Partida Rol por web

Oh, no ignoro que la posición política de vuestro padre no es la más alta, pero quizás en el testamento de Danaerys Targaryen haya una forma de ganar ese favor, lo he visto en las llamas. Den sonríe con picaresca, casi como un niño que ha descubierto que le regalarán sus padres de día de nombramiento.

En las llamas... Ya.

-¿Qué habéis visto exactamente? ¿Le habéis hablado a Lord Gendry de esa visión? -pregunto sin poder ocultar mi preocupación.

Si Den Iffier le convence de que ha visto que reinará, estamos perdidos. Mi padre cree tan ciegamente en él que hará lo que sea para que esa visión profética se cumpla. Aunque sea fruto de los delirios de un loco... o peor aún, un invento.

-Sin ánimo de menospreciar vuestra habilidades adivinatorias... Por mucho que el Señor de la Luz quiera a Lord Gendry en el trono, seremos nosotros quienes habremos de lidiar con las demás Casas. ¿Os han mostrado también las llamas cómo lo lograremos? ¿O R'hollor prefiere que improvisemos?

Soy consciente de que me estoy acercando al límite de lo correcto, pero no puedo evitar hablar de esa forma.

Toda esta discusión carece de mucho sentido- interviene Lucyen- hasta que no se lea el testamento de Daenerys no vamos a saber que nos puede deparar el futuro, ¿no creéis? 

-Vos y yo no, Lucyen. Pero al parecer el devoto Iffier es capaz de predecir el futuro. Por eso me gustaría saber qué vio exactamente y qué espera el Señor de la Luz que hagamos para poner a Lord Gendry en el trono -respondo al aprendiz, pero sigo mirando a Den.

Las visiones de R'hllor no son claras, soy un hombre de fe, pero antes de eso fui un hombre de ciencia y misticismo. Es claro que hay un destino al que se debe llegar, el margen de tiempo es relativo para el señor de la luz, y si bien el Azor Ahai en si mismo no pueda acceder al trono por si mismo, tal vez alguien de su legado si. No es improvisar, mi lady, es interpretar adecuadamente las señales evitando los peligros y superando los obstáculos. Puede ser simplemente que el deber de vuestro padre sea el de convertirse en la mano del siguiente rey, lo que nos deja a nosotros al cuidado de Lord Gendry, sus días son muy largos y sin duda habrá más de una bestia o flor venenosa al acecho. 

Desembarco del Rey se reune para despedirse de la última Dragón. Las calles están abarrotadas por lo que el transito por ellas es complicado.
Aun así las grandes casas son escoltadas y se abren paso entre la muchedumbre llegando con cierta rapidez al gran septo de Baelor.
Allí, en la colina de Visenya, las siete torres de cristal bañan con su luz a decenas de miles de personas, nobles y plebeyos por igual, caballeros y campesinos, escuderos y posaderos. Todos reunidos para la ceremonia.

En la gran plaza de Baelor el Santo se ha eregido otra estatua, la estatua de la reina de los dragones, de la bella mujer que fue en vida acompañada por sus tres indomables monstruos, sus dragones, sus hijos.

Alrededor de esta plaza las grandes Casas son situadas en primera fila. Los Stark, Greyjoy, Baratheon, Lannister, Arryn, Martell y la Casa de la Luz presencian desde las cercanias el adios a la reina. Tras ellos se encuentran cientos de casas nobles, tras estos caballeros y nobles de casas menores.
Separados de los nobles y caballeros, tras una muralla de soldados, se encuentra todo Desembarco del Rey, todos sus habitantes.

Las puertas del gran septo se abren y de él emergen un centenar de septones, todos ellos con túnicas y la cabeza cubierta con capuchas.
Se dirigen en filas ordenadas a la gran plaza, formando un gigantesco círculo alrededor de esta, en los escalones inferiores.
Sobre la plaza, a los pies de la estatua de la reina, el septón supremo espera a que el círculo se complete.

