Partida Rol por web

El jawa loco era sin duda uno de las peores cantinas de Tof Soren, la capital del planeta Ord Vaxal. El vaso de cerveza Agárica estaba casi vacío y tu seguías allí, esperando que uno de los secuaces de Sassallo el Hutt, del kajidic Besadii apareciese para decirte que podías pasar; al parecer tenían una nueva misión para ti... una que podría hacerte un hueco y poder empezar a forjarte un nombre.

Cato, el neimoidiano de detrás de la barra no te prestaba demasiada atención; al fin y al cabo sabía quien eras, para quien trabajas y lo poco que valías como para tratar de jugársela e irte sin pagar... Mara, la bailarina twi´lek embobaba con sus insinuantes bailes a unos parroquianos, y en una de las mesas parecía estar forjándose un negocio, probablemente alguno poco legal...

De nuevo sus huesos apoyados en la barra del Jawa Loco, pero como bien sabía esa era la única manera de poder hablar con el todopoderoso Sassallo. El Hutt era el que controlaba lo que se hacía o no en Ord Vaxal, y cualquiera que quisiera hacer negocios debería de pasar por su aro.

Mientras apuraba la cerveza, Zex confiaba en que esta misión le diera la posibilidad de poder despegar tanto económicamente como de renombre. De reojo vio que Cato estaba distraído. Era el momento perfecto para abordarlo y ver si sabía el motivo del retraso de su reunión con el Hutt del clan Besadii.

-Oye Cato, ponme otra cerveza que esta sabe a meado de Boga. Por cierto, ¿sabes que es lo que sucede ahí dentro?, me extraña que Sassallo me haga esperar cuando tenemos asuntos importantes entre manos. – dijo con una sonrisa. -La verdad es que si este asunto sale bien, no me vas a ver el pelo en una temporada larga, creo que hasta echaré de menos este tugurio.

Mientras esperaba la respuesta del barman, de reojo miró hacia una de las mesas que desde hacía rato llamaba su atención.

- Mas te vale que tengas créditos para pagarlo muchacho - Dijo Cato con mala cara mientras te servía la bebida - Sasallo tiene mejores cosas que hacer que preocuparse por un despojo como tú - Dejó la bebida y sin soltarla te miró a la cara unos segundos en silencio para proseguir. 

- Será mejor que te andes con cuidado chico. Si entras en ese mundo no podrás salir... y no tienes madera para esto. - Soltó la bebida y se colocó su sucio trapo en el hombro mientras se reía - Vamos, mírate... menudas pintas - Terminó de decir mientras negaba con la cabeza soltando alguna risilla y se iba a atender a otro cliente.

Trataste de guardar silencio y concentrarte en aquella sospechosa mesa, no pudiste escuchar demasiado, aunque si lo suficiente... - Entrega de armas... Sasallo... haremos con el poder... - 

Un golpe seco en tu hombro te sacó de tu concentración.

- ¡ Zex ! - Zigurta, uno de los guardas de Sasallo había colocado su mano sobre tu hombro. Su rostro devoriano impresionaba de por si, pero además era especialmente fuerte y alto y su vestimenta era la apropiada para que nadie se atreviera a meterse con él, su fama de sádico ayudaba a generar ese halo de peligrosidad al rededor de Zigurta.

- Vamos, Sasallo te espera - Sin esperar una contestación dio media vuelta y comenzó a caminar hacia un reservado, el reservado a través del cual se accedía a lo que se podría decir era el despacho de Sasallo el Hutt.

Zex estaba concentrado tratando de escuchar cuando fue sobresaltado por la mano de Zigurta. 

-Ostras Zigurta el día menos pensado vas a matar a alguien de un susto.

Se levantó y dejó los créditos en la mesa. - Cato queda mi cuenta pagada, nos vemos!. A continuación comenzó a caminar con Zigurta hacia el reservado. -Espero que Sasallo esté de buen humor, tengo la sensación de que hoy va a ser un buen día para los negocios con el Hutt, ¿no crees?

Hacía tiempo que no estaba delante del señor del crimen, debería de ser cauto, los Hutts eran siempre peligrosos. Confiaba en que Sasallo tuviera a mano unos cuantos Scurriers para así endulzar su paladar.

Zigurta permaneció en silencio mientras te guiaba y escoltaba. Ni siquiera se molestó en girar la cabeza cuando le hablaste. Una vez pasado el reservado un largo pasillo se abrió ante ti. El pasillo sin casi decoración estaba bien iluminado y daba a una especie de antesala donde había una especie de barra de bar con una twi´lek al otro lado que no habías visto antes.

