Partida Rol por web

El Camino del Héroe

5. Sangre bajo la Lluvia.

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01/10/2011, 16:54
Galatea

Galatea esbozó durante un instante una sonrisa de lado.

Claro que escuchan—acto seguido miró a Áscalon, se mordió el labio inferior y emitió un silbido corto, cosa que hizo que el lobo la mirase—. Junto.

El lobo abandonó la espeluznante pose agresiva y trotó hacia su compañera transformado de nuevo en una criatura con el aspecto más manso del mundo, es más, hasta movió la cola cuando llegó y esta le acarició las orejas para agradecerle el buen trabajo.

La druida miró con cierto brillo divertido en los ojos cómo el niño alucinaba con el hecho de que Ilmater hasta pareciera haberle mandado una guardia personal o algo así. Miró a Rengar de reojo pero no dijo nada, parecía querer ver qué le decía al pequeño prosélito que acababa de salirle.

Y sobre todo quería enterarse a santo de qué diablos había tenido lugar aquella escena.

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03/10/2011, 10:23
Rengar

-Sí, soy un paladín. Soy Rengar de Ilmáter.

Tras la hosca presentación se acercó al hombre y le agarró por la pechera. Lo levantó hasta ponerlo de pie con más brusquedad que finura y le miró a los ojos con la mandíbula crispada. El semiorco jadeaba un poco por la corta carrera y los colmillos se le veían más que de costumbre. Las gotas de lluvia se deslizaban desde su pelo por la sien, mezcladas con el sudor. Pero sin duda, lo peor de todo era la rabia contenida en su mirada.

-Intentabas matar a ese niño. A un niño. ¡Explícate!

Por lo general, Rengar intentaba tener mano izquierda y no dejarse llevar por sus emociones. Podía ser cortés con bandidos y ladrones, pero en lo que a asesinos de niños se trataba... Hacía un par de años, durante su viaje, había llegado a una aldea atemorizada por el hecho de que una vez al mes un niño desaparecía y no se le volvía a encontrar. Rengar investigó el asunto y se dio cuenta de que uno de los vecinos se dedicaba a llevarse a los pequeños al bosque, donde los mataba después de abusar de ellos. Rengar nunca olvidaría aquella fosa de cadáveres infantiles ni la expresión traumatizada de su última víctima, a quien logró salvar de la muerte... pero no de la tortura previa.

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03/10/2011, 13:07
Proscrito

El hombre de barba oscura gruñó cuando Rengar lo alzó en vilo. Llevaba un jubón de cuero claveteado, una capa verde remendada una docena de veces y unos calzones verdes descoloridos.

Obedecía órdenes —gruñó—. Encontramos a este mocoso metiendo las narices en nuestros asuntos.

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03/10/2011, 13:27
"Drizzt"

El niño se agarró a la pierna de Galatea, como si fuera un escudo, y miró al proscrito con mirada acusadora.

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04/10/2011, 00:55
Rengar

-¿Qué son esos asuntos? -preguntó, ajeno a todo lo demás.

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04/10/2011, 19:47
"Drizzt"

El proscrito escupió a un lado a modo de elocuente respuesta. El niño, desde detrás de las faldas metafóricas de Galatea le señaló acusadoramente.

¡Eran todo un ejército de bandidos! ¡Seguro que planean atacar el pueblo! —exclamó con voz chillona.

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04/10/2011, 19:49
Proscrito

Tú has escuchado muchos cuentos de bardo, chaval —le espetó el hombre malcarado.

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04/10/2011, 19:50
Aidé

¿No seréis esclavistas, verdad? —ronroneó, toda sonrisas.

Aidé estaba calada hasta los huesos. Con el pelo pegado a la cara parecía aún más pequeña, como un cachorrito recién bañado. Y sin embargo, el tono de su voz destilaba peligro.

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04/10/2011, 19:53
Proscrito

El proscrito pareció captarlo, porque levantó la mirada.

No —contestó secamente, y se volvió a dirigir a Rengar—. Me he rendido y os he entregado al mocoso. Dejadme marchar.

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04/10/2011, 20:53
Galatea

Galatea estaba preparada para afrontar los peligros de las ruinas de un templo malditas por la mismísima Shar, estaba preparada para luchar contra no-muertos, ilusiones, fantasmas, arañas gigantes y Nirborlgs, estaba preparada para lidiar con los continuos tira-y-afloja del grupo para conseguir apaciguar los ánimos y que a nadie se le agriara el humor, incluso estaba preparada para enfrentarse a un temible dragón rojo si hacía falta.

Pero por algún motivo no estaba preparada para que un chaval que a penas le llegaba a la cintura se escudase en ella como si fuera su madre.

La elfa abrió muchísimo los ojos y en un principio hizo ademán de levantar los brazos en un cómico gesto de sorpresa, como si le hubiera dado la impresión de que el muchacho pretendiera darse a la fuga con su pierna o algo así. Aunque se recuperó enseguida y lo miró un instante con un ribete mezcla de desconcierto y curiosidad en los ojos, a despecho de que la atención del niño se encontraba completamente centrada en el que casi había sido su verdugo.

Áscalon por su parte se limitó a sentarse al otro lado de la druida y a mirar al muchacho con la cabeza ladeada mientras movía la cola juguetonamente. Casi parecía estar pensando "¿A que es genial estar aquí al lado?".

Cuando el tipo de la barba contestó, la atención de Galatea también se centró de golpe en él.

¿Perdone?—dijo enarcando una ceja con indignada estupefaccíon—. Creo que se me ha metido agua en la oreja y he oído mal...

Si había algo que no soportaba era a la gente que se aprovechaba de aquellos que eran más débiles que ellos. La elfa tenía el ceño fruncido y sus ojos relampagueaban con gélida rabia. Bien atada con las cadenas del auto-control, pero no por ello inexistente.

Ha estado a punto de decapitar a un niño "porque se lo ordenaron"—gruñó—. Así que nos va a disculpar si no nos da la real gana de dejarle ir para que "se lo vuelvan a ordenar".

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04/10/2011, 21:38
Proscrito

Todas las órdenes están para cumplirse, y no sólo aquellas que son fáciles de cumplir—respondió, con un gesto amargo—. Las difíciles son las más importantes.

Miró a Rengar.

Hice un juramento. No a un dios, sino a un hombre. Un juramento vale más que una vida. De un niño... —se encogió de hombros, con estoicismo— o de un hombre.

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05/10/2011, 01:56
Rengar

-Un juramento vale más que la vida de uno. Pero no que la vida de los demás. Somos libres de dar nuestra palabra, pero no de llevarnos a otros por delante -sentenció Rengar tras pensarlo detenidamente-. Si sólo seguimos órdenes no somos mejor que una piedra o un lado. Debemos actuar con conciencia.

Le dejó de apretar la pechera y permitió que se separase un poco de él, confiando en que su presencia intimidatoria y la de Khaila, no muy lejos, le hiciera pensarse dos veces la idea de huir.

-Si nos dices quién te lo ha ordenado y por qué lo tendré en cuenta. Para ver lo que hago contigo.

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05/10/2011, 08:10
Proscrito

Aidé articuló un sonido, a medias bufido y a medias risita, cuando Rengar habló de seguir órdenes como una piedra. El proscrito no pareció muy convencido.

Un hacha de leñador sirve para talar árboles. Un hacha de combate... —adujo, refiriéndose a su arma y a la de Rengar—sirve para llevarse a la gente por delante. Tú no llevas ese hacha de adorno, ¿verdad? A veces para cumplir nuestros juramentos hace falta pagar un precio en sangre.

Miró al niño con expresión amargada.

Un precio a veces elevado —dijo, y volvió a mirar al paladín—, que estoy dispuesto a pagar yo. Pongo mi destino en tus manos paladín.

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05/10/2011, 13:06
Ossian

Este hombre no es lo que parece. Es demasiado honorable para ser un vulgar bandido.

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05/10/2011, 13:07
Aidé

Muy honorable matar a un crío, sí —suspiró Aidé—. Es una conducta más típica de un cobarde esclavista. Dejádmelo diez minutos a mi y le haré cantar.

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05/10/2011, 13:16
Galatea

Aquel hombre ponía un juramento hecho a otra persona por encima de nada más y nada menos que una vida. Los druidas eran guardianes de la vida, el don más sagrado y único que sólo los dioses podían dar y que, por lo tanto, sólo ellos tenían derecho a quitar.

Un par de truenos retumbaron danzando entre las nubes tormentosas como reflejo del tempestuoso humor de Galatea. La elfa permanecía en silencio empapada bajo la lluvia, no alzó la voz, no se movió, no le lanzó uno de los rayos a aquél tipo, ni dio rienda suelta a su indignación... pero sus ojos eran dos pedazos de hielo azul que destilaban furia, si las miradas matasen, el proscrito habría muerto trece veces antes de tocar el suelo.

Por supuesto que no es un bandido, está hecho todo un filósofo—dijo al final con un tono sorprendentemente calmado, aunque frío—. La muerte es muerte, no se obtiene honor en ella.

Había escuchado la respuesta de Rengar y las observaciones de Ossian y Aidé así que tuvo que tomarse unos segundos para abogar por el equilibrio y pensar de la forma más objetiva posible... a regañadientes, eso sí.

Pero dentro de lo malo, es preferible blandir un hacha para proteger a alguien que no puede defenderse—se cruzó de brazos y tamborileó con los dedos en uno de ellos suspirando hondo, se refería a la alusión al hacha del semiorco—. A menos que nos dedicásemos a pensar en "las pobres familias de los trasgos" o algo de eso.

Para ella ningún juramento a nadie valía la vida de un niño, se lo quisieran poner como se lo quisieran poner. En esa parte estaba de acuerdo con la hechicera pero algo había destacado Ossian que también la había hecho pensar, algo no encajaba. Por la expresión endurecida de su rostro no era algo que le resultara muy fácil, simplemente aquél tipo no le caía lo que se dice bien.

Dicho fuera de paso, el semiorco había dicho exactamente lo que ella pensaba.

Aunque si tanto valora el honor, siempre puede explicarnos de qué iba esto y no quedar como alguien que desconoce lo que es—añadió haciendo un verdadero esfuerzo interior para que su tono se suavizara—. No pierde nada por hacerlo, ¿o es un juramento secreto?

Subrayó la pregunta levantando una ceja y ladeando la cabeza un poco. No le había pedido que les contara aquellos asuntos en los que se suponía se había metido el muchacho, sólo de qué trataba el supuesto juramento que le obligaba a matarlo.

Además, ¿ante quién había jurado aquél hombre? Porque se hacía una idea de por dónde podían ir los disparos... pero quería oírlo.

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06/10/2011, 09:09
Proscrito

El proscrito escupió a un lado.

Mi honor no depende de lo que penséis de mi —le espetó el proscrito. El tono brusco que había empleado con Galatea era la única emoción que aquél hombre había mostrado desde que os habíais topado con él.

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06/10/2011, 09:14
Aidé

¿No es obvio? —preguntó Aidé al mundo—. No quiere decirnos para quién trabaja porque sabe que nuestro amigo el paladín enviaría a los Jinetes Grises tras sus amiguitos.

El proscrito le echó una mirada pero se mantuvo callado.

Eres un esclavista hijo de puta.

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06/10/2011, 09:16
Proscrito

No lo soy —replicó el aludido.

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06/10/2011, 09:18
Ossian

Creo que hemos llegado a un punto muerto —terció Ossian—. ¿Qué nos propondrías tú para salir de él?

- Tiradas (1)