Partida Rol por web

Mientras Tubby y el doctor Green bailaban, la niñita dio la voz de que había capturado a un humano vivo.

-¿CEDEBDOS? IUPIIIII, RICO, RICO- dejó de bailar con el Dr y se fue dando saltitos hasta donde yacía el guardia pero se encontró con que una fea mujer estaba tratando de comerse su golosina.

Una extraña transformación operó en el muñecote. Sus ojos se volvieron rojos, su cara más maléfica, su voz, mucho más grave y terrosa.

-SAL DE AHÍ BRUJA DESCARNADA, EL CEREBRO ES MÍO- todo rastro del aniñado peluche había quedado atrás.

Con su gran mano afelpada, le dio unos cuantos golpes a Lisa hasta que logró correrla de la cabeza del guardia, que ya estaba semi abierta y hundió su bocota llena de dientes afilados y comenzó a sorber el delicioso manjar.

-MMMM, GRUSH, SLURP, MMMM, RICO, SLURP-

Ya-aagh mira las manos de Celeste sin entender que le dice, pero a causa de las drogas las uñas de distintos colores parecen hacer cosas muy graciosas y el gigantón sonríe mirandolas mostrando su coleccion de dientes amarillentos, pero en bastante buen estado

Luego acepta su ayuda y, mucho mas tambaleante que de costumbre, finalmente consigue ponerse en pie y se encaminan hacia donde el humano ya ha dejado de gritar y se apiñan los zombies, va a ser difícil que quede algo

Al llegar junto a los demás Ya-aagh da un fuerte manotazo apartando a un par de zombies, el cerebro ya no esta claro, es lo mas sabroso y lo primero que se han comido, pero mete el brazo entre los restos y arranca algo de sangrante higado, lo mira un momento pero luego se lo ofrece a Celeste

-¿hambre?-

Z, como le llamaban los amigos, estaba acostado en uno de los nichos cuando el vigilante apareció, y después de la niña descabezada, fue uno de los primeros en hincarle el diente. Se llevó unos cuantos dedos y un trozo de brazo, al darse cuenta de que no le daría tiempo de salir del nicho antes de que los demás llegaran a la cabeza del inesperado bufé libre. Con todo, se alegró de su adquisición, y de no haberse encontrado todavía con aquél tipo con el que siempre le confundían. Tantos zombies juntos le daban dolor de cabeza, así que se volvió a acurrucar en su nicho, dejando a los demás que se disputaran lo que quedaba del vigilante mientras él roía el brazo con una sonrisa en los no-labios.

Drogas y comida. Las drogas se las habia perdido, pero la comida todavía la podía conseguir. ¿Que había estado haciendo todo ese tiempo? ni el mismo lo sabía. En su cabeza había un vacío literal. Lo mas probable era que hubiera consumido alguna droga de su propia cosecha y se hubiera quedado tirado en algún rincon.

Lo importante era que en ese momento había carne fresca y aun podía llevarse un buen pedazo. En ese momento salió "corriendo". En vida nunca se había planteado el hecho de ser zombie, pero si lo hubiera hecho seguro que habría querido ser un zombie rápido. Desgraciadamente para él, no era el caso.

Se acercó renqueante al agonizante vigilante. -¡Dejadme algún trozo para mi!-

El cuerpo de la niña corría hacia su cabeza. La cabeza era usada para avatir a la víctima. Pero sin cuerpo para digerirla de poco servía. Así que cuando Lisa partió la cabeza en dos la niña cogió una mitad antes de que cayera al suelo.

Como si un trozo de sandía fuera, la sujetaba con las manos mientras la cabeza, ya sobre su sitio, le pegaba mordiscos a la masa cerebral. Era asqueroso a ojos de personas vivas. Pero bueno, aquí no habían personas vivas, al menos hasta que no pudieran votar.

-Riiiiiiiicooooooooo- dijo la niña entre bocado y bocado, con su carita llena de sangre. 

