagrada :-)  El contacto de Innari tardará una hora más o menos en estar con vosotros, podéis comentar algo o bien pasamos a la siguiente escena.

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14/09/2017, 01:51
Innari

Iba encapuchada pero la posición de su cabeza dejó claro que desvió la mirada de los ojos del elfo.  Había sentido una inexplicable vergüenza que intentó disimular centrándose en otras cuestiones. 

- Sí - respondió, con convicción andando hacia algún lugar donde poder sentarse-. Claro que sí.

La esfera no había caído y eso le hizo preguntarse qué sería. Era un lugar precioso, un lugar que la hacía sentir lo suficientemente tranquila como para deshacerse del embozo y los guantes, mostrando su piel pálida y el extraño color de sus ojos. 

- Os veo algo nerviosos-. dijo, arreglándose la larga trenza negra que le caía sobre un hombro-. ¿Es en él en quien no confiáis o en mi?

Como parecía que no iba a ser algo inmediato, comenzó a dar vueltas por el lugar en busca de algo con lo que matar el tiempo hasta que llegara Ateruk.

- Espero que no tarde mucho -murmuró, dándole pataditas al suelo con la puntera de su bota-. ¿Queréis jugar a algo?

 

 

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14/09/2017, 18:34
Ayira

Ayira se sentó y respiró profundamente. El aroma del bosque era embriagador y le recordaba alguno de los momentos más felices y tranquilos de su existencia. Estar cerca del suelo le hacía sentirse más cercana a la hierba y la tierra. Con una despreocupada naturalidad, la druida se tumbó, convirtiendo su cabello en un pequeño río de nieve. No tardó en levantarse, al oírlas palabras de Innari.
 

–¿Si no confiase en ti, estaría a tu lado?– preguntó la druida ladeando la cabeza y observando a la ladrona con una calma abrumadora. No se le había escapado como había retirado la mirada al elfo... ni como se había sonrojado en la caravana al mirarlos. Ayira no entendía las costumbres de los civilizados, como les llamaba su maestra, pero creía captar algo. Algo que Innari parecía tratar de ocultar con aquellas pataditas. Con un rápido movimiento, la inquietante mujer movió la mano por debajo del pie de la ladrona para coger algo antes de este que volviese a tocar el suelo. La mujer descubrió entonces un pequeño ratón que había asomado su nariz para cotillear. Tras observarlo un par de segundos, volvió a dejarlo en el suelo para que volviese a sus sencilla vida de roedor. Cuando volvió a levantar la cabeza, Ayari sonreía.

No me importaría jugar a algo, pero no conozco muchos juegos...– La druida no mentía. Su blaquecino pelo y cejas rapados y sus inquietantes ojos grises no le habían dado oportunidad de socializar demasiado.– De todas formas, nada nos has contado de aquel a quien estamos esperando ¿Quien es? ¿Por qué nos reune aquí?

 

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02/10/2017, 10:37
Innari

Arqueó una ceja y no dijo nada al respecto. Había aprendido bien que no era necesario confiar en alguien para estar en su compañía. Solo hacía falta una cosa, necesidad. Los caminos no eran un buen lugar para viajar solo, incluso había otros motivos, como el interés. Pero era mejor dejar todo ese cúmulo de pensamientos negativos y descansar un rato. Soltó sus bártulos encima de una roca dónde los malditos ratones no pudieran alcanzar sus valiosas pertenencias. 

- La mayoría de los juegos son muy sencillos -respondió, Innari. Luego sonrió, divertida -. ¿Se puede saber en qué agujero has estado metida para no saber jugar a nada-bromeó.

Se giró un instante, para rebuscar por algún lugar de su mochila. Al rato se giró, mostrando unos cuantos dados de madera.

- A esto sí sabrás jugar, ¿no? -preguntó y luego sonrió con astucia -. Qué te parece a tiradas más altas. Quien más saque obtiene una respuesta a su pregunta. Verdadera, por supuesto. ¿Qué? ¿Hay trato?

Suspiró.

- No tendrás por ahí algún licor, ¿verdad? Esto sin nada que beber no es tan divertido. 

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08/10/2017, 12:56
Ayira

Ayira al ver los dados comenzó a comprender, había visto muchos en las tabernas. Normalmente acababan con alguien desplumado y sin dinero o una terrible pelea por una acusación de hacer trampas. Pero lo que quería jugarse Innari era muy distinto. Y algo absurdo.

–No tiene sentido en absoluto– dijo sacudiendo la cabeza– Eso es apostar, no jugar. Y es algo... ¿ilógico?. Si tienes algo de lo que no te importa desprenderte puedes hacerlo sin problemas y si tienes algo a lo que no quieres renunciar luchas por conservarlo.

La druida sonrió. No acababa de entender aquellas costumbres y su ingenuidad le llevaba a ser directa y a no preocuparse demasiado por el mañana o por la opinión de los demás.

–Por ejemplo, yo no tengo problemas en responderte. El agujero en el que estuve metida fue Eldeth, allí n aprecian mucho que tengas el pelo o los ojos claros...a no ser que seas elfo, entonces "solo" te miran mal.– explicó– Evidentemente, aunque mis padres trataron de ocultar mi aspecto, no me dejaban salir mucho de casa. Por si acaso. Seguro que por aquí tenéis alguna costumbre similar.

Ahora, con algo de curiosidad, miró a Innari.

-Licor no llevo pero por aquí cerca seguro que hay algún árbol con colmena de la que podamos sacar miel. Es dulce, y más delicioso que cualquiera de los licores... Aunque si te pasas puede dar dolor de estómago y de cabeza. ¿La información de quien nos ha reunido es algo de lo que no te quieres desprender o algo a lo que no te importa renunciar?

A ojos de una persona desconfiada, podía parecer que Ayira había hecho una pregunta después de un comentario banal para bajar las barreras de Innari. Nada más lejos de la verdad. Ayira no tenía aquel tipo de astucia. 

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12/10/2017, 21:00
Tassarion

Tassarion asintió levemente a las palabras de Innari guardando silencio mientras ambas mujeres conversaron. Distraído como era el elfo, sacó una flauta tallada en madera de roble que colocó en sus labios, produciendo unos sonidos agradables y agudos al ritmo de una melodía alegre.

Si debían esperar, que mejor que hacerlo entretenido...