Partida Rol por web

El Horrible Secreto de la Isla Monhegan

Monhegan Island. Maine, EEUU.

Cargando editor
19/05/2010, 02:57
Melvin Franks

Apenas puso un pie en la costa de la Isla Monhegan, Melvin comenzó comprender los comentarios que había oído con frecuencia en Bristol. El sólo recibimiento de los pescadores resultó ser un escrutinio frío, silencioso y calculador. Devolvió pocas miradas, para luego comprender que aquel no sería un trabajo tan placentero como prometía. Las palabras de su socio acudieron a su memoria, pero pronto recordó que aquello era un viaje de negocios. Nada más.

Mientras le seguía los pasos a Krebs y a Wesson, cargando con sus bártulos en la retaguardia, el detective alcanzó a notar las casas de fachada decimonónica que se alzaban por la superficie de la isla, algunas cercanas, otras no tanto. Aquello explicaba la caligrafía de su empleador. Parecía que aquel pequeño trozo de tierra aislado del continente, en el medio del océano, no había abandonado las antiguas formas. Unos segundos después, metía sus maletas en el Packard, que no pudo evitar admirar un poco, a pesar de no ser un gran fanático de los automóviles.

-Le agradezco, señor Wesson. Siempre disfruto de observar el paisaje- afirmó, metiéndose en el vehículo. ¿Acaso mi trabajo no es observar? Desde su asiento, Melvin observó a la gente de Monhegan, que volvía a trabajar, sin prestarles atención a los curiosos visitantes. Entrecerró los ojos al notar los harapos que vestían, pensando en como se vería Martinson. Viniendo de una de esas casonas, dudo seriamente que vista ropas remendadas.

Cargando editor
20/05/2010, 08:28
Director

El vehículo finalmente arranca y Mr. Krebs se sienta en el asiento del conductor para seguidamente atravesar los escasos 100 metros de pista asfaltada que posee la isla atravesando la pequeña población con sus pintorescas no ya decimonónicas casas sino mas bien dieciochescas podríamos decir. Incluso las casas mas modernas parecen estar construidas al estilo antiguo, con una sencillez notable.

Poco hay que ver en este pueblo. Frente al puerto hay un pequeño mercado de pescado en el que básicamente los ciudadanos se intercambian la fructífera pesca y loos escuálidos vegetales, una pequeña taberna portuaria reconocible por los barriles a su puerta y por el par de hoscos hombres sentados en su puerta bebiendo cerveza (parece que a Monhegan no ha llegado la temida ley seca); y un pequeño almacén-droguería-ferretería-tienda de productos de primera necesidad; así como varias pequeñas casas con un pequeño huerto anexo que prácticamente los hace autosuficientes en cuanto al abastecimiento familiar de alimentos se refiere.

La pista da paso a un camino de tierra que pone a prueba la suspensión del Packard, que por cierto, parece resultar anacrónico en el anticuado ambiente de la isla. Y oculta tras una arboleda y en una pequeña colina y a unos 5 ó 10 minutos en coche (un tiempo no muy superior al que habríais tardado en llegar a pie dado el mal estado de la carretera) se encuentra una mansión de piedra de dos plantas, con tejado de pizarra y una necesidad de una manita de pintura en los elementos de madera. Es la mas grande que las que habéis visto en el pueblo aunque con el mismo estilo colonial. Krebs detiene el vehículo para abrir las puertas de madera de la cerca que rodea el perímetro mientras añade un escueto hemos llegado. dejando ver unas tierras relativamente bien cuidadas. Krebs detiene el vehículo ante la misma puerta y se dirige hacia la puerta principal.

Mr. Martinson les espera.

Cargando editor
20/05/2010, 11:39
Smith Wesson

Vaya vaya vaya, así que no ha llegado la ley seca. Quizás me tome una copilla cuando acabe todo esto. Hace ya meses que no echo un trago.

Cuando llega a la mansión le hace un guiño a Franks.

Excelente señor Krebs. Encantado de conocerle. Le tiende la mano y con la otra le da una palmadita en el hombro.

Cargando editor
20/05/2010, 12:45
Melvin Franks

A cada metro que recorrían, Melvin se convencía cada vez más de que los comentarios del continente tenían cierto fundamento. Aquellas gentes parecían no necesitar para nada el apoyo del resto del mundo, y menos los problemas de las grandes metrópolis. A pesar del aburrido paisaje, el detective no quitó ojo de sus alrededores, siempre escudriñando en busca de lo que sea.

Frente a sus ojos se presentó una escena extraña. Un par de lugareños bebían cerveza como si las leyes de los Estados no aplicaran a estas tierras olvidadas en el mar. El periodista le guiñó un ojo al ver la escena, y a Melvin se le escapó una sonrisa. Añoraba aquellos momentos que pasaba con su padre o su amigo Harold frente a unas copas. Pero aquello no podría ser lo mismo.

Finalmente, y luego de un viaje accidentado, arribaron a la propiedad de los Martinson. Melvin admiró la casona de estilo anticuado. En sus numerosos viajes había logrado observar bellezas arquitectónicas de todo tipo, pero no siempre pudo explorarlas en su interior. Tal vez esta fuera una nueva oportunidad. Inclinó el sombrero a modo de saludo silencioso, en dirección a Krebs, y le siguió los pasos a Wesson, aún observando todo a su alrededor.

Cargando editor
21/05/2010, 22:26
Director

Y mr. Krebs extrae un manojo de llaves del bolsillo y selecciona con pericia una que abrirá la puerta de entrada para seguidamente estrechar la mano que Mr. Wesson le tiende.

Y la puerta de la anticuada mansión se abre a un recibidor rectangular de altos techos y con una escalera que parte del propio recibidor hacia la planta superior.

La sala está modestamente amueblada: un banco de madera en una pared y un viejo sofá contra las escaleras y en un par de mesillas y aparadores sobre las que hay colocados sendos candelabros.

La iluminación proviene de un par de grandes arañas que soportan mas velas. Ni rastro de ilunminación eléctrica por ningún lado.

Y varios pasos se escuchan desde las escaleras, desde donde alguien está bajando desde el momento en que se abrió la puerta.

¡Hola! dice la voz del hombre que aparece ante vuestro campo visual. Mi nombre es Roger Martinson. Y les agradezco que hayan venido hasta nuestra lejana isla. Espero que su estancia aquí sea de su agrado

Roger es un hombre joven, que pasará por poco los 35. Viste ropas sencillas pero con buen gusto, y baja por las escaleras a buena velocidad tendiendoos la mano para estrechároslas.

Y detrás de él suenan mas pasos, alguien mas está bajando, pero mas lenta y pausadamente.

Cargando editor
22/05/2010, 23:56
Melvin Franks

Melvin se vio fascinado ante la decoración del lugar. A cada paso que daba en Monhegan se convencía que se encontraba en otro tiempo. Ni siquiera la electricidad había llegado allí, a juzgar por la iluminación de las velas.

Pudo percibir los numerosos pasos en la escalera cuando abrieron la puerta, y prestó suma atención al descenso de Martinson, cargado de curiosidad. Parecía un hombre completamente normal en conjunto con la situación. El detective le recibió con seriedad, y estrechó su mano firmemente.

-Es un placer, señor Martinson- respondió, percibiendo la calidez de la bienvenida, que contrastaba con la frialdad del resto de habitantes de la isla. Unos pasos, más tranquilos y pausados, llamaron la atención de Melvin, que desvió la mirada hacia las escaleras por unos segundos. Devolvió su atención a Roger, y aguardó a que Wesson se presentase.

Cargando editor
23/05/2010, 16:38
Director

Y unos lentos pasos siguen encaminandose por la escalera hasta que dejan ver dos pares de femeninos pies que calzan sendas sencillas sandalias. Luego dos pares de esbeltos tobillos y unos sencillos vestidos de lino que cubre el cuerpo de un par de adolescentes de mirada perdida y abobada que si bien tienen la vista apuntando hacia nuestros heroes, el enfoque de sus vidriosos ojos esta bastante mas lejos, en algun lugar indefinido situado mas a su espalda.

