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El Cantar de la Princesa

Capítulo II: Sombras en la noche

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30/09/2021, 12:55
Ella

En su largo derrotero muy lejos de sus tierras Ella había tenido que sortear algunos obstáculos, pero ninguno como aquel. Era sabido que en algunos sitios (y aun regiones enteras) se respiraba un aura maligna, pero la muchacha nunca antes se había enfrentado el atroz influjo lo Oscuro. Y por lo que John había contado, el bosque que buscaba encerraba algún mal, un terrible mal. O eso había entendido la muchacha. De hacerle caso a las palabras de su padre, Ella estaría en aquel momento alejándose de aquel muchacho y su escabrosa historia. Maldiciones, muertos, poderes oscuros... Pero John parecía de otra hechura que sus coterráneos. Tal vez estaba marcado por otro sino. Había sobrevivido dónde otros murieron; y había persistido en su empeño dónde otros no. Quizá por eso, Ella escuchó atentamente sus palabras y cada detalle de su relato.

Exhaló un largo suspiro y murmuró:

—Y aún así estás dispuesto a enfrentarte solo con tu espada a la maldición. Es un acto muy insensato, ¿no crees? Debes amarla mucho...

Aquello le resultaba más extraño aún. ¿Cómo podía John amar a alguien con quién ni siquiera había compartido una conversación bajo la luz de las estrellas? ¿Cómo se amaba lo que no se conocía? Ella amaba su tierra, amaba a su padre, al anciano Gerold, a Weoh, el aroma de los bizcochos de miel horneándose, las canciones de su gente, sus risas, su inmensurable valor. Pero amaba todo aquello porque lo conocía. Para Ella, amor era conocimiento.

Que extraño muchacho, pensó.

—Si te guía una justa razón, un corazón generoso y un brazo fuerte que no se amedrenta ante los obstáculos, la fortuna siempre estará de tu parte —dijo, y agregó muy seria. —Lamento mi conducta, no soy quien para juzgarte. Pero si vamos a recorrer este peligroso camino juntos, nunca jamás mientas a mis oídos. Ni a mí ni a otros. Además... —sonrió de lado. —¡No sabes hacerlo! Eres horrible mintiendo...

A la muchacha no le emocionaba la idea de enfrentarse a fuerzas oscuras, pero su voraz curiosidad era más fuerte que su reticencia. Y, ante todo, su propia búsqueda. Una hija del Gran Oso sin sueños no era tal. ¿Se encontraría la osa parda en aquel misterioso bosque? La soñadora había dicho que sí, y le había advertido del peligro.

—Ahora descansa, mañana será una larga jornada. Haré la primera guardia.

Notas de juego

Que no. A vos te toca cerrar la escena al alba, después de la guardia de John. :)

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03/10/2021, 14:39
John

Notas de juego

La noche pasa sin incidentes? Sigues tú DM o posteo el despertar?

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03/10/2021, 17:22
Director

El amanecer llega para los nuevos compañeros. El horizonte comienza a clarear en el este llevándose, poco a poco, las sombras de la noche y trayendo la luz de un nuevo día. El fuego hace rato que se ha apagado. De todas formas, ha llegado el momento de ponerse en marcha. A John aun le duele bastante el hombro. Algo bastante normal tras la aparatosa caída y acabar con el hombro fuera del sitio. 

Aun así, aun queda un buen trecho para llegar al Bosque. 

Notas de juego

Estábamos esperando a ver si tu querías añadir nada.

Al final, no te has colocado el hombro en su sitio, ¿no? Lo digo porque sería buena idea que lo hicieses.

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03/10/2021, 23:46
John

Notas de juego

Lo hago si puedo, claro. Daba por sentado que no podía. ¿Qué tiro?

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03/10/2021, 23:52
Director

Notas de juego

Puedes pedirle a Ella. Ha comentado que sabe de tratar heridas. 

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04/10/2021, 00:04
Ella

Notas de juego

O_O

Ha dicho, y cito textual: 

Ya aprendí a defenderme y recién comenzaba con los rudimentos de la sanación del cuerpo...

