Partida Rol por web

Sentís cierta desconfianza del esquizofrénico muchacho, tanto que Jonathan se coloca hábil y lentamente, para no llamar la atención del chico, cerca de las oxidadas (¿son óxido esas manchas oscuras de los filos?) armas del gran salón central. Yael apenas puede hablar mientras contempla los rápidos e incongruentes movimientos y gestos del muchacho, el cual se presenta como David... y algo más.

- Soy la venganza de los caídos, estáis en los dominios de la mente. Más concretamente en los dominios de su mente. En los sueños él es quien lo controla todo. Si de los sueños os queréis despertar, tendréis que mataros unos a otros.

Mientras habla restriega demencialmente su mano contra su cabeza y su rostro, como si estuviera desesperado. Su voz cambia radicalmente en cada palabra, como si de estar feliz pasara a estar rabioso, triste y hasta cuerdo en un abrir y cerrar de ojos.

En ese momento se escucha una carcajada que parece provenir de todas partes, y la misma terrible voz de antes os grita: - Eso. Mataros los unos a los otros, es el único modo de salir. JA JA JA JA.

El cuerpo se os encoge en cada nueva carcajada.

Ah... yo soy Neil. dice sin saber muy bien como reaccionar ante la locura del muchacho este. Vale. Pues nosotros ya nos íbamos, porque tenemos una partida de Warhammer donde los gitanos y no queremos llegar tarde. dice un poco alterado ante la presencia del desconocido. Pero inmediatamente la voz resuena en todoslos rincones de la casa.

¿Matarnos los unos a los otros? Pues vaya una mierda de idea...
Es una trampa. No nos vas a engañar. Si nos matamos entre nosotros, como ese chico ya hizo en 1971, simplemente quedará alguien vivo y aburrido hasta que se convoque el siguiente concurso literario en el que necesites mas almas. Creo que no vamos a hacerte caso y nos vamos a ir. Después de todo no puedes hacernos nada y por eso necesitas engañarnos para que te hagamos el trabajo sucio Es increible como el freak de Sunderland mantiene la racionalidad en medio de tanta locura. Es como si estuviera preparando conversaciones con el mas allá durante años aunque jamás había tenido ocasión de llevarlas a cabo.

Y si ese fuera el único modo de salir, no nos lo habrías contado. Porque temerías que alguno escapara con vida y pudiera contar a la gente lo que se esconde detrás de tus concursos literarios. Creo que el modo de salir es pasar de ti. Y cuando no puedas robarnos nuestra cordura (!!!!) te habrás fatigado tanto que no podrás retenernos y simplemente despertaremos. Mira David, sigue aquí aunque el resto de sus amigos murió. Nos has mentido, pero en esta ocasión hemos descubierto tu secreto.... Escogiste mal en tu concurso literario. Escogiste a los que eran mas listos que tú y por eso no puedes vencernos

Escucho a Neil y me dá fuerzas su forma de hablar. No tengo idea de qué está hablando realmente pero su confianza es contagiosa. Tomo una de sus manos, la otra la tengo cogida de Jonathan, y me quedo entre ellos dos. Quisiera decirle al chico muchas cosas porque en parte siento pena por el chico. Si ha pasado tantas cosas como nosotros, si es verdad que mató a sus compañeros esperando salir de esta pesadilla y ha quedado atrapado dentro de ella.

"Dios se apiade de tu alma..."

-Lo siento -digo entre llantos, con toda la fuerza que puedo -siento que te pasara ésto, quisiera salvarte a tí también... lo siento mucho.

Realmente me dá pena, si es un chico como nosotros es otra víctima. Otra víctima más de ese horrible ente que nos tiene aprisionados.

El discurso de Neil disipa el miedo que la terrible voz del Ente había provocado en Jonathan y le devuelve la confianza en sí mismo.

Sujeta con más fuerza las manos de sus compañeros mientras retroceden hacia la salida del caserón sin dar la espalda al desquiciado David.
Tienes razón, Neil. Dice Jon mirando al joven con un renovado respeto, al descubrir lo fuerte que es en realidad a pesar de su aspecto exterior. Tenemos que salir de aquí todos juntos.
Vamos.