También había varias mesas con viandas diferentes. Un par de cazarecompensas, uno de ellos con lo que parecía una armadura mandaloriana hablaban entre susurros en una esquina. Tres hombres jugaban a las cartas en otra mesa riendo escandalosamente. Ninguno de ellos pareció inmutarse por vuestra presencia. 

Zigurta no se detuvo, caminó hacia otra puerta  que estaba pasada la barra custodiada por dos gamorreanos. La Twi´lek te miró unos segundos y siguió limpiando los vasos. Tras esa puerta se abrió una estancia nueva. Grande, muy grande. Escavada directamente en la roca. Las paredes no habían sido cubiertas ni embellecidas. La iluminación era escasa, pero la suficiente para ver al final de la sala un gran trono y un todavía más grande Hutt. Sin duda era Sasallo.

- A partir de aquí vas tu solo - Dijo el devoriano mientras te cedía el paso y cerraba tras de ti.

Una pequeña risa comenzó a escucharse de fondo.

- Ven, camina... no tengas miedo muchacho. - Una voz metálica sonó invitándote a pasar. Unas cuantas zancadas más y te encuentras ante el Hutt. Grande, anaranjado y con una característica marca en la cara. Sin duda era él. No lo habías visto nunca en persona... pero si que habías hablado con gente acerca de como era.

Al lado de Sasallo un droide de procolo viejo y oxidado permanecía quieto, al rededor del trono un par de Twi´leks completamente desnudas acariciaban la piel del Hutt, y de vez en cuando le metían algo de comida en su boca. Comenzó a emitir una serie de sonidos guturales e incomprensibles para ti, hasta que el droide comenzó a traducirlos.

- El gran Sasallo quiere saber que tal se encuentra y si Zigurta le ha tratado bien - 

Un par de humanos aparecieron detrás tuyo y se apoyaron sobre unas cajas a unos metros de distancia, mostrando sus armas; un par de blasters ligeros...

Caminando de forma dubitativa, llegó hasta donde Sasallo le indicaba. Esperó a que el droide hiciera la traducción, mientras unas gotas de sudor comenzaban a perlar su frente.

-Si eminencia, Zigurta me ha tratado excelentemente, no es muy dado al diálogo. En cuanto a mí me encuentro en plena forma preparado para ser útil para aquello que su eminencia considere necesario.

Mientras hablaba hizo un par de inclinaciones de cabeza hacia el Hutt como muestra de respeto, pero justo cuando estaba terminando de ofrecer sus servicios por el rabillo del ojo vio al par de guardias que mostraban sus blaster.

Se estaba poniendo un poco nervioso pero no era el momento de parecer un débil, los Hutts no eran gente clemente ni contrataban al primero que se pusiera nervioso por un poco de tensión.

-Decidme eminencia, ¿para que necesitáis mis habilidades?. Estoy a vuestra entera disposición. 

La profunda voz de Sasallo resonaba en aquella cueva dentro del local con cada carcajada, y su profunda voz después de ellas regurgitaba palabras que el droide traducía con presteza, casi de forma simultánea.

- El gran Sasallo se alegra de que todo este bien. Requiere de tus servicios para un trabajo, tus superiores han hablado bien de ti, y quiere ponerte a prueba con un trabajo para el que necesita a alguien que no sea conocido como simpatizante o trabajador del gran Hutt - 

Los hombres que estaban a tu lado dieron un par de pasos hacia atrás, apoyándose de nuevo en unas cajas y pasando a una postura mucho más relajada. 

- Bochob, uno de sus rivales del sector 4 de Ord Vaxal, ha hecho un trato con un traficante de armas que traía un cargamento para el todopoderoso Sasallo y se ha quedado con las armas que le pertenecen.  Mañana llega un nuevo cargamento, y nuestros espías nos han comunicado que Bochob tiene intención de interceptar ese cargamento también. - 

- Tu misión es interceptar al traficante, matarlo por traicionar al Sasallo y hacerte pasar por su sustituto ante los hombres de Bochob - El Hutt hizo una parada que sus sirvientas aprovecharon para introducir algo de comida y un poco de bebida que caía por su enorme papada empapando el suelo y a las propias twi´leks.

- Cuando Bochob te pague, querrá que lleves las armas a su almacén secreto. Nuestros hombres estarán monitorizando tu posición con un localizador y cuando llegues activarás la baliza que les dará la señal para iniciar el ataque y que podamos recuperar nuestras armas y acabar con todos los hombres de Bochob que podamos. - 

El Hutt, y por ende el droide quedó en silencio, y tan solo el sonido de los frutos que comía rebotando entre sus dientes se escuchaba en la estancia...

Zex miraba hacia Sasallo mientras escuchaba la traducción del droide. Poco a poco se fue relajando sobre todo cuando vio de reojo como los hombres armados daban un paso atrás.