Cerebrooos! creo que esto servirá mientras se termina el ritual!!

digo abalanzandome sobre la comida

Lisa había comenzado a comerse su mitad de cerebro, dejando la otra media a la niña descubridora del manjar, cuando oyó una fea voz llamarla bruja descarnada y unos golpes blanditos que la intentaban apartar. Al final, harta ya de los golpes y parcialmente saciada de cerebro (una nunca se sacia del todo, pero incluso no-muerta ha de pensar en la línea), se apartó para ver quién era el pesado peluche, y éste se abalanzó sobre los restos del vigilante, junto a varios otros zombies que iban llegando poco a poco. 

Bueno, todo vuestro, yo ya he tenido bastante. Pero como pille al peluche insultándome de nuevo nos las veremos.

Al menos ahora no tenía que buscar un baño para vomitar el atracón como cuando estaba viva, así que se sentó a observar cómo todos se iban pegando por los pedazos del vigilante. Era divertido.

-Me.... aburro..... mucho....

 Miro al zombie que dice que se aburre

Que clase de zombie se aburre habiendo tanta comida?!

luego me doy vuelta y sigo comiendo

GRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRr...... - T_T

 Parece que todo el mundo se entusiasma con el guarda, pero yo me digo para mi que primero está la invocación del Horror Cósmico, y luego comer cerebros, así que espero órdenes mientras miro apenado como todos se comen el cerebro del guardia. 

- ¿Es que aquí nunca se hace nada o que? - se acerca al zombie travestido y le pregunta - ¿Ai sardá sardá brl brl, pa llenar tó' eso no te sirve el guardia del cementerio? - no soporto su horrible visión y quiero que se valla lejos de el.

Luego me dirigo al zombie que gruñe y le asesta un buen golpe.

- A mi no me gruñas, perro desgraciado - dice mientras le da una colleja. Luego me voy a descansar un rato, pues estoy literalmente hecho polvo.

Zomyoda mira a sus hermanos zombies y hace un chasquido. Se sienta en una lapida, cierra los ojos y comienza a meditar.

Celeste se habría emocionado ante el gesto de buena voluntad de Ya-aagh si no fuera porque es una zombie y ya no puede sentir ninguna emoción que no sea cuando  siente aquel horrible hambre y cuando consigue apaciguarlo al saborear un cerebro ó carne humana viva, así que coge el higado que le ofrece y le da un buen mordisco. Arranca otro pedazo pequeño y se lo da a Prímula, que lo masticotea en segundos, es definitivamente el zombie más rápido del lugar. Luego, mientras aún saborea el higado, le da el resto a Ya-aagh, que siempre parece más necesitado de comer que el resto, tal vez por su enorme tamaño.

-Drogas... necesitas... comer más- le intenta explicar a su velocidad mental habitual, oséase nula -Para... que... se te pase... el mareo.

-Come más vigilante- insiste y señala al tipo desmembrado.

Vincent se alegra cuando Bonta saca la Cimitarra de Barzai y comienza a salmodiar la letanía. Y todavía más cuando a él  se le unen el muñequito y el dr. zanahoria, danzando alrededor del círculo mágico. Bueno, por fin parece que esto comienza a funcionar ... A ver si los demás, poco a poco, se van uniendo al ritual ...

Pero entonces entra el vigilante del cementerio y, a la voz de la niña sin cabeza, todo bicho no-viviente se lanza a por sus entrañas. Resignado, Vincent también se acerca, arranca unos buenos pedazos de musculatura lisa y vuelve otra vez al círculo invocatorio.

- Tomen un trozo, Bonta y Dr... zanahoria -les ofrece un pedazo a los dos que continúan danzando- Tiempo muerto para comer algo.

Después se dirige a la tumba donde descansa el voluntarioso barbudo de la chistera y le ofrece también.

- Tome hijo, coma un poco. En cuanto repongamos las fuerzas, seguiremos con la invocación -le explica mientras menea el bigote, saboreando el trozo de guarda que se está merendando.

