Partida Rol por web

Sofía estaba disfrutando del trayecto, ir detrás del taxista loco le provocaba un estrés que le resultaba de lo más agradable

Esto es mucho más divertido que permanecer todo el día en la oficina

Ella sabia que al fin y al cabo no estaba hecha para jubilarse en una como hacían el resto de los mortales. Eso de no ver el sol durante días no iba con ella.
Escuchó a su compañera muy interesada en lo que le estaba contando, y disfrutando, por qué no decirlo, al ver que Harriet había entrado de pleno. Sin duda ella pensaba que Sofía estaba intentando indagar sobre su relación con Adam y que ella esta celosa...

que previsible es Harriet, le pones un capote y te entra hasta el fondo... de verdad piensa que puedo estar celosa de ella???

-Desde que entré a trabajar y te vi con él, como le miras, como le hablas, como esperas su aprobación para todo.... supe que estabas loca por él... La miró con una sonrisilla de complicidad.

-¿Cómo explicas si no, que estés trabajando en esta sección cuando es obvio que se te queda pequeña? Le preguntó sin apartar la mirada a su compañera.

Y yo.... claro que conozco muy bien a Adam... soy su secretaria personal... es mi obligación... Le dijo con una amplia sonrisa dibujada en su boca.

Harriet abrió mucho los ojos ante la atrevida afirmación de Sofía. ¿Loca por él? Admiración por su trabajo, por como era como persona sí, pero de ahí a otra cosa...

-¿Me estás tomando el pelo verdad? No es de mi de quien habla toda la oficina... Claro que espero su aprobación para todo, es mi jefe y además es un profesional al que admiro por su trabajo.

Que hasta alguien nuevo como Sofía se hubiera dado cuenta que Harriet debería estar ya en otra planta no sirvió para animarla, se sentía frustrada y atrapada en la planta cuarenta.

-Eso deberías preguntarle a Adam. Parece que está a gusto trabajando conmigo y ya ha rechazado varios ascensos. No me quejo, es un buen hombre y un buen jefe, pero la sección de noticias en la red no es lo que había soñado para mi futuro. Si sigo allí no es cosa mía.

¿Que pretendía Sofía? ¿Acaso su simple presencia en la planta cuarenta la molestaba? ¿Quería ponerla celosa ahora afirmando con esa sonrisa que conocía muy bien a Adam? ¡Pues estupendo para ellos! Ya se arreglarían, a ella no le importaba lo que hicieran, aunque preveía que eso llevaría problemas a la oficina tarde o temprano y si además la iban a salpicar a ella sería peor aún.

-Pues recuerda que tiene una familia. -Respondió seria. Adam era un gilipollas, como todos los hombres. ¿Es que no había ninguno decente? ¿Y que estaba pensando Sofía? ¿Creía que iba a dejar a su familia por ella? ¿Y si lo hacía cuanto tiempo pasaría hasta que otra secretaria más joven y más guapa les hiciera lo mismo a ellos? Si pensaba eso es que era una ingenua, pero el que más tenía que perder en todo aquello era Adam sin lugar a dudas, Sofía a lo sumo perdería su trabajo.- De verdad, me parece ridículo que pienses que siento algo por Adam...

Harriet negó varias veces con la cabeza y miró al frente, hacia el tráfico. Conocería muy bien a Adam, pero a ella no la conocía en absoluto, eso estaba claro.

A Sofía no se le borraba la sonrisa de la boca, se notaba palpablemente que estaba llevando la conversación cual directora de orquesta.

-Harriet, que hablen de la secretaria personal del jefe... es lógico... ¿no te parece? Pero no desvíes el tema, no seas vergonzosa mujer... o....

Dejó de mirar la carretera para mirar fijamente a Harriet como si hubiese caído en algo importante...

-o acaso eres la única que todavía no se ha dado cuenta de que estás enamorada de Adam... ohhhhhhhhhhhhhhhhhhh Harriet... eres tan entrañable.....

Miró a su compañera con ojos de dulzura ante su nueva suposición.

Cómo puede ser que a su edad sea tan ingenua... seguro que piensa que no se le nota nada...

Harriet volvió a entrecerrar los ojos y a mirar extrañada a Sofía. ¿Que le pasaba a aquella chica? ¿Y porqué seguía sonriendo?

¡Me está tomando el pelo!

Como era posible que no se hubiera dado cuenta, le había estado tomando el pelo desde el principio y ella había caído como una tonta. Parecía que detrás de aquellas gafas y de aquel pelo rojizo había una cabeza que pensaba y no solo una cara bonita. Sintió cierto alivio pues no le gustaba que las cosas de Adam estuvieran en manos de una descerebrada.

