Partida Rol por web

El Ídolo de La Pasión

2.0 Nuevo día en Altdorf

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28/10/2009, 12:36
Gustav Johannsen

Gustav continuó con las manos tras la espalda mientras sus compañeros de hostería saludaban y se presentaban al recién llegado, von Riedrisch. Luego, despacio y siempre acompañado de una sonrisa, alargó su diestra hacia el dueño de la casa, y apretando con firmeza dijo suavemente:

-Mi nombre es Gustav, de Talabecland. Posee usted una magnífica casa, von Riedrisch.

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28/10/2009, 19:04
Casilda

Mientras se iban presentando a Hacket, la pequeña halfling volvió con una bandeja en la que traía tazas, pastas y te.

Con sumo cuidado lo sirvió todo en la pequeña mesita del centro del salón para que cada uno se sirviera con lo que se le antojara. Una vez hubo terminado se situó junto a Sigmund en un discreto segundo plano, esperando ordenes de su señor, que seguía atendiendo a sus invitados.

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28/10/2009, 19:08
Hacket von Riedrisch

-Gracias Dorothy le dijo Hacket a la halfling cuando terminaron con las presentaciones y se acercó a coger una de las tazas, beber un sorbo de té tras echar el azúcar necesario y hacerse con una de las pastas para comérsela Sírvanse sin miedo, son mis invitados y me gusta ser un buen anfitrión, cuando hayan terminado subiremos al piso de arriba, en donde tengo la habitación en la que guardo mi colección, para que puedan ver con sus propios ojos el estropicio que hicieron esos maleantes.

A medida que hablaba, pequeñas migas de pasta fueron proyectadas desde su boca manchando su blanca camisa, pero no pareció importarle, por cuanto que cogió otra antes de preguntar al matador

-Sigmund me ha dicho que usted no está interesado en el dinero,sino en un puesto en las filas de la primera infantería del ejercito Imperial. ¿Acaso cree que tengo suficiente influencia como para conseguirle un cargo importante?

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28/10/2009, 19:17
Joss

El enano miró con su característico ceño fruncido a Hacket antes de hablar y le respondió:

-Creo que tu criado entendió mal mis palabras de anoche. No quiero ningún tipo de cargo importante, lo único que me interesa es estar en las filas del jercito cuanto antes sin tener que pasar por los cuarteles de adiestramiento, ni tener que aguantar ningúna otra pérdida de tiempo. Tal y como lo demuestra mi cresta se señaló con un dedo la anaranjada cresta de su cabeza soy un matador, busco una gloriosa muerte en batalla y sólo quiero poder estar en primera linea para cargar contra mis enemigos y redimir mi honor, no tengo ningún interés en hacer carrera en el ejercito. Si eres capaz de llevarme a donde quiero ir, estaré encantado de hacer el trato contigo humano.

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28/10/2009, 19:23
Hacket von Riedrisch

-A bien, bien. En ese caso, creo que con mis contactos será suficiente para poder pagar su servicio con lo que me pide, tanto a usted miró al resto del grupo como a los demás, siempre y cuando me traigan lo que les pido, claro.

Terminó de masticar la segunda pasta y apuró la taza para dejarla de nuevo en la mesita del salón y coger otra con una mano mientras que con la otra ofrecía el plato con las pastas a sus invitados.

-Coman, están deliciosas.

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28/10/2009, 22:10
Larymian Lari

Larymian, callada hasta entonces, se sentía incómoda sin sus pertenencias, pero debía hacer un esfuerzo si quería proseguir con su viaje. Con una dulze sonrisa, saludó al señor de la casa:

- Buenos días, señor. Es un placer conocerle -dijo sin inclinar la cabeza, mirandolo fijamente a los ojos, aunque con su dulze voz y encantadora sonrisa.

La joven no se sentó en ningún momento y tampoco probó la comida que le ofrecieron. Nunca había sido del todo confiada. Como mucho bebería de la taza de Jekil, si este bebió y dejo la taza de nuevo en la mesa.

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29/10/2009, 11:26
Gustav Johannsen

Gustav se dirigió a la mesilla central, y con cuidado de no dejar caer nada ni manchar demasiado, aún después de ver como von Riedrisch escupia migas sin control, se sirvió una taza de té, con tres cucharadas de azucar, y mientras prestaba atención a la conversación del enano y del dueño de la casa, cogió una pastita, la observó un instante y le dió un bocado. Era deliciosa, por cierto. Mientras masticaba con algo más de cuidado que von Riedrisch, disimuladamente dirigió su mirada a la joven, que por alguna razón, parecía incomoda.

-Pruebe una, señorita-habló Gustav hacia la muchacha de ojos bicolor-Están de veras deliciosas! Intentó mostrar su mejor sonrisa al decir esto ultimo.

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29/10/2009, 20:20
Hacket von Riedrisch

Tras las relajadas presentaciones acompañadas de pastas y té que no todo el mundo probó Hacket decidió que ya era hora de mostrarles la habitación a sus invitados para que pudieran comenzar con el trabajo cuanto antes.