Hombres de Poniente, ciudadanos de Desembarco del Rey, seguidores de la Reina Daenerys -grita con una poderosa voz que retumba en el lugar, aunque no es capaz de alcanzar ni a la mitad de los asistentes -la última dragón observa esta ceremonia desde los cielos y os agradece vuestra presencia en este acto -los ciudadanos comienzan a aplaudir y los aplausos se extienden por toda la plaza, contagiados incluso a aquellos que no han escuchado las palabras del sacerdote -Mirad detrás de mi, mirad el gran trabajo de decenas de maestros de la escultura -continua señalando a la estatua -es una bellaza, una mujer hermosa con ojos de fuego, una obra perfecta. Una obra perfecta que jamás podrá reflejar el fuego que ardía en la reina de reyes, ni su vitalidad, ni su atractivo ni su carisma.

Tras entrar en la gran plaza la gente que hay ella me sobrecoge un poco, nunca había visto tanta gente reunida en un funeral, las costumbres de mi pueblo en estas ceremonias  era poco menos que un mero tramite si alguien vuelve al barro como solemos decir nosotros  se le dice unas palabras y se entierra eso si se podía o había tiempo si no simplemente se quemaba el cuerpo, tanta ceremonia me parece una  verdadera estupidez y perdida de tiempo.

Observo a todos los presentes de las principales casas con la mirada y me quedo bien con sus caras siempre hay que conocer quienes van a ser tus rivales y medir sus fuerzas.

Al mismo tiempo sigo vigilando y auque todo parece estar tranquilo uno nunca debe ni puede bajar la guardia nunca, ese es mi cometido y a eso me dedico

Inmersa como iba en la conversación con Den, la llegada a la plaza me sorprende. Observo el escenario maravillada. Todos dicen que Desembarco es una ciudad podrida, pero nunca he visto podredumbre tan grandiosa.

No puedo evitar que la emoción de la multitud congregada me contagie. Nunca había pensado en Daenerys Targaryen más que como en la reina, un figura lejana y casi inhumana, pero ahora, al ver el amor que el pueblo le demuestra en sus exequias, pienso que realmente debió de ser una gran mujer.

Vuelvo a mirar a Den cuando poco a poco me recupero de mi asombro. Sus últimas palabras me han tranquilizado : al menos él sí es consciente de que Lord Gendry no podrá reinar. ¿Mano del Rey? Podría ser. Pero habrá que trabajar duro para conseguirlo.

-Sois un hombre sabio, devoto Iffier -le digo-. Cuidaremos de Lord Gendry, eso no lo dudéis.

Observo entonces a la multitud. La emoción sincera del pueblo es evidente, pero, ¿y los nobles? ¿Sienten de veras la muerte de Daenerys, como mi padre, o se relamen ante la oportunidad que se abre ante ellos una vez el cuerpo de la reina descanse bajo tierra? Paseo la vista sobre los jefes de las grandes Casas, atendiendo especialmente a las actitudes de los Arryn, los Greyjoy y los Baratheon. De Petyr Baelish he oído muchas historias, y si llegó a ser Lord de la Casa Arryn, ¿por qué no aspirar a Rey de Poniente? De los Greyjoy, ¿qué decir? Dudo que pretendan el trono, pero nunca es conveniente perderlos de vista. Y los Baratheon... sigo pensando que los hombres que atacaron el barco no respondían ante Tommen sino ante la memoria de otros Baratheon muertos hace años, pero más vale tenerlos controlados.

Heh, hasta el septón no puede dejar de hablar del fuego que habitaba en ella, tus palabras traicionan a tus falsos dioses...Piensa Den, mientras escucha el sermón.

Lucyen escucha al septón supremo, algo impaciente quizás por conocer el testamento de Daenerys. No le interesaba en esos momentos la reacción de las casas ante sus palabras, aunque si se fijó en la posible reacción de los Lannister. En cualquier caso, el interés seguía manteniéndose después del testamento.

