Partida Rol por web

Tras pasar una primera parte de la noche algo intranquila por los sueños, la segunda parte fue bastante relajante y descansada. Los rayos de sol comenzaban a entrar por los ventanales de la preciosa habitación y la claridad empezaba a iluminar toda la estancia.

Me desperté y desperecé en esa enorme cama, que ni tan siquiera estirándome del todo conseguir sacar ni un solo dedo fuera de los límites del colchon. Tras asearme y vestirme, ya con mis ropajes de costumbre, bajé al salón donde otro gran banquete digno de los valares se levantaba ante nosotros en otra magnífica mesa.

Tras el desayuno, se nos ofreció ir al templo de los sacerdotes, a lo cual yo estaba dispuesto, pero Coreruil comentó de ir a la armería del palacio - ¡¿una armería?! viendo los manjares con los que nos has deleitado, voy a declinar la opción de ir al templo... ¡¡quiero ver esa armería querido amigo!! - comenté impaciente por ir a ver las armas de las que disponía nuestro querido amigo. Estaba claro que pocas armas podrían igualar a la poderosa Ahuwuen, pero quien sabe lo que nuestro hermano nos podría ofrecer.

Tranquila pero impacientemente me dispuse a seguir al amigo coreruil a donde la armería.

Coreruil se notaba que no vivía con enanos, aquella cama era demasiado alta y grande para mi, tuve que realizar una maniobra de escalada para subirme a ella, el peso de mis músculos hizo que el colchón mullido se hundiera lo suficiente como para atraparme. 

Al igual que el colchón el sueño me atrapo (el cansancio y la cena había hecho también mucho para que en pocos minutos se escuchara mi respiración en el palacio).

Con los primeros rayos desperté cubierto de sudor, un sueño no muy agradable hizo que no durmiera lo plácidamente que a mí me gustaba, tal vez fue fruto de todas las vivencias pasadas y comentarios en la cena.

Ya duchado y con la armadura y los ropajes más propios de mí, baje al salón.

Este se había convertido en otro alegre lugar, distinto al de anoche, esta vez los alimentos emanaban energías para comenzar la aventura, Buenos Días a todos, Coreruil no se si quedarme aquí a pasar una temporada después de que rescatemos a nuestro amigo, estas comidas son de lo mejor que uno puede degustar.

  Una vez tomado el desayuno, ya no tenía tan claro el pasar de lado de aquel sujeto (Iroco), aquel sueño, y ahora esa carta de navegación. No me fiaba ni un pelo de él, pero la opción de Coreruil de ver armas, al igual que a Malleus me gano.

Yo también me apunto en la visita a la armería, veamos que es lo que tienes ahí guardado.

Salió el sol y yo ya llevaba rato lista esperando que amaneciera para ir a comer algo, otro banquete nos esperaba y aún tenía que dijerir tanta cena, no tenía por costumbre comer tanto ni tan bien,asi que cojí algo ligerito que llevarme a la boca y jugaba con la comida, distrída,inmersa en mis pensamientos.
Levante por un momento la cabeza.
-Si, yo quiero acompañaros a ver el templo
Dije y solte el cubierto.
-Cuando queráis yo estoy lista

Creo que una visita a la armeria seria muy util, nunca se sabe lo que se puede encontrar y menos en un templo...una sonrisa aparece en la cara regia y habitualmente seria de Ergala mientras mira a Triton II mientras pronuncia las palabras...

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Tras el desayuno y ver como mi  mujer partía con Iroco y la elfa.

Pedí a mis hermanos que me acompañarán hasta el cuarto de armas.

Bajamos una torre, luego atravesamos el patio de armas, y entramos en el cuartel principal, todos se inclinaban al vernos, pero me fije que miraban con curiosidad a los miembros de la Hermandad.

Bajamos una amplia escalera y llegamos a una gruesa puerta, saqué una llave tan grande como mi mano y tras girar la llave siete vueltas la puerta se abrió.