Tomó nota mental de toda la información que iba oyendo, cambiando el peso de su cuerpo de un pie al otro. Cuando el Hutt hizo comenzó a comer, reprimió toda expresión de asco de su rostro, era de las cosas más grimosas que se podían ver por la galaxia.

-Honorable Sasallo, como bien sabes puedo encargarme perfectamente de la misión, y por supuesto me encantará ser partícipe de una venganza para recuperar el honor ofendido y las armas robadas. Solamente nos queda cerrar los beneficios que me aportará el participar en tan arriesgada aventura, Excelencia. -Dijo mientras esperaba a que el droide hiciera la traducción.

Por lo que tenía oído Sasallo era un duro negociador, pero esperaba poder sacar una buena tajada de tal forma que pudiera tener un poco más de criterio a la hora de elegir los trabajos a realizar.

La misión sonaba mucho más peligrosa de lo que había querido dar a entender al Hutt, pero a estas alturas solo quedaba ponerle precio a su vida.

El Hutt dijo algo que el droide no tradujo, y seguidamente movió su mano indicando algo que hizo que los dos guardas de detrás se acercaran a tí mientras el droide ahora si, dijo:

- El gran Sasallo le ofrecerá un sitio entre sus hombres, comida, armas y una carrera profesional. Además y en función de los resultados de la misión se te otorgarán una serie de créditos. - 

Los dos hombres se colocan uno a cada lado.

- Vamos, aquí ya has terminado - 

Dice uno de ellos mientras te señala el camino de salida. 

Zex, cabizbajo, acompañó a los hombres a la salida, ahora faltaba que le informasen de los detalles finales para poder comenzar. Estaba claro que no había sido su mejor negociación, esperaba poder concretar una cantidad de créditos, y sin embargo apenas tenía asegurada la comida. En cuanto a la carrera profesional, todo iba a depender de si sobrevivía a esta misión...

Al salir uno de los dos hombres que te acompañaban se quedó en el interior, mientras que el otro siguió acompañándote hasta el mismo bar. Durante el paseo, comenzó a darte conversación.

- No te preocupes muchacho, Sasallo siempre es así con todos la primera vez. Así todos le tienen miedo... y no creas que no deberías tenérselo, pero  tranquilo. Lo has hecho bien. Y si cumples serás bien recompensado. - 

Sus palabras sonaban sinceras, finalmente llegasteis hasta la barra.

- ¡¡ Eee, Cato !! - Gritó al llegar - Sácanos algo de beber anda, hoy el pequeño Zeg se va a hacer mayor - Te dio un pequeño golpe en la espalda mientras se reía.

Mientras Cato sacaba la bebida, el hombre sacó de uno de sus bolsillos un pequeño aparato que dejó sobre la barra frente a tí. 

- Ahí tienes un mapa con la ruta que seguirá nuestro comerciante y el punto donde fue interceptado por Bochob la última vez. Mañana al medio día debería entregar las armas, por lo que suponemos que el trato lo harán a lo largo de la mañana antes de llegar aquí. - 

Cato trajo la bebida y el hombre se la bebió de un trago mientras te miraba.

- Aahhh, - Dijo dejando el vaso de nuevo en la barra - Escucha, haz que ese cabrón sufra por traicionarnos, y asegúrate de dejarlo tirado en medio del camino, para que sepan lo que pasa cuando alguien traiciona a Sasallo. Pero ten cuidado de que los hombres de Bochob no lo encuentren antes de que terminemos la operación - 

- ¡¡ Cato !!, vamos, no seas vago y relléname el vaso - Dijo haciendo un gesto con su mano - Hay que aprovechar estos momentos, allí dentro no se está especialmente cómodo, y el olor... bueno ya lo has visto. ¿Tienes alguna duda chico? -

-Pues menos mal que es con todos si es solamente conmigo sí que estaría preocupado, por cierto soy Zex, no Zeg. – dijo con una tímida sonrisa.  A continuación cogió el aparato que dejó el hombre en la barra y lo guardo en uno de los bolsillos de la cazadora de color tierra. Dio un trago a la mitad de la bebida mientras escuchaba las instrucciones con un pequeño quemazón en la garganta.

Cuando llegó a la parte de hacer sufrir al traidor, Zex miró a los ojos de su interlocutor y le contestó: - Puedes tener por seguro que el impostor va a pagar las consecuencias de sus actos y le daré recuerdos de parte de Sasallo. Será un mensaje claro y contundente para nuestros enemigos.