Ramiel estaba exhorado por tal manifestación de granditud, nunca había visto tanta gente reunida en el mismo lugar, al parecer la reina había sido una gran governante, porque tal congregación de gente así bien lo merecía.

El pequeño Arryn se fijo en todas las casas, pero sobretodo en la suya, observando cada persona e intentando recordar quien eran y que hacían, pues ya hacía mucho tiempo que no había hablado con ellos.

.- Sir Gaheris... la reina ha dejado descendientes directos? .- Ramiel se ruborizo por su ignorancia, pero hasta hacía bien poco nunca se había parado a pensar en reyes, reinas y sucesiones.-

 - No por lo que sepamos, pero nunca se sabe con las intrigas de los nobles... - Dije pensativo. -... Se dice que los dragones eran hijos suyos, pero dudo que ninguno sea reconocido como heredero al trono.

Me encontré mudo mirando el esplendor que  desembarco del Rey ofrecía en ese momento , personajes de toda clase merodeaban en los anillos donde se ubicaban los representantes de las casas nobles de Poniente , todos tan diferentes y con un similar … algo mas de poder .
MI mirada se fijo en la majestuosa estatua de Daenerys la madre dragón ,

-que tan fuerte debe ser el humor de alguien para parir huevos de dragón? –

estuve tentado de compartir mis pensamientos con mis compañeros pero por el amor que la mayoría le profesaban a la Reina no lograría mas que problemas.
Intento quitar esas ideas estúpidas de mi cabeza y los mil y un chistes que vienen con ellas concentrándome en los hombres de las diferentes casas a ver si conocía algo de los que pululaban entre los estandartes de cada casa.

Pues no vendrán dragones a pedir como suyo el trono pero lo que si veo son aves de rapiña esperando el momento oportuna para lanzarse sobre el legado de la reina – les digo a mis compañeros mientras paso revista por los diferentes sitios donde se ubican las diferentes casas – mal momento para no tener descendientes no les parece?..... una pausa
-permítanme saber su opinión, a quien ven  sentado en el trono del dragon? – les abro la pregunta sin dejar de mirar a las otras casas

Mientras el septón supremo sigue relatando los dones de la madre de los dragones y las proezas de sus actos los nobles allí reunidos hablan entre sí en susurros o miran al resto de las grandes casas.

En un lado puede verse a la renacida casa Baratheon, con Tommen Baratheon como lider de esta. viste una armadura dorada con detalles negros donde se encuentra tallado el escudo de su casa varias veces. A ambos lados le guardan portaestandartes con el símbolo de su casa. Como todos saben Tommen utiliza cualquier oportunidad para demostrar que es un Baratheon, la única linea de sangre de esa casa que sigue viva.

A otro lado podeis observar a los Greyjoy con su señora guerrera a la cabeza, Asha, embutida en una armadura ligera y con dos pequeñas hachas a ambos lados de la cadera. Sus compañeros desentonan con las otras casas, vestidos como bárbaros guerreros, sus armas desgastadas, sus armaduras abolladas y sus rostros sucios y peludos.

Le sigue la Casa Stark presidida por Bran Stark desde su trono con ruedas sobre el que se desplaza a un lado u otro del reino, siempre acompañado por su fiel huargo. El último Stark ha conseguido ganarse el aprecio y el respeto de sus hombres que permanecen firmes a su lado.

La Casa Martell apenas tiene presencia alguna. La mano no ha asistido al funeral y su lugar en la ceremonia es ocupado por unos pocos nobles y algunas banderas de la casa. El hombre más importante de los allí reunidos es Lord Blackmont que, si bien no pertenece a esta casa, representa a la mano de la difunta reina.