Dejando ver bien ordenadas, Espadas cortas, espadas anchas, dagas, hachas, cimitarras, Látigos.  Mazas, Mazas de combate, Martillos de guerra, Jabalinas, Lanzas, Alabardas, Hachas de combates a 2 manos, Mayal a 2 manos, Espadín a dos manos, Boleras, Arcos compuestos, Arco cortos, Arco Largo, Ballestas, Honda. Escudos medianos de +15, normales de +25, Chalecos de Cuero, petos de Cuero endurecido, cotas de escamas, brazaletes, yelmos, grebas,  Carcasas de flechas,  pivotes, cuerdas con garfios, Toneles de aceites, antorchas, mono dosis de pastas para envenenar las armas(+5 al critico dosis), catapultas, arietes.

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Tras el desayuno Iroco pidió permiso a Aëwender para partir, esta a su vez comprobó que dos de sus mejores guardas espaldas disfrazados  de ciudadanos  comunes, le dieran la señal de que el camino no tenía peligro.

Aëwnder marcho delante junto a Antary

Detrás estaba Iroco y guardando una distancia prudente estaban los dos guardaespaldas.

Era un camino corto hacía abajo, los comerciantes y paseantes se apartaban al reconocer a Iroco Máximo sacerdote de La Nueva Era.  Sin embargo la mujer de Corerui iba discreta medio tapada, para no ser reconocida.

La zona del templo estaba llena de sacerdotes y nuevos miembros de la orden, el interior era lujoso, amplio, circular, con alfombras gruesas y asientos forrados y cómodos, al fondo había un altar, donde daba charlas sobre  la Nueva Era, detrás unas calderas que daban calor al lugar y al lado  una habitación.

El interior olía a incienso y a carbón, el calor era elevado, pero para un lugar tan frío agradable.

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Querida preparada para el ritual – le comenta a la mujer de Corerui.

Luego te mira a ti diciendo: Si no quieres no tienes por que ver como le tatuamos el brazo, es más como vas hacer un viaje con la Hermandad, tal vez nuestra Gran Madre quiera conocerte. entra en la habitación al lado de las calderas. Como elfa seguramente  no te sorprenderá lo que veas, en el caso que se digne a aparecer, claro.

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-Estoy lista para que se me haga el tatuaje, pero recuerda tu promesa si me convierto antes de un año daré un heredero varón a mi esposo.- le recuerdo a Iroco y veo como

este asiente.

Estaba nerviosa, no dejaba de pensar en mi meditación y no sabía con quien podía hablar de ello, lo mismo aquella "Gran madre" podría despejar alguna de mis dudas.
-Pues sí, voy a probar suerte, seguro que te queda muy bonito le dije a Äerwen -vuelvo enseguida.
Fuí hacia donde las calderas y entre en la habitación que había al lado, nerviosa entre y dije -¿Hola?

Al terminar el desayuno, Lycyn, Ergala, Malleus y un servidor bajamos con nuestro anfitrión a la sala de armas, la gente nos miraba como si nunca hubieran visto a guerreros, o personas de gran fama, estaba claro que nuestras hazañas eran bastante conocidas.

Al llegar al cuarto de armas, Coreruil nos mostró una gran cantidad de armamento, digno de un ejercito para proteger una ciudad, me fascinaba ver aquella piezas creadas por verdaderos artistas, pero me desilusione un poco al no encontrar nada que pudiera rivalizar con mi "Quebrantahuesos".

Bonita colección Coreruil, estas más que preparado por si atacan Ciudad Gris, pero no veo ningún arma que supere a la mía, digo mostrando la empuñadura de mi "Hacha a dos manos", quizás algún día encuentres algo que pueda utilizar en futuras campañas, JE,JE,JE,JE,JE,JE.

pasas cerca de las calderas entre estas hay una puerta esta no chirría se ve nueva, abres diciendo hola, la sala hace un calor sofocante, pero para un elfo no tanto.

hay un enorme dibujo de un dragón enfrente. 

las paredes desprenden calor y sudan en el centro de la sala hay un circulo y una especie de tiesto de barro depositado en el hay una roca, aunque tiene pinta de tener la forma de un huevo de dragón incluso parece que se mueve algo en su interior.

la sala esta silenciosa, pero la cara del dibujo de dragón parece que te mira.

