Partida Rol por web

Los matones, eliminada la amenaza durante un momento se quedaron parados sin saber muy bien que hacer. 

- Señor, ¿qué hacemos con él? - preguntó el Twilek.

Aprovechando que aun no se habían percatado del resto, Aker avanza un poco más, agachado, para buscar el flanco de la banda enemiga.

Intenta levantarse con una voltereta, pero se queda a medio camino y tiene que ayudarse de las manos para conseguirlo.

Viendo que necesitaban ayuda para ayudar al droide HK-47, cogi mi pistola blaster y me dispuse a ponerme detras de Ragab.

_Hay que actuar rapido si no queremos que desguacen a nuestro amigo -murmuro a Ragab-.

eso no se le hace a nuestro droide, los vamos a agujerear como un queso gruller con nuestros lasers

lanzo una esfera rodante a los pies de ellos como si fueran unjuego de petanca y  bam

Mientras los matones esperaban la respuesta del droide Aker se deslizó sigilosamente tras las cajas del hangar y Bant se acercó a Ragab desenfundando su arma.

Justo antes de que el droide pudiera responder, se escuchó una detonación. Jilo-Kasina había conseguido colar por encima de los asaltantes del droide una granada. Su onda aturdidora derribó a todos los que se encontraban alrededor.

Durante unos breves segundos todo permaneció en silencio.

Al ver caer a la gran mayoria de los atacantes, entra, disparando al mas grande de los dos droides que permanecen en pie. 

-A darles!

Sin embargo, no logra aprovechar la ventaja...su disparo pasa cerca sin dar en el blanco.

Ve rápidamente como Ragab se dirige a atacar contra los últimos enemigos, rápidamente me incorporo y grito:

_ ¡Vamos!

Rápidamente apunto al droide y disparo con mi pistola blaster.

El disparo de Ragab impactó en el droide que cayó al suelo. Al hacerlo varias chispas y el olor a circuitos quemados salieron de su armazón. Continuando con su estrategia el calamari se desplazó detrás de una de las cajas en busca de cobertura.

Por su parte, Bant, disparó contra el único droide que quedaba en pie y, a pesar de ser un disparo difícil, impactó de lleno. El laser le atravesó de lado a lado destruyendo todo lo que encontró a su paso. Tras un leve pitidito de desconexión, cayó despacio hacia delante.

Aker acaba su rodeo justo cuando el combate parece acabarse. Saliendo de su cobertura, se dirige hacia HK, para ver el alcance de los daños e intentar improvisar una reparación.

Parece que la granada valio el precio  que pague por ella 

Jilokasina se asegura que los afectados por la granada estan fuera de combate y los inmoviliza por si llegaran a despertarse

Parece. +contesta simplemente a la humana.

Asomando de su cobertura se aproxima a los caidos, aprovechando su inconciencia. Mentiene la pistola apuntando mientras lo hace. Si ninguno se levanta, enfunda y rapidamente comienza a registrarlos, despojandolos de sus armas a un lado para verlas luego. Lo que le interesa son creditos o herramientas, algo util...

Me acerqué a donde estaban Aker, Jilo y Ragab, y con un leve gesto empece ha hablar.

_Deberiamos rastrearlos -señalando a todos los caidos menos a HK-47- quizas tengan información o cualquier cosa que nos podria hacer falta, el resto es secundario, no cargueis con mucho peso, o con cualquier cosa que nos delate, seguramente nos busquen por esto. Aparte de eso, ¿como se encuentra el droide?

Dije mirando a Aker.

Aker se acercó y examinó al droide. Por fortuna parecía no estar completamente dañado, sin embargo necesitaría al menos una hora para conseguir que aquel pedazo de chatarra pudiera andar por sí mismo.

Por otro lado, desarmados los matones de sus vibrohachas y blasters y mientras Jilo se encargaba de atarlos Ragab y Bant registraban a toda prisa sus bolsillos pues sabía que no tardarían demasiado en despertarse, al menos alguno de ellos, obteniendo poco más que unos míseros créditos.

Apenas un minuto después, 4 de los matones abrieron los ojos.

Aker desenfunda de nuevo su arma al ver movimiento de los individuos y los apunta con el arma.

-Tardaré un buen rato para reactivar sus funciones. Intentaré arreglar sus comunicaciones, a ver si ha descubierto algo de nuestro objetivo. Duda un instante, pasando su mirada de los "rehenes" a HK-47.

-Podríais interrogar a esos tipos. Si nos cuentan algo de utilidad, podríais dejarlos marchar. Dice en voz suficientemente alta para que lo oigan en toda la sala. Pero si alguno se hace el héroe, disparad sin vacilar. El pelaje de Aker se ondula visiblemente al soltar las últimas palabras, a modo de intimidación.

Seguidamente, el bothan vuelve a concentrarse en el robot abatido y su reparación.

Como el no tiene mucha idea del tema realmente, deja que la humana y Ragab se encarguen de eso. En vez, termina el registro de los prisioneros y una vez hecho esto, examina las armas que les "confiscaran"

Remueve las celdas de poder de los blaster, sopesandolos y separandolos, asi como las vibroarmas. Lo mediano y portatil por un lado, lo grande por el otro. 

Terminado el registro decido fijarme que hace el resto, miro Aker estaba reparando al droide, mientras que Jilo los ataba lo mejor que podía y Ragab estaba separando las armas y mirando como si fuera a coger alguna me dirijo hacia Aker y le pregunto:

_Aker, ¿podrías repararlo lo justo para activarle de nuevo, aunque solo sea la cabeza y los brazos?, es porque tengo un plan.

Dado que las vibrohachas eran demasiado grandes, las dejo a un lado. Se guardo una blaster, y tendio las demas a Aker, Banth y la humana.

-Podemos usarlas o sacarles algun dinero luego. +gruño al terminar de repartir+ Voy a vigilar.

Dicho esto, fue a la puerta, para montar guardia mientras el resto hacian lo suyo. A diferencia de los gamoreanos, el se puso a un costado de la entrada, dejando la puerta abierta. En su mano sostenia la pistola recien adquirida, rearmada con su celda, pero la cambio a modo stun.