La Casa de la Luz se reune entorno a la figura de Lord Gendry, el bastardo del Rey Robert, que ha crecido y madurado alcanzando el atractivo aspecto de Renly, la mirada desafiante de Stannis y la complexión de guerrero del difunto Rey Robert. El aspecto de Gendry es una afrenta más para Tommen Baratheon pues el primero es la viva imagen de los hombres de esta casa mientras el segundo no tiene parecidos razonables. Al lado del señor de esta casa se encuentra Sylven Water, bastarda del lord, un hombre con una túnica marrón y algunos adeptos de R´hollor. Además, rodeando al Azor Ahai se encuentran algunos hombres vestidos con brillantes armaduras rojas, los guardaespaldas de Lord Gendry.

La Casa Lannister es dirigida por el bonachón y juerguista Brock Lannister, una imagen clara de Tyrion al menos en sus actos. Junto a él se encuentra un guerrero, Lord Gaheris Bane, el prometido de su hermana. Al lado de estos se encuentran varios hombres más, consejeros y guerreros vestidos con el rojo escarlata de los Lannister. Un chico rompe el color rojizo pues sus ropas apenas llevan muestras de este color, un joven que no parece un Lannister, un joven con el escudo de los Arryn en sus ropas.

Por último la Casa Arryn también está presente en este acontecimiento liderados por el inteligente y manipulador Lord Petyr Arryn y su atractiva y joven esposa, Lurleen Corbray. A los lados de ambos se encuentran soldados y nobles pero uno de ellos desentona, un hombre fuerte, un guerrero con aspecto de bárbaro, el protector personal de la pareja lider de la Casa Arryn.

Sigo observando a los presentes a algunos más que otros al menos los que se merecen mi atención o los que despiertan en mi alguna que otra antipatía.

El primero en los que me fijo en Tommen Baratheon,le bajaba esos humos y esa chulería de un buen mandoble de mi espada ese no tiene conmigo ni para empezar, sigo mirando con la vista y detengo mi mirada en  Azaa, Esa si que es una mujer de verdad como era lo que solían decir  que se entregaría al hombre que le ganara el combate , tendré que cruzar espadas con ella al menos si pierdo podré decir que ningún hombre me dio derrotado en combate  pero si una mujer, sigo pasando la mirada por los presentes y me fijo en la comitiva de la casa de la Luz, así que ese el  bastardo del rey Robert tiene algo en su mirada ,insito de algún modo ,que me dice que ese chico tiene mucho valor y arrojo igual o más que su padre.

De repente mi mirada se detiene al ver en la comitiva de los Lannister al que parece ser el hijo de lady Lurleen ,tiene que ser el es el único que lleva el escudo de la casa Arryn espero que algún día pueda enseñarle a luchar en persona no creo que ninguno de esos monos de feria que acompañan la comitiva de los Lannister tenga ni puta idea de lo que es una batalla de verdad es mas diría más quitando Asha y un servidor los demás habrán leído sobre las batallas peor no luchado en tantas como nosotros dos, por mucho que se las den de grandes  y valientes caballeros, esto es lo que opino de ellos.

Acompaño esta palabras , escupiendo al suelo.

La plaza está llena a rebosar y mire donde mire solo veo caras cubiertas con lágrimas. ¿lágrimas sinceras o pura patraña?...Sin duda la escultura de la reina Daenerys es impresionante y me detengo unos instantes a observarla cuando por fin llegamos al lugar que ocuparemos durante el funeral. Veo como otras de las grandes casas van llegando al lugar y como un acto reflejo busco a mi pequeño entre los estandartes de los Lannister. No ha venido...pienso en un principio pero como si los dioses hubiesen escuchado mis plegarias de los últimos días, por fin encuentro a mi hijo entre tanto sabandija. Instantaneamente una sonrisa se me dibuja en la cara pero rápidamente la retiro...Espera sólo un poco más y podrás reunirte con él...me digo a mi misma recordando donde estoy y por qué estoy allí.

Me giró hacia Petyr y llamo su atención agarrándolo del brazo. Él inclina la cabeza hacia mi para escuchar mis palabras.

-Lo han traido-le digo en susurros-nuestro hijo está aqui.-añado mientras dirijo mi mirada nuevamente hacia donde está nuestro primogénito.