Partida Rol por web

El Camino del Héroe

26. La Cena Está Servida.

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15/09/2012, 11:06
Rina

Marina sonrió con picardía y retiró la mano cuando ésta fue besada por el descarado elfo. - Gracias por avisar. Aunque deberíais ser un poco más... ¿Creativo? Decirle lo mismo a todas las mujeres, que poca imaginación... - Dijo poniendo los ojos en blanco y utilizando un tono de voz algo cínico, para al momento, mirar de reojo a Midori y cambiar su compostura, convirtiéndose nuevamente en la señora de la casa.

La decoración de aquella casa era algo barroca. Hermosas figuras y cuadros la adornaban. Rina no tenía nada que ver con todo aquello. La casa había pertenecido a la familia Raindel, y cuando ella entró a formar parte, ya se la encontró casi en el mismo estado que todavía presentaba. Muchas veces se había sentido fuera de lugar y había huido a casa de sus padres. Deseaba sentirse a si misma, y allí pocas veces lo conseguía. Pero era una buena casa, y no podía evitar sentir el orgullo al ver la admiración en sus visitantes. 

Aunque aquellos invitados eran diferentes, y no dejaban que cosas como esas, tan banales, les afectara. En cuanto los vio fue consciente de ello. 

Caminaron hacia una doble puerta que había a mano derecha. Al abrirla entraron en un enorme salón. Sus paredes eran de madera noble y el suelo de mármol pulido. Una chimenea, apagada, toda de mármol, se encontraba en una de las paredes. Sobre ella, dominando todo el salón, un enorme cuadro en el que se veían retratados a Marina y a Merwin Raindel. Delante, a cierta distancia, había un par de sofás de estilo victoriano, con dos sillones que completaban el juego. Y un enorme mueble se hallaba en la pared de enfrente. Las ventanas tenían pesados cortinajes, que se mantenían descorridos, dejando pasar la suave luz de la luna. Varias lámparas de aceite, ornamentadas, terminaban de iluminar aquel salón. 

- Cuando la cena esté servida nos avisarán... De mientras podemos estar aquí, charlando tranquilamente y tomando un pequeño refrigerio... - Dijo, volviéndose hacia una de las sirvientas que les había acompañado. - Pregunta a los señores qué desean... - Le ordenó mientras se sentaba en uno de los sillones y hacía un gesto para que hicieran lo propio. 

Esperó a que la joven sirvienta terminara de servir y la despidió con un gesto de la mano. A ella le había puesto, en una copa de fino cristal, un líquido ambarino. Se la llevó a los labios y saboreó el delicioso y exótico néctar. Por un momento se quedó en silencio, esperando que sus invitados se sintieran cómodos. Deseaba abordar el tema y hacer infinidad de preguntas, pero no quería agobiarles. Así que esperó...

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15/09/2012, 12:00
Midori

—¿Qué desean los señores? —preguntó solícita Midori. La doncella echó un vistazo de arriba abajo a Galatea y añadió:—. ¿Puedo ofrecer algo de ropa para estar más cómoda, quizá?

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15/09/2012, 12:50
Galatea

Galatea arqueó una ceja como si acabasen de preguntarle la cosa más rara del mundo.

"¿Cómo que "algo de ropa"? ¿Y qué se supone que llevo puesto entonces ?"

Eh... No, gracias—respondió sin saber muy bien si la estaban insultando o si realmente la pregunta iba con toda la inocencia del mundo—. Estoy cómoda así.

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15/09/2012, 13:30
Rengar

Rengar no pudo evitar una sonrisa al escuchar la propuesta de la doncilla, pero tuvo la precaución de tragársela en gran medida. Todavía le palpitaba el corazón aceleradamente -la sonrisa de Galatea, el vestido de Rina, los recuerdos... todo junto había sido demasiado- y una extraña hilaridad se había apoderado de él. No había razón para ello, al menos no de manera aparente, pero Rengar se sentía algo risueño. Aquellos amigos a los que apreciaba eran muy poco indicados para participar en una cena tan elegante como esa.

-Ejem. Yo me conformo con vino tinto, suave si puede ser -dijo el paladín. Luego logró mirar a Rina a los ojos (a los ojos) y se disculpó por su incapacidad para saludar-. Buenas noches, señora Raindel. Gracias por invitarnos. Y por ayudarme en el juicio.

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15/09/2012, 13:49
Araevin

Araevin revoloteaba por toda la estancia, observando ¡y tocándolo! todo.

Yo también tomaré tinto. Algo... —hizo un gesto con la mano, como si estuviera buscando las palabras—, balsámico, terpénico pero equilibrado. Carnoso y redondo en boca, por supuesto. ¿Tenéis algo así?

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15/09/2012, 13:52
Midori

La sirvienta abrió mucho los ojos.

—P-puedo preguntar...

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15/09/2012, 13:52
Aidé

—¿De dónde sale a esta gente? le preguntó Aidé al mundo.

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15/09/2012, 13:53
Araevin

—¿De tus más placenteros y húmedos sueños?

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15/09/2012, 13:54
Aidé

Aidé alzó las cejas y cruzó los brazos en un gesto peligroso, pero no se le ocurrió nada ingenioso que responder.

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15/09/2012, 13:55
Ossian

Ossian se masajeó las sienes.

—No sé si ha sido una gran idea traerlo —le confió a Galatea antes de añadir educadamente:—. Yo tomaré lo mismo que la señora.

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15/09/2012, 17:15
Galatea

Elverquiss—resumió Galatea, que cada vez estaba más segura que la deidad patrona de Araevin era adoradora acérrima de aquel grupo—... si tiene. Yo no quiero nada, gracias.

Miró de reojo a Ossian y se encogió ligeramente de hombros como quien cree que está de acuerdo pero se resigna a que ahora sólo les restaba tener paciencia. Aun les quedaba cenar y... bueno, mejor no pensarlo.

¿Puedo preguntar para qué querías vernos exactamente?—dijo entonces mirando a Rina para centrar un poco la conversación en cosas menos surrealistas—. En la calle dijiste que no era lugar para explicaciones.

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16/09/2012, 12:32
Rina

Marina enarcó una suave ceja y se tomó su tiempo en responder. Primero bebió un trago del líquido ambarino mientras intentaba poner en orden sus ideas. Ella había pensado sacar el tema mientras cenaban, cuando todos estuvieran más relajados y no tan expectantes. Pero a Galatea se la veía tan incómoda, que Marina se dio cuenta de que no podía alargarlo más. 

Se levantó del asiento y se dirigió a la chimenea, allí se apoyó en uno de sus laterales. 

- Bueno, sí, quizás tengas razón y será mejor que os explique por qué os he hecho venir - . Tras esas palabras se llevó nuevamente la copa a los labios y tan sólo los humedeció, dejándola después sobre la repisa de la chimenea. 

- Escuché de vuestras hazañas y ya entonces quise conoceros... Pero ha sido la reciente muerte de Alosius Grimwarrow la que ha hecho que diera este paso. Como ya debéis saber, mi marido ahora ocupará su lugar en el Consejo, y estoy muy preocupada... Estamos seguros de que los sharinos están detrás de esta muerte y no será la primera... Yo... Bueno... - En este momento Marina bajó la mirada mientras se mordía el labio inferior. Volvió a levantarla y la clavó decidida en los profundos ojos del paladín. - Yo quiero ayudaros a desmantelar esta red. No puedo quedarme quieta mientras muere gente querida - . Terminó diciendo con un tono de voz decidido.

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16/09/2012, 20:53
Rengar

-Eso es todo lo que necesito oír -dijo el semiorco-. Si quiere ayudarnos a luchar contra los sharinos, bienvenida sea.

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16/09/2012, 21:04
Galatea

Galatea miró alternativamente al semiorco y a la semielfa durante unos segundos como si estuviese esperando algo más, pero no pasó nada.

"¿Y ya está? ¿ESO era lo que no podía decirnos en la calle?"

Concuerdo... con lo que ha dicho Rengar—comenzó a decir levantando un dedo como quien pide la palabra—. Pero "desmantelar" esa red muchas veces  va a ser sinónimo de meterse con a saber los dioses qué en a saber los dioses dónde para poder seguirles la pista.

Carraspeó diplomáticamente.

Corellon, perdón, eso ha sonado fatal... —se disculpó con un suspiro. Luego esbozó una sonrisa sesgada—. Lo que quiero decir es que tienes todo el derecho a querer hacer algo al respecto, y que la ayuda es bienvenida. Pero tiene que haber algo más, ¿no? ¿Has trabajado con aventureros más veces?

La última pregunta carecía de malicia, era mera curiosidad.

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17/09/2012, 12:50
Rina

Una sonrisa se había dibujado en el rostro de Marina cuando Rengar aceptó su ayuda. Pero dicha sonrisa empezó a borrarse cuando Galatea expuso sus dudas.

