Partida Rol por web

- Yo les agradecería que no elevaran la voz, tengo una jaqueca de mil pares de demonios - realmente parecía afectado, con toda seguridad el que más de los cinco. ¿Pueden recordarnos en qué año estamos y qué ha pasado desde que nos dormimos?

Miller decidió desoír el socarrón comentario sobre la habilidad con las armas, y trató de genera un clima de confianza.

- Gracias por las presentaciones. Ya conocéis a Cham y Rye. Yo soy Miller, la capitana de la USCSS Montero. Íbamos a entregar un cargamento de Helio 3, cuando Madre recibió vuestra llamada de socorro y nos despertó. La compañía nos puso en ruta para ayudaros. Habéis tenido un viaje movidito, ya hemos visto la sala de control, y Madre no responde a nuestras solicitudes.

- Por cierto, es el año 2183. Habéis dormido bastante, y la Cronus lleva tiempo a la deriva.

-Y ahora... ¿podéis decirnos qué es lo que ha pasado aquí?

Miller miraba a su tripulación, buscando su complicidad para que tratasen de relajar el ambiente. Si estos tripulantes se recuperaban y les ayudaban a reparar la nave, quizá pudieran seguir su camino y olvidarse de la pesadilla en la que parecía que estaban cayendo. La imagen de las huellas en la puerta, no se borraban de su cabeza.

El oficial se pasó la mano por el pelo y resopló: Tengo todavía lagunas, recuerdo meternos en las vainas de crioestasis, el capitán había muerto, la mayoría de la tripulación y marines,...

- ¡Olvídate del capitán, ahora eres tú! - estalla la agente de la compañía.

La mujer se vuelve hacia Johns con rabia en la mirada: Murieron para que pudierais vivir, que no se te olvide...

- Mi cabeza..por favor...silencio....ya.....BASTAAAAAAAAAA, el grito de Cooper puso fin a los reproches entre Reid, Johns y Clayton. Se puso de pie y se presionó las sienes con las manos intentando mitigar el dolor.

La sangre comenzó a manar por la nariz y las orejas de Cooper. Los ojos ensangrentados se volvieron blancos mientras el científico se convulsionaba y se retorcía contra la pared. Cuando la tripulación de la Montero se apresuró a retener al hombre, notaron que la tripulación de Cronus retrocedió en su lugar de intentar ayudarle. Ocupados tratando de ayudar al científico convulsionado, no se detuvieron en preguntarles por qué. En mitad de una convulsión, Cooper se agitó completamente e empujando a todos los que estaban a su alrededor.

Con un estallido repugnante y un chapoteo sangriento, su globo ocular salió despedido desde su cara y se pegó en Cham antes de rebotar en el suelo y rodar bajo un criotubo. Esta vez, hicieron una pausa, tratando de procesar exactamente lo que estaban viendo. Un brazo delgado y cubierto de sangre salió de la cuenca del ojo vacía de Cooper, se estiró y tiró de su boca distendida. Mientras los delgados dedos blancos tiraban de sus dientes hacia atrás, Cooper no gritó, estaba claro que ya no estaba en su propia cabeza. Había algo en su lugar, y quería salir.

Lloraba lágrimas de sangre y los tendones se rompieron cuando la cosa dentro de su cráneo astillado abrió su rostro justo a la altura de la mandíbula. Finalmente, un sonido de gorgoteo espeso brotó dentro de Cooper cuando su cabeza fue arrancada de su cuerpo, de su cuello brotó lo que fuera que tuviera dentro que cayó al suelo en un estallido de sangre.

"¡Matadlo! ¡Matadlo ahora! ”, gritó alguien. La cosa blanca y translúcida en el suelo se desprendió de su placenta, luchando por levantarse sobre las cuatro temblorosas piernas, como un cervatillo. Sacudiendo la materia cerebral de su piel puntiaguda, el cazador de sangre gira su cabeza bulbosa y sin ojos hacia Cham y se agacha.

Cham intentaba controlar al científico lo mejor que podía junto con sus compañeros, pero algo todavía le daba un sabor extraño de boca. Miró por encima del hombro para intentar pedir ayuda a los de la Cronus y para su sorpresa todos estaban agazapados en un rincón observando con horror y expectación al doctor Cooper. ¿Qué diantres estaba ocurriendo en esta nave?

Se otra vez y recibió una visión en primera fila de como el rostro de Daniel iba contrayéndose y reventándose como el cascarón de un huevo que está eclosionando. Un ojo salió volando fuera de su cuenca y golpeó el pecho del controlador de carga, cosa que le produjo un estremecimiento. Le soltó de repente, y parece que todos los demás habían hecho lo mismo mientras que observaban atónitos aquel espectáculo de pesadilla.

