Partida Rol por web

 Ubicada en la plaza en medio de la aldea, los lugareños tienen puestas unas cuantas mesas pequeñas y algunos bancos, y Gerd Barbadura, el único enano de Torrenueva, vende la cerveza de Temmet por las tardes. 

  Pasa, pasa. Toma asiento.- Dice Gerd mientras desaparece detrás de la barra, para reaparecer con dos enormes pintas de cerveza (o por lo menos así se ven para tí). Te entrega tu pinta y se sienta frente a ti.

Yo soy el dueño de esta taberna, y el mejor cervecero en toda la región. ¡Nadie puede ganarle a un Enano en esta bebida de reyes! -Hace un gran trago y sigue hablando. Espero que no traigas problemas...o tendré que enseñarte una lección. - Al decir esto, su voz suena muy seria; luego, una carcajada te revela el sentido de chiste.

  Bueno, basta de bromas absurdas. ¿De dónde venís? No es común ver viajeros por aquí. 

    Una gran sorpresa toma al joven Alton al encontrarse con semejante pinta, a lo que responde al enano -Conozco la fama cervecera de los enanos, y debo decir que no he probado nada que la supere- y le da un prolongado sorbo a la cerveza, ansioso de ahogar su pena y volver a su estado de locura picaresca; luego mira asustado al enano cuando este le menciona lo de los problemas, pero suspira profundamente cuando se da cuenta que era una broma. Toma un sorbo más antes de ser desconcentrado con la pregunta del enano -He venido con un grupo de 3 aventureros más. Estábamos de pasada y vimos aquel tipo enorme que golpeaba algo!!- dice mientras gesticula la inmensidad de tal criatura -ellos se quedaron a la entrada mientras yo salía a buscar un poco de información y ver si hay algo que nos ayude a resolver este misterio- y, en silencio, da otro sorbo más, esperando por una respuesta del enano.

 ¿Cuatro? Oh, ya veo. Me recuerdan a un grupo de viajeros que pasó por aquí hace algunos años. Eran como ustedes, supongo. Jóvenes, enérgicos. Dispuestos a aventurarse en el más oscuro de los pasadizos por algún tipo de tesoro. En su hablar hay algo melancólico. Eso fue cuando todavía estábamos en Torrevieja...¡Cuánto tiempo ha pasado desde entonces!

    La curiosidad era un arma de doble filo para los medianos, y más para aquellos que ejercían de pícaros, pues el oficio les requería indagar más allá de lo que estaba a la vista -Y qué ha pasado con ellos? Siguen en alguna aventura?- pregunta inocente el pequeño, pero sabiendo dentro de sí, la respuesta ante tal oración. Luego, un sorbo amargo y arrepentido se desliza por su garganta, esperando no haber causado pesar al nuevo conocido.

  Pues, no lo sé. No los he vuelto a ver por aquí. Y nadie que se haya aventurado por los alrededores encontró restos o ese tipo de cosas.

 Unos clientes entran a la taberna y llaman de manera amistosa al Enano.

¿Clientes a esta hora? Todavía es temprano... - De un salto ya está de pie y listo para atenderlos. Bueno, el deber llama. Podemos seguir hablando en la barra o más tarde. Si te vas, trae a tus amigos. Les invitaré un trago, aunque esta vez tendré que cobrarles. Una risotada burlona acompaña su retirada.

    Esperaré unos momentos más a que atiendas a tus clientes. La verdad que quisiera volver con algo de información sobre lo que está sucediendo...- apura en decir Alton. Sabía el peligro que implicaba adentrarse a tal oscuridad, en persecución de un ser tan inmenso como el que atacaba el pueblo. Tampoco por eso iba a desestimar su oficio o su tarea y buscaría el modo adecuado de ayudar a los pueblerinos.

  El Enano no puede dejar de trabajar. Si no es un cliente el que llega, la limpieza del lugar es demandada en las pocas mesas que están siendo usadas. Cada tanto se retira para el almacén del recinto, seguramente a preparar la bebida y la comida a vender.

    Será momento de volver a con los demás y ver qué sucede allí- pensó por un instante Alton. Sin embargo, algo le detiene cuando estaba en la puerta y decidió que tal vez sería conveniente conocer el pueblo y averiguar algo por su cuenta -seguramente los demás estarán en las suyas, yo veré qué puedo sacar de aquí...y "sacar"- y sonrió malévolamente. Esa cerveza parecía haberle devuelto el ánimo y ahora se sentí un poco más acorde a su...oficio.

  Ni bien entran, se encuentran con un montón de gente ocupando ya los pocos lugares que hay repartidos en el pequeño edificio. 

 Un robusto enano se encarga de la clientela, entre la cual hay humanos, semi elfos, elfos y uno que otro mediano; incluso hay tres semi orcos en una mesa alejada del resto, como si no quisiesen hablar con los demás. Hombres y mujeres. Pero entre ellos no se encuentra su compañero.