-Vale, ya lo pillo. ¡Vete por ahí! -Contestó con una sonrisa.- Te importe o no, te diré que yo nunca pensé que Adam y tu... Pero ya que estamos solas y que tenemos la oportunidad de conocernos... ¿Tienes novio? No tienes porqué contestarme, yo no tengo.

Ni lo tenía desde hacía mucho tiempo, el trabajo la absorbía demasiado como para las relaciones personales y las pocas citas que le habían conseguido eran o unos palurdos o unos idiotas, algunos ambas cosas a la vez.

Era como si no hubiera pasado toda una mañana entre aquel primer momento en que detuvo al taxi y ahora que lo volvía a coger. Una mañana marcada por lo desconocido, los engimas, las rarezas, los nuevos conocidos, historias extrañas, periódicos serios, periódicos no tan serios... Una mañana irrepetible aunque viviera mil años. Escuchó a Rob y sonrió. Era normal que no supiera que Woody formaba parte de ese periódico y no un contacto para llegar a él o sus redactores. ¿Cómo iba a saberlo si no habían hablado seriamente en todo aquel tiempo, sumergidos como estaban en descifrar alfabetos escandinavos, extraños y crípticos enunciados y a saber qué más cosas?

-Woody es parte del periódico. Me ofreció trabajo antes, cuando me llevaba a las oficinas del New York Times -dijo a modo de explicación. Ahora tocaba abrirse. Uno no se puede llevar al chorbo de sus sueños haciéndose el lánguido y dejando caer el pañuelo para ver si lo recogía. Si buscaban la verdad tendrían que ir con la verdad por delante-. Verás, Woody, esto que te vamos a contar es estrictamente confidencial. Lo sabemos nosotros y pocos más. Ahora lo sabrás tú. No te voy a pedir discreción. Eres un tío listo y no un bocachancla. Se ve a la legua. Y es posible que a Rob le entren ganas de cerrarme la boca de un codazo pero es lo que hay. Necesitamos contactar con quien escribió el artículo del Triángulo de las Bermudas en Nueva York. Alguien del New York Times estaba interesado en ese artículo ye ntiendo que en más cosas pero... ha desaparecido. Sin dejar rastro. Familia, trabajo... algo en principio impensable. No tenemos muchas teclas que tocar pero la casualidad o el destino o que las parcas así lo han querido, me diste un ejemplar de tu artículo y mira por donde que tenemos una conexión. A todo esto te diré que nos han contratado para encontrarlo. Yo que iba para ser un becario en tema de chispas ahora liado en plan detective privado. Bueno, Woody, ¿nos echarás una mano?

Mientras que las dos chicas "intercambiaban opiniones" el gps iba indicando el camino hacia el destino que habian introducido al arrancar.

Cada esquina que el taxi doblaba, hacia que el gps recalculara posición.

Estaba claro que el taxista no estaba conduciendo hacia la dirección en la que habían quedado en ir sino en otra que, así a primera vista, parecía aleatoria.

Sofía estaba encantada de tener al fin una conversación amena con alguien del trabajo que no fuese Adam y al fin Harriet parecía estar a gusto con ella.

-No Harriet, no tengo novio, soy demasiado joven para comprometerme. Vaaaale, dejare de hacerte preguntas sobre Adam... aunque las dos sepamos la verdad...

La miró y le guiñó el ojo. Sofía miraba extrañada el gps, que recalcaba la ruta cada dos por tres

-El taxista debe conocer otro camino para llegar, porque esto no es ni medio normal...

Dijo ahora Sofía con un tono serio y un poco de preocupación.

-Por cierto Harriet, veo que sigues con tu repertorio en español.... "que la detengan, que es una mentirosa!!"
Canturreó en un perfecto español mientras se cogió la melena con la mano derecha como si estuviera en mitad de una pista.

-¿Comprometerte? Tampoco hablaba de matrimonio o algo así. Pero seguro que has tenido muchos pretendientes, alguno en la oficina se atrevería a pedirte una cita si la mayoría no pensara que estás liada con Adam. Por fortuna ambas sabemos la verdad sobre Adam, o al menos hasta esta mañana...

Algunos de los mails que habían visto citándose con alguien parecían sospechosos, aunque Harriet no quería lanzar las campanas al vuelo y sacar conclusiones precipitadas, aquel día nada parecía ser lo que era en un principio.
Miró al gps y comprobó como el taxi se estaba alejando de la ruta principal y del objetivo que tenían en un principio.

-¿Tu crees? Nos estamos alejando, es como si fuera a otro sitio.

Harriet sonrió y asintió ante la canción que estaban radiando, aunque seguía preocupada mirando el gps mientras Sofía comenzaba a cantar el coro y a bailar como una loca en mitad del tráfico.

