Partida Rol por web

Tras tenerlo todo preparado ponéis rumbo hacia la excavación de Nochecobriza. Dejáis el Gremio de la Espada y la Vara a vuestra espalda y os echáis al camino. Habéis salido a primera hora de la mañana, con el sol despuntando por el horizonte mientras una leve y fina brisa invernal hiela vuestros rostros y la escarcha congela la hierva que crece en el linde del camino.

Se os ha proporcionado un mapa con la ubicación del asentamiento enano, que resulta estar a una de jornada de viaje desde el Gremio. Deberéis avanzar por el camino principal unos 10 kilómetros para después adentraros en las Colinas de la Luna...

- Brrr. Este frío me recuerda a mi viejo hogar. Toma un trago de su odre y echa de menos el sabor de un licor fuerte por su garganta que caliente su estómago. - Por Moradin! Que fresco hace. Alguno sabe el motivo del viaje a Nochecobriza?

El enano de calva incipiente y barbas de tonos castaños, arqueó una de sus frondosas cejas al escuchar el comentario de su congénere. Concentrando su mirada en el camino, argumentó:

- Esta brisilla mañanera no es nada comparado a los gélidos vientos huracanados de  las montañas de Kârdhu.- esbozando una ligera sonrisa de satisfacción cuando imágenes del pasado se le colaron en el pensamiento, continuó: - Y por si no lo recordáis, viajamos hacía Nochecobriza para  inspeccionar una  mina de camaradas enanos,que aparentemente están sufriendo ciertos ataques en el interior de la misma.- Frunció su ceño a la par que su gesto se tornaba en un semblante mas serio: - Ya han perdido varios  de los suyos intentando encontrar la solución por sus medios y ahora buscan ayuda en el Gremio para solucionar el  problema.-

Volvió a mirar a su compañero enano y le preguntó algo extrañado:

- ¿ De donde decís que sois, maese...?-

Se gira hacia el enano
- Mi nombre es Travok Puñopetreo. Nací en las Montañas de los Cincos Reyes, pero a muy temprana edad me aleje de sus salones y pase la mayor parte aprendiendo las palabras de nuestro sabio Moradin, en un pequeño gremio de sacerdotes. Su rostro se llena de melancolía y dolor cuando empieza a narrar los siguientes pasos. - Fui arrebatado de allí por una incursión de elfos Drows y obligado a vivir en esclavitud para su diversión, hasta que puede escapar. En la suboscuridad el tiempo no varia mucho, la verdad, es siempre frió y húmedo Levanta la cabeza hacia el cielo y emboza una leve sonrisa - Pero por Moradin, es agradable estar fuera. He llegado al Gremio hace poco, y es verdad que escuche los rumores de que el señor de Cima Alto buscaba voluntarios para saber lo que ha podido ocurrir en Nochecobriza y a los milicianos que mando antes que nosotros.
- La verdad es que nunca conocido a nadie de donde procedes

Hola caballeros. Mi nombre es Anarion - dijo al ver que los enanos se estaban presentando. Sabía que sus razas no se tenían demasiado aprecio, pero éstos no parecían especialmente hostiles. Vengo de la ciudad de Evereska - continuó - Nací allí, y tras la muerte de mi maestro, un anciano que me adoptó al nacer, he tenido que emigrar. Todavía me falta mucho conocimiento para poder desempeñar su cargo, o cualquier otro en la ciudad, así que debo trabajar para mejorar mis habilidades. Por eso me uní al gremio.

El enano  lanzó sendas miradas   a sus interlocutores, asintiendo  levemente  a modo de saludo al eladrin que se había presentado.

- Ah, Evereska,un lugar ciertamente  raro para criar a un eladrin.- mirando de reojo a Travok, continuó:- Pero  vos, Maese Travok, habéis sufrido la dura vida del esclavo y las inclemencias del mundo de los drows.- Chasqueo su lengua y maldijo entre susurros algo en enano.- Ambos mostráis semblantes decididos  ante la gesta que tenemos encomendada.-

Un gesto mas amable se dibujo en el rostro  del enano de barbas marrones, mientras  se señalaba con su mano diestra el pecho:

- Mi nombre es Tordek Mazasacra, fiel servidor de Moradin. Y he viajado por los reinos enanos del norte,sirviendo a quien necesitase mi  fe o mi  consejo. Y, quizás como vosotros, me anote en el gremio para   ayudar en todo lo posible a  quienes lo pidan.-

Mirando de nuevo a Travok, le explicó:- Y por cierto Maese Travok; no soy originario ​ de Kardhû, simplemente  estuve destinado tiempo atrás en aquellas gélidas tierras.-

- Podrías hablarme mas de esas tierras. Mi cautiverio a hecho borrar gran parte de mi pasado, y parece como si hace poco Moradin me diera de nuevo el don de la vida.

