Partida Rol por web

Es más que evidente que Pelfry miente y que lo que le asusta está directamente relacionado con la niebla, y da la impresión de que cuando habla de los cortes de luz no es la primera vez que ocurre, ni lo único.

—Realmente no hago esto por dinero, lo único que quiero es que alguien con más conocimientos que yo se haga cargo de semejante descubrimiento para poder aprovechar todas sus posibilidades y fantásticas cualidades. — Lo único cierto es que él dinero no es su prioridad, por lo demás, sigue mintiendo con él poco disimulo de la desesperación.

El Sr. Wade da por terminada la charla con Pelfry cuando ve que no es capaz de contenerse, interviene de un modo definitivo y empieza a hacer un llamamiento a todos los presentes para empezar la subasta.

—Señoras y señores sean todos bienvenidos a la subasta del portentoso artilugio cuyo funcionamiento acaban de presenciar y testificar.

—Ahora, por favor, les ruego a todos los que vayan a participar finalmente en las pujas permanezcan en el salón. Los acompañantes que no deseen estar presentes pueden salir ahora, una vez finalizada la primera ronda se hará un breve descanso.

En ese momento aparecen los dos ayudantes de Wade, los vigilantes del dispositivo que traen una caja de papeles y después de recibir instrucciones de Wade ayudan a desalojar el comedor y a acomodar algunas mesas y sillas para el evento.

El Señor Wong no fuerza más la conversación. Sabe que no va a conseguir nada en claro y es más que evidente que le están mintiendo a la cara. Sólo queda esperar y ver cómo se desarrollan los hechos.

En bajito el Doctor comenta a sus compañeros. Imagino que desestimamos nuestro plan inicial de apoderararnos del aparato entre pujas. Ya que todo indica que el poderoso descubrimiento es causa de la misteriosa niebla o algo que habita en ella y no del artefacto.

Finalmente, todo queda acomodado para que la subasta comience. El ambiente esta enrarecido, nadie ha encontrado ninguna pista sobre el paradero del italiano. La niebla es cada vez más densa, los fallos eléctricos les dan a algunas partes del hotel un aspecto siniestro.

Los ayudantes de Wade ha han vuelto al invernadero a custodiar el dispositivo que descansa bajo las lonas.

Pelfry permanece en un rincón del comedor sin participar directamente en las subastas, acompañado por su mujer, Wade lleva la voz cantante, reparte unos sobres con papeles para que los postores escriban su puja. Después de unos minutos, se dispone a recoger los sobres.

El resto de invitados parece ansioso por la codiciada presa, el dispositivo.

El empresario Kepler está acompañado y estrechamente vigilado por sus ayudantes, que no se separan de él ni un momento, Valerie Hind permanece discreta en su papel de intermediaria. El Doctor William Walker parece nervioso después de ver el aparato funcionar, ya no parece interesado en destapar el engaño sino más bien en hacerse ávidamente con el aparato, como todos los demás.

Wade les recuerda a todos que, una vez conocida la puja más alta y tras un breve receso, dispondrán de una segunda ronda para mejorar su puja.

El señor Wong está tranquilo porque sabe que ese artilugio no es más que una patraña, un sacacuartos, una cortina de humo. Lo realmente terrible es la niebla y no tiene ya ningún interés en hacerse con él. ¿O sí? Puede que algún mecanismo de ese cacharro haga cambiar el entorno tan de repente e invocar a eso.

Wong escribe la cifra de tres mil dólares y la guarda en el sobre que le ha facilitado la organización.

Aunque el asunto parece estar tranquilo, la extraña niebla y, sobre todo, lo que Manley vio encima del establo, sigue dando vueltas en su cabeza. Suena a locura pero está convencido de que algo les vigila y acecha. Pero sus sospechas no acaban ahí. Seguro que alguno de los presentes, de alguna forma, está relacionado con los extraños fenómenos. 

Miro alrededor, fijándome en los demás invitados y postores en busca de detalles o pistas. 

El ambiente es tan tenso que por un momento cuando cesan los cuchicheos se puede oír el sonido de los sobres cerrados y los papeles doblándose.

El detective permanece en todo momento cerca de la puerta, vigilante, el Sr. Wong mantiene su tapadera con esmero mientras el Doctor hace su piel de asesor y Marley de fiel acompañante.

Poco antes de recoger todos los sobres el gerente del hotel entra y habla con Wade. Nadie a encontrado rastro del italiano, lo cual preocupa al hotel y cada vez más los organizadores de la subasta. No hay lugar donde ir, nadie se lo ha podido llevar, ya no hay nada racional a lo que agarrarse salvo la presencia de un asesino entre los huéspedes.

Cuando el gerente se ha ido y Wade se dispone a recoger los sobres, Manley observa algo a través de una de las ventanas, es él primero en verlo, pero apenas le dará tiempo a señalarlo antes de que todos los demás puedan verlo igualmente. Se trata de una figura que se acerca a la ventana y toca con la empuñadura de su bastón. El Doctor Walker se acerca y le abre, dejando paso la figura de un hombre elegantemente vestido que entra por la ventana, pidiendo disculpas por el retraso y mostrando una seductora sonrisa a todos los presentes.

El Señor Sleep es un asistente tardío a la subasta, de figura esbelta y demacrada, pero de altura prodigiosa. Parece tan sombrío como un enterrador con sus más de 2 m de altura y viste traje, corbata y sombrero negros. Su piel es pálida como la leche y parece casi desprovisto de pelo, con rasgos fisionómicos esbozados y suaves.

Parece tener alrededor de 35 años. Su voz es como la miel líquida, a veces suave y firme como la de un predicador en un espectáculo religioso, llena de vida y regocijo moderado. Se encuentra aquí para la subasta del «dispositivo verdaderamente extraordinario» y como acreditación ofrece una bolsa de monedas de oro a un asombrado Wade, cuya avaricia hace el resto.

