Partida Rol por web

En cuanto la líder cayo sobre la cama alcé la espada contra ella, no pensaba darle ni un solo instante para que pudiera huir, me agache para coger el cuchillo que había soltado y una vez otra vez de pie enfrente suya puse el cuchillo en una posición un poco rara, sobre mi brazo apuntando hacía ella un poco por detrás del codo.

Hasta que Cran me tendió la cuerda momento en el que enfunde mi espada y le di la daga un momento a mi compañera para luego coger las muñecas de la mujer con fuerza e incluso tirando de ella para que se acercara a mi. Le apreté con fuerza el nudo y deje un trozo largo para al igual que hice con Cran poder llevarla.

- Como intentes cualquier cosa, date por muerta no me tiembla la mano con escoria como vosotros.

Volví a coger la daga de Cran volví a recuperar la misma posición de antes en su contra.

-Vale, vale... Tranquilo, bruto...- dijo la chica mientras se dejaba atar por Jacklin.- Ya está, ya me tenéis... Pero, ¿sabéis que os va a pasar, verdad? El alcalde no estará contento de ganar su parte. Además, un pez aún más gordo nos mandó aquí para hacer este trabajo y me puso al mando.- Entonces miró a Cranberry.- Mira guapa... Si llegan a poner a un hombre de líder los masacran el primer día. Y en cuanto a las chicas, obviamente ya están camino del continente. Si se quedan aquí es simplemente una pérdida de dinero y recursos. Algún que otro gremio las necesita de esclavas y alguien se lo tiene que proporcionar. Y ya que me mandaron saquear y hacer mala fama a los bandidos del colmillo blanco, algo más de dinero había que sacar...

La mujer no parecía tener escrúpulos. Además hablaba como si lo tuviera todo controlado. O bien se guardaba un as en la manga o se creía intocable por las personas que tenía encima de ella, como eran el alcalde y cualquier persona que le hubiera puesto a cargo de aquella banda de forajidos.

Escuché con cierta preocupación las palabras de la líder... si estaba diciendo la verdad, no habíamos resuelto el problema ni de lejos. En le mejor de los casos, iban a esperar un tiempo y continuar las andadas.

- ¿Quien está detrás de todo esto? Es un gremio? - pregunté sin mucha esperanza, aunque la seguridad y tranquilidad con la que contaba las cosas era un poco inquietante... al menos ya teníamos la certeza de que el alcalde estaba implicado en todo el tema.

- Será mejor que avisemos a Furr... quizás logre controlar a estos bandidos ahora que no tienen a su líder.

Había permanecido tranquila mientras miraba a la mujer y como hablaba. Me fastidiaba que hablara con esa frialdad sobre vender a las muchachas como esclavas. Fue entonces cuando Ed hablo y mi mirada se dirigió hacia el como si hubiera dicho algo que no debía. Había mencionado a Furr, los bandidos de colmillo blanco habían hecho mucho énfasis que no se les relacionase y ahora Ed había nombrado a su líder directamente.

-Genial.- Dije mientras miraba a Ed y luego volvía la mirada hacia la mujer.- Ahora tenemos que matarla.- Realmente no era lo que pensaba pero quizá aquel desliz de Ed pudiera servir para que la mujer comprendiera su situación. Mi mano se fue al lateral y tomo la daga.- “Mira guapa…”- Dije repitiendo sus mismas palabras mientras me acercaba.- Creo que no te das cuenta de la situación en la que estas. No deberías hacer amenazas mientras estas apresada.- Mi mano se elevó lentamente colocando la daga en el lateral izquierdo del cuello de la mujer con la parte plana pegada a su cuello.

