Partida Rol por web

 Es la tarde de un precioso día, y vuestra jornada hasta ahora ha sido tranquila. Deberíais ser capaces de recorrer unas pocas millas más antes de encontrar un lugar para quedaros por la noche.

   Al no poder ver nada por la maleza que superaba ampliamente mi estatura máxima, trato de colocarme de puntitas de pie para poder avistar lo que sucedía más adelante. Sin mucha suerte, miro a mis compañeros esperando alguna respuesta de ellos -Oigan, oigan!! Qué ven?!?! No puedo ver nada!! Qué hay más adelante?!?!- y salto un poco pasándoles mi mano por su cara en señal de llamado de atención. Oooohhhh, parece que la naturaleza me odia...

Al ver la extraña escena quedo perdido con la mirada entre los arboles Creo que eso fue ... sacandome del transe el pequeñin que nos acompañaba, dandome vuelta y bajando la mirada para poder verlo Tranquilo, no creo que te hayas perdido de "la gran cosa" - tomandolo como doble sentido largo una risa un poco fuerte me vuelvo a donde vi al gigante .

Al precenciar tamaño espectàculo, mi mano derecha toma instintivamente mi barbilla... Como cada vez que estoy "aprendiendo" algo nuevo. Aquello era sin duda algo fuera de sitio, y agradezco en mi fuero interior que la bestia se pierda en el bosque.

Sonrío ante el comportamiento excitado de nuestro buen Altòn, y otro tanto ante la respuesta de Andras, pero algo cruza mi mente y rompe el encanto de la jocosa situación

Un ettin... Pero, compañeros, apuremos el paso... Bien puede ser el granjero o una persona lo que la bestia estaba golpeando! Digo algo sobresaltado para el que suele ser mi moderado tono de voz al hablar.

Y emprendo un trotecillo por el camino hasta la altura en que el gigante golpeteara con la improvisada claba... Por supuesto, mi carrera es casi vergonzosa... Pero mis compañeros ya han visto anteriormente que el esfuerzo fìsico no es mi fuerte. 

  Desde donde estás no logras ver mucho, aún con tu ya famosa capacidad de ver a la distancia. Sin embargo, lo que quedó en el suelo se ve como un cuerpo algo grande. ¿Será un animal, o una persona?¿O talvez otra cosa?

¡Qué infamia! ¡Esa bestia abusa de su tamaño y fuerza bruta!

Bajo la vista a mis puños cerrados, apretados con tanta fuerza que los brazos me tiemblan.

Kord, barre de este hijo tuyo todo atisbo de flaqueza, otórgame el don de afrontar esta nueva empresa... -señalo luego hacia la aldea-. ¡Vamos! ¡Esa bestia puede haber herido a docenas! ¡Vacuas son ahora las tretas de ingenio, charadas y chanzas!

Contemplo con desazón la baja forma física del hijo de lo arcano. Un elfo debería ser ágil y gallardo, no un pispajo enclenque con accesos de asfixia al menor trotecillo. A este paso, en unos años habrá que llevarlo cargado sobre el lomo de una mula, como una alfombra vieja y polvorienta. Aaaah, si tan sólo me hiciera caso, si dejase a Kord mostrarle el camino del vigor físico...

¡Aprisa! ¡Y sin floritura!

    Trato de seguir al elfo, pero me cuesta seguirle el paso, así como la visión sobre los pastizales. Tal vez ir encima de alguno no me haría para nada mal, pero dejo de pensar en ello cuando veo sus feas caras de disgusto. Estos gruñones me darán patadas si tan sólo mencionase eso... 

   Oigan! Recuerda que no puedo ver!! - grito con todo lo que puedo al elfo que ya me lleva una buena distancia, es entonces cuando esfuerzo mis cortas piernas para apurar el paso, cansándome con rapidez. Uuuuffff, debo retirarme!!

Suspirando Nunca uno escapa de una buena aventura ajustando mi espada para no perderla en el camino, tomando una posicion de pique.

"Otra vez me pones a prueba para demostrar mi poder. Esta vez no te defraudare ... padre ".

Al querer tomar impulso para hacer mi gran carrera y alcanzarlos soy distraído por los quejidos del pequeño , causando casi una caida humillante. Tomando la compostura y comensando un trote lento para ir a su ritmo - ¿Necesitas ayuda o puedes tú solo?

Qué tipo de guerrero se cansa tan rapido, alguien que esta dispuesto a pelear debe de tener todo de si para no demostrar debilidad.