Creo que eso está más cerca de que se lo arranque que de que se lo acomode. Apenas tiene un 7. xDDD Igualmente, llegado el caso, hago la misma pregunta: ¿cuál sería la tirada y la dificultad?

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04/10/2021, 11:14
Director

Notas de juego

Nop... El está mas cerca de joderselo para siempre porque tira con el dado pequeño. Tu tiras con el dado mediano. 

Tirada. Si le das a tirar, solo tienes que poner el modificador (7) y la dif 12. Solo tienes que sacar un 5 xD

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04/10/2021, 13:05
Ella

Notas de juego

Vale. Entonces espero el posteo, porque lo último que supo Ella del hombro de John fue que "Un golpe, solo necesito descansar, estaré bien pronto."

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04/10/2021, 13:53
Director

Notas de juego

Sí, sí... hacedlo natural. Pensad que a John le duele mucho el hombro y no puede mover el brazo. Seguramente tenga una forma extraña en la articulación.

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04/10/2021, 23:35
John

John se despertó entumecido y dolorido. Había dormitado a duras penas aunque trataba de consolarse con el calor de la hoguera. Trató de ignorar el dolor durante su guardia, pero con las primeras luces del alba se dio cuenta de que no estaba mejor, sino todo lo contrario. Al ir a coger algo que desayunar de su mochila sintió un terrible dolor punzante. ¡Casi no podía mover el brazo! Al mirar bajo la camisa vio que tenía el hombro izquierdo hinchado y amoratado. Reprimió un gemido.

¡Unnng! Creo que he subestimado el golpe de ayer —se lamentó—. Esto no tiene buena pinta. Pensaba que mejoraría con algo de descanso, pero está claro que ha sido una estupidez —negó con la cabeza controlando la respiración para no gritar de dolor—. Creo que está fuera de su sitio. Ayer dijiste que sabías algo de medicina ¿Sabrías arreglarlo, por favor? —le pidió a la salvaje—. Si no, me temo que no voy a ser de mucha ayuda.

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05/10/2021, 00:15
Ella

Con las primeras luces del día asomando y unos panes calentándose al rescoldo de las últimas brasas, Ella escuchaba las palabras del muchacho y, entre mordisco y mordisco, asentía (sí, había sido una estupidez, pero así estaban las cosas) o negaba (¿qué? ¿componerle el hombro?)

La muchacha se limpió la boca con la manga del abrigo y balbuceó:

—Ehm... No... No sé. Apenas aprendí a curar heridas, hacer emplastos y poco más... —Hizo una pausa, recordando: —Pero... A mi padre, Arnulf, se le descoyuntaba el hombro con frecuencia y lo he visto recolocarlo hasta en medio de una refriega. ¡Pero es el Gran Oso Calvo! —exclamó.

Ella jamás se atrevería a compararse con el más poderoso guerrero del Clan, un gigante de más de siete pies, brazos como troncos y de un arrojo feroz capaz de arredrar a un batallón con solo su rugido.

—Pero si quieres arriesgarte... Eso , después no me culpes si te arranco el brazo como a una ramita —advirtió, mitad en broma, mitad en serio.

Dicho esto, le pidió al muchacho que desnudara su torso y observó con atención hombro y brazo, toqueteando aquí y allá sin preocuparse por los quejidos y expresiones de dolor. Con solo un vistazo vislumbró la enorme responsabilidad que implicaba manipular aquel brazo.

—No lo —murmuró.

Intentó recordar...

En más de una ocasión había visto a su padre hacerlo con una facilidad pasmosa. Un movimiento rápido y ¡clac! el hueso se reubicaba solo. Pero no siempre era el mismo movimiento, eso dependía de hacia dónde se había salido el hueso. Había luxaciones anteriores y posteriores.

Esto le dolerá, pensó.

Y, quizá, para distraer al muchacho del terrible dolor que se avecinaba o solo por mera curiosidad, preguntó:

—¿Y cómo es eso de que le entregaste tu corazón a una desconocida?

Hizo recostar a John sobre su espalda y ella se acuclilló a su lado, con la rodilla fijó al muchacho contra el suelo para que no se moviera y con las manos maniobró sobre brazo  con un rápido movimiento y —¡clac!— el hueso regresó a su posición.

- Tiradas (1)

Notas de juego

¡Cómo sufrí antes de hacer rodar los dados!   ^_^'

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05/10/2021, 09:34
John

John se dejó hacer tratando de no quejarse. ¿Qué más podía hacer? 

—Pues, pues, son cosas que simplemente suceden, sin que puedas hacer nada por evitarlo. ¿Nunca te ha...? ¡Arrggh! —gritó de dolor durante un instante.

Enseguida vio que el grueso del dolor se esfumaba. ¡Podía volver mover el brazo de nuevo! Aún dolorido, sonrió y asintió en agradecimiento a Ella.

–Tengo hambre, comamos algo y nos echamos al camino. Veamos si te puedo devolver el favor —dijo de mejor humor sacando algo de cecina y pan de hogaza que compartió con la joven. 

Notas de juego

Bieeenn! 

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05/10/2021, 21:24
Ella

—¡Aúuuuuuuuuuh...!
La muchacha alzó la cabeza, echó un aullido al cielo y se puso a bailar alrededor del extinto fuego, feliz y sorprendida del éxito de la intervención. Luego, extrajo una cáscara como de nuez rebosante de una pasta azul de entre sus ropas y se pintó una marca añil en el antebrazo izquierdo (la única con esas características y color) y se sentó en el suelo, sonriendo como una niña con juguete nuevo.
Luego, cuando John le ofreció la cecina y el pan, solo aceptó las hogazas. Quizá no comía carne, pensaría cualquiera al ver la escena. Lo cierto era que Ella jamás consumía carne que no había sido cazada o sacrificada sin haber bendecido y sahumado las armas previamente, de otra forma, ofendería a los espíritus protectores de los animales. Y dudaba mucho que fuera de sus tierras se ocuparán de complacer a los espíritus.
Terminada la comida, la muchacha recogió sus cosas: una mochila atestada de objetos, un arco, carcaj y flechas a la espalda, el hacha colgando del cinturón y la lanza en la mano a modo de báculo.
Finalmente, miró a John y exclamó: 
—¡Adelante! Tú conoces el camino...

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05/10/2021, 22:01
John

Notas de juego

Oye Dm si que se llegar al bosque chungo ese verdad? A ver si no me he colado

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05/10/2021, 22:13
Director

Notas de juego

Todo el mundo de la region conoce el Bosque de las Almas. Está hacia el Oeste a unos dos o 3 dias de camino.

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05/10/2021, 23:22
John

Notas de juego

OK, pues para el este! Buscamos un camino y arreando.

Por cierto, ¿me curo algún PV durante la noche o tras los cuidados de Ella? ¿O sigo malherido?

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10/10/2021, 18:04
Director

Ella consigue arreglarle el hombro a John con más maestría de la esperada. Aunque no hay tiempo para regodearse demasiado en el éxito conseguido. El camino a recorrer es largo y el tiempo escaso. Tras empaquetar sus cosas inician su marcha hacia el oeste, con John a la cabeza. La zona en la que están está poblada de setos bajos y de hierba húmeda por el rocío. Un poco más allá, a la izquierda, se puede ver la ruta principal. 

Apenas se pueden ver viandantes aun pues las puertas no se abrirás hasta que el sol despunte completamente. 

Notas de juego

No os preocupéis por los puntos de vitalidad. No soy muy fan de usar siempre la ficha salvo cosas que supongan un punto de inflexión. Cuando entréis en combate, si entráis, si que lo usaremos pues tiraremos daño y esas cosas. De momento, digamos que ahora que tienes el hombro en su sitio, ya te sientes mejor, pero dolorido. Seguramente tardes un par de días en mover el brazo con normalidad.