Mi mirada era fría totalmente y se clavaba en los ojos de la mujer. Si algo me había enseñado el viajar de pueblo en pueblo narrando historias era a actuar. La mano que no sujetaba la daga se alargó y acaricio el pelo de la mujer.- Dime, que prefieres, ¿Un corte de pelo, quedarte muda y trabajar lo que te resta como esclava enviada por tus propios compañeros… o directamente la muerte?.- En mi interior casi se me retorcían las tripas ante lo que estaba diciendo, iban en contra de todo lo que pensaba pero quería asustarla lo suficiente como para que soltara todo lo que pudiera decir. Confiaba en que mis compañeros, con el tiempo que llevaban de viaje conmigo, entendieran que no hablaba en serio realmente…

Resoplo al oír a Ed mencionar a Furr, ahora tal y como había dicho Cran tendríamos que matarla nos gustase o no, aunque por como hablaba de aquellas chicas, tampoco me parecía que mereciese seguir con vida.

- Estoy con Cran, después de lo que ha dicho deberíamos hacer una de esas cosas o llevarla con él, quizás puedan interrogarla y obtener más información. ¿Tú que dices Jacklin?

Todas las barbaridades que soltaba solo me hacían cabrearme mas y mas, el alcalde compinchado con esos bandidos, esclavos para el continente, alguien aún mas importante metido en esto. Debía acabar con todo eso, debía hacerlo costara lo que costara porque eso es lo que hace un auténtico caballero, derrotar al mal. Me gire de inmediato hacía Ed en cuanto nombro a Furr con una mirada inquisitiva se supone que no debíamos nombrarlo.

- Deja a Furr a un lado, no era mas que un cobarde que no se atrevía a plantarles cara fue imposible convencerle de que nos ayudara... Vil cobarde -mientras por otro lado Cran amenazaba a la bandida de una forma que me sonaba totalmente imposible para ella por lo que debía ser un farol era imposible que nuestra Cranberry dijera eso en serio se supone que la mano ejecutora era yo y el que carecía de escrúpulos a la hora de ajusticiar entonces vino la pregunta de Cran- Pienso que me da igual los contactos que tenga, me da igual que el alcalde este compinchando porque nada de eso me asustara a la hora de rebanarla la garganta y que después de esto iré a por el siguiente en la lista de esta vileza para pararle los pies y luego al siguiente y el siguiente y así hasta que acabe -mire a la mujer sin un ápice de duda- Así que ¿como te llamas? Algo habrá que escribir en tu tumba...

Después de hablar todos y a pesar de las amenazas, la chica seguía sin inmutarse, incluso teniendo el cuchillo de Cranberry en el cuello.

-¡Oh, vamos ya! Si estaba claro que esto es cosa de Furr... Decidme. ¿Qué os ha prometido? ¿Acaso os ha dicho en que os estáis metiendo? Y mi nombre no es importante. El nombre que tenéis que recordar es el de Wineda. Y no, no es un gremio. Es más que eso. Y por vuestra pinta parece que no tenéis ni idea...- Entonces la chica se levantó de la cama con cuidado sin ni siquiera tratar de apartarse el cuchillo de Cranberry del cuello y estiró un poco los brazos, mostrando sus ataduras.- Mirad. Aún estáis a tiempo de no meteros en esta guerra. Si me soltáis y os marcháis sin hacer nada estúpido evitaré que os involucren. Pero si me enfadáis o... bueno... matáis... Supongo que estaréis de mierda hasta el cuello... ¿Qué me decís?

- ¿Por qué me miráis así? ¿Estaba claro que tarde o temprano iba a pasar… o pensabais negociar con ella y soltarla sin más? – pregunté al grupo algo indignado por las miradas acusativas… a mi modo de ver, teníamos tres opciones: matarla, soltarla o llevarla con el Colmillo Blanco. Y ninguna de las dos primeras me parecía acertada.

Además, tal y como decía ella, esto nos venía demasiado grande y ninguno de nosotros tenia muy claro cual era el siguiente paso que deberíamos dar con lo que sabíamos ahora, o mejor dicho, con todo lo que no sabíamos. A fin de cuentas, nos habíamos convertido voluntariamente en unos matones de tres al cuarto… enviados para hacer el trabajo de sucio de Furr para que su imagen no se viese perjudicada.

Dios santo.- Dije mirando a la mujer.- No me extraña que haya gente que quiera matarte.- La daga que tenía junto a  su cuello se movió alejándose y bajando ligeramente  mientras miraba sus esposas.- ¿Sabes qué? Creo que estarás mejor callada.- La daga se movió contra la cama y rasgo un buen pedazo de tela antes de ser enfundada de nuevo.

