Partida Rol por web

Ambos os encontráis en el ascensor del modesto bloque de apartamentos donde  os ha citado la Señorita Waller, os llamó por teléfono ayer pidiendo vuestra ayuda para un caso de vida o muerte según os dijo. Al parecer su hermano ha desaparecido pero no quiso deciros nada más por teléfono y os citó en su casa, el nº 23 del piso 5º. Cuando entráis en el ascensor hay un botones con un uniforme algo sucio- sin duda habla de la poca distinción del bloque - que os pregunta ¿ A qué piso va Señorita? ¿ Y usted Señor?

Saludo a la mujer con una breve inclinación de cabeza mientrasme quito el sombrero.

Yo voy al quinto piso, ¿usted a cuál va?

- Al quinto.

Renata va ensimismada en sus pensamientos y apenas presta atención a sus compañeros de ascensor o al edificio en general.

- ¿Para qué demonios podrá necesitar mi ayuda está señora?

A ver si al menos consigo sacar alguna noticia aprovechable de este asunto... además habrá que mandarla rápido a la imprenta porque seguro que el tal hermano desaparecido reaaparece en un par de días en algún motel de mala muerte y con una resaca del 15...

En fin, otro año más que no ganaré el Pullitzer...

El hombre contesta - Al quinto entonces .- Da a la palanca hasta llegar al quinto piso en el que os abre las verjas y os hace un gesto para que salgáis del ascensor - tengan buen día señores- os dice el botones del uniforme cochambroso antes de cerrar las verjas del ascensor a vuestras espaldas y comenzar el descenso. Allí quedáis vosotros , dos completos desconocidos en mitad de un pasillo en quinto piso buscando el apartamento 23.

Renata echa a andar tranquilamente en busca del número 23, sin pararse ni por un segundo a mirar que hace el tipo que subió con ella al ascensor. Una vez ubicada la puerta, llama con los nudillos, aprovechando la breve espera para darse unos últimos retoques en el peinado.

Desde el otro lado de la puerta se escucha a poco volumen el sonido tan característico distorsionado de una radio mal sintonizada. Tras llamar a la puerta, la radio muere y escuchas pasos que se acercan a la puerta.

Una voz femenina contesta desde el otro lado

 ¿ Quién es ?

- Miss Renata Wallace.

Una mujer joven y bastante hermosa abre la puerta, lleva un vestido verde oliva y calza un gorro negro de lo más moderno. La mujer sonríe ante tu presencia, parece aliviada al verte.

- Señorita Wallace, pase por favor. La estaba esperando,gracias por haber venido tan pronto. - Te hace un gesto para que entres.

- Encantada de conocerla, supongo que es usted Miss Laura Waller ¿No?

Renata entra en el apartamento y sigue a su anfitriona.

Entras en una salita con un sofá de cuero negro y una mecedora, justo entre las dos cosas hay una mesita baja , tanto a la izquierda como a la derecha hay dos puertas que están cerradas, habitaciones, y demás piensas.

Sobre la mesa hay un cerro enorme de papeles, sobretodo de periódicos.

Te hace un gesto para que tomes asiento en el sofá , mientras que ella sin sentarte te pregunta - ¿ desea una taza de té o café ?- repara en que te has quedado embobada mirando el cerro de papeles y quitándole importancia con un gesto de la mano - no haga caso de este desorden, he estado intentando hacer algo por mi cuenta... pero no valgo.

- Le aceptaría gustosa un té, muchas gracias.

Supongo que estará muy preocupada por la desaparición de su hermano ¿No?
¿Qué tipo de hombre es?

Renata saca una libreta y un lápiz y adopta una postura profesional, preparada para tomar notas.

La mujer te da la espalda y abre una de las puertas de la derecha que da a una mini-cocina, en la que escuchas como trastea con cacharros y demás mientras te contesta elevando el tono de voz- Hoy es el cuarto día en el que no da señales de vida, como es lógico toda la familia estamos sumamente preocupados. Mi hermano...James.. no es nada habitual en él, es una gran persona, vive en Sommerville junto con el resto de la familia. Es vigilante del cementerio municipal, se lleva bien con la gente- más ruidos de cacharros- nunca se ha peleado con nadie, ni tiene enemigos que sepamos.-enciende el fuego- todos allí le quieren mucho.

- ¿Y no tiene ninguna idea de a donde puede haberse ido?
¿Quizá ha conocido a alguna encantadora joven...? Ya sabe a lo que me refiero.

Renata aprovecha la ausencia de Laura para echar una ojeada a los recortes de periódico.

Termina de preparar el té y se lo da a Renata con una sonrisa, después se sienta en la mecedora- Eso es lo primero que todo el mundo piensa, incluída la policía... pero señorita Wallace, si hubiese visto lo raro que estaba antes de desaparecer... - empieza a gimotear-y yo le preguntaba que qué le ocurría, que qué le preocupaba... y el me contestaba que no era nada, que no tenía que preocuparme... pero su cara, su forma de actuar, era todo anómalo en él. -termina compungida.

Renata acepta el té encantada y comienza a beberlo sorbito a sorbito, con cuidado de no quemarse.

- No se, ¿Quizá le debía dinero a alguien?
¿A alguien peligroso?

Salgo también en la quinta planta. La mujer que va delante de mí se dirige al piso al que tengo que ir yo. Hm... me pregunto qué habrá traído a esta mujer a mi mismo destino, si habrá sido llamada también por la Señorita Waller.

Señorita Waller, soy Oliver Miller, me había llamado usted.

Sigo a las dos mujeres.

En ese momento se escucha la puerta y como una voz masculina dice desde el otro lado:

Señorita Waller, soy Oliver Miller, me había llamado usted.

La Señorita Waller se levanta y abre la puerta de la vivienda

Una mujer muy hermosa, vestida de verde y a la última aparece en la puerta, dentro está la mujer que Oliver vio en el ascensor que entró antes que él.

- Estupendo, ya estamos todos. Bienvenido señor Miller, ¿ Quiere tomar algo ? acaba de llegar la señorita Wallace ¿ no se habrán encontrado ustedes en el ascensor ? como verá , ella se le ha adelantado y está degustando uno de mis famosos tés. Debería tomar usted una taza- te hace un gesto para que entres - pase pasa y póngase cómodo en el sofá, me temo que no dispongo de mucho espacio aquí.

Renata se levanta por pura cortesía y mira al recien llegado con cara de pocos amigos.

- Buenas tardes señor... errr... Miller.
¿No será también usted periodista por casualidad?