Estáis fuera de la casa y David ha salido con vosotros. Sus movimientos son bruscos y nerviosos, como si mantuviera una lucha interior constante.

- No podéis salir de aquí de otra manera jijijii - de repente se ríe demencialmente, para volver a una expresión triste en apenas una centésima de segundo - Solo hay una manera. Sí, una manera.

David vuelve su cabeza hacia la espesura del bosque circundante, como si escuchara algo. Volvéis la cabeza pero no véis nada, entonces David empieza a caminar en círculos, manteniendo una poco convincente conversación consigo mismo. Entonces se detiene, mirando hacia el gran y extraño árbol que hay sobre el pequeño cementerio.

- Ellos pueden ayudarnos. - dice refiriéndose a las almas que alberga el árbol, aunque no todos los sabéis - Es muy peligroso. Sí, peligroso si... pero llevo demasiado tiempo aquí. Además, hace falta un sacrificio... oh Dios, sí, un sacrificio...

Me aterra la expresión del chico. Está tan loco como una cabra y me da pena saber que nosotros podríamos acabar de la misma manera. Al menos el que quede vivo. Habla de un sacrificio a un dios y recuerdo la escena en la que fuí colgada de las muñecas por esos cerdos.

- ¿Sacrificio? ¿De qué hablas? ¿No es suficiente tu locura, la pérdida de tus amigos?

Le abofeteo con fuerza y digo:

-¡¡Sal de ahí David, sé que tiene que haber un muchacho ahí alguien como nosotros!! ¡Ayúdanos contra este dios inmundo! No estás sólo, no estás solo ahora.

Me tiemblan los labios pero todo mi miedo unido a la furia que me produce todo lo acontecido me han dado fuerzas para hablar.

El chico se echa las manos a la cabeza y rehúye de Yael acobardado, dando unos pasos hacia atrás y alejándose lo suficiente como para que no le siga abofeteando.

- Dios mío! Yo no tengo la culpa! Y no es ningún Dios... es un Ente, y no es de este mundo...

El chico parece recuperar la compostura tras la explosión de Yael. Toda la compostura que un muchacho con la mayoría de las enfermedades mentales conocidas puede mantener.

- Él vino de las estrellas - dice mirando al cielo nocturno y cubierto de nubes - y ocupó el cuerpo de un humano. Los seres de su mundo... son capaces de controlar los sueños. De hecho, todo esto es un sueño del que no podemos salir. Una pesadilla iniciada al aceptar el premio del concurso...

- Es por eso que es necesario un sacrificio. ¿Cómo sino matar para siempre a una entidad que no es de este mundo?... Yo... yo entrego con gusto mi vida. Si el Ente muere, quizás todos ellos también puedan ser liberados... - musita mirando el árbol de las almas.

Jonathan traga saliva ruidosamente mientras mira alternativamente a David y al extraño árbol de los espíritus. En concreto a la soga con el nudo corredizo que cuelga de una de las ramas más altas.

¿A qué te refieres, exactamente, al decir que te vas a sacrificar? Pregunta, temiendo la respuesta.
No quiere ni imaginarse lo que el tal David les va a proponer...

Miro a Daivid y a Jonathan, esperando que el chico pueda responderle. Cuando lo abofeteé, por un momento al menos, pareció reaccionar y eso me llenó de alegría y de tristeza a la vez. Me preguntaba cómo le habría pasado a él y también, ¿por qué no?, el si podíamos llegar a salvarle.

Después de todo una vez había sido como nosotros.

-No... no quiero que te sacrifiques. Nadie debería sacrificarse. Deberíamos encontrar la salida juntos... Danos los datos que puedas, quizás haya otra manera.

Miré directamente a sus ojos y aunque estilaban locura intenté darle ánimos:

-No te rindas David, no te rindas...

David camina de un lado a otro dando vueltas sobre sí mismo, cabizbajo y sin llegar a mirar a nadie de frente. Por alguna extraña razón también parece evitar mirar directamente al cementerio.