Empecé a hacer un nudo con el trozo de tela y cuando acabe me acerque a la mujer.- Sabes lo que es una mordaza ¿No? Seguro que se la habéis puesto a alguna de las chicas que atrapasteis.- Mi mano se elevó para mostrarle  el trapo con el nudo.- Si no vas a decir nada útil mejor callarte. ¿Quieres hacerlo por las buenas o por las malas?

Parecía que los recientes acontecimientos estaban cambiando el carácter de nuestra amiga, hasta el momento pensaba que era más tranquila y que no le haría daño ni a una mosca, pero visto lo visto, quizás me hiciese cambiar de opinión. 

La verdad es que la mujer se merecía que le hiciesen cualquier cosa. Obviamente no íbamos a dejar que se escapase, y si seguía hablando así, iba a hacer que tuviésemos que matarla.

- Venga, deja de decir tonterías, ya has oído a mis compañeros. Vas a lograr que te matemos...

Me acerco a Jacklin para susurrarle algo.

- Estamos perdiendo mucho tiempo, deberíamos noquearla y llevárnosla de aquí, si seguimos hablando sin hacer nada al final vendrán sus refuerzos y lo pasaremos mal, ¿no crees?

Khya tenía razón esto se estaba alargando demasiado ya debíamos marcharnos de aquí cuanto antes o nos iban a encerrar los demás bandidos en este pequeño cuarto y no quería volver a repetir la escena del barco. Le puse una mano en el hombro a Cran para que se detuviera y me mirara.

- No tenemos tiempo... y además ya me ha hartado -me puse frente a la mujer y sin dudarlo le dí un golpe en toda la cara con el escudo dispuesto a noquearla, si no se noqueaba pues ya sabría que vamos en serio y que no le tenemos ningún miedo- Me da igual como de peligroso sean esos de Wineda, no son mas que escoria.

*Le hice un gesto a Ed para que cargara con ella y otro a Cran para que ahora si la amordazara por si acaso, ahora Furr tendría que responder unas cuantas preguntas.

- Volvemos con Furr y ella se viene con nosotros.

Antes de que pudiera hacer nada, la mujer recibió el golpe de Jacklin que la dejó inconsciente sobre la cama. Entonces Ed cargó a la mujer y la amordazaron, con lo que al final se la llevaron de allí. Con cuidado de que no les viera ningún bandido, salieron de la habitación y fueron avanzando por el orfanato poco a poco hasta lograr salir por el lugar que habían despejado de bandidos. Finalmente lograron escapar sin ningún peligro más. Pero no sabían que les esperaba. Una vez de nuevo en el bosque, decidieron que la llevarían frente a Furr para que diera explicaciones, pero una vez que llevaban medio camino andado, una voz conocida les habló por la espalda.

-Que yo recuerde el trato no era ese.

Al darse la vuelta, se vieron cara a cara con Morrig, que estaba apoyado en un árbol mientras les miraba.

- ¿Y cuál era el trato? ¿Haceros el trabajo sucio, matarlos a todos y venir con una sonrisa? - se puede notar lo enfadada que estoy después de oír sus palabras - tenemos preguntas, y váis a contestarnos a todas, así que vamos ahora mismo con Furr.

Miro a mis compañeros de reojo esperando sus palabras de apoyo.

“Pero nunca matamos o herimos de gravedad a la gente... a diferencia de esos impostores.”.- Pronuncie en voz alta citando al jefe de colmillo blanco.- Por como habló tu jefe no pensé que “encargarnos” fuera matarla.- Dije mirando a Morrig. Era evidente que sabía que eso no era así, pues aunque hubiera pronunciado esas palabras recordaba bien como en nuestro primer encuentro una flecha apuntada por ellos había atravesado la garganta de uno de esos bandidos.