En verdad que vuestras armas son inmejorables aquí, pero no esta de más tener algo de respuesto, por si acaso, aconsejo a mi buen amigo, señalando lar armas.

No se si se necesita algo más útil  para vuestro rescate, pero pedirlo en todo caso. 

-¿Serás tu el que traiga la desdicha en este tranquilo lugar?
Le digo acercandome al huevo.
Tengo que avisar a Aëwender.
Salí de nuevo de la sala en busca de ella, entre con cuidado en la sala por que estaban tatuandola y no quería que por mi culpa se le hiciera daño

Los cuatro integrantes de la hermandad nos dirigimos hacia lo que más nos gustaba... ¡¡una armería con armas!!. Estaba claro que iba a ser complicado encontrar armas que superaran a las que llevamos, pero había que ver de que género disponía nuestro noble amigo.

Conforme avanzábamos la gente que se cruzaba con nosotros se iba inclinando ante la presencia de Coreruil - Veo que infundes respeto entre los ciudadanos Coreruil, ¿todos saben que tu también tuviste mucho que ver en la salvación de la ciudad? por su comportamiento diría que si... - comenté en voz baja con el señor de Ciudad Gris.

Al llegar a la armería, una gigantesca y robusta puerta se alzaba ante nosotros - Menudo pedazo de porton.... me parece que Coreruil con lo flacucho que es va a necesitar de nuestra ayuda para abrirla..... - sacó una llave del tamaño de su mano y mi pensamiento no hizo más que afianzarse de que el señor de Ciudad gris necesitaría de nuestra ayuda. Insertó la llave en la cerradura... - Una vuelta... dos vueltas.... tres, cuatro, cinco..... ¿acabará algún día de darle vueltas a ese chisme? seis, siete..... ¡¡menuda cerradura!! siete vueltas..... - y mis pensamientos se fueron al garete - ¡¡por todos los valares que el portón ese se ha abierto solo!! ¿de que está hecha esta puerta Coreruil? pensaba que no ibas a poder abrirla... ¿te duele la muñeca de tanto girar la llave? - comenté en tono jocoso.

Al entrar una espléndida sala repleta de material armamentístico se alzaba ante nosotros - Menudo material tienes aquí Coreruil.... - comenté mientras entraba a la estancia observándolo todo - como bien dice el hermano Tritón, no hay armas que mejoren las que ahora mismo poseemos, pero puede que con alguna cosilla de estas podamos hacer que algunas se aderecen para hacer algo más que cortes.... - comenté mientras agarraba alguna mono dosis de pastas para envenenar las armas - Con esto, aunque hagas un pequeño corte, a la larga puedes causar una buena herida que nos beneficie.... - comenté mientras observaba atentamente el botecito... y seguí mirando a todos sitios... - ¿No tendrás de casualidad algún frasco curativo, planta curativa o algo que cure? lo más probable es que lo necesitemos... -

En el lugar esta Iroco y un sacerdote dibujante. Este es un rincon tranquilo del enorme santuario.

Estoy sentada en una silla, en una mesa hay unos pinceles de tinte y unas agujas, enseguida te veo llegar.

- Has visto, Querida este tatuaje de un dragón rojo es el que me van a poner- Le digo enseñandole el primer boceto.

-¿Te pasa algo, te noto tensa?-  le comento a la elfa un tanto preocupada.

Veo como la elfa sale algo alterada.

-Para que la suprema quiera hacer acto de presencia, y contestar tus dudas tendrás que insitir, entiendo que para ti todo esto sea nuevo, pero te acostumbraras, los seres de la  Tierra Media  se acostubraran, poco a poco a este nuevo regimen. -le digo hacercandome a ella y apretandola del hombro, insitiendo en mi  última frase, al darme cuenta de tanto enfasis puesto, me tranquilicé.
 

Sonrio al ver a mis hermanos, un tanto decepcionados.