Cargando editor
23/05/2010, 20:57
Smith Wesson

Observa las lámparas de araña. Vaya siempre quise tener una en casa, me pregunto si serán muy caras. Sí lo más seguro es que sí, además tienen pinta de ser muy muy antiguas.

Sale de su inopia cuando llega el hombre. Wesson le mira de arriba a abajo. Esta gente no sabe vestir muy bien.

Claro que será de nuestro agrado. Lo poco que hemos visto nos ha agradado sobremanera y estoy seguro de que estaremos muy agusto con ustedes.

Espera a que Melvin le dé la mano. Después , él también le estrecha la suya.

Encantado de conocerle.

No ha retirado todavía la mano cuando aparece la chica, Smith la mira confundido. Sobretodo teniendo en cuenta que no tiene una mirada muy sana. Smith ya ha visto esa mirada más veces.

Algo le ha ocurrido a esta chica. Eso es seguro.

Cargando editor
23/05/2010, 22:55
Melvin Franks

Cuando los pasos se hicieron más cercanos, Melvin desvió su atención hacia las escaleras una vez más. Dos figuras un tanto infantiles iban apareciendo, que él observaba con sumo interés. Su andar pausado le llamaba la atención, a lo que no pudo evitar fruncir el ceño en su escrutinio.

Pronto, pudo ver a las dos muchachas por completo. Primero, admiró su juventud, como anhelando tiempos mejores. Pero pronto notó la mirada perdida en sus ojos, que observaban la nada con un extraño brillo en su superficie. Melvin las miró extrañado, pero no tardó en devolver su atención a Martinson, para no faltar el respeto. En lo que a el respectaba, las niñas podían sufrir de alguna enfermedad, y lo último que deseaba era dar una mala impresión.

-Buenos días- saludó escuetamente a las muchachas, a la espera de que Roger las presentase, si era eso lo que pretendía.

Cargando editor
25/05/2010, 15:32
Roger Martinson

Ah, y estas son mis ahijadas: Angela y Brandy añade el señor Martinson cuando ve que las miradas de los investigadores han reparado en las adolescentes, quienes por cierto se disponían tal vez a contestar al saludo de Melvin aunque un poco mas tarde de lo que hubiera sido normal. Mas que emitir sonido alguno parecen boquear como pez fuera del agua aunque inmediatamente cierran la boca cuando Roger vuelve a hablar.

Angela, Brandy, queridas, podéis subir arriba mientras hablo con estos caballeros? venga, subid, por favor, y... ordenad vuestra habitación. Estaré con vosotras en unos minutos.

Y las obedentes jóvenes sin añadir palabra alguna se dan la vuelta y suben pausadamente las escaleras. Seguidamente Roger se vuelve hacia vosotros.

Bien, bien, en seguida les mostraré sus habitaciones. ¿han tenido un buen viaje? quizás quieran comenzar cuanto antes sus indagaciones... pueden regresar cuando gusten y pueden quedarse en la casa y disfrutar del jardín o de la biblioteca como si fuera la suya aunque les pediré que respeten las habitaciones cerradas. Aquí cenamos a las 7 y si desean unirse a nosotros serán bienvenidos.

Cargando editor
25/05/2010, 16:03
Smith Wesson

Son unas chicas maravillosas.Es usted muy amable señor Martinson. Mira a su maleta antes de añadir:

Estoy deseando empezar, dar una vuelta, hablar con los lugareños e intentar averiguar qué pudo ocurrir pero primero si no le importa me gustaría dejar mi equipaje.

Mira a Melvin esperando ver qué añade.

Cargando editor
27/05/2010, 03:39
Melvin Franks

Melvin no pudo evitar reparar en la actitud depresiva de las ahijadas de Roger. Parecía que lo acontecido en la habitación no era percibido por las muchachitas hasta unos segundos después de lo normal. Ni siquiera llegaron a emitir un balbuceo, y el tipo les calló sutilmente. Entrecerró los ojos, algo alarmado por el tono dubitativo de Martinson al impartir órdenes, como si no supiera bien lo que hacía.