Una criatura más o menos humanoide había emergido del rostro destrozado del doctor Cooper. Con el aspecto similar a una placenta a la que le acababan de surgir las extremidades. Se iba retirando su manto biológico y reveló su verdadera forma primigenia; parecía un bebé escupido del infierno... ¿Y le estaba viendo directamente a él?

Cham no se lo pensó, y se arrojó contra la criatura con la escopeta invertida para darle un culatazo.

El golpe de Cham con la culata de la escopeta impactó de lleno en la cabeza de la pequeña aberración provocando un sonoro crujido y hundió el frontal de forma considerable. El xenomorfo gritó y se contrajo con agonía, luego se encaró al controlador de carga utilizando sus últimas fuerzas, al parecer iba a morir matando.

Mierda, mierda y otra vez mierda. Pero ¡¿Que coño era eso?! Aquella cosa alienigena estaba atacando a Cham, éste le dio un buen culatazo con la escopeta en la cabeza, sonó un CRAGH, el bicho resultó herido, agonizando. Keyla sacó la Watatsumi., apuntó, puso el dedo en el gatillo de la pistola de pernos y... 

... se quedó apuntando. Disparar no era lo suyo y Cham estaba demasiado cerca del xenomorfo. 

El bicho saltó de forma increíble hasta llegar a la altura del cuello de Cham por debajo de las juntas del casco. Por un momento dio la sensación de que el grosor del traje Mk .50 pararía los afilados dientes pero con un movimiento espasmódico como si intentara arrancar la tela finalmente llegó a clavarlos cerca de la garganta del controlador de carga.

EL xenomorfo cayó muerto al suelo y pareció que todo había quedado en un susto pero de pronto el cristal del casoc de Cham empezó a teñirse de rojo y éste cayó al suelo, el bicho había llegado a su yugular y se estaba desangrando.

Wilson todavía tenía la pistola en la mano apuntando al xenomorfo que yacía en el suelo junto al compañero que se desangraba. Su cuerpo estaba allí, pero su mente estaba en otro lugar, intentando procesar todo aquello. De pronto pareció despertar de su estupor:

—¡Flynn! ¿Usted era médico? ¡Necesitamos ayuda!

Dejando caer la pistola¹ se lanzó hacia Cham para intentar abrir el traje cuanto antes para facilitar la labor del médico.

—¡Aguanta Cham! ¡Aguanta!

Miller se lanzó sobre Cham al verlo sangrar. Wilson gritaba al médico de la Cronus, que parecía no reaccionar, y si no se hacía algo pronto, Cham iba a morir, así que apartando a Wilson trató de aplicarle cuidados médicos a su compañero.

- Déjame Wilson, trata de hacer reaccionar al médico.

—¡Cham! ¡Cham!— Keyla corrió hacia él. Por el camino tropezó con mesas y sillas y botes, frascos, y otras cosas cayeron al suelo. TRAK TRAK  Llegó hasta su amigo y se arrodilló. Sangre por todos sitios.

—¡Maldita sea Cham!— Pulsó el botón del traje y la visera del casco se echó hacia atrás y el aire rancio entró a bocanadas en sus pulmones. [Jadeo] Observó sus heridas: Un profundo corte en la garganta y sangre brotando y derramándose traje adentro. Mala pinta. Intentó ayudar a Miller pero estaba demasiado nerviosa.

—No me jodas, no me jodas.— entre sollozos.

Movía la cabeza delante y atrás.

—Nomejodas nomejodas —

La cabeza adelante y atrás

—Nomejodas—

En un parpadeo, la escena horrible había pasado a espantosa. Cham tropezó y cayó sobre su espalda empujado por la sorpresa del repentino ataque. La misteriosa criatura había demostrado ser altamente agresiva y poseía un instinto asesino nato. Arañó y traspasó en espasmódicos ataques su traje presurizado antes de morir y una mancha rojiza empezó a extenderse en la parte inferior al casco. El controlador de carga intentó cubrir lentamente su cuello como si sus temblorosas manos pesaran una tonelada. Intentó levantarse, pero volvió a caer.

Al serle removido el traje, sus ojos estaban vidriosos y terriblemente enrojecidos. La desbaratada mirada de Lyron observaba a la nada, nublada. Quería decir algo, pero el intento terminaba en un espasmo de tos sanguinolenta que parecía más bien empeorar las cosas.