—Disculpen el retraso, caballeros, esta inconveniente niebla ha impedido que pudiera llegar antes. 

—Espero, señor Wade, que no sea este motivo para no participar en tan fascinante evento, y sean mis intereses bien recibidos, ya que tan largo viaje he tenido que realizar para llegar hasta auí.

Al decir esto hace un gesto ostentoso y deja ver el interior de un bolso de mano, repleto de lo ue parecen a simple vista monedas de oro, las suficientes como para Wade ignore por completo lo imprevisto de su llegada, el retraso, y lo peculiar de su parición, e incluso la extraña forma de expresarse que tiene el recién llgado que se presenta así mismo como Señor Sleep.

Wade recoge todos los sobres y le da un minuto al recién llegado para escribir su puja. 

Una vez con todos los sobre en su poder, y con las protestas de algunos participantes, especialmente de Kepler por la nueva intromisión, se dispone a leer la puja ganadora en cuanto vuelva el orden a la sala.

¿Están viendo lo mismo que yo? doy un codazo al Señor Wong, señalo con la vista al tipo que acaba de entrar... ¡Por la ventana! ¡Que me aspen! abro los ojos de par en par. ¿Qué es eso? ¿Oro? no lo puedo ni creer ¿Quien anda por ahí con monedas de oro? Se que suena imposible, que suena a locura pero ¡Parece que el tal señor Sleep hubiera venido desde el pasado!

Todo esto es demasiado raro. ¿No creen que deberiamos hacer algo? me doy cuenta que los acontecimientos se van sucediendo: la niebla, los fallos de electricidad y ahora este extraño postor... y que puede que para cuando queramos acordar, ya no haya posibilidad de reaccionar.

El señor Wong entorna sus rasgados ojos, escudriñando al recién llegado señor Sleep. Le parece demasiado extraño que se presente aquí sin avisar, después de la demostración del artefacto, de la desaparición del magnate italiano, de los cortes de luz y de toda la pesca. Se fija por un momento en la reacción de Pelfry ante tal entrada.

Wong facilita el sobre a Wade cuando éste los recoge y, cuando ya ha pasado de largo, pone los ojos en blanco en dirección a Sleep. Sé que no puedes ser humano, amigo.

El Doctor se queda extrañado ante la irrupción del nuevo pujante. Si todo aquel bolso está lleno de oro no estoy seguro que podamos competir con el el tal Sleep. Cuantas monedas podría haber en el bolso? Y por el precio que está el oro en el mercado actual podría ser una suma elevada en dollares

Caballeros este tal Señor Sleep me preocupa, parece muy adinerado... quizás para la segunda puja podriamos trazar una alianza con alguien para salir vencedores. Personalmente pienso en el Doctor Walker, he podido acercarme a él y es obvio su deseo por adquirir el artilugio. Quizás le podríamos proponer una alianza para su estudio. Que opinan?

La cantidad de monedas de oro es imposible de calcular, aun así, está claro que es una cantidad exagerada y que su valor en dólares sería asombroso.

Pero de pronto algo más simple llama tu atención científica, sea la cantidad que sea, todo ese oro debería pesar mucho más de lo que aparenta por su gesto el curioso personaje, debería ser difícil de cargar por una sola persona, más aún con una sola mano, y más aún como si nada.

De alguna manera y a pesar de lo teatral de su entrada, el tipo parece un artista del subterfugio, la mayoría de detalles en torno a él pasan desapercibidos, como un prestidigitador que lleva la atención del espectador justo donde quiere.

Pero al posar tu mirada mental sobre él, te das cuenta de algo, su mente no es humana, o al menos no del todo, pero tampoco es la fuente de la energía mental que controlaba todo el hotel, no tiene nada que ver, de hecho, parece que esa energía también lo está vigilando a él ahora con mucha intensidad.

Pelfry ha hecho un timido intento por evitar que Wade aceptase al desconocido, pero parece más paralizado por el miedo que nunca y apenas es capa de articular palabra. Tanto él como su esposa, no quitan la vista del recien llegado, que les ignora deliberadamente, incluso con cierto desprecio.centr

Pelfry ha hecho un tímido intento por evitar que Wade aceptase al desconocido, pero parece más paralizado por el miedo que nunca y apenas es capaz de articular palabra. Tanto él como su esposa, no quitan la vista del recién llegado, que les ignora deliberadamente, incluso con cierto desprecio, centrando su atención en embaucar a Wade.

Después de revisar los sobres Wade anuncia una cantidad ganadora, nada menos que 25.000 $, lo que os deja bastante lejos de poder haceros con el dispositivo por la vía económica.

Además, parece que hay un empate con al menos dos postores en esa cifra, lo que nos asegura una segunda vuelta interesante, pero hay algo más…

ando su atención en embaucar a Wade.

—¿Qué clase de broma es está? — dice Wade malhumorado, pero también sorprendido.

—Señores, tengo la obligación de informarles de que ha aparecido una papeleta de más, lo que no me explico, la verdad, y no me refiero a la del señor Sleep, si no a otra más.

—Al parecer algún gracioso ha pretendido jugar con nosotros con una broma de lo más absurda, desagradable y macabra, toda una falta de buen gusto y de clase que espero no se vuelva a repetir. Ahora, si alguien tiene a bien declararse responsable de esto, podemos seguir con normalidad la subasta tras un breve descanso.

Todos podéis ver claramente los que dice la papeleta sin firma, lo que alguien ofrece como pago por el dispositivo.

SUS VIDAS

Sin duda una puja digna de consideración, que deja a los asistentes enmudecidos, ahogados por un silencio del que solo parece disfrutar el Señor Sleep.