¿Y qué me dices? - haciendo la vista hacia adelante - Mira que ya se estan alejando .

  Uno tras otro llegan hasta el lugar en donde vieron a la horrenda criatura atacar lo que sea que fuere ello. Ni bien pisan el salvaje terreno se encuentran con una horrible escena: La sangre mancha los árboles y las plantas que crecen alrededor; trozos de carne y vísceras descansan desparramadas por doquier. ¡Quién sino ese monstruo podría haber causado algo así!

 Afortunadamente, logran identificar los restos rápidamente. No se tratan de restos humanos. Talvez algún animal de los alrededores que tuvo la desdicha de pasar por allí.

 No muy a lo lejos pueden ver la aldea. Pequeñas columnas de humo se alzan en el cielo matutino.

   Pero qué le sucedió a ese gigante!!- exclama Alton a la vez que hace unas cómicas muecas de asco respecto a los restos que estaban esparcidos por doquier. Pero no deseaba casi seguir mirando, dado que la visión de aquella carnicería era demasiado para su pequeño estómago, por lo que instó a sus compañeros a continuar al pueblo -Vámonos, chicos. Esto es muy...asqueroso y si no quieren cargar con un mediano desmayado, sigamos al pueblo.

¡¡Pusilánime imberbe!! -exclamo, mirando al mediano con indignación-. ¿Y si fuesen mis restos los que yacieran desparramados por doquier? ¿Me privarías de mi eterno descanso alegando afección digestiva? ¿Crees que Kord aprueba eso?

Husmeo el aire con el ceño fruncido.

¿De qué ser se trataba? ¿Un ettin habéis dicho, maese mago? Ettin, ettin... acaso pueda sonarme tal criatura... qué lo mueve, si es salvaje, si acostumbra a tales sangrías...

¡¡ETTIN!! ¡¡La Nefasta Encarnación Bicéfala!! ¿Cómo ha llegado aquí? -señalo hacia el lugar por donde se marchó la bestia-. ¡Hay que detenerlo! Pero antes... antes debemos averiguar algunas cosas. No creo que su paso haya sido inadvertido, busquemos a las gentes de este paraje... Aprisa, Ladanul, no hay tiempo que perder, bus... ca... tu... eh...

De pronto recuerdo la reciente desgracia caída sobre Ladanul Vemsen, que cerraba filas junto a nosotros a modo de rastreador, cuando éramos aún un quinteto. Una gran pérdida, el buen Ladanul. Un luchador aguerrido e incansable, afín a mis ideales... podría haber sido el mejor de mis pupilos. Más que un pupilo, un camarada.

Busquemos a alguien. Estaos alerta por si vuelve, lo único que provoca mayor deleite a un ettin que verter sangre es paladearla... No podemos permitirnos desprevenciones.

    No sé nada sobre si Kord lo aprueba, pero claro que me daría una terrible indigestión si viese tus restos así de desparramados!! - contesta el mediano con una mirada de picardía. Su estilo travieso lo hacía un ignorante cuando se trataba de lidiar con los sentimientos de los demás -O nos vamos o nos quedamos a admirar este estrujo de alguien?

Miro a mi alrededor. Casi puedo imaginar a los aterrorizados lugareños apiñados en sus casas, lejos de cada una de las paredes por miedo a que la bestia de dos cráneos la derribe sobre ellos. Quizá alguien más osado o imprudente se haya agazapado tras una ventana para vigilar y dar la voz cuando pase el peligro...

 En aquel lugar no quedó nadie. Ni siquiera parece que por allí hubiese pasado alguien más que no sea ustedes, el animal devorado y el Ettin. 

 No muy a lo lejos, por el camino, puedes ver la borrosa silueta de los aldeanos que cargan algo de un lado a otro. Talvez estén reparando los daños del ataque.

Vuelvo a acomodar mi equipo, ajustar el correaje del carcaj. Vamos pués, al villorio. Esta mezcla sanguinolienta no es otra cosa que un animal. Quizá el paso funesto del gigante haya dejado heridos, y qué mejor que el foco de los poderes divinos para apaciguar los sufrimientos latentes? Mi gesto se vuelve sombrío al mencionar La Crique al difunto Ladanul. Ya... Seguiremos la huella de la criatura, si acaso ese es el camino que escojemos. Las chanzas de Alton no decaen ni en el màs aciago de los escenarios, lo cual irrita a todas luces a nuestro clèrigo, y tal interacciòn no hace sino divertirme de una forma poco usual, aunque mi rostro nada demuestra.