Mientras gritaba llamando a Cato, Zex finalizó su bebida, se giró nuevamente para hacer un resumen de la misión: -Creo que tengo todo bastante claro, intercepto al traidor antes del punto de reunión, le enseño como jugamos los hombres de Sasallo, ocupo su puesto, me reúno con Bochob, me paga y doy la señal de ataque, todo ello tratando de sobrevivir. Solamente hay una cosa que no me encaja en el plan, Bochob esperará a que el traficante sea el mismo de la otra vez ¿no?, con lo cual tendré que tirar de mi encanto personal para convencerle que…mmm…digamos se encuentra mal.

- Para eso te necesitamos a ti Zeg... Zex - Dijo dejando de nuevo el vaso sobre la mesa - Los hombres de Bochob nos tendrán a todos fichados, pero a ti no... tu no eres nadie - Te miro y te guiñó un ojo - Todavía - 

Dió un suspiro y prosiguió.

- Efectivamente tendrás que apañártelas para convencerles de que eres el nuevo comerciante... no se, dí que eres su sobrino o que está con diarrea. Eso es cosa tuya -   

Giró su cuello haciéndolo crujir.

- Bueno chico... si no tienes más preguntas deberías salir ya. Yo voy a ir a preparar a los chicos para hacer nuestra parte - 

"Todavía...". En su mente resonaba maravillosamente mientras se ponía en camino hacia el punto donde debería de iniciar su misión. Revisó que su pistola blaster estaba en su bolsillo y lista para ser usada, aunque por su bien esperaba solamente tener que usarla una vez.

-Vamos, vamos este es el primer paso hacia una mejor vida.

Automotivarse era una buena manera de relajar la tensión que recorría su cuerpo. Además tenía que repasar mentalmente cual sería el plan a seguir. Confiaba en su habilidad y tenía claro que si triunfaba no iba a echar de menos Tof Soren para nada, salvo para visitar ocasionalmente.

Sin más retrasos saliste de aquel lugar. Cuando encendiste el aparato que te acababa de dar el mercenario de Sasallo se abrió un holomapa con toda la información que te habían adelantado. Montas en tu moto deslizadora y pones rumbo hacia el punto de encuentro... ahora, solo queda decidir como encararás esta importante misión del Hutt.

Era el momento de estar a la altura de las circunstancias. Un fallo, un descuido y además de fallar en la misión, probablemente su vida terminaría. Zex se puso a estudiar concienciadamente el holomapa. Era fundamental conocer todas las opciones posibles y tratar de suponer las diferentes variables. Una vez revisado, era la hora de ponerse en camino, llegar con tiempo de antelación para poder tener lista una emboscada. Cuanto más rápido actuase, menos posibilidades de error.

Le das alguna vuelta al mapa, pero no sacas nada en claro. Un par de cuevas que podrían ser perfectas para tender una emboscada, pero demasiado alejadas para atacar por sorpresa al comerciante. Hasta la zona de encuentro había pocas zonas para esconderse. El intercambio anterior un poco más lejos de la entrada de una zona boscosa, pero el camino por el que llegaba tu objetivo estaba despejado, justo al lado de un río.

El tiempo corría en tu contra y parece que tendrías improvisar algo si querías llegar a tiempo... Todavía no ibas apurado, pero no podías entretenerte mucho más.

En su mente el plan había cogido forma pero la realidad era más tozuda de lo que pensaba. Lo mejor iba a ser tirar de lo clásico. Haciendo memoria recordaba como alguna vez había visto como atracaban a los viajeros que recorrían largos caminos...y sino sus recuerdos no le engañaban era fácil, solamente era necesario fingir una avería, normalmente la gente se detenía o por lo menos preguntaban que sucedía. No era el mejor plan pero era lo único que le venía en mente.
Zex llego al punto indicado por el secuaz de Sasallo. Tumbó el vehículo de forma que pareciera accidentado. A su alcance el blaster tapado por la cazadora y desenfundado listo para disparar. Ahora solo quedaba que la víctima hiciera acto de presencia. Luego ya vería como proseguir...

El engaño estaba dispuesto por tu parte, el blaster en su lugar, la moto parada y la parte que contiene el motor abierta. Tu por tu parte algo nervioso por si la estratagema funcionará esperas impaciente dando algún paseo al rededor del deslizador. Pasados no más de quince minutos escuchas lo que sin duda es un deslizador terrestre. Se trata de una nave que podría ser de paseo, habilitada para cinco pasajeros, pero modificada para que porte en los huecos de atrás una caja plateada. No hay duda de que es tu hombre...

Cuando se acerca a tu lado se detiene y te mira inseguro... 

- ¿Que ocurre amigo?, ¿Has tenido alguna avería? - Dice sin bajarse del deslizador, aunque apagando el motor...