Partida Rol por web

Cuando se hizo por fin la hora, tanto Jacklin como Khya se echaron a dormir y Ed y Cranberry se quedaron haciendo la primera guardia. En la zona había un gran silencio y las estrellas del cielo relucían con gran esplendor. Poco después, Jacklin y Khya cayeron en los brazos de morfeo y Ed y Cranberry tendrían un rato a solas para hablar de lo que quisieran mientras durara su guardia.

Cuando se hizo por fin la hora, tanto Jacklin como Khya se echaron a dormir y Ed y Cranberry se quedaron haciendo la primera guardia. En la zona había un gran silencio y las estrellas del cielo relucían con gran esplendor. Poco después, Jacklin y Khya cayeron en los brazos de morfeo. Más tarde, lo que pareció solo un instante, Ed y Cranberry despertaron a Jacklin a Khya para anunciarles que ya era su turno. Mientras los dos tomaban su merecido descanso, Jacklin y Khya tenían un momento a solas para hablar mientras que terminara su guardia.

Despues de la ligera cena y que mis compañeros se echaran a dormir me sente junto el fuego detrás del calor que proyectaba este. Dentro de unas horas solo quedarían ascuas, quizá debería avivarlo un poco dentro de un rato para que la noche no se les hiciera fría a mis compañeros, pero eso no era necesario al menos por el momento.

Mi mirada se elevo hacia el cielo y nuestras brillantes compañeras aquella noche. Si se acercaba algo o alguien podríamos verlo venir, no era una noche oscura. Me hice un ovillo con una manta y me quede sentada mientras miraba hacia los alrededores. Intentando cubrir todo lo que pudiera con mi mirada. No paso mucho tiempo hasta que me alerto el ulular de una lechuza o algún tipo de pájaro. En esos momentos miraba hacia Ed que se comportaba con calma.

Después de un par de tontos sobresaltos finalmente me calme pudiendo prestar mas atención a los sonidos de la noche.

Me costó un poco abrir los ojos pues ya no recordaba ni donde estaba, ni porqué me despertaban en medio de la noche, hasta que vi las caras de Ed y Cran y entendí todo. Me desperecé lo más rápido que pude y de un salto me levanté a estirarme, tenía un poco de sueño, pero para lo poco que había dormido estaba bastante descansada. Miré hacia Jacklin a ver que tal lo llevaba y me acerqué a él para sentarme a su lado.

- ¿Has dormido bien?, parece que su guardia fue tranquila, esperemos que la nuestra también.

Cogí distraídamente un palito del suelo y empecé a hacer figuras aleatorias con él en el suelo.

Hacía tanto tiempo que no pasaba la noche al aire libre que casi lo echaba de menos. Los últimos días habían sido una locura y por fin podía “relajarse” en un entorno en el que se encontraba a gusto.

Desde una privilegiada posición elevada tras encaramarse a un árbol, podía ver como algunas alimañas, curiosas por el olor, se acercaban tímidamente a nuestra posición, aunque siempre alerta, al más mínimo movimiento o ruido huían tan silenciosas como habían venido.

Los recuerdos de mi juventud cazando junto a Padre afloraban en momentos como este ayudándome a sobrellevar el paso de las horas… y siempre acababan dibujando una tímida sonrisa en mi rostro.

De vez en cuando me fijaba bien en mi compañera, a veces se hacía duro aguantar despierto durante las guardias pero parecía que aguantaba sin problemas.

Me despierto sin problemas ni me había dado cuenta de cuando me quede dormido quizás estaba mas cansado por la caminata de lo que pensaba. Me senté cerca de donde antes estaba la hoguera con mi espada en el suelo junto a mi, no me gustaba nada separarme de ella y menos cuando se supone que podríamos ser atacados en cualquier momento. Cuando Khya se sienta mi lado la miro por el rabillo del ojo.

-Como un tronco. Yo también espero que no pase nada. Oye, hay algo que quería preguntarte cuando me picaron aquellas abejas y me unté el barro que Ed me dio en las picaduras ¿Cran no estuvo un poco rara? Se veía como si le pasara algo y estuvo mirando hacía la nada un rato -mi expresión mostraba que mi pregunta era totalmente inocente.