-Bien, ahora si me acompañan, les mostraré el lugar del que fue robada mi pequeña joya para que vean lo que sucedió.

Le hizo una señal a la halfling, quien procedió rápidamente a recoger la bandeja con las tazas y la tetera y desapareció por la puerta realizando su trabajo eficientemente, antes de que a nadie más le diera tiempo a salir de allí.

Sigmund no se separó de Hacket y ambos acompañaron a los 5 visitantes hacia la entrada en donde procedieron a subir a la planta de arriba por las escaleras que vieron al entrar a la casa. Arriba recorrieron un pequeño pasillo hasta detenerse para entrar en una habitación con la puerta abierta custodiada por dos hombres de aspecto serio, cabellos revueltos y cara con cicatrices, pero bien vestidos. Uno tenía una sigular nariz torcida mientras que al otro se le podía ver claramente que una de sus orejas estaba seriamente dañada por alguna herida pasada, debido a que faltaba gran parte de ella.

Hacket se giró para hablarles antes de invitarlos a pasar:

-Bien, esta es la sala en la que guardo mi pequeña colección particular. Verán, soy un coleccionista de obras de arte un tanto excéntricas a ojos de la gente más cercana a mi, pero eso no me importa. Valoro cada una de las piezas que soy capaz de encontrar y conseguir y estoy muy orgulloso de mi colección por lo que comprenderán que aquí su expresión se puso más seria la desaparición del ídolo que me han robado me ha afectado mucho.

Sin decir nada más, les cedió el paso a sus invitados haciendo un gesto con la mano.

La habitación estaba completamente desordenada. Al frente había una amplia ventana entreabierta que dejaba pasar ligeramente el aire del exterior para airear el lugar y junto a ella se podían ver un par de sillones y un pequeño escritorio con su silla junto a lo que parecía un archivo lleno de papeles desparramados por el suelo de alrededor que indudablemente habían sacado durante el robo, mientras que en la pared de la izquiera y al lado de la puerta, numerosos estantes guardaban pilas de libros, muchos de ellos tirados desordenadamente por el suelo. Un rápido vistazo les indicó el motivo: en una de las estanterías vaciadas se podía ver una pequeña portezuela de lo que parecía una caja de seguridad en la pared que habría estado escondida tras los libros. En la pared que quedaba, colgaban extraños cuadros de diferente temática, la mayoría bastante siniestros, pues representaban batallas, aquelarres y algunos paisajes de pesadilla y situados en esa misma pared y bajo los cuadros, 3 armarios abiertos, con las puertas de cristal, mostraban lo contenido en su interior: toda una gama de figuras de distintos materiales que se hayaban desordenados en el interior de los armarios o tirados por el suelo.

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30/10/2009, 02:03
Jekil Finster

Estaba bastante concentrado y callado, tanto que no prestó ninguna atención al te y las pastas. Por fin vamos a ver la habitación del robo, pensó.
La apariencia de los dos hombres que custodiaban la habitación era bastante peculiar. No pudo evitar fijarse en sus caras durante unos segundos.

Jekil entró, después de que Hacket los hubiera invitado a pasar con el gesto de su mano. No entendía como a alguien le podían gustar semejantes pinturas y figuras. De todos modos no le iban a pagar por su apreciación del arte, por lo que se guardó su opinión.

Con paso lento pero firme se acercó, con cuidado de no pisar ninguna figura ni ningún papel, a la ventana. Quería observarla de cerca para apreciar si había sido forzada, tanto por fuera como por dentro. También observó por la ventana y dedicó unos minutos a valorar las posibles opciones de escapar que habrían tenido los ladrones, en caso de haber utilizado la ventana para salir de allí. Otra de las cosas que había llamado mucho su atención era la pequeña puerta que había quedado al descubierto en el estante de la izquierda. Tras el escudriño de la zona de la ventana se dirigió a la pared de la izquierda, con la intención de realizar las mismas comprobaciones visuales que había hecho sobre la ventana, pero esta vez sobre la pequeña puerta.

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30/10/2009, 11:12
Gustav Johannsen

A medida que subían las escaleras hacia el cuarto en cuestión, Gustav se iba preguntando que tipo de obras de arte coleccionaria. El había visto a lo largo de su vida algunas..."cosas" llamadas arte en los "lugares" donde trabajaba, y de veras deseaba ver este tipo de objetos en una casa...normal.

Cuando cruzaron la puerta, no tuvo reparos en observar sin disimulo alguno a los dos matasietes que custodiaban la habitación, nunca se sabía quien podía estar implicado...Luego, al ver el pandemonium de dentro, intentó buscar un punto, o un detalle llamativo, lo cual fue dificil, al ver las piezas de colección de von Riedrisch, todas de una naturaleza siniestra, tan siniestra que algo detrás de su nuca le advirtió, aunque no supo muy bien sobre que.

