Partida Rol por web

El camino de las agujas

Pasado

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09/12/2012, 20:55
El gato de Cheshire

- Oh, no, querida, a mí no me gusta caminar. Me cansa. Pero te estaré observando de todas formas -le respondió aquel gato gordo-. Y ya que veo que piensas llevarle el abanico al conejo blanco, he de prevenirte para que tengas cuidado una vez en palacio. Como se te ocurra llevarle la contraria a la reina de corazones te quedarás sin cabeza.

El gato de Cheshire entonces hizo desaparecer su cuerpo y sacó su lengua simulando haber sido decapitado.

Y una cabeza sin cuerpo no vale más que un cuerpo sin cabeza. A no ser que seas un gato mágico como yo. Pero no creo que lo seas. No eres lo suficientemente astuta como para ser un gato y eres demasiado aburrida como para ser mágica.

La pequeña Lily estaba cansada de la insultaran, así que, enfurruñada, se fue de aquella casa; pero antes de salir del jardín se volvió a encontrar a aquel estúpido gato en la verja de la entrada.

- ¡Espera! No tengas tanta prisa, querida. Ahora que lo pienso, ¿sabes lo que necesitas para volver a tu casa? No. Claro que no lo sabes. Pues te lo voy a decir. Lo que necesitas es un buen sombrero mágico. Aunque no sé si lo podrás conseguir. El único sombrerero que hay por aquí cerca lleva ya tiempo sin fabricar sombreros. Desde que a la reina de corazones le dio por cortar cabezas, ya nadie se los compra. Es normal, pues ¿para qué vale un sombrero sin cabeza? Pero quizás para este caso haga una excepción. Su casa está de camino al palacio. Dile que te envía el gato de Chesire... No, mejor pensado no se lo digas. ¡Adiós pequeña!

Y tal como había aparecido, aquel extraño felino desapareció.

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09/12/2012, 23:27
Pequeña Lily

-¡Por fin! ¡Algo coherente!-Celebró la niña mientras se echaba a andar junto a Engel. Ya no estaba cansada, ya no estaba hambrienta y aunque la casa de la señora condesa olía a quemado y su pequeño cerdito había desaparecido a Lily le traía sin cuidado.-Una cabeza sin cuerpo, un cuerpo sin cabeza.-Repetía y repetía como si tratase del estribillo tonto de una canción pegadiza. Y así, llegó a un cruce.

-Bien, seguiremos el camino que lleva a palacio, debemos encontrar a ese sombrero. ¡Vamos, Engel!-Animó a su amiguito peludo pero en vez de echarse a caminar, lo cogió entre sus brazos para hacerle más liviano el camino. La pequeña sentía fuerzas para correr durante horas.

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21/12/2012, 02:33
Giacomo

Ahora que conocía al fin la manera de regresar a su casa, la pequeña Lily correteaba animadamente por el camino de baldosas blancas y corazones rojos que conducía a palacio silbando una canción de cuna que su mamá le cantaba cuando era más pequeña. ¡Hacía tanto de aquello! Cuando había perdido ya la noción del tiempo de tanto caminar, se encontró con un letrero que señalaba una desviación del camino:

- SOM-BRE-RE-RÍ-A. Pudo leer. ¡Qué palabra más extraña! Pero de lo que estaba segura era de que un sombrerero tenía que ser una persona amigable, pues no era capaz de imaginarse a ningún hombre malvado haciendo algo tan delicado e inútil como un sombrero.

 La casa a la que conducía aquel camino daba a una vasta campiña en la que había una enorme mesa rectangular en la que podían caber holgadamente un centenar de personas. En ella había vajilla puesta para todo un regimiento, pero tan solo dos personas sentadas a la mesa, una en cada extremo: una vieja liebre a la que le temblaba el pulso y derramaba todo el contenido de la taza de té que intentaba llevarse a la boca, y un hombre enmascarado que charlaba con ella.

Cuando la vieron llegar, el hombre de la máscara la saludó

- ¡Hola pequeña! Toma asiento. ¡Me alegro de que hayas llegado! Eres la primera no-invitada que viene a nuestra fiesta de no-cumpleaños.

- De eso nada, el primero he sido yo -le contestó la liebre desde el otro lado de la mesa-.

- He dicho "la primera no-invitada", señora liebre. Y le recuerdo que yo mismo la he invitado a usted a esta fiesta.

- Y yo le recuerdo a usted que esta misma mañana rehusé su invitación.

- ¿Ah sí? Entonces ¿quiere decirme que hace usted aquí?

- Pues estar en su fiesta en calidad de no-invitado.

Definitivamente, en aquel lugar estaban todos chalados.

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27/12/2012, 21:26
Pequeña Lily

La pequeña se quedó mirando con el ceño fruncido a ambos individuos. Alzó el dedo índice para corregir al sombrerero.
-En realidad, soy la primera no-invitada, niña. Por lo tanto, señor conejo-le miró-usted es el primer no-invitado o si invitado que no ha querido venir.
Tanta locura se le estaba pegando pero llena de razón se acercó hasta el sombrero.
-Señor, necesito volver a mi casa. No se cómo llegar y la oruga fumadora me dijo que usted lo sabría.