Tordek se mesó la frondosa barba durante unos segundos,ordenando sus idean el su mente y, finalmente; habló:

- Si queréis saber sobre las montañas de Kardhû, maese Travok; puedo comentaros que son enormes formaciones puntiagudas cubiertas de nieve y hielo.En ellas varias compañías  mineras sitúan su excavación ya que  se comenta que  se rumorea que esconde un rico yacimiento de minerales y piedras preciosas.- sonriendo, continuó:- Durante mi estancia  por esas tierras tuve que hacer frente a los abruptos desfiladeros, a las furibundas tormentas heladas y a las oscuras galerías de las minas.-  mesando de nuevo su barba, resumió:- la verdad es que Kardhû no es un bonito lugar para vivir. Sin embargo aun  sorprende con las  bellas imágenes cuando la tormenta permite que los rayos del sol iluminen las llanuras heladas.-

Dejando que su mirada se posase en el eladrin, Tordek anunció señalando con el dedo:

- Seguro que Evereska sería un lugar mucho mas agradable para vivir, ¿no es así Maese Anarion?.-

El goliath seguía detrás de los enanos, ponía su palma sobre la cabeza de uno de ellos y luego sobre la suya, parecía que algo no entendía, algo extraño -Los dos sois enanos como yo -una afirmación extraña el desde luego no era un enano, se rasco la cabeza, en busca de una respuesta que no consiguió escudriñar

Travok se gira lentamente con los ojos abierto al máximo que podía sus rasgos, mientras un gota de sudor le recorría la frente - Comooooo!!??

-Si enano, que clase de enanos sois, creo que soy un enano de otro zona del mundo, por eso mas alto

Tordek tan solo enarco una de sus cejas al oir como el enorme muchacho afirmaba ser de naturaleza enana. Aunque la reacción de su congénere le pareció excesiva, intentó aclarar el entuerto.

- Por las barbas de Moradin, muchacho, creo que estas  algo errado en vuestra afirmación.- lanzó un largo vistazo de arriba a abajo del enorme ser y finalmente dijo:- Semejáis mas un gigante de las montañas que un enano.-

Rascándose el mentón del cual nacía su frondosa barba castaña, pregunto  curioso:

- ¿Se puede saber  de donde venís,muchacho?-

¿Vengo con vosotros desde el gremio de donde sino voy a venir? -desde luego la estupidez de este goliat era bastante importante

Sin salir aun del asombro, Travok pregunta
- Quien te ha dicho que eres de la noble raza de los enanos? Y lo que pregunta, es del lugar donde naciste, y no me digas del vientre de tu madre
Travok apunta con el dedo y mira con mirada furibunda.

Frunció el ceño con asombro -Mis amigos Sir Alexander Hellingew de Roghteainen du Alastur Weschenfeller y Ot me lo dijeron, que yo era un enano -se volvió a rascar la cabeza -no se donde nací, mi madre fue secuestrada por uno saqueadores y yo nací en alguno de sus viajes -desde luego era parco en palabras si queríais sacar algo mas de información del joven goliat tendríais que preguntar mas -pero veo que sois unos enanos muy bajitos -desde luego no solo era grande incluso para ser un goliat sino su estupidez era igual de grande que él, cuando hablaba notabais que no había madurado sino que en fondo era como un joven niño de diez años.

Sin duda es un individuo peculiar - dijo Anarion a sus compañeros enanos. ¿Cómo te llamas y, a qué te dedicabas antes de unirte al gremio? - le prguntó Anarion directamente al goliath.

Pues Kuori -se rasca la cabeza -antes transportaba cajas de gran peso para mis amos y cuando estaba en algún asentamiento me hacían pelear contra animales salvajes para entretenerse -deja de rascarse la cabeza

La primera mitad de vuestro recorrido llega a su fin. La mañana ha transcurrido tranquilamente mientras el sol que llevabais de frente ha ido calentando poco a poco, dejando una agradable aunque fresquita temperatura. Os halláis más o menos en el punto donde debéis dejar el camino principal y adentraros campo a través.

-Donde estamos, me he perdido -miraba de lado a la en busca de algo conocido

Dudando la respuesta, Todek  se mesaba la barba mientras observaba el camino y final mete anunció al enorme muchacho:

- Ah, mi incauto amigo, vamos a iniciar  el camino hacia la mina de nuestros congéneres.- sonriendo  de oreja a oreja: -Seguramente   subiremos unos metros la ladera de la montaña.- mirando a sus compañeros, arqueando las cejas, continuo.-  Espero que aguantéis el frío y los esfuerzos físicos.-

Mirando con mas detenimiento a su compañero Kuori le indicó  pacientemente su opinión:

- Estimado camarada Kuori, creo que vivís engañado; ya que los enanos somos de estatura pequeña y de huesos anchos. Quien os haya  convencido de que sois un enano , tan solo quería reírse de vos.-