Me quedo pensativa al oir la pregunta de Jacklin, al recordar la escena una sonrisa pícara empieza a dibujarse en mis labios, le doy un codazo.

- Ahora que lo dices... creo que le gustas o algo así, me parece que lo que le turbó fue verte el torso descubierto, por eso apartó la mirada y se quedó mirando a la nada.

Me río, no entendía porqué pero ese tipo de temas siempre parecían incomodar a mi amigo, y eso me resultaba muy pero que muy divertido.
 

Mi expresión no cambió un ápice con la respuesta de Khya, me eché un poco hacía atrás y me quede mirando el bosque.

-Ya veo... Tal vez sea verdad o puede que solo se sintieran avergonzada de ver el pecho de un hombre descubierto la próxima vez la tendré mas en cuenta, no quiero que se sienta incomoda.

Suspiré un poco la noche de vigilancia iba a ser larga pero al menos podía usar la posición de la luna a como de reloj para saber cuanto faltaba. Aunque la verdad estaba prácticamente seguro de que iba a acabar enfrentando a esos bandidos tarde o temprano de todas maneras.

Tras una noche tranquila en el que se turnaron para vigilar, finalmente no ocurrió nada peligroso y pudieron descansar perfectamente. El grupo se despertó y tras desayunar un poco, se prepararon para partir. Ya solo quedaba un día para llegar al poblado pero parecía que les quedaba la zona que posiblemente sería más peligrosa: el bosque. De nuevo Ed se puso en cabeza para tratar de guiar al resto, esperando no encontrarse con ningún problema, pero eso no iba a pasar...

No tarde mucho en despertar y desperezarme con las primeras luces del sol. El lugar que habíamos escogido para dormir era ahora con el sol amaneciendo mas bello de lo que había percibido en un primer momento. En la linde del bosque podía distinguir ya algunos pájaros cantando para hacer sus saludos al nuevo día.

Salude con la mano dando las buenos días a mis compañeros que habían tenido el segundo turno de guardia.- No hubo problemas ¿no?.- Pregunto mientras me acerco a los restos de la hoguera para agitarlos con una rama y comprobar que se había consumido totalmente y ya no quedaba posible fuego que originarse.

Con prontitud cogí un frugal desayuno para compartirlo con mis compañeros.- Caminata por el bosque, creéis que será igual de bonito por dentro que desde aquí?.-Pregunte intentado romper el silencio de la mañana.- Por cierto Jacklin, ¿Están mejor las picaduras?. Pregunte ligeramente preocupada por saber como se habían desarrollado las heridas del muchacho.

Cuando termine de desayunar me asee como pude con lo que teníamos, no quería gastar agua del viaje para tales quehaceres, pero bien hubiera agradecido algún rio cercano para limpiarme y refrescarme en aquellas horas.

Cuando vi los primeros haces de luz del amanecer respiré aliviado y me levanté estirándome un poco. Luego me agache para recoger mi espada y volver a enganchar la funda en mi cinturón. A pesar de haber tenido mucho menos tiempo de sueño del que acostumbraba me sentía bastante bien. Mientras colocaba la espada bien escuche la voz de Cran a mis espaldas.

-Ni uno solo ojala fuera así mas a menudo.

Tras asegurarme de que no se caería mi espada durante el viaje, me pongo a estirar un poco para intentar asegurar no sufrir ninguna lesión durante la caminata que aún quedaba.

-Hoy deberíamos llegar a... ¿alguien sabe como se llamaba el pueblo? Creo que lo he olvidado por completo -me reía un poco por mi incapacidad de recordar un simple nombre o tal vez nunca nos lo dijo hasta que Cran me pregunte por las picaduras- Estoy perfectamente solo necesitaba un poco de descanso, no te preocupes por mi soy mucho mas duro de lo que parezco* solo espero no ver ni una colmena de abejas en ese bosque.

La noche había sido muy tranquila, y estaba llena de energías, asi que cuando el sol despuntó al alba me levanté de donde estaba sentada haciendo guardia con Jacklin y sonreí a todos, iba a ser un buen día, o al menos eso pensaba yo.

- ¡Vamos chicos!, ya queda poco y tenemos que continuar nuestro camino, ¡el continente olvidado nos espera!

Tras recoger un poco todo para que no quedase ni rastro de que habíamos estado allí miré a los demás.

- Voy a buscar algunas plantas para el viaje, por aquí por la pradera, no tardo.

Y desaparecí, sin alejarme mucho, de allí. Además aproveché la intimidad que me ofrecían algunos arbustos cercanos para asearme un poco mejor y satisfacer las necesidades primarias de mi cuerpo.
 

Lo primero que hice al levantarme fue estirar bien arriba los brazos y respirar lenta y profundamente… - aire libre! - no había nada mejor que levantarse de esa forma, la guardia había sido tranquila y el resto de la noche prosiguió sin sobresaltos.

Tras unos pequeños estiramientos para entrar en calor, ayudé a recoger y limpiar el campamento improvisado.

- Yo tampoco recuerdo el nombre del pueblo, pero las indicaciones de Railey eran bastante claras y no creo que tengamos muchos problemas para encontrarlo. -  Aunque nos quedaban unas cuantas horas de viaje, no parecía un bosque especialmente denso por lo que sería fácil orientarse allí dentro.

Tras buscar durante un rato Khya, consiguió encontrar una manzana crepuscular en un árbol, lo que serviría para sanar las heridas de cualquiera si utilizaba sus conocimientos. Mientras tanto el resto comenzó a preparar todas sus cosas para proseguir con el viaje. Cuando todos estuvieron reunidos prosiguieron su marcha adentrándose en el bosque.

Pudieron comprobar, que como les dijo la granjera, el bosque no era del todo peligroso. De vez en cuando podían ver algún animal salvaje cruzándose en su camino y huyendo al instante cuando se percataba de la presencia de los viajeros. Se llegaron a encontrar un zorro y algún que otro ciervo, pero nada que fuera realmente peligroso. Sin embargo el grupo no bajaba la guardia por la advertencia de Railey sobre los bandidos que había por el camino. Poco a poco fue pasando el día mientras ellos seguían avanzando, hasta que el hambre comenzó a apretar. Siempre atentos, se apartaron un poco del camino para pararse a comer un instante y después proseguir la marcha.

Tras unas horas más de viaje, llegaron a una bifurcación en el camino. Uno de ellos llevaría al pueblo, mientras que el otro posiblemente a una de las haciendas apartadas similares a la granja de Railey. Ed, como buen guía, les guió hacia el noroeste como les indicó su salvadora y siguieron el camino correcto. Pero entonces la tensión se podía palpar en el aire. Se comenzaron a escuchar unos ruidos cercanos, posiblemente de animales salvajes. ¿O quizás eran bandidos? Y sus sentidos se agudizaron en el momento que llegaron a un lugar del camino en el que un árbol caído parecía bloquearlo. Se fijaron en el tronco y no parecía casualidad. Alguien lo había talado. En ese momento, un ruido se escuchó a su lado, y algo parecía dirigirse hacia Ed a toda prisa. Jacklin con grandes reflejos saltó hacia Ed para apartarlo. Gracias a eso en lugar de darles de lleno, únicamente les golpeó un poco. Un tronco colgando de unas lianas había sido preparado como trampa para dejar inconsciente al primero del grupo, pero parece que había fallado. No sin haberles hecho algunas magulladuras.

De pronto entre los arbustos, un par de hombres salieron por la espalda del grupo, armados con espadas. Y frente a ellos, otro hombre con espada saltó el tronco que bloqueaba el camino, mientras que uno que parecía algo más retaco se subió encima del árbol, con un arco en la mano.

-¡Vaya, vaya! ¿Qué tenemos aquí?- dijo el retaco.- Parece que hoy hemos dado con unos galanes... Chicos, ¿queréis que os ayudemos? Parecéis algo... perdidos. No os preocupéis, solo pedimos una compensación a cambio...