Partida Rol por web

Les miro alternativamente y les acerco el libro escarlata:

- No te puedo obligar y bien lo sabes que corremos riesgo hagamos lo que hagamos. Solo os he dicho lo que me han di... lo que he leído -digo señalándoles las palabras de la primera página del libro- ¿Que es seguro que algo malo pase? Nos pasará algo malo sí o sí. ¿Que hay una probabilidad de que sea verdad? Quizás. Pero lo mires como lo mires, ¿cómo entraremos en la torre y accedemos al cuerpo de la amada de Sir Gawain si el acceso está cerrado? ¿O como accederemos a las mazmorras si corren la misma suerte? -me encojo de hombros. De ser yo quien estuviera en su situación, no sabría qué elegir- Es tu decisión, Gabriel. Elijas lo que elijas, no te podemos recriminar nada.

Miré con dureza a Irina, fulminándola con la mirada. -¡Qué fácil es hablar desde la seguridad de quien no tiene que jugarse el culo!. -exploté de mala gana. Estaba sufriendo un estrés extremo, las cosas se iban tornando cada vez más amarga y más intrincada para sobrevivir.

Pero también era cierto que en sus palabras había parte de verdad, si no hacíamos algo acabaríamos muriendo si o si. Quién no arriesga no gana, es lo que diría mi abuelo. Y también estaba el tema de que yo era el responsable del problema de las armaduras...

Suspiré de forma cansada y miré hacia mis compañeras. -Está bien, me sentaré. Si me pasa algo quiero que hagáis todo lo posible por salir de aquí y que me recordéis tomando un buen vaso de whisky a mi salud. Y nada de beber de la competencia. -sonreí con cinismo. El humor negro nunca había sido mi fuerte. 

Sin añadir nada más me senté resignado en el sofá a la espera de algo que estaba seguro que me iba a doler. 

Me cuesta llegar a la espada, pero al final lo consigo. Tiro un poco de ella y veo como se abre la parte trasera de la chimenea. Me quedo dubitativo con la espada aún en la mano sin saber muy bien que hacer. El pasillo que se abre ante nosotros me da muy mala espina, pero no nos queda otra opción. Hay que bajar.

Me doy cuenta de que cargo con demasiadas cosas. La cámara de Abie que había dejado en el suelo para coger la espada, mi propia cámara y la espada. Dejo la espada en el suelo y me cuelgo mi cámara al cuello. -Que alguien coja la espada, yo no puedo cargar con todo, puede que nos sea útil. Iré primero, vosotros ir detrás de mi. Si veo algo os avisaré. Tened cuidado.

Sin esperar a su respuesta me adentro cojeando en el túnel. Voy a buen ritmo, pero no excesivamente deprisa, mirando sobre todo al frente para intentar advertir cualquier peligro que venga de ahí. Vamos directos hacia el ruido de cadenas... No quiero encontrarme de frente con lo que sea que hayan encadenado en un lugar como este.

Mientras buscaba alguna pieza suelta para abrir la contrapuerta que ocultaba la bajada a las mazmorras, sus compañeros intentaban sacar la espada, y al jalarla, la puerta se abrió, Temp saltó como un gato, hacia un costado, con el corazón latiendo con fuerza, aún estaba demasiado presente lo vivido en las puertas de la habitación. Pero nada, sólo el aire helado y húmedo de las mazmorras, acompañado de un precioso sonido de cadenas, tragó saliva y fue a tomar la espada, Nick ya llevaba la cámara y ella llevaría la espada, para poder defenderse de lo que fuera...

- ten cuidado tú...- le murmuró la chica, colocándose en su espalda, con la espada en alto y con el cuerpo temblando, era como si estuviera recibiendo una descarga eléctrica constante,  si hasta las manos estaban heladas.

Mostrando valentía delante de sus compañeras y dispuesto a sacrificarse por el bien común, Sir Gabriel McTavish se dirige hacia el sofá ante la atenta mirada de las tres chicas, que parecen algo tensas, como seguras de que algo vaya a ocurrir una vez que se siente.

Sin embargo, en apariencia al menos, no parece que le pase nada a Gabriel que se ha sentado quizás demasiado al borde.

Miró a Irina con una expresión de estupefacción y sorpresa; había llevado a Gabriel hacia donde quería, de manera que al final se había visto en la obligación de ceder, quizás impulsado por su nobleza que le hacía creerse de alguna manera que una buena causa valía su sacrificio y que eso sería honorable de alguna forma o puede que fuera un simple machismo clásico que le impulsaba a proteger a las "indefensas" chicas que le acompañaban.

Fuera cual fuera el motivo que le había inducido a ceder, Abie deseó egoístamente tener la videocámara consigo y grabar lo que pasara. Por fin y sin poder más, sacó su grabadora y la presionó antes de ponerse a murmurar a toda prisa.