-Mejor coge el volante con las dos manos, no quiero estrellarme. ¿Sabes? Voy a llamar a Rob a ver que pasa.

Sacó su teléfono y marcó el número de su amigo, quería saber porqué estaban alejándose del sitio al que se suponía que tenían que ir.

Woody miró por el retrovisor a Rob, interesado en lo que decía. Y después desvió su mirada a Luka. Resumen, condujo varios metros más de los recomendables sin prestar atención a la circulación, ni al coche, ni peatones, ni semáforos.

Cuando Luka terminó de exponerle el tema, devolvió la mirada hacia adelante. Serio y callado, agarrando el volante con ambas manos. Evaluando lo que había escuchado. Tras unos segundos en silencio, bufó. Y volvió a bufar. Frenó para no comerse el coche que iba delante y dio un volantazo, tomando una calle a la derecha con menos tráfico que en la que estaban.

-¿Parcas? ¡¡¡¡¿PARCAS?!!! -exclamó levantando las dos manos del volante y llevándoselas a la cara-¿Pero por qué siempre las metéis en estos temas? Si hay algo que no cuadra, culpa de las parcas. Hay algo que “casualmente” sucede, nahhhhh, son las parcas. Que se me ha caído el café encima de los pantalones… ¡LAS PARCAS! ¿Y sabéis qué? ¿Sabéis qué? ¡Que ellas están a otras cosas, hombre! Lo que les faltaba a las chavalas, ¡preocuparse de los humanos cada vez que queremos! –miró por el retrovisor, fijando su vista unos metros por detrás de ellos- Las chicas nos siguen, por cierto.

Miró a ambos de nuevo por el retrovisor, evaluándolos muy seriamente. Pero tomó una decisión rápidamente.

-El triangulo, ¿verdad? Ummmm queréis saber más de esa noticia. Fango, fango hasta las rodillas os vais a encontrar si seguís por ese camino. ¿Hablar con el tío que está llevando la noticia? ¡Juas! ¡Esa sí que es una broma de las buenas! –Woody se comenzó a reír- Sería más fácil que las parcas estuvieran viajando con nosotros hoy en el taxi preocupadas por nosotros. Y ya os he dicho que no, que ellas están a otras cosas. ¿Está el NYP interesado en esa noticia? ¡Ja! ¡Lo que nos faltaba! Esos picanews detrás de un gran tema por una vez en la vida, ¡que se pongan a la cola! ¡En esos temas, solo estamos los buenos! Eh…. A ver… ¿Qué alguien ha desaparecido? ¿Pero es que había alguno tan loco como para cubrir esa noticia de verdad? ¿En serio? ¿Se han lanzado a investigar eso? ¡Uffffffffffffff! Chungo, chungo. Se lo van a merendar con patatas. ¡Ah! ¡Que ya ha desaparecido el colega! ¡Pues sí que la ha cagado bien! Pero vamos… eso ha sido una diarrea mental de las buenas…. Bueno, diarrea no. Ha sido una buena merienda, no sé si con patatas o no, pero merienda ¡ya te lo digo yo! ¡Ir en busca de esa noticia! ¡Bah! ¡Ineptos del NYP!

Se detuvo en un semáforo en rojo y se volvió en el asiento para mirar directamente a los dos pasajeros.

-¡Ah! No sé si os lo he dicho, pero con ese tipo no vais a poder hablar. Ha desaparecido después de publicar el siguiente artículo en el periódico de este mes.

Luka ya se había dado cuenta de un detalle. Woody no había puesto el taxímetro, igual que había sucedido cuando lo llevó al periódico.

Más delante de ellos, al final de la calle, se veía el puente que los sacaría de Manhattan en breve y aunque Rob le haba comentado la direccion a la que querían ir, Woody simplemente había tirado hacia adelante mientras hablaban.

-¿Tú crees Harriet? ¿Crees que hay alguno detrás de mi?... Soy bastante despistada como para darme cuenta de esas cosas

Dijo acicalándose el pelo y haciéndose la interesante...

-La gente comenta cosas porque su vida es muuuy aburrida... yo no entro en esas cosas... y es mejor que tú tampoco...

Comentó mirando de soslayo a su compañera sin dejar de sonreir en ningún momento...

-Sí, genial, a ver que nos dice este chico, si tienen un plan diferente o si el taxista se ha vuelto loco del todo...

Miró atrás, sí, las chicas les seguían. Menos mal, no querría perderlas de vista.

Mientras, intentaba procesar toda la información que Woody les estaba dando. La que, de hecho, estaba vomitando a velocidad de vértigo, la misma, más o menos, que imprimía a su taxi diabólico. 

Intentó centrarse, y centrarle, aunque sabía que iba a ser inútil.