Cuando Celeste le devuelve los restos del hígado Ya-aagh se lo come de tres mordiscos con visible satisfacción, no entiende todo lo que la zombie le dice a continuación, excepto lo esencial, que tiene que comer. El colosal zombie asiente y casi se diria que su grotesca cara intenta sonreir, dificil de decir con un rostro tan deformado -hambre-

vuelve a los restos del guarda, con un manotazo lanza a un zombie un par de metros a un lado y arranca un brazo bastante intacto, tiene algunos mordiscos y le faltan algunos trozos, pero hay bastante carne.

Satisfecho Ya-aagh empieza a mordisquearlo mientras se dirige bamboleante hacia la enfermera-zombie

Joder, como me pica un huevo.

 Qué raro parece todo —piensa Patrick ateniéndose a los hechos actuales, hasta darse perfecta cuenta de que las reuniones del culto NUNCA se han caracterizado por lo lógicas o normales que eran.

Podría ser la edad —pensaba— o la putrefacción cerebral. Ya no sé...

Bozo aprovecho el cerebro del guardia para rellenar su vacia cabeza. Y poco a poco imagenes diversas de un pasado distante comenzaron a formarse en su putrida cabeza: Rituales ocultistas, libros prohibidos, horres cosmicos, invocaciones paganas y Cthulhu.  Era como si de pronto recordara una segunda vida y el verdadero propósito de su presencia en este mundo.

Asi que termino de mascar una parte de aquel incauto vigilante y se acerco a Vincent. - Es hora de comenzar este rito, hermano...

Anochece (que no es poco) en el cementerio de Cthulhunegro... y los zombies, al salir de sus tumbas, escuchan una música sonando por el cementerio.

Cuando extrañados se dirigen al lugar del que proviene la música se encuentran con un radiocassete de esos enormes de los años 80 a pilas con una cinta de Michael Jackson a todo trapo... y los restos de alguien que ha estado bailando durante todo el día esparcidos por la zona.

Ante la sorpresa de todo el mundo, aparece el F.I.A.M.B.R.E. (Fiable Investigador Atractivo Muertro "Biviente" Razonablemente Elegante), un vampiro investigador privado que vive de alquiler en un peanteon cercano

El vampiro se acerca al radio cassete y para la cinta enfadado. - Ya está bien de montar escandalera, ¿no? Que llevais todo el dia con la dichosa musiquita y hay gente que tiene que levantarse tarde para ganarse la muerte. ¡Anda! ¿Qué es esto? - pregunta intrigado levantando del suelo trozos de zombie de entre lo que parece ser los restos de una bata de enfermera hecha trizas. - Parece que alguien le ha dado por sacar a bailar a la enfermera y a su gato hasta que se han desarmado...

El vampiro investigador, tras examinar el suelo, vuelve a mirar a los zombies reunidos. - Parece que hay cinco juegosd de huellas más que han estado practicando coreografías con ella, y por el olor a vivo y las fotografías de Michael Jarckon diría que son un grupo de cinco fans disfrazados de zombies. Una gente muy muy rara, prácticamete indistinguible de un zombie normal. Debéis ir con cuidado, ya que cada día convencerán a uno de vosotros para que se quede a bailar con ellos y le harán moverse al ritmo de la música hasta que se desarme, como la enfermera.

Cuando el vampiro se marcha, dejando a los zombies preocupados, se detiene un momento y se gira hacia ellos. - Ah, por cierto. El enterrador me dijo que había indicios de profanaciones de tumbas, seguramente fruto de un Ghoul hambriento. Id con cuidado, esas criaturas se dedican a comer carne muerta y vestirse con la piel de los cadáveres que comen... y me parece que la unica diferencia que ven entre un muertro normal y un zombie, es que los zombies son lo que ellos llaman "comida a domicilio", puesto que salen de sus tumbas y al acercrrarse a su guarida los atrapan y se los comen.