- "La situación se ha vuelto jodidamente difícil y ahora no tengo tiempo para alargarme. Resumiendo: el castillo está encantado, el monje que aparece en mis fotos es un brujo malvado que llevó a la muerte a Gawain y a su enamorada y tenemos que unir sus restos. El monje ha matado a Jessica, hemos huido, una niña monstruosa me ha atacado, la hemos matado, Gabriel ha cogido una espada y ha activado a todas las armaduras, nos han atacado, y ahora nos hemos separado en dos grupos, cuatro a la torre para buscar los restos de la amada y tres a las mazmorras para buscar los de Gawain. De alguna forma alguien o algo se ha comunicado con Irina y le ha dicho que necesitamos unas llaves y que sólo nos las dará si el caballero, Gabriel, se sienta en un sofá, algo que acaba de hacer y que tiene toda la pinta de ser una trampa mortal para él" - Quizás no debería haber dicho esto último, pensó mientras recuperaba el aliento y se acercaba al lord, quedándose a un metro de él y acercándole la grabadora -. "¿Qué sientes?"

Al momento en que te sientas, notas cómo unas manos recorren tu cuerpo de forma sensual. Primero crees que son dos personas y luego, cuando aparecen ante tus ojos, compruebas que se trata de tres bellas y sensuales damas.

En cuanto tu mirada ha ido a los ojos de la primera, amarillos hipnotizantes, has quedado paralizado y en medio de lo que parece un sueño. Ellas te hablan de forma suave y tentadora.

- Quédate, apuesto caballero... quédate y haznos compañía... aunque sean dos minutos... quédate junto a nosotras... Dinos, ¿qué respondes?

El decidido y valiente Nick es el primero en descender por los escalones seguido por sus compañeros.

Conforme bajais, observais que la temperatura baja considerablemente y la humedad se nota con cada respiración. La irregular y rugosa piedra está mojada y en el suelo hay algún que otro charco.

Una vez abajo veis una antorcha de mano y tres posibles caminos. Uno al frente, otro a la derecha y un tercero a la izquierda. Detrás quedan las escaleras que dan al vestíbulo de donde habéis venido.

El sonido de cadenas arrastrándose se intensifica pero no sois capaces de discernir de qué zona proviene. Nueva elección. ¿Qué camino elegiréis?

Todo ocurrió de una manera muy extraña. Sin saber muy bien el cómo me vi rodeado por las tres mujeres más bellas que había visto nunca. Aquellos ojos, la sensualidad de sus voces y lo agradables que eran sus caricias me hacían sentirme único, especial.

De fondo llegaba la voz de Abie pero mi cerebro sólo tenía atención para aquellas tres diosas que me pedían quedarme con ellas. -Vaya... me siento halagado chicas... -susurré de forma melosa. Parece que no todo va a ser malo en el castillo, por fin aparece algo bueno. 

Pero esa palabra me hizo reaccionar: aparece. Aquello no era real, no podían haber aparecido de la nada y dudo que Gawain usara los pocos poderes que tenía para darme a mi placer (aunque sería todo un detalle por su parte). Mi conciencia fue tomando el control de la situación y cada vez era más consciente de que aquello era una trampa de la que saldría mal parado. 

La resistencia del embrujo de aquellas mujeres era fuerte pero gracias a mi temperamento y a una sangre fría de la que pocas veces hacía gala fui apartando los deseos que me intentaba imponer mi lívido. -No... no... gracias pero... pero no. -las rechacé con educación, pues temía que si se enfadaran se convirtieran en locas como la que había atacado a Abie. Abie... Abie, Irina y Jennyfer... ellas si que son reales, esto no es más que una ilusión. -¡YA! ¡BASTA! -grité cansado de estar bajo su embrujo.

¿Qué ha sido ese peso adicional en tu bolsillo?

¡El manojo de llaves ha aparecido ahí!

Escuchas cómo las voces femeninas te responden:

- Un trato es un trato... lástima que no quisiera quedarse a jugar...

- Lástima...

Se apartan de ti y poco a poco dejas de sentir su tacto hasta que finalmente desaparecen.

- Habríamos pasado un buen rato... un divertido tiempo juntos...

Bajan los escalones, Temp estaba demasiado asustada, los demás chicos no estaban de mejor estado, pero cuando llegan al final de las escaleras y el sonido de las cadenas sigue siendo una tonada cansina de fondo, Temp se alarga para sacar la antorcha y se la entrega a Crono, y se pone delante de Nick con la espada en la mano - así está mejor, estas herido y no podría defenderte rapidamente si algo pasa... ahora... digo seguir por el medio,  - sin más decidió, no había tiempo para miramientos.