-Ya no buscamos la noticia, amigo. Yo no soy periodista, estamos buscando al desaparecido, pobre hombre. Y por eso estamos dispuestos a seguir todas las pistas, a tirar de todos los hilos. El hombre en cuestión dejó unas cuantas, pero no hay manera de entenderlas, por eso intentamos buscar en tu periódico, porque es el único lugar en el que se habla de ello. Y por tanto...

Pero algo más le llamó la atención. Se detuvo a media frase.

-¡Oye! ¿a dónde vamos? ¡No estamos yendo al lugar que te he indicado!

¡Ea!¡Pues claro que no! Yo conduzco y hablo, muchacho. ¡No pensaras que encima voy a conducir hasta un sitio en concreto! De verdad, me sorprendo. ¡Que las que saben hacer dos cosas a la vez son las mujeres, chaval! Pero nada, venga… ya vamos a ese sitio. Que por cierto, va a ser difícil de cojones llegar, en esa calle creo que ha pasado algo, han dicho algo en las noticias… a ver si conseguimos escucharlo de nuevo…-le dijo mientras sintonizaba una nueva cadena en el dial, una cadena de noticias local-Bien, a ver, hablemos mientras el semáforo está en rojo y el impresentable de las noticias ese nos vuelve a dar el parte del tráfico en Manhattan. Dices que no buscáis la noticia, pero buscáis a quien la buscaba. Es decir, que buscáis la noticia. La noticia está en buscar a desaparecidos, ¿no? Pues ¡ea! De verdad… esta juventud… Pues bien, ¿que queréis leer el periódico? Entiendo que os referís a la edición de este mes. El que le pase a tu compi era la del mes pasado. Venga va. La tengo aquí mismo, pero…-pareció pensarse lo que decir a continuación-Pero la leéis aquí, en el taxi, nada de sacar el periódico de aquí, que aún no me he leído todo el periódico y no os lo puedo dar. No, no, no. Ummm a ver…. Donde podemos parar… Oye, ¿me invitas a un café mientras? Es para parar el taxi cerca de una cafetería en la que ponen unos capuchinos y unos donuts que son para chuparse los dedos.

En aquel momento, antes de que Rob contestara, su teléfono comenzó a sonar con insistencia. Cuando miró la pantalla, el nombre de Harriet brillaba junto al símbolo del telefonito verde.

Rob levantó un dedo mirando por el retrovisor a los ojos del bueno de Woody, que a su vez no paraba de charlar.

-Un segundo, amigo...

Y cogió la llamada de su móvil, tras mostrarle a Luka el nombre y la foto que aparecía en él. -Son las chicas... -Murmuró.

-Hola guapa. Dime...

El teléfono fue descolgado al otro lado,y la voz de Rob le contestó.

-Hola guapa. Dime...

-No tengo ni idea de lo que está pasando Sofía...

Por fin, tras uno cuantos tonos, el teléfono descolgó y sonó la voz de Rob.

-Rob ¿Que ocurre? Nos estamos alejando del sitio al que vamos... ¿Porqué?

¿Cómo explicar con cierto equilibrio el por qué?. Rob bufó al otro lado de la línea.

-Humpf. Bueno, es algo... raro de decir. Vamos... un poco... con rodeos. Pero no pasa nada, tranquila. Estamos en el buen camino. Creo. Simplemente seguidnos. Oh, y... si nos detenemos en algún sitio, no os extrañe. Parad también, y charlamos, tranquilamente... con un café, o algo... 

Miró a Luka con cara de absoluta desesperación. De hecho, era hasta posible que en el tono se le hubiera notado. Pero, bien, no quería cortarle el rollo al taxista, ahora que parecía que se había "soltado" con ellos.

Debía ser el olor de la maría incrustado en el taxi pero se le iba la olla de mala manera y sentía ganas de vomitar.

-¿Un café? Me parece una excelente idea. Detén donde puedas, en algún restop y yo mismo invito y le echamos un vistazo a ese artículo. Y de todos modos, quiero detalles de ese fango que mencionabas. Necesito saber y cada vez parece que sé menos y mira que llegué aquí con una mano delante y otra detrás. Oye, ¿no es eso una cafetería? Pues para ahí mismo.

-¿Qué te cuenta Rob? ¿Tiene sentido lo que está haciendo?

Se impaciente Sofía al no saber qué estaba pasando.

Harriet negó con la cabeza y se encogió de hombros a la vez que hacía gestos con la mano libre para indicarle a Sofía que aún no había recibido respuesta del otro lado. ¿Deberían empezar a preocuparse?

Rob guardó un instante silencio. Parecía que estaba escuchando algo que se estaba diciendo en el coche. Pero al poco,contestó a Hartiet.

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