- Bueno, no... La verdad es que nunca he trabajado con aventureros. Pero eso no quita que os pueda ser de utilidad.  Ya os he dicho, no quiero quedarme de brazos cruzados viendo como esos sharinos continúan matando a la gente que conozco... - Su voz sonaba ligeramente afectada... Cogió de nuevo la copa y llevándosela a los labios casi apuró su contenido. Volvió a dejarla sobre la chimenea... - Por cierto, me gustaría llevar este tema con cierta discreción - . Empezó a comentar mientras pensaba en la posible reacción de Merwin si llegaba a enterarse. - Tengo una imagen que ofrecer y no está bien visto que una dama se calce unas botas... No sé si me entendéis... - 

Se quedó un momento pensativa, imaginando lo que debían estar pensando. - Imagino que viéndome vestida así dudaréis de mis capacidades, pero, a veces las apariencias engañan... Esta noche tengo que ir a ver a alguien... podría tener información importante sobre el Castillo Halvan. Me gustaría que me acompañarais... - Extendió su oferta mirando alternativamente a Rengar y a Galatea.

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17/09/2012, 18:29
Galatea

Galatea ladeó la cabeza como si el último comentario fuese algo tan de cajón que no hacía falta ni mentarlo.

El día en que juzgue a alguien por su apariencia, estaré siendo una hipócrita—dijo. Ella precisamente conocía muy pero que muy bien el significado de "las apariencias engañan"—. Los aventureros no nacen siéndolo.

A decir verdad, tampoco le veía sentido a querer mantener algo en secreto sólo porque "no estuviese bien visto". Por lo que a ella respectaba, las personas eran como eran y a quien no le gustara algo de ellas, que no mirase. No concebía el concepto de forzarse a actuar de una forma para que el resto de la sociedad considerase que eras... normal, o algo así.

Pero bueno, ella no era humana, había montones de cosas de dicha sociedad que desconocía y si Marina quería llevar aquel asunto con discreción pues ella sabría por qué. No le llevaría la contraria.

¿Información sobre el castillo?—ella también miró a Rengar por inercia y luego volvió a mirar a la semielfa. No tenía muy claro si se había referido a todo el grupo o sólo a ellos dos con la propuesta de que la acompañaran pero estaba más que segura de que al semiorco le interesaría la oferta por razones obvias—. Sí, claro... ¿Podemos saber quién es?

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18/09/2012, 15:17
Rengar

Rengar comprendía que Marina tuviese reparo a la hora de mostrarse como aventurera. Cierto era que muchos aventureros eran buenos y que ayudaban heroicamente a las comunidades que se encontraban, pero también había otros tantos cuya motivación era la avaricia. Esos no solían dar mucho renombre a la profesión y ponían a la gente en contra de todos los demás. Una mujer respetable como ella podía contratar aventureros, pero de ahí a ponerse a trabajar con ellos...

-Si tiene que ver con el castillo de Halvan, yo quiero ir. Mi medio hermano está allí, y cuanto antes lleguemos para sacarle...

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19/09/2012, 12:54
Rina

La semielfa asintió con un ligero gesto de cabeza. Abrió ligeramente los labios, pero durante unos segundos se mantuvo en silencio, pensando qué era lo que podía llegar a decirles sin perjudicar a Edmund. Era consciente de que podía confiar tanto en el paladín como en la druida. Pero el elfo no le inspiraba demasiada confianza... 

- Anoche un explorador que caminaba por las inmediaciones del castillo de Halvan fue atacado por fuego mágico. Él está bien... - Aclaró antes de que le preguntaran. - Pero quizás tenga información importante sobre los movimientos del castillo en estos últimos días. He quedado a media noche con él... Por eso, si queréis acompañarme podéis hacerlo... Aunque sería conveniente ir un pequeño grupo... - Comentó mirando a Rengar y a Galatea. El resto se había mantenido en silencio durante toda la conversación, así que Marina se dirigía principalmente a los que parecían los líderes de aquel extraño grupo.

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19/09/2012, 13:13
Aidé

—No voy a permitir que vayan solos a esa cita si es eso lo que estás insinuando —cortó Aidé en un tono como el acero—. Ya puedes ser una Burguesa o la mismísima Shar en persona. Así que vete quitándolo de la cabeza.

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19/09/2012, 13:20
Rengar

Rengar miró complacido a Aidé. Al final había entendido la amistad. Pero lo que decía Marina tenía bastante sentido. No podían ir todos cacharreando y dando voces como siempre. Necesitaban algo de discreción. Drizzt estaría mejor en la ciudad.

-Drizzt, tú quédate aquí. Puede ser peligroso. Ossian, Araevin... Yo creo que podemos necesitar curación más adelante. ¿Qué dices tú, Ossian?