Me extrañaría que tuvieran energías para desordenar su cuarto, en primer lugar...

-El viaje ha sido tranquilo- apuntó el detective Franks, observando cada pared de la casona con curiosidad. -Es una suerte contar con un transporte confiable como el señor Krebs. Agradecemos el gesto- agregó, mirando a Wesson, como pidiéndole permiso para hacerlo partícipe de las gracias, aunque ello era más una formalidad, a juzgar por lo dicho. Asintió en silencio cuando Martinson comenzó a enumerar las comodidades de las que dispondrían durante su estadía en Monhegan, y recordaba cuan reacio Harold se había mostrado ante la proposición de ir.

Ja. Se caerá de su asiento cuando le cuente.

Cuando Roger se dispuso a comenzar el recorrido por sus habitaciones, Melvin le acompañó mientras continuaba su escrutinio del lugar. En dado momento, decidió que se había guardado sus preguntas lo suficiente. Era su trabajo inquirir después de todo. -Espero no lo considere una intromisión inoportuna, señor Martinson, pero no pude evitar notar que sus ahijadas se veían un poco...- espectrales -distantes. ¿Se encuentran bien?- preguntó, disfrazando su interrogatorio bajo la sutil máscara del buen samaritano.

Cargando editor
28/05/2010, 21:08
Roger Martinson

Naturalmente, señor Wesson.

Por favor, Alan, suba el equipaje de los señores y muéstreles sus habitaciones. dice hacia Mr. Krebs, quién se dispone inmediatamente a cargar con las maletas de los invitados.

Alan es un extraordinario cocinero. Si esta noche desean cenar con nosotros tendrán ocasión de comprobar la excelente pericia de la que hace gala al preparar el bacalao.

Y volviéndose hacia Mr. Franks responde:

Oh, no, no se preocupe por ellas. Son un poco tímidas, pero yo las protejo. dice intentando zanjar el tema y mostrando pocas ganas de hablar del tema.

Cargando editor
29/05/2010, 20:38
Melvin Franks

Melvin, que aún no se había deshecho de su maleta, se la entregó a Alan cuando Martinson le dio la orden. Continuó caminando detrás de su anfitrión, atendiendo tanto a la estructura de la casa como a sus palabras. Se limitó a asentir ante los comentarios triviales, esperando que el hombre contestase a su casual pregunta.

-Oh... pues, es bueno saberlo- respondió, esbozando media sonrisa, detrás de la cual se escondían sus sospechas. Aquella actitud cortante siempre daba a entender que, o estaba entrando en un tema sensible, o que Martinson era un pésimo mentiroso y prefería no delatarse accidentalmente.

Haciendo nota mental del hecho, el detective continuó el recorrido sin más.

Cargando editor
30/05/2010, 21:49
Director

Mr. Krebs sube las maletas tras avanzar a grandes zancadas por el recibidor y comienza a subir las escaleras cuyos peldaños crujen bajo su peso.

Al final de las escaleras se abren un par de puertas, una al Este y otra al oeste; mientras que otras de menor tamaño continúan subiendo hacia el desván un piso mas arriba. Las dos jóvenes ahijadas de Marrtinson os miran abobadas y silenciosas desde la puerta Oeste, mientras el señor Krebs abre la puerta Este.

Desde la balconada situada al lado de las escaleras puede verse en el recibidor del primer piso al señor Martinson, cruzado de brazos y mirando hacia arriba, hacia vuestra posición. (*)

Krebs llama vuestra atención:

Este es uno de los dormitorios, y el otro está tras esa puerta. dice señalando con la cabeza hacia el interior de la puerta Este. En efecto, al segundo dormitorio se accede desde el primero.