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29/12/2012, 02:26
La liebre de marzo

- ¡Pfff! -Exclamó despectivamente la liebre, a quien el exceso de teína hacía que se moviera con movimientos convulsos y frenéticos tics nerviosos- ¡Conejo, dice! ¡Ja! ¿Es que acaso no sabes distinguir a un conejo de una liebre? Pues te diré que tú te pareces más a una mona que yo a un conejo. Y en cuanto a tu objeción, te diré que estás completamente equivocada. Yo, en cuanto liebre, he sido la primera no-invitada y en cuanto macho, el primer no-invitado. ¡Chúpate esa! Y tú no eres más que una segundona.

- ¡Señora liebre! o... ¡señor liebre! -aquella confusión de géneros parecía estar volviendo loco al sombrerero también- Tranquilícese y trate con educación a nuestra no-invitada... emmm, vale, ya sabía yo que nos faltaba algo. ¡Las presentaciones! ¡Y después los regalos de no-cumpleaños! Porque, sabías que hoy es nuestro no-cumpleaños, ¿verdad? Claro que lo sabías. Lo difícil es acordarse de los cumpleaños, pero cuando uno felicita los no-cumpleaños casi siempre acaba acertando.

El hombre de la máscara se acercó a la pequeña Lily y con una amplia reverencia le besó la mano como si se tratara de toda una princesa:

- Mi nombre es Giacomo. Caballero, cuentacuentos, anfitrión de fiestas elegantes y exsombrerero. ¡Feliz no-cumpleaños!

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29/12/2012, 15:15
Pequeña Lily

La pequeña Lily disfrutaba de la compañía del exsombrerero aunque la compañía de Liebre fuera bastante desconcertante.
-Soy Liliana Schiel, de Coche, Alemania. Pero me llaman Lily.-Se presentó con unos modales exquisitos pero sin quitar de sacarle la vista de la máscara. La curiosidad de conocer lo que escondida iba creciendo a cada instante que pasaba delante de ella.-¿Por qué llevas máscara?-Preguntó ni corta ni perezosa, olvidando los regalos de no-cumpleaños y todas las galanterías.

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02/01/2013, 14:09
Giacomo

La sonrisa de Giacomo se desdibujó cuando la pequeña Lily hizo mención de su máscara.

- Bueno, la máscara sirve para ocultar mi rostro. Estoy seguro de que si tú tu tuvieras una cara como la mía también la esconderías. Pero no hablemos más de mi cara. Hoy es un día especial. ¡El día de nuestro no-cumpleaños! Y tengo un regalo para ti.

El hombre de la máscara metió entonces la mano en el bolsillo y sacó un bonito colgante de ámbar. No era una joya fastuosa, pero en cambio tenía el encanto de un abalorio artesanal sujeto por un humilde cordel. Giacomo lo ató al cuello de Lily y cuando hubo acabado de hacer el nudo posó su mano en la barbilla con un gesto reflexivo.

- Así que quieres volver a tu casa, ¿eh? ¡Qué lástima! Ahora que apenas nos habíamos conocido... Está bien, te ayudaré. Lo primero que necesitamos para que puedas volver a tu casa es un buen... motivo. ¿Sabes cuál es la diferencia entre un motivo y un capricho? No, seguro que no lo sabes. Aún no tienes edad para saber esas cosas. Lo que quiero decir es que no me vale que me digas: "echo de menos a mi mamá" o "quiero dormir en mi camita" - dijo imitando la voz infantil de Lily- La mayoría de la gente mientras está en su casa sueña con salir a conocer el mundo y una vez que se han aventurado lejos de casa se dan cuenta de que estarían mejor en ella, así que dime, pequeña: ¿tú qué es lo que quieres ser? ¿Una hormiguita hacendosa o una cigarra bohemia y aventurera?

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03/01/2013, 16:08
Pequeña Lily

La pequeña casi se había asustado de la respuesta de Giacomo, decidió que no volvería a preguntar. Pues no le gustaba que ese amable y demencial señor se volviera malo o triste por su culpa.
-¡No soy una caprichosa!-Protestó, encarándose al sombrero.-No tengo el capricho de volver a casa, no tengo el capricho de ver a mi mamá, no tengo el capricho de volver a mi vida de antes. -Dijo cada vez más enfadada.-Tengo que volver a casa, por mi mamá.

Se sentó en una silla enfurruñada y alargó la mano hasta un pastel pero antes de darle un mordisco se lo pensó dos veces. Pues podría ser de los que hacen encoger.
-Mi mamá tiene que estar preocupada, ella sólo me tiene a mí. Papá no está, se fue a la guerra.-Dijo todavía enfurruñada.-Además, en este lugar todos me tratan mal. Y esto ¡harta!-Exclamó dando golpe con su mano a la mesa.