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10/10/2021, 21:43
John

John sonrió viendo el camino desierto. Una pareja de perdices cantaban el alguna parte entre los matorrales bajos, buscando qué comer. La chica salvaje era unos centímetros más alta que John y cubierta de pieles y pinturas tribales no era el epítome de la discreción en estas tierras.

Vamos —apremió a la chica antes de echar a andar de nuevo con pasos largos—. Es una suerte haber dado con el camino del Oeste antes de que abran las puertas de Libantir. 

Con paso vivo recorrieron el trecho hasta el camino donde pudieron caminar con mayor comodidad. Era un día precioso, los pájaros cantaban en sus cortejo otoñal, el sol estaba alto en el cielo y el hombro casi no le dolía. John se sentía confiado y con ánimo por primera vez desde que saliera del molino de sus tíos.

No tenemos mucho tiempo así que comeremos ligero y caminaremos aun más ligero —dijo sin mirar atrás—, aunque no creo que eso sea un problema —comentó mirando las largas piernas de la joven y envidiando un poco su estatura—. ¿Qué coméis las chicas en tu tierra? Da igual —sonrió y siguió caminando con ahínco.

Ella puede notar cómo a pesar de parecer tener todo en contra no se plantea el abandonar e incluso tiene esa mirada de quien no sabe que algo está fuera de su alcance. Con la luz del día la vieja espada a su cinto parece fuera de lugar. Sin duda es la espada de un guerrero curtido.

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11/10/2021, 22:34
Ella

—¿Eso es Libantir? —inquirió, contemplando la ciudad con una mezcla de curiosidad y aprehensión. —¿Y por qué cierran sus puertas?
Ella ignoraba el porqué era "una suerte haber dado con el camino antes de que abran las puertas" de aquel sitio, pero estaba muy de acuerdo. Aquellas murallas le resultaban desagradables, agobiantes. ¿Quién en su sano juicio querría vivir oprimido por aquellos enormes muros, lejos de los árboles, los ríos y del canto de los pájaros?
Entonces recordó las palabras de John: "Dos de mis compañeros se cayeron de la muralla al tratar de sortear a la guarda y se partieron el cuello. El resto se asustó y abandonó." Contempló otra vez la fortificación, luego al muchacho y comprendió. O eso creía Ella.
—¿Son esos los muros que saltaste? ¡Es una cárcel enorme! Nunca vi algo así... ¿Cuándo fue que te hicieron prisionero? —Y tras pensarlo un instante, añadió: —Pero tienes toda la razón, vámonos pronto y que no te vean. Si eres un prófugo te estarán buscando... No quiero que me encierren allí —dijo, y apresuró el paso tanto que por poco corría, dejando a John atrás.

Notas de juego

Ahora John no detiene a Ella hasta que deje esa ciudad muy muy atrás. Así que prepárate... xDDD

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11/10/2021, 23:02
John

John rió de buena gana mientras la alcanzaba, apretando el paso.

¡No es una cárcel! Es una ciudad, la mayor y más brillante de Altair, su capital —dijo con cierto orgullo cuando llegó a su altura—. Por aquí casi todos vivimos intramuros. Nos protegen de las bestias y los monstruos que acechan de noche. Y de hombres malvados y envidiosos de día. En realidad es un sitio genial. Todo tipo de artesanos prosperan en sus calles, ¿sabes? Deliciosos manjares llegan a sus mercados si puedes pagarlos. También acuden artistas de todo tipo, de todos los confines del reino, para representar sus funciones. Cuando todo esto acabe quizá pueda llevarte a conocer los anillos de Libantir. Quien sabe, puede que hasta te guste —sonrió a la salvaje—. Pero antes tenemos trabajo que hacer —dijo mucho más serio.

Caminaron y caminaron por el Camino del Oeste hasta que les dolieron los pies y el sol estaba alto en el cielo. John trató de cazar un par de perdices y una liebre por el camino, arco en mano. A medida que se alejaban de la ciudad la caza era más abundante y el joven molinero estaba acostumbrado a cazar de vez en cuando para contribuir a la cena.

Notas de juego

Jajaja con la bárbara.