-Si los reinos elfos nos dotarán de armas especiales yo mismo llegaría hasta las puertas de Mordor, les digo sonriendo - coged lo que se vea necesario para el rescate. - Ante las palabras de Malleus, les lleve a un muro giratorio.-detras habia algo de Alquimia.

en esta mesa tenemos unos brebajes (6), sacados de las bayas de Suranie, si se toma antes de un combate, os anularan el aturdimiento de los golpes (1 asalto de  aturdimiento).

-También tengo -Señalo unas hojas, trasformadas en pasta - esta pasta (6 dosis) de hojas de Darsurión (1d6 pv).

También tenemos Zur es el jugo de un  hongo para las guardias va bien ya que agudiza olfato y oído durante 1H entera(5 dosis).

También tenemos nuez de Belan al tomarla cierra las hemorragías en (1d10 asaltos) pero sea de estar en reposo 1h, para que no se abra(4 dosis).

Musgo de Tahat si se flota una superficie fuerte mente durante un rato (1 asalto) esta desprenderá una luz florescente y verde que alumbrará una zona de 6mtrs²  una hora.(5 musgos)

También tengo un frasquito de Brebaje de fytz se dice que hace más inteligente durante 1h. (+5 inteligencia y Intuición 1Puto de poder). (2)

Felmather es una hoja que se ingesta, al que la tome podrá llamar mental mente a un amigo que se encuentre a 500 metros, también cura el esrado permanente de Coma. ((1 dosis), cadua en  1 mes)

Y esta sala es lo que demomento tenemos estas cosas son muy escasas, caras y dificil de conservar.

No sabía que hacer, estaba ahí parada escuchando como Aëwender ajena a todas mis preocupaciones me contaba lo que la iban a dibujar y ¿si esos tatuajes tuvieran algo que ver? ¿Le podría dejar que se lo hiciera aún sabiendo lo que conlleva? Y ¿ese dragón? ¿ Sería el de mis visiones? O ¿sería una cría y la enfurecida de mi visión sería la madre? Tenía muchas preguntas y ninguna respuesta, ¿como iba a advertir a Aëwender?, si mis sospechas eran ciertas y si tendría todo que ver con el hechicero, no me dejarían salir con vida. Tenía que ver a la Gran Madre aunque esperaba que ella no supiera de mis preguntas, pues si así era y como sospechaba todo tenía relación, al descubrirme tampoco me dejarían salir de una pieza.
-¡No me gusta! me atreví a decir a sabiendas de que sonaría muy insolente.
-Deberías estar segura de lo que te quieres hacer, he oído que pueden durar toda la vida.
Le digo sin apenas mirarle a la cara, pues mi cara reflejaría la vergüenza de tal osadía.
¿Régimen?
O sería que me estaba volviendo loca y cualquier cosa me hacía divagar o realmente todo cobraba un sentido.
-¡Probaré otra vez! dije en voz mas baja no muy convencida y volví mis pasos atrás, esta vez mas nerviosa que la primera entré en el cuartito de al lado de las calderas.

- En esa afirmación te doy la razón Coreruil, no se puede disponer de las mejores armas, sino otro gallo cantaría - Tras echar un buen vistazo a la armería, Coreruil se dio cuenta de nuestro pequeño desengaño aunque solo fuera una sola arma, nos hubiera gustado haber mejorado algo nuestro armamento, pero ante la imposibilidad de eso, Coreruil nos dio otra alternativa...

De repente, Coreruil nos hizo señas de que lo siguieramos hacia un muro - ¿vamos a luchar a ladrillazos hermano? - comenté jocosamente mientras le soltaba un codazo a Tritón. De repente, el muro comenzó a girar y me quedé boquiabierto - Coreruil, eres toda una caja de sorpresas.... - comenté mientras contemplaba como una panzá de mejunjes, frascos y demás objetos de alquimia se dejaban ver tras el muro de piedra.

Observé detenidamente mientras el señor de Ciudad Gris iba relatando las propiedades de todos y cada uno de los productos de alquimia allí expuestos - Todo tiene muy buena pinta y nos son de muchísima utilidad, pero tampoco nos vamos a llevar todos... a ver... a ver..... - empecé a observarlo todo con más detenimiento mientras me frotaba la barbilla.