-Además, ¿Cuál es la diferencia? Vosotros mismos lo dijisteis, si nos encargamos del líder los otros estarán perdidos… Y os llevamos a la líder para que decidáis si vuestras palabras son ciertas.- Dije mientras miraba a la joven que llevábamos con nosotros inconsciente. Por un momento dude, ¿Sería posible que Morrig no supiera que su líder era una mujer y pensara que estábamos rescatando a alguien.

Con la mente ocupada con las últimas palabras de la líder, la presencia de Morrig me pilló por sorpresa y más aún su comentario - ¿Cómo que el trato no era ese? - pero al igual que yo, todos nos habíamos sentidos utilizados como simples títeres y mientras clavaba mi mirada al miembro del Colmillo Blanco, tanto Khya como Cran le saltaron a la yugular... y no era para menos después de todo lo que habíamos tenido que hacer.

Me ajusté el cuerpo de la joven para equilibrar el peso. No me importaba cargar con ella, pero ahora no era el mejor momento para estar discutiendo en mitad del bosque. - Que tal si lo hablamos en vuestro campamento? No creo que este sea el lugar más adecuado para montar una escena - comenté a Morrig con tono sombrío. También me apetecía decirle cuatro cosas, pero este no era el momento ni el lugar para ello.

Mientras andábamos una voz sonó a mis espaldas, una voz familiar ladeé la cabeza mientras todos mis compañeros se giraban y hablaban con Morrig. Khya era la mas alterada y la única opinión con la que estaba de acuerdo del todo era con la de Ed este no era el lugar para hablar de este tipo de cosas.

- Fue demasiado fácil... pero esta gente no son mas que el escalón mas bajo de algo muy grande tenemos intención de averiguar mas sobre todo en lo que están envueltos. Su muerte es inevitable, además nunca dije que la fuera a matar en su base -por una vez la educación que intento mi padre darme como comerciante valdría de algo- Hice un trato que no pienso romper pero sería una tontería no aprovechar esta fuente de información que puede ser. ¿Ahora podemos continuar o me vas a obligar a acabar con ella aquí?

-Bueno. Tal vez "acabar con el jefe" significa otra cosa para vosotros...

-Hola, Morrig, cuanto tiempo.- De pronto una voz sonó entre el grupo y se dieron cuenta de que era de la mujer que cargaba Ed. Entonces, la mujer miró a Jacklin.- ¿Creías que un simple golpe me iba a dejar inconsciente?- Después, volvió a dirigir su mirada hacia el bandido.- Estaba claro que intentaríais algo después de tanto tiempo...

-¡Ni se te ocurra dirigirme la palabra, malnacida!- La cara de Morrig mostraba furia. Parecía que ambos se conocían de algo.- ¿No te bastó con lo que nos hiciste? ¿Ahora nos haces la vida imposible siguiendo las órdenes de Wineda?

-Mira, hermanito... Furr es un viejo y no tenía futuro. Siempre tan santo... "No robéis a los pobres", "Nunca debemos matar a nada que no sea un monstruo o sea para comer"...

¿En serio era su hermana? ¿Y no nos lo podía haber dicho antes? O mejor aún, ¿arreglar él solito sus problemas familiares? 

Empezaba a hartarme de tonterías, así que me acerco a Morrig malhumorada.

- ¿En serio me estás diciendo que esta de aquí es tu hermana y nos mandas a nosotros en vez de ir TÚ mismo a hacer lo que tengas que hacer con ella? En fin, debéis de ser todos idiotas, si tenéis problemas familiares pues arregladlos, pero no involucréis a más gente, y con gente me refiero a nosotros - digo señalándonos por si no ha quedado claro.

Cuando la mujer volvió a hablar no puede reprimir dar un pequeño salto por la sorpresa.  La mire un poco enfadada por el susto pero no tarde en negar con la cabeza. No podía negar a Jaklin y a Ed lo que habían dicho.- Tenéis razón chicos, no creo que este sea el mejor lugar para hablar esto.- Dije mientras mi mano se dirigía a la mordaza de tela que había guardado en un bolsillo por si en algún momento la necesitábamos.

Morrig y en general colmillo blanco tenían muchas explicaciones que darnos, pero aquel no era el mejor momento.