En el primer dormitorio hay una cama doble, un anticuado armario y una mesita de noche a cada lado de la cama; una modesta chimenea así como una silla y un tocador; todo ello de factura artesanal y algo anticuada.

La puerta entreabierta del otro dormitorio permite ver otro par de camas y con el mismo anticuado estilo que el primero.

Mr. Krebs deja las maletas en el primer dormitorio y dice.

Acomódense. Si desean agua para asearse pueden usar la bomba del patio trasero, detrás de la entrada principal y pueden calentarla en la cocina. Y aquí ya les dejo solos. Bien, que tengan suerte en sus investigaciones. (**)

Notas de juego

(*) Espero explicarme bien: el techo del recibidor y el techo de la segunda planta es el mismo. Gran parte del segundo piso no está aprovechado y está sacrificado para dar una altura mayor al recibidor.

Intento luego poneros unos mapas en los que lo veais mas claro.

(**) en efecto, no hay agua corriente. No parece haber llegado hasta aqui ese avance tecnológico.

Cargando editor
30/05/2010, 22:33
Smith Wesson

Sube las escaleras con cuidado , mirando al suelo y fijándose en la madera que seguramente esté carcomida por dentro.

Vaya por lo menos estas escaleras deben tener un siglo!

Muy bonito, muy bonito... sigue al señor Krebs por el segundo piso echando una breve ojeada a las dos niñas , qué niñas tan extrañas.

Al llegar a la habitación mira al Sr. Franks con una sonrisa malévola. Si no le importa, me gustaría quedarme con esta habitación.

Quizás pueda ir a echar un vistazo cuando todos duerman.

Después posa su mirada en el señor Krebs, Ha sido muy amable. Muy amable.

¿No tiene agua corriente? Santo Dios...

Cargando editor
31/05/2010, 21:18
Alan Krebs

Celebro que les guste. Ha sido un placer.
Ahora debo bajar, pues tengo algunos quehaceres. Que disfruten de su estancia en la isla.
dice algo serio, sin mostrar emoción alguna.

Cargando editor
01/06/2010, 23:02
Melvin Franks

-El placer ha sido nuestro, señor Krebs- respondió el detective con afabilidad. Una vez el hombre se retiró, Melvin se internó en las habitaciones, admirando el decorado, algo anticuado pero agradable. -Por mí no hay problema. Me hospedaré en la que queda- anunció, dirigiéndose a su habitación.

Dejó su discreta maleta sobre la cama, para luego comenzar con esa actividad que comenzaba a hacerse repetitiva en él: retirar su libreta y apuntar, con la concentración grabada en su rostro. No había demostrado sorpresa o desdén alguno por la falta anunciada de agua corriente. Su padre le había llevado en numerosos viajes, y no siempre a tierras tan favorecidas, por lo que había experimentado, si bien muy poco, la falta de comodidades.

Luego de guardar su diario en el pantalón, salió de su habitación, dispuesto a atravesar la de Wesson y salir a las escaleras una vez más. -Iré a hablar con Martinson. Es bienvenido si desea acompañarme- dijo, sin esperar respuesta alguna.

Cargando editor
01/06/2010, 23:12
Smith Wesson

Tras abrir la maleta y desdoblar las camisas y pantalones y colgarnos en el armario, sacar su despertador y colocarlo en la mesilla de noche. Haber escrito todo lo acontecido en su diario y tras coger su bloc de notas , Smith estaba guardando la maleta debajo de la cama cuando Melvin apareció de nuevo en el cuarto.

Por supuesto que le acompaño, también yo quiero indagar. Vayamos.

Sale de la habitación detrás de Melvin.

Cargando editor
03/06/2010, 10:16
Director

Bueno, pues según estabas colocando tus cosas en la casi vacíia habitación, encuentras algún par de cosillas olvidadas por sus anteriores ocupantes. Un pintalabios reseco bajo el tocador y un ejemplar del Bangor Express del 13 de Junio de 1923 bajo una de las camas.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Tirada: 1d100
Motivo: descubrir melvin
Dificultad: 70-
Resultado: 2 (Exito)