Partida Rol por web

Me había quedado ensimismado observando el techo del túnel pensando que en cualquier momento se nos podría caer encima y respirando el pútrido aire que me asfixiaba...la sensación de ahogo y claustrofobia era impresionante, demasido para soportarlo por mucho tiempo...¡Tengo que salir de aquí cuánto antes!

Al ver que echaban a correr me lancé a seguirlos rapidamente mientras le gritaba a Dan, que parecía haberse quedado tan absorto como yo, ante la dificil situación que nos esperaba:

-¡Vamos Dan, corre, salgamos de aquí!

Angosto y putrefacto es el camino que recorréis y casi sin sentido hacia la oscura profundidad de la gruta huyendo de vuestros perseguidores para que estos no os cojan, pero Fran parece tener las ideas claras de donde va.

Tras una larga y angustiosa huida podéis contemplar como al final del camino podéis ver una luz y una gran gruta. Al adentraros en ella observáis que es enorme con un lago de agua salada donde arden siempre antorchas para iluminarla y unas personas con túnicas cantando y bailando, así como el bebé de los Hamilton, y los restos putrefactos de lo que parece ser Benjamín.

Nada más entrar Silvia gesticulando os pide que os ocultéis en una oquedad en la roca cercana a la puerta para poder evitar que os vean tanto vuestros perseguidores como los encapuchados.

Ya ocultos Silvia os susurra:

- Parece que están todos presentes y van a empezar con el ritual con el ritual, tenemos poco tiempo.

Si alzáis un poco al cabeza podéis observar que de entre las 15 personas solo 5 van sin la capucha. El cabecilla es Erwin Sánchez, pero detrás de él, ayudándole hay otras cuatro personas: James Goldbrund, el alcalde; el jefe de policía Thomas Andrius; el juez, Phillip Jones, y el dueño del dique seco en el puerto, y la persona con más dinero de todo el pueblo, Timothy Conery.

- Mierda tenemos que pensar rápido o estamos perdidos.

- joder, joder joder.... están todos en el ajo, yo propongo buscar una salida o aprovechar el factor sorpresa y atacar. Un coctel molotov incendiaría a más de uno en esa congregación de monstruos.

- Además tenemos el problema de que nos están siguiendo, ¡hay que pensar rápido!.

El detective está cada vez más nervioso, la situación empeora por momentos.

- En caso de que las cosas se pongan feas lo mejor sería encontrar una salida rápida para huir en cuanto podamos.

Después de una larga carrera tratando de huir de nuestros perseguidores llegamos a una gruta donde está reunida la crème de la crème del pueblo.

- ¿Pero en qué coño de jaleo me he metido? -pienso alucinado por lo que veo.

El caso es que hemos de reaccionar de alguna manera, o tenemos los minutos contados. Lanzar uno de esos cócteles caseros estaría bien, si no es por el detalle del pequeño niño. Aunque el detalle del niño, tal vez se podría obviar...

Aparto esas oscuras ideas de mi cabeza y analizo la situación.

- Bueno, después de todo, sólo son quince. Y a lo mejor no van armados... -no me lo creo ni yo- ... o si lo están, quizás podamos pillarlos desprevenidos si nos acercamos con cuidado y nos repartimos la faena...

Miro expectante a mis compañeros de locura, a ver si les parece buena idea.

Mientras habláis Silvia parece inquieta, no deja de mirar a la zona donde está a punto de suceder el ritual con un gesto nervioso y desanimado en el rostro.

– Si en verdad queréis atacarles necesitamos un plan y rápido, pues no es que nos sobre mucho tiempo antes de que comiencen o nuestros perseguidores acaben por encontrarnos.

- Dudo mucho de que estén desarmados, puesto que ya sabían que estábamos merodeando por la zona y a causa de eso nos mandaron esas “cosas” a por nosotros. Creo que temen que les chafemos la fiesta.

Voy corriendo y me oculto rapidamente cuando Silvia lo pide, presto atención a lo que dice y quedo en shock diciendole en susurro "Lo lamento Silvia", luego escucho a Dan y a Silvia, diciendo "si es cierto lo que dice Silvia pero necesitamos ver como salimos de acá, porque sino estaremos perdidos" miro por toda la gruta haber si hay una salida oculta de la misma y sin que nadie nos vea. 