- Yo... es necesario... forma parte del ritual... no hay otra manera. Eso, no hay otra manera... hay que matarlo para siempre !!

El muchacho, en su delirio, señala la base del árbol, donde crecen unas extrañas flores.

- La mandrágora, ha crecido bajo la influencia del Árbol, ellos nos ayudarán... hay que machacarlas y convertirlas en polvo...

Su rostro se tuerce de terror y señala hacia la lápida negra. Parece claro que no le gusta en absoluto.

- La clave es su cuerpo, ahí enterrado. Hay que esparcir sobre él el polvo y... la sangre del sacrificio. Yo debo hacerlo... he pasado aquí demasiado tiempo... ¡¡¡Pero cuidado!!! - exclama sobresaltado - Ese... cementerio está maldito... JUAJJUAJUA - el pobre explota en una risa demencial. - No pienso acercarme a él. - dice de pronto, tornándose pulcramente serio.

¿Vamos con los gitanos? dice Neil pasando del alocado energúmeno.

Jonathan trata de reordenar sus ideas y mantener la cabeza fría. Sólo el hecho de empezar a aceptar lo que este chico les está diciendo hace que su estómago se encoja, pero debe preguntárselo antes de continuar.

Escucha David, cuando hablas de un sacrificio de sangre... te refieres a un poco de tu propia sangre ¿no es verdad?

Dime que no es necesaria tu muerte para llevarlo a cabo...

- Sí, totalmente necesaria la muerte en el ritual, sino, no hay ritual...

David está cabizbajo, dándole vueltas a algo en sumente, de vez en cuando observa el Árbol, pero poco más.

Ya bueno... quizás no hace falta. Tengo un amuleto protector. dice Neil recordando el feo colgajo que le dio la desdentada gitana y al que no había hecho demasiado caso hasta ahora.

Seguidamente Neil duda. Quizás no había sido una buena idea explicar al enloquecido joven lo que habían encontrado. De hecho es probable que no tuviera ni idea de lo que estaba hablando. La Bestia acabaría por encontrarles a ellos y no havía falta realmente ir a buscarla... salvo que la bestia sea ese árbol. ¿sería esta casa y ese cementerio el final del camino? ¿Sería ese muchacho digno de crédito? ¿No nos dijo que nos matáramos primero entre nosotros para ahora decirnos que hay otro modo de salir derrotando a esa criatura que vino de las estrellas? ¿podríamos estar en el alocado sueño de un hongo de Yuggoth? no me parecía de fiar y sus palabras no hacían sino hacerle dudar aún mas. Un estremecimiento recorre la columna vertebral del fantasioso británico mientras recuerda el horrible final que espera a todos los personajes de las novelas de Lovecraft.

Ví nuevamente los ojos de ese chico, recordé el sueño. En el sueño era mi pie el que era cogido por las manos mortales. Pensé en cuántos años habían pasado desde que ese joven quedó solo. También vino a mi memoria el cómo mis amigos me salvaron arriesgando sus propias vidas. Una lágrima cayó por mi rostro pero no tenía más miedo.

Me acerqué a Jonathan y le dí un beso en su mejilla derecha; luego me dirigí a Neil y, pensando que después de todo quería dejarle un buen recuerdo, besé apenas sus labios.  Miré a David y dije:

-Vas a salir de aquí, ya no tengas miedo...

Asentí y, antes de que nadie pudiera agregar nada, salí corriendo hacia el árbol.

-¡¡Acepto tu sacrificio, salva a mis amigos como pago. Quédate conmigo, yo acepto morir por ellos. Que así sea!!

Y corrí hacia las lápidas y supe que no iba a despertar pero había sido por lo mejor que una tiene en la vida.

"Te quiero mamá, lo siento, espero que recuerden mis historias..."

Pues yo estoy pensando que no está tan mal lo de quedarse a vivir en la tierra de los sueños. Los gitanos parecen gente amigable, y bien mirado aquí no me miran como a un bicho raro Neil no se da cuenta de que no es mirado como un bicho raro porque no ha tenido aun ocasión de proponer hacer unas jornadas manga en el campamento, pero no es consciente de ello.