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06/01/2013, 02:22
Giacomo

- ¿Qué le parece usted, señora libre? Yo creo que ese un buen motivo, ¿no cree? - preguntó el hombre de la máscara-.

- ¿Y qué más da que tenga un buen o un mal motivo? -refunfuñó el animal-. Lo que necesita saber esta niña es qué camino tomar.

- ¡Pfff! ¡Usted siempre tan pragmática! Pues debería saber que cuando uno tiene un buen motivo, por muchas veces que tome el camino equivocado, acabará llegando tarde o temprano adonde quiere llegar. Además, ya que hoy es su no-cumpleaños, voy a ayudarla para que no tenga que volver a hacer el camino de vuelta a pie.

El hombre enmascarado se sentó entonces en una de las sillas  y batiendo las palmas de sus manos sobre sus piernas invitó a la pequeña Lily a que se sentara sobre su regazo.

- ¡Ven aquí, Lily!

La pequeña Lily obedeció y Engel se encaramó de un salto sobre ella.

- Voy a intentar enviarte de vuelta a tu casa, ¿de acuerdo? Pero como nunca he estado antes en Coche, necesito que cierres los ojos y que intentes recordar con precisión cómo era tu aldea. Cuantos más detalles recuerdes, mejor: necesito que me describas sus imágenes, sus sonidos, sus olores... Piensa en las cosas que hacen que tu aldea sea especial, aquello que la distinga de todas las demás aldeas del mundo. Y no te confundas, porque si mezclas tus recuerdos o me los describes mal es posible que te envíe por error a algún oto lugar remoto y entonces tengas que volver a emprender un camino todavía más largo. ¿Estás preparada?

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08/01/2013, 16:10
Pequeña Lily

La pequeña se quedó mirando a Giacomo desde la distancia, escuchó sus palabras y las de la liebre. Y en algo tenía razón, ¡qué más daban las razones! Ella sólo quería volver a su casa, con su mamá, con su vecino, con sus historias. Pero no entendía que volviendo a Coche, su destino se vería truncado por su padre traumatizado recién llegado de la guerra, por dos hermanos menores, abortos y la muerte de su madre. A la pobre Lily le esperaban tantos obstáculos que superar de los que no era consciente que ni siquiera miró a atrás.

Se subió sobre el regazo de Giacomo y estirándose besó la mejilla del sombrerero, rozando la punta de la nariz con la recia máscara.
-Gracias.-Le susurró confidencialmente, aliviada.
La pequeña cerró los ojos y comenzó a recordar.

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13/01/2013, 03:06
Director

Los recuerdos de su aldea natal se fueron formando en la mente dela pequña Lily: ¡había pasado tanto tiempo! Las últimas semanas, desde que se había separado de su mamá se le figuraban años, y le costaba traer a la memoria las añoradas imágenes de Coche. Mientras recordaba sintió las yemas de los dedos del hombre enmascarado que tocaban sus ojos y un pesado sueño empezó a apoderarse de ella.

En el sueño ella un cisne que nadaba en un bonito lago rodeado de otras aves que la miraban con envidia y admiración. Lily nadaba en círculos extendiendo las alas y estirando su cuello hasta que el llanto lastimero de ¡su mamá! la despertó. 

Cuando abrió los ojos lo que vio fue el techo de su habitación, sus ventanas, por las que el sol de la mañana entraba iluminando las figuritas de madera que representaban animales que le había tallado su papá y el jarrón con las primeras flores de la primavera que su mamá y ella habían recogido hace tanto tiempo... 

¡Bah! No ha sido más que un sueño. 

Pero en la habitación también había algo inesperado. En una esquina, mirándola con ojos de extrañeza, ¡estaba Engel! Sí, no podía ser otro, después de tanto tiempo juntos, la pequeña Lily sabría distinguirlo de cualquier otro gato gato negro. Y eso no era todo: cuanto echó su mano al cuello allí estaba también el amuleto de ámbar que le había entregado el hombre de la máscara. 

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15/01/2013, 12:27
Pequeña Lily

La pequeña se llevó la mano al colgante y lentamente, se levantó de la cama para acercarse a su fiel amigo. Lo cogió en brazos y lo apretó contra ella con mimo mientras lo acunaba.
-Todo ha sido real-Murmuró soñolienta. Dejó a Engel sobre la cama y salió de la habitación para buscar a su mamá. Se la encontró frente a la chimenea, completamente deshecha.-¿Mamá?-La llamó suavemente. Su mamá se dio la vuelta poco a poco y cuando vio a su pequeña, desaparecía desde la mañana, fue corriendo hasta ella. Le propinó un buen bofetón y después la abrazó con fuerza contra su pecho sin dejar de llorar.

Y aunque la pequeña Lily le ardía la cara del golpe, enterró su cara en los cabellos de su mamá, inspiró su aroma y le invadió la sensación de haber vuelto a casa sana y salva después de haber pasado semanas fuera.

Todo volvió a la normalidad los días siguientes pero meses después, la guerra acabó y su papá había vuelto a casa para quedarse con ellas para siempre.
Y así, empezaba la pesadilla para Lily.