El detective sigue alerta ante una situación crítica como esta, pero comprende que esta es una oportunidad única para poder acabar con este problema.

- Sam creo que debemos enfrentarnos a ellos aquí y ahora. Esto tiene que acabar, tenemos el factor sorpresa de nuestro lado. Seguramente vayan armados pero si intentamos escapar solo retrasaremos nuestro final.

- Este es el momento de enfrentar nuestros temores. Señores, creo que ha llegado el final.

Intentando dar ánimos al grupo Fran coge uno de los cócteles molotov, le solicita el zippo al compañero Geoffrey Bull y con el enciende la mecha del la bomba casera.

- Ha sido un placer trabajar con vosotros, ser fuertes pues la fuerza nos sacará de esta situación. ¡Vamos a por esos cabrones!.

Con decisión Fran se detiene para lanzar el cóctel molotov en llamas contra medio del gentío desprevenido. Sabiendo que el niño está situado en medio, en un pedestal, decide lanzarlo a los pies con la intención de que salgan ardiendo. Acto seguido grita al gentío a la vez que lo lanza.

- ¡Eh!, rezad lo que sepais "pececillos".

Comienza la acción. Me refugio en uno de los recovecos de la cueva tratando de cubrirme de la explosión que producirá la bomba lanzada por Fran, y, una vez a cubierto, saco mi arma. Me he quedado con la cara de ese tal Sánchez, el cabecilla; en cuanto sea el momento, hay una bala grabada con su nombre esperando dentro de mi pistola.

El grito del detective resuena por toda la caverna, antes que la botella lanzada por éste impacte de manera directa en la espalda del último de los sectarios; esto hace que el líquido inflamable de su interior se derrame por sus ropas, haciendo que muera de una forma agónica pasto de la llamas y por las de dos de sus compañeros cercanos haciendo que de una manera ardan sus cuerpos. Tras el caos producido por el rio de llamas el miedo se apodera de las mentes de los sectarios, a lo que Dan aprovecha para hacerse con una posición ventajosa para disparar a Sánchez cuando sea el momento adecuado.

 El caos parece apoderarse de la situación pero esto no parece molestar a los miembros fundadores; a lo que el comisario saca su fusil y aunque no os ve apunta hacia vuestra posición mientras avanza con cautela. 

- ¡ Salid de donde quiera que estéis sabandijas !

Fran oculto tras las rocas saborea el dulce nectar de los gritos procedente del los sectarios en llamas. Mira a sus compañeros para comunicarles su siguiente paso.

- Cuidado con el loco del fusil, un disparo y puede que no vivais para contarlo. Alguien tendrá que hacerse cargo de recuperar el bebe, los demás entre los que me incluyo mataremos a esos hijos de puta.

El detective dirige su mirada a Silvia mientras le solicita el otro coctel a uno de sus compañeros.

- Silvia quiero que estés pendiente de la entrada por la que hemos venido y lances el cóctel hacia ella en cuanto aparezcan nuestros perseguidores. Trata de hacerles el mayor daño posible.

Tras decir esto Kurt se asoma detrás de la cobertura que ofrecen las rocas, saca su arma y dispara a los sectarios que se encuentran aún en llamas para terminar de matarlos, aprovecha para escrutinar cuantos enemigos hay en la sala.

Al ver la rapida reacción de mis compañeros, me quedo en shock, tal vez yo no pueda llegar a hacer algo así sin embargo les ayudaré en lo que pueda, esperando no terminar muerto pues ahora debo andar con mucho más cuidado, se que esas personas no son de fiar si unos esbirros me hirieron el hombro, no se que puedan hacer unos sectarios de mayor rango...

En mi escondite, miro al comisario, evidentemente sin delatar mi posición, y digo en susurro a Silvia: "Desde cuando inició esto? porque ya tiene demasiada fuerza" luego miro por la gruta que haya a favor de nosotros... 

Busco un sitio seguro donde quedar a cubierto, pero lo cierto es que estamos todos demasiado cerca para pasar desapercibido. Encogido como puedo, saco el arma.

Muerto el perro, muerta la rabia... pienso mientras busco al cabecilla de los sectarios para encañonarlo.