Quizás es incliuso mejor que lo que me espera al volver. ya sabéis: un padre alcohólico, una hermana pija, una madre maniaco-depresiva y unos compañeros de clase que me ignoran. Entonces aquí... entonces su voz se ve silenciada cuando unos labios se pegan a los suyos y súbitamente su mente se bloquea. Inmediatamente no puede pensar claramente en nada. Sus brazos caen torpemente a los lados de su cuerpo. Se siente ridículo, no sabe que hacer con ellos, y súbitamente se han convertido en un estorbo. Y antes de que pueda reaccionatr todo ha terminado y una mujer corre hacia el árbol.

Uuuuuuuuhhhhhhh
Uuuuuuuuhhhhhhh

Pero Neil súbitamente comprende la situación y grita:
No Yael. ¡¡¡Tu sacrificio puede ser en vano en caso de que todo eso sea cierto!!! ¡Además, David lleva 30 años dormido y posiblemente no tenga cuerpo en el que despertar! Y si lo tiene, posiblemente despierte en un cuerpo vegetal postrado en un hospital y con el cerebro y el cuerpo atrofiados por la inactividad, pero tu tienes todavía una vida por delante. David no tiene donde ir en caso de que se libere, ¡¡¡pero tu si!!!!

Además necesito que cuando despiertes y vuelvas a Japón me envies el #36 de Apleseed que no hay modo de encontrar en ningún lado.

¡No! Grita Jonathan en cuanto se da cuenta de las intenciones de Yael. Pero es demasiado tarde. La chica ha cogido unos metros de distancia y pronto llegará hasta las lápidas del cementerio.

¿Un sacrificio para acabar con el Ente? Jon recuerda el sacrificio en la hacienda de los sectarios en Viena. ¡Ese sacrificio lo atrajo al mundo, no lo destruyó! ¿No pretenderá David engañarlos para que cometan el mismo error?

Sale corriendo tras la muchacha, siguiendo a Neil. No permitirá que lo haga. Yael cree que Jonathan es una buena persona. No lo es. Cuando la secuestraron en Viena su primera intención fue dejarla abandonada a su suerte y salvarse él mismo. Solo las circunstacias y la insistencia de Neil permitieron que la siguieran y la rescatasen del sacrificio.

Todavía se siente avergonzado por ello. No ha tenido el valor de decírselo, ni puede que nunca lo tenga, pero no permitirá que se sacrifique. Se lo debe.
Asi que corre, corre como nunca en su vida para alcanzarla...

El chico, David, parece perplejo por la iniciativa tan asombrosa de Yael. Se queda tartamudeando mientras observa cómo la joven oriental sale a la carrera, entre gritos de emoción interior, hacia el pequeño cementerio misterioso que alberga el cuerpo sin vida que una vez tomó el Ente para establecerse en este mundo.

Tras murmurar algo para sí, también él se mueve hablando solo y haciendo gestos extraños con las manos. Parece mascullar algo entre dientes mientras se acerca al Árbol sacándose un puñal de la manga:

- La mandrágora, la mandrágora, la mandrágora, la man... - en voz baja y andando encogido, como si se tratara del jorobado de Notredame.

Si lo observáis deducís que pretende hacerse con la mandrágora que mencionó para el ritual.

Mientras, en el cementerio, Yael parece orar en silencio sobre la lápida negra. Un temblor sacude la porción de tierra que la cubre, sobresaltándoos inquietamente. En ese momento las contraventanas de la casa se abren en un golpe estrepitoso y veis un haz de luz moviéndose enérgicamente hasta el montículo de tierra, que ahora vibra com mayor fuerza. De repente, el temblor cesa, y de ella aparece una mano huesuda pero poderosa que intenta agarrar a Yael con violencia... sin suerte. Sin embargo, lejos de cesar en su empeño, comienza a emerger un cuerpo completo, levantando una polvareda tal que os impide distinguir lo que sale de la tumba.

Mientras, al otro lado, bajo el Árbol, David parece atareado moliendo la mandrágora, alzando esporádicamente la cabeza con una creciente impaciencia.