Partida Rol por web

Tras las palabras de Railey, Ed empezó a entender el comportamiento del muchacho.

- Podríamos llegar a algún tipo de acuerdo con los militares... quizás les convenzamos para que el chaval se quede en la granja... al fin y al cabo, no sería raro dejar al único hombre que queda de la familia cuidando de los bienes familiares.

El cazador se dirigió a la encimera de la cocina para dejar su plato y todavía meditabundo con el tema, se arremangó para empezar a fregar los platos de la cena.

- Si me acercáis el resto... me encargo de limpiar un poco.
 

- Es una pena, si tuviese tanto dinero, estaría encantada de ofrecertelo en pago a tu hospitalidad, pero desgraciadamente no lo tengo, la verdad, no sé como podría ayudaros, lo siento mucho...

Me da mucha lástima la situación, las cosas no deberían ser así, y no se me ocurre nada. Me levanto y me acerco a Ed para ayudarle inmersa en mis pensamientos, intentando que surja una gran idea en mi cabeza.

Agito la cabeza con pesadumbre. No había nada que pudiéramos hacer por arreglar eso.- Mucho dinero, dudo que los bandidos que mencionaste tengan tanto ¿no?.- Pregunto casi sin darle importancia a la pregunta.- Todo seria demasiado bonito si se pudieran solucionar todos los problemas a la vez.

Había dejado de cantar ya hacia rato, pero mis dedos casi como en un acto reflejo seguían rasgando suavemente las cuerdas. Emitiendo una muda melodía para mi misma.

El joven se quedó en silencio por un instante por lo que le dijo Jacklin. Tras un momento miró a sus hermanas mientras seguían jugando y volvió a mirar a Jacklin. Finalmente le contestó, todavía con algo de apatía.

-De acuerdo. Pero quiero que os vayáis mañana por la mañana. Prefiero no tener que preocuparme por ellas más de lo necesario.

Tras eso se acercó a sus hermanas para explicarles que ya no iba a jugar más con ellas y que iba a irse con Jacklin un momento. Después volvió con Jacklin y le indicó que fueran al granero, ya que allí había espacio y no quería que nadie le viera.

Railey agradeció el gesto de Ed por lavar los platos y tranquilizó al resto diciendo que ya se habían hecho a la idea de lo que iba a suceder. Tras eso se sentó para descansar un rato.

-Hoy me habéis ayudado bastante con la granja y falta un poco para que oscurezca. Si queréis podéis pasear un poco u os puedo preparar los sacos de dormir. Espero que no os importe. Al igual que sillas, no dispongo de camas para todos- dijo con una sonrisa.- Mañana será otro día y si necesitáis cualquier cosa podéis pedírmela.

-Gracias Railey, de momento saldré a ver si encuentro a Jacklin, aún no tengo mucho sueño, aunque he decir que las tareas que haces todos los días conllevan muchísimo trabajo.

Miro a mis compañeros.

- No tardaré mucho, nos vemos chicos.

Salgo por la puerta en búsqueda de mi amigo.

-Ni te preocupes, íbamos a partir mañana temprano de todas formas -respondí al chaval antes de empezar a seguirle hasta el granero.

Una vez dentro empecé a mirar en todas direcciones buscando algo para usar como espadas de prácticas.

-Deberíamos buscar algo que sustituya las espadas, para poder enseñarte con total tranquilidad. No pesaran lo mismo que una espada pero al menos se podrá practicar la técnica la cual es casi mas importante que la fuerza a la hora de un combate real.

Hacer ese tipo de tareas siempre ayudaba a Ed a relajarse y despejar la cabeza. Incluso los acordes que seguía tocando Cran eran un acompañamiento ideal para todos esos pensamientos que flotaban por su cabeza, como en un mar a la deriva iban y volvían sin ningún tipo de lógica.

Tras unos días tan intensos como estos últimos cualquier cosa para tranquilizarse era buena, aunque el nuevo problema del muchacho le tenía algo mosca.

​- Seguro que hay algo que podamos hacer - iba murmurando mientras empezaba a secar platos y cubiertos.- pero el que? - iba pensando para si mismo.

​- Hay algún cuartel militar en la isla Railey? Si están en el pueblo, nos podríamos pasar e intentar hablar con ellos... sigo pensando en la posibilidad de llegar a algún acuerdo. 

Una vez ambos en el granero, el joven se acercó a un rincón y cogió unos palos de madera. Le pasó uno a Jacklin y le dijo:

-Esto mismo será suficiente. Los usamos algunas veces en los campos para los cultivos. ¿Qué es lo que vamos a hacer?- El joven, por extraño que pareciera, parecía algo más abierto. Parecía que no quería desaprovechar la oportunidad. O tal vez la promesa de que se fueran al día siguiente le motivaba.- Se defenderme lo suficiente. Aunque no soy un experto.

Al salir de la casa, Khya no vio ni rastro de Jacklin ni el chico. Solo pudo ver a las dos chicas jugando juntas a pillar. Al acercarse a ellas, preguntó por su amigo, a lo que ellas le contestaron que se había ido con su hermano al granero. Khya se acercó hacia allí, pero la puerta parecía que estaba cerrada.

La granjera comenzó a sacara de nuevo los sacos de dormir y colocarlos de forma que estuvieran cercanos al fogón, para aprovechar el calorcillo. Mientras tanto escuchaba a Ed hablar sobre las posibles soluciones.

-No. La isla es muy pequeña y no merece la pena tener un cuartel militar. De vez en cuando se pasan unos hombres del rey para recaudar los impuestos y hacer los recados, pero raramente abandonan el pueblo. No vienen de forma regular, por lo que puede que os los encontréis cuando vayáis.

Railey terminó de preparar los sacos y les indicó que podrían descansar cuando quisieran.

Medí un poco el palo dando un par de golpes al aire para probarlos y con cara de satisfacción asiento.

-Si, esto debería valer. Podemos empezar con la postura. Fíjate en mi... -estuve explicando o al menos intentándolo era la primera vez que le enseñaba a alguien y se notaba no conseguía explicarme con total claridad y muchas de las ideas que intentaba transmitir se quedaban muy en el aire sin realmente ser captadas. 

-Perdona, no estoy acostumbrado a enseñar a nadie -al darme cuenta de que el chaval no estaba aprendiendo mucho de mí- aprendí por mi cuenta a base de practica y libros de esgrima así que no se exactamente como ser un profesor de esgrima. Pero aunque no hayas aprendido mucho entrena y practica solo así serás fuerte. Lo suficientemente fuerte para protegerlas.

Me es imposible encontrarlos, asi que tras preguntarles a las niñas me dirijo hacia el granero, aunque parece que lo han cerrado a cal y canto, que raro ¿por qué iban a hacerlo?. Decido entonces aporrear la puerta, definitivamente tendrán que oirme.

- ¡¡¡JACKLIN!!!! ¿ESTÁS AHÍ? ¡Soy Khya dejadme entrar!

Al escuchar la voz de Khya cruzó una mirada con el chaval, dejo el palo y me acerco a la puerta. Abro lentamente y miro un poco extrañado a Khya.

-¿A que vienen tantos gritos? ¿Pasa algo?

- Me asusté un poco al ver la puerta cerrada, perdón - ahora me sentía una idiota por actuar así - ¿qué hacéis? ¿puedo pasar?, aún no tengo sueño y me gustaría pasar el rato con vosotros si puede ser.

Espero que me deje entrar y no tenga en cuenta el comportamiento que he tenido, pero pensé que podía estar sucediendo algo raro allí dentro.

-¡Había dicho que a solas!- dijo el chico susurrando a Jacklin para que Khya no le escuchara.- No quiero que nadie me vea. ¡Si no, me voy!

El joven parecía un poco molesto y parecía que lo decía completamente en serio. Se notaba que era muy cabezón y no se había relajado del todo con la visita del grupo.

Me giro hacía el chico cuando me susurra algo al oído. Suspiro un poco y vuelvo la vista hacía Khya.

-Dame tan solo un momento -cierro de nuevo la puerta.

Al cabo de unos pocos segundos vuelvo a abrir y sonrío a Khya.

-Ya esta ¿quieres dar una vuelta?

Al cerrar la puerta de nuevo me giro al chaval con cara de estar un poco cabreado

-Mira chico, no soy un buen profesor y no creo poder enseñarte nada si hasta ahora no he he podido conseguir que aprendas nada. Así que te voy a dejar aquí para que practiques por tu cuenta algo que deberías hacer con frecuencia. Porque déjame decirte algo cabreandote con el mundo por una injusticia no vas a llegar a nada, en vez de perder el tiempo estando de morros muévete, haz algo, actúa. Para todos los problemas existe una solución así que piensa en algo para el problema que tienes ahora ¿entendido? Te dejo solo así podrás practicar sin que nadie te vea.

Sin esperar respuesta, me alejo hacía la puerta.

Me quedo sorprendida pero no tarda mucho en volver a abrir la puerta.

- Ehhh sí claro, ¿y el chico? ¿no quiere venir con nosotros?.

Espero a ver si vienen los dos, aunque dudo mucho que el chico quiera acompañarnos.

Le doy un suave toque en la cabeza aprovechando mi altura si dejar de sonreír.

-Dejémoslo solo, necesita pensar en unas cuantas cosas. ¿Seguro que no tienes sueño? Es tarde y yo pensaba entrenar un poco antes de irme a dormir ya sabes que no puedo estarme quieto, además necesito desentumecer mis músculos.