Crono cogió la antorcha que le ofreció su compañera con un gesto de afirmación. La hubiera cogido él sólo pero que ella hubiera pensado en él le hacía plantearse que hacían un buen grupo, al fin y al cabo habían pensado igual. Temp cogió la espada y se colocó delante de Nick, para poder protegerlo.

Crono se adelantó, al fin y al cabo llevaba la antorcha.

-Por el medio pues. Pero recordar el camino que vamos llevando, no sea que esto se vuelva un laberinto.

¿sabrá manejar la espada?

Llego a la intersección y veo como Temperance y Crono me adelantan. No me importa demasiado, al fin y al cabo la cámara de Abie solo vale para cuando estemos a oscuras. Decido dejar a los dos chicos que parecen llevarse cada vez mejor ir adelante, protegiéndome.

Me habría gustado optar por el camino de la derecha, pero como ya han decidido que camino tomar sin mí, decido no decir nada. Al fin y al cabo es una corazonada, nada parece indicar que un camino sea mejor que otro. me mantengo atento, intentando escuchar algo que pueda ayudarnos a situarnos o a evitar cualquier ataque.

-Adelante, os sigo.

-...Ten cuidado, ¿vale?

Crono ni siquiera le había mirado, pero según habló Nick, contestó a su compañero. Era, sin lugar a dudas, aquel con el que más confianza había reunido en el poco tiempo que llevaban en el castillo. Si le pasaba algo, más allá de sentirse inseguro por lo que pudiera pasarle a él, seguro que sentiría algo más, seguro que su corazón se lamentaba...

Entrais en la zona de celdas. La mayoría tienen las puertas cerradas y parece que el hierro no se ha estropeado nada.Está igual de fuerte que siempre.

En algunas de las celdas hay huesos, ropa o incluso cuencos de arcilla además de cadenas en algunas zonas, enganchadas a la pared.

Todo está oscuro a excepción de lo que vais iluminando por el camino, un corredor muy largo. El sonido de cadenas parece reducirse momentáneamente. Quizás os estais alejando del que lo produce...

Nueva bifurcación y de nuevo no se ve nada. ¿Derecha o izquierda?

Al ir primera armada con la espada Temperance ha pisado un charco bastante profundo. El líquido le ha llegado hasta la rodilla de su pierna izquierda y cuando mira hacia abajo descubre que es sangre.

Desde ahí y con la luz de la antorcha vislumbra un camino de sangre que nace desde el charco y va hacia la derecha.

Sonrío a Crono, intentando que parezca que estoy menos preocupado de lo que realmente estoy. Si algo nos ataca voy a ser el blanco más fácil. Puede que la herida de la pierna no me permita salvarme de lo que pueda venir. Pero no debo ser una carga. Crono parece que irá primero, tiene que centrarse en lo que venga de adelante, no en el débil que lo sigue por detrás. Odio sentirme como una carga pero no puedo evitar sentirme así. Si les pasa algo por ayudarme no me lo perdonaría...

-Tranquilo Crono, estoy bien, no me va a pasar nada. Céntrate en lo que nos viene por delante. Yo estaré mirando hacia atrás con la cámara por si nos atacan por detrás.

Permanezco atento a la cámara y a cualquier cosa que pueda oír a parte de ese e. No es momento de escalofriante sonido de cadenas. De verdad que no quiero descubrir que es lo que está encadenado ahí abajo.

Llegamos a una zona con celdas y una nueva bifurcación. No diré hacia donde ir esta vez. Se les ve muy decididos y yo no quiero ser el pájaro de mal agüero que diga que creo que nos estamos equivocando de camino.

Temperance va delante de los dos hombres,han dejado a Nick con la cámara al último, y Crono con la antorcha. La más baja, tenía la espada en alto, para atacar si escuchaba algo o a los demás los atacaban - Nick, saca fotos, algunas, quizás podamos captar algo que con los ojos no podemos, plis - le pide al chico, recordaba las palabras de Abie, que había dicho que en las fotos que sacaba salia  el monje asesino.

Caminaron por el pasillo, las celdas estaban llenas aún con los restos de sus víctimas, almas que quizás aún estaban apresadas en ese lugar, ¿serían del caballero?, algo le decía que no, era demasiado sencillo para que fuera así. Siguieron caminando, pero de pronto suelta un grito ahogado y tropieza,  deteniendo la caravana,  saca el pie asustada, creyendo que la jalaría por él, y  se da cuenta de que es... es sangre, toda su pierna está cubierta de sangre y el rastro va hacia...

- es sangre...- murmura, había callado un grito, y el asco y el miedo, sólo para no asustar a los chicos y ser una carga para ellos, se puso de pie y tomó la mano de Crono que sostenía la antorcha - el rastro, va hacia la derecha... - les anuncia,  y camina en esa dirección, había sangre fresca, una víctima, quizás una de las chicas que fueron hacia arriba... o algo peor... Aunque esperaba que los chicos la detuvieran.