De repente, una de sus manos salió disparada a algún lugar en el interior de su camisa. Temblaba mucho, no podría llegar a tomar nada. La cruz de un rosario brincó fuera de un bolsillo y cayó sobre el suelo. Su mano estaba vacía, y las lágrimas de sus ojos se ligaban con la sangre que manaba de su boca.

Leah se quedó paralizada, como procesando todo lo que acababa de ocurrir. Dio un par de pasos hacia atrás hasta que chocó con un armario cuyas puertas permanecían cerradas. 

- Pero... - comenzó a balbucear mirando la escena y el xenomorfo en el suelo de la bahía. 

Miró entonces guardando silencio como sus compañeros trataban de estabilizar a Cham. Dio un par de parpadeos y miró a la tripulación de la Chronus. 

- ¿Vosotros? - Dirigió su mirada a las muestras, viales, huevos y las dos criaturas encerradas - Que es lo que estabais haciendo aquí... 

Poco a poco recuperó la compostura y viendo que su equipo se estaba encargando de Cham se acercó a Wick Johns y lo cogió del pecho.

- ¡¡ Habla !! - Estaba claramente alterada...

Wilson gritó pidiendo la ayuda del médico de la Cronus pero cuando se agachó para ayudar a Cham un chorro de sangre fue escupido de la herida e impactó contra el cristal del casco lo que le hizo retroceder y agarrarse el estómago para contener las ganas de vomitar dentro de su propio casco. Miller se dio cuenta de que no podría taponar la herida a través del agujero del traje que había causado el mordisco del xenomorfo así que le quitó el casco a Cham y aflojó el aro del cuello donde se ajustaba pero se vio apartado del controlador de carga por Rye que llorando comenzó a llorar sobre el pecho de su amigo.

Flynn reaccionó por las palabras de Wilson y se acercó al cuerpo tendido en el suelo pero Cham ya no se movía; el médico intentó reanimarlo pero el controlador de carga parecía fuera de toda recuperación. Enderezando su espalda levantó su brazo derecho y descargó el puño contra el pecho de Cham: Maldita sea, respira. El sonido de ahogo típico de alguien que se ha quedado sin aire llenó la bahía médica y Flynn dio instrucciones a Miller: Presione aquí y no quite las manos si no quiere perder a un miembro de su tripulación, él se levantó y buscó en el cajón de uno de los muebles cercanos para volver con una aguja quirúrquica de las que suelen venir enhebradas y esterilizadas en una funda. Voy a ir cosiendo la herida, vaya quitando las manos cuando yo le diga.

Davis sujetó de la pechera a Johns y le empujó contra el mamparo, le presionó pero el oficial parecía en shock, como paralizado por lo que acababa de pasar. Fue Reid la que de un empujón separó a ambos y se encaró a la piloto: ¡Qué coño te crees que está haciendo!

Clayton dio un fuerte silbido para cortar las tensiones que se estaban viviendo: Dejémonos de estupideces, hemos perdido a una persona y podemos perder a otra...tendremos tiempo de charlar cuando Flynn termine su trabajo.

El médico terminó de coser a Cham y asintió a Miller indicando que viviría: Hemos llegado a tiempo, sobrevivirá, pero se notará cansado y débil durante unos días hasta que se le cierre del todo. Lo vigilaré para que no se le abran los puntos.

Miller resopló aliviada y dio dos palmaditas en el hombro a Cham. Se incorporó con las manchas de la sangre de su compañero aún en los guantes, y sin mediar palabra, se abalanzó sobre Johns, el oficial, sujetándole por las solapas.

- ¡Qué cojones ha sido eso! - La ira podía verse en sus ojos - Mira, no sé qué mierda tenéis en la cabeza sobre confidencialidad o vuestra maldita misión, pero aquí y ahora TODOS estamos en la misma misión. Este bicho que casi mata a Cham es el hermanito pequeño del que anda suelto por la nave, y no tengo la menor intención de seguir exponiendo a mi tripulación sin saber a qué nos enfrentemos, así que empieza a dar explicaciones u os quedáis aquí solos con vuestras mascotas.

- Yo...nosotros...hicimos lo que nos ordenaron.. - no mantuvo la mirada de Miller, bajó los ojos y giró un poco la cabeza hacia la izquierda intentando evadir la respuesta. No hizo ningún intento de soltarse, parecía que seguía algo conmocionado por lo sucedido.

La sargento, que estaba en un duelo de miradas con Davis, se volvió ahora contra Miller y le sujetó los brazos: O lo sueltas o te parto la cara, pedazo de gilipollas.