Mientras Jekil rastreaba la ventana y la portezuela de la pared, el joven Gustav dedicó unos minutos a observar con detenimiento los cuadros y lo que representaban, y al fin, se decidió:

-Herr Hacket- utilizó su nombre de pila con algo de...desdén - curiosa colección de arte posee usted...un poco turbadora, o...siniestra más bien. Luego se encaminó hacia la portezuela que Jekil inspeccionaba y sin mirarlo, continuó hablando con von Riedrisch:

-Una curiosidad, el idolo que le ha sido afanado, es también de esta naturaleza...SINIESTRA?

Esta última palabra la dijo adoptando un tono algo más inquisitivo. Había algo que no le gustaba en todo aquello.

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30/10/2009, 12:34
Ruy De la Vega

El estaliano se acercó a la mesilla central y cogió una de las pastas, que tan amblemente había ofrecido el tal Hacket. Le dio un pequeño bocado y al notar el ligero sabor dulzón de la canela en su boca, suspiró ante esta bollería de alta calidad. - ¡¡Cómo me recuerdan a los azucarados pestiños de Magrittta!! - pensó Ruy con algo de morriña.

Sus compañeros comenzaron a seguir al nuevo patrón hasta el lugar de autos, y en ese momento el taimado espadachín retornó a las pesquisas que le atañían,... no sin antes birlar con gula un par de pastas más, que introdujo en uno de sus bolsillos. Nunca se sabía cuando el hambre podía volver a rugir por sus fueros internos, y si algo detestaba, era morir con el estómago vacío. Eso era lo primero que había descubierto en sus mocedades de mercenario.

Se quedó rezagado. Observando todo. Siempre había pensado que siendo un "pavo real" nadie lo consideraría una amenaza. Mucho pico y poco hierro. No en vano, ¿quién teme a un charlatán?. Ruy lo sabía y de ello se aprovechaba. Pero si todavía vivía y no había caído bajo una hoja más hábil que la suya, era precisamente por eso... porque a veces la mejor técnica era mostrarse inofensivo, cuando en realidad se posee el honorífico oficio de la soldadesca corriendo por las venas.

Miró a los hombres de dudosa catadura. - Estos han dado algún navajazo... - pensó. Luego contempló el intrincado caos que yacía en la sala donde Hacket guardaba sus obras de arte, y advirtió que el trabajo había sido realizado por algún allanador de poca monta.

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31/10/2009, 19:32
Director

A Jekil no le costó darse cuenta de que los ladrones encontraron muy útil la planta trepadora que se encontraba bajo la ventana y por toda la pared de ese lado de la casa, con algo de habilidad no parecía difícil valerse de la planta para llegar hasta la ventana, su aspecto no daba la impresión de ser capaz de aguantar un peso excesivo pero Jekil sabía bien, por sus conocimientos en el campo, que aquellas plantas podían ser muy resistentes.

La rotura del cristal al lado de la manilla del interior que abría la ventana confirmaba las sospechas de Jekil sobre que los ladrones habían entrado por allí. El agujero no era muy grande, pero lo suficiente como para meter una mano con cuidado de no cortarse y que hubieran ejecutado tal acción sin levantar ningún ruido con la rotura del cristal que alertara a los habitantes de la casa, hacia intuir a Jekil que no era la primera vez que los ladrones hacían algo así. Era más que probable que los allanadores, entraran y salieran de la casa por el mismo lugar.

Al acercarse a la caja de seguridad de la pared, pudo ver que esta había sido forzada con habilidad. Aunque por el rudimentario cerrojo de la puerta, se imaginaba que no debía de ser muy difícil y que la gran ventaja de aquella caja de seguridad era su lugar oculto tras los libros que la tapaban cuando estos estaban en las estanterías.Al acercarse a la caja de seguridad de la pared, pudo ver que esta había sido forzada con habilidad. Aunque por el rudimentario cerrojo de la puerta, se imaginaba que no debía de ser muy difícil y que la gran ventaja de aquella caja de seguridad era su lugar oculto tras los libros que la tapaban cuando estos estaban en las estanterías. La puerta estaba entreabierta y dentro del cuadrado agujero en la pared no había nada.

- Tiradas (3)

Tirada oculta

Tirada: 1d100
Motivo: Buscar de Jekil
Dificultad: 39-
Resultado: 95 (Fracaso)

Tirada oculta

Tirada: 1d100
Motivo: Buscar de Gustav
Dificultad: 47-
Resultado: 41 (Exito)

Tirada oculta

Tirada: 1d100
Motivo: Buscar de Ruy
Dificultad: 22-
Resultado: 34 (Fracaso)

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31/10/2009, 19:50
Hacket von Riedrisch

Cuando entraron al lugar, los dos hombres de la puerta entraron con ellos, al igual que Sigmund y la pequeña halfling, pero se quedaron cerca de la puerta sin decir nada, ni hacer otra cosa que observar sus movimientos por la habitación, al igual que hacían Hacket y sus sirvientes.

-Pues, sí, así es, en efecto.
Respondió Riedrisch a Gustav Reconozco que es un interés bastante excéntrico dados los motivos de las obras, que no todos ven con buenos ