Partida Rol por web

Entre todo lo que hay tirado por el suelo encuentras un viejo cuchillo con la empuñadura adornada y la hoja cubierta de un óxido extrañamente grueso.

Saco mi pañuelo y me agacho para coger el cuchillo.

- ¿Qué es esto? - pregunto agachándome para coger el cuchillo con el pañuelo en la mano pues por si acaso no tengo intención de tocar el cuchillo con la mano desnuda.

Alexander se giró cuando escuchó la pregunta del profesor. La daga estaba muy oxidada pero parecía estar en buen estado.

¿Me permite verla con más detenimiento?

La poca luz que había no le permitía ver con claridad, pero no creía que hubiera visto nada parecido antes.

No me suena nada, ni su diseño ni la ornamentación. Creo que queda fuera de mis conocimientos.

El cuchillo sale despedido en ese momento. El atónito Alexander se aparta justo a tiempo y el cuchillo solo le hace un leve corte en el antebrazo. El cuchillo acaba otra vez en el suelo junto a las escaleras.

Ufff. Lo siento profesor-´dijo mientras se levantaba frotandose la espalda.

Dios. Que idiota soy

Sybill lanzó una mirada a la habitación en busca de algo llamativo, pero salvo el mohoso cuchillo que va pasando de manos no vió nada raro. La joven se sentía incómoda...no la gustaba nada la idea de estar bajo tierra.

Aqui no hay nada

Justo en ese momento, el cuchillo salió despedido de las manos del sacerdote haciendole un corte en el antebrazo.

¡AHh!

¡Ahhggg!

Alexander se echó la mano al corte casi inmediatamente. Cuando apartó la mano la vio completamente llena de sangre. El brazo le escocía por el corte pero seguía teniendo movilidad, no debía haber sido profundo.
Volvió a poner la mano sobre la herida en un intento de evitar que la sangre siguiera saliendo. Con un pañuelo que llevaba en el bolsillo le pidió a la señora Leefolt que se lo anudara siguiendo sus indicaciones.

Solo espero que no se infecte, el cuchillo no está demasiado limpio.

Su mirada se dirigió al cuchillo, situado al lado de las escaleras.

No se acerquen, intenten tirarle algo pesado encima.

Sybill puso ligeramente los ojos en blanco ante las indicaciones del sacerdote.

Como si las necesitará

No se preocupe, en cuanto salgamos de aquí compraremos desinfectante.

Pongan un cubo de basura encima-sugirió. Los ruidos contra el metal les avisarian si el cuchillo se movía de nuevo y evitaría que se abalanzase sobre ellos de nuevo.-¿También encuentra explicación para esto profesor? preguntó con sarcasmo la chica.

- Pero ¿qué ...? - digo al ver como el cuchillo sale disparado hacia el Padre Alexander. ¿Está usted bien Padre?

Dicho esto pongo el pié encima del cuchillo y apoyo todo mi peso sobre él para evitar que se mueva.

- De momento no señora Leefolt. De momento no.

El cuchillo hace fuerza como si quisiera salir volando de nuevo.

Michael apenas pudo reaccionar dada la rapidez de los acontecimientos. No bien el padre Brandt hubo recibido la herida, el profesor se lanzó sobre el cuchillo para retenerlo, pero estaba claro que ahí había una fuerza actuando que no podían comprender.

- ¡Rápido! -urgió el policía- ¡Busquemos algo para ponerle encima! ¡Algo pesado!

Nada más terminar el vendaje a su compañero, Sybill se giró y obedeciendo las ordenes del agente de policia volcó uno de los cubos de basura y le depositó con cuidado bocabajo encima del pie del profesor tapando el cuchillo.

A la de tres retire el pie ¿De acuerdo? Uno...Dos....TRES dijo la joven soltando el cubo para atrapar aquella diabólica arma

Del interior del cubo surgió un sonido metálico, que se tambaleó levemente. Al cabo de unos segundos volvió a golpear otra vez. Habría que poner algún peso encima del cubo pero al menos tenían la seguridad que el cuchillo no saltaría contra ellos de nuevo.

Rápidamente busco algo pesado con lo que poder sujetar el cubo para que el maldito cuchillo no pueda atacarnos.

Y bien, ¿qué hacemos ahora? No podemos examinar el cuchillo porque lo más probable es se clave en alguno de nosotros. Y creo que empiezo a entender el motivo por el que estaban los candados en la puerta. Creo que más que para evitar que alguien entrara aquí era para evitar que eso saliera.

Alexander no tenía muchas dudas ya, aquella casa estaba realmente endemoniada. Pero poco podía hacer si no localizaba el foco, el lugar del que procede el mal para poder expulsarlo.

Sybill contemplo con miedo el cubo que aún se tambaleaba. Los ruidos del cuchillo contra el metal la ponían los pelos de punta.

-Revisemos lo que nos falta...después pensaremos en la forma de acabar con esto...Me da la impresión de que esto tiene mucho que ver con la capilla donde encontramos los cadaveres y ese libro. -la joven se giró hacia sus interlocutores - Vamos, símbolos extraños, sectas....justo al lado de esta casa...Normal no es

Por primera vez, la escritora sentía que la historia que estaba imaginando, salía de lo que iban a ser sus páginas y corría abandonandola, desobedeciendola y avanzando fuera de su control

La joven se acercó y apoyó la cabeza en el muro de madera que estaba frente a las escaleras y lo golpeó suavemente para ver si se escondía algo tras el.

-¿Os habeís dado cuenta de que el muro y ese cuartucho son de madera y el resto de las paredes del sótano son de ladrillo?

- Supongo que tendrían prisa por hacer la pared. - digo a primera vista sin soltar el cubo.

- ¿Quiere alguien poner algo pesado aquí encima para que no se mueva?

Alexander cae en ese momento en la petición del profesor, el cual se encuentra cada vez más apurado.

Lo siento, señor Rogers, veamos que podemos encontrar por aquí.

Cogéis unos cuantos ladrillos grises que hay tirados en un lado de la habitación y los colocáis encima del cubo, también a los lados para que no se tambalee demasiado. Pese a ello no se ha vuelto a mover nada dentro del cubo. De todas formas os sentís mas seguros teniendo el cuchillo ahí dentro que no fuera.

Espero que esto sea suficiente para mantenernos a salvo.

El padre Alexander se sacudía las manos del polvo que le habían dejado los ladrillos mientras volvía su mirada hacia la pared de madera.
Se acercó y golpeó con los nudillos en la piedra y en la madera para distinguir un cambio de sonido.