 Al entrar gritando de esa manera, muchos de los clientes se giran para observarlos. Entre el cuchicheo que nace de su magnífica entrada llegan a escuchar todo tipo de comentarios. Creo que ellos vienen a ayudar. ¿Pero quién se han creído para entrar así?[]/i][i]Espero que no busquen problemas...o la pasarán realmente mal.

 Es más que obvio que a la mayoría no le agradó su forma de entrar.

 Es entonces cuando el tabernero se les acerca de manera amistosa. 

 ¡Eh, ustedes!¿Acaso son compañeros de aquel pequeño viajero? Como solía suceder, Gerd nunca se fijaba en que su tamaño no era precisamente el más adecuado para andar llamando a los demás "pequeños". Pero él siempre lo hacía.

Achicando el ojo derecho  “Que? Otro pequeñito mas ?”

Volviendo a ponerme serio ante la pregunta de aquel hombre

Si, es nuestro compañero  - Me percato de los cuchicheos que provocaron mis glamuroso llamado – Hay mas guerreros he...

Volviendo la mirada al aquel hombre :

Soy Andras , un gusto en conocerlo – estrechandole la mano – Pasábamos por su pueblo y vimos a una criatura atacar el pueblo y…  -rascándome la nuca - aquí estamos , esperando el momento para actuar - dando un risa .

Viendo que mi risa era un poco inoportuna y que parecía molestar a algunos paro intentando no generar problemas …

Que sabe de nuestro “pequeño” amigo ?

  Se marchó hace dos horas. Dijo que iría a investigar y que volvería después. Gerd mira para la barra. Varios clientes lo llaman esperando su pinta de cerveza. Tengo que mantener mi negocio. Ya hablaremos más. Sin perder un segundo, se retira hacia su puesto de trabajo.

Pongo los brazos en jarras ante la recepción de la parroquia.

¿Qué miráis? ¿De este modo acogéis la ayuda aquí? ¿Mirando sobre el hombro? ¿Con muecas y cuchicheos?

 Al escuchar tus palabras los que estaban cuchicheando cosas malas te miran con asco; repulsión. No parece que le caigas del todo bien a ellos.

 Por otro lado, los que opinaban bien se ríen de tus palabras. Al fin alguien que los pone en su lugar.

Pero... què le pasa a nuestro compañero? Pienso tras verle hacer tamaño escàndalo Mal nos veo si acaso piensa dejarse llevar por su mal genio... Que con La Crique tenemos de sobra!

Camino en silencio hasta la barra, algo molesto por lo mal que se ha tomado el nota el chascarrillo, para ellì si pedirle al enano una pinta de cerveza. Cosa que hago en voz moderadamente amigable, pero por sobre todo, recatada.

Una pinta para mi, buen hombre.

En fin... Los humanos y sus temperamentos.

Andras, La Crique, socegaràn el desierto de vuestras gargantas? Acerquense, que Bosqueclaro les invita compañeros. Digo mas bien secote a los muchachos.

Hombre, mira que hablar entre risas de que vamos a ocuparnos de la bestia que les ha martirizado cual si fuera una broma! Bah! Ya se le pasarà!

Quizà lo mejor sea esperar a Altón hasta su regreso. Què dicen?

Les consulto mientras espero la bebida.

  Toma, extrajero. Que disfrutéis del magnífico sabor de una buena bebida como lo es ésta. Dice entre risas Gerd sirviéndote una pinta. Luego se queda con la jarra en mano esperando a que los demás se sentasen. Quizá no tomarían nada.

Le doy una probada a la mentada, asintiendo con la cabeza al enano

Deliciosa! Murmuro

Queda en evidencia que la artesanìa enana para preparar esta ambrosìa solo se puede ver opacada con la manufactura de vuestros maestros herreros! 

Paladeo la cerveza, no sin antes pagar mi trago, mirando a mis compañeros e invitandolos con un gesto a disfrutar de dicha delicia.

Oh ¡ un buen trago no me haría mal . palmando mi estomago . hace días que esta garganta no siente la buena bebida  ja-ja-ja. Caminando hacia la barra sin dejar de ver a sus clientes

-Tabernero, un trago aquí.

Veamos si es verdad el prestigio que le das lenwë ja-ja-ja.

Acercándome un poco hacia el y susurrando , con un tono de voz mas serio:

No creo que sea buena idea esperar por Alton, si no mal recuerdo el dijo había propuesto ir hacia la cueva de la criatura, si su valentía es tal debe de haber ido hay o espero equivocarme , pero no me gustaría cargar con la muerte de otro compañero en mi conciencia .

Tomando distancia y viendo atrás a mi la Crique:

-Vamos acércate que esta ronda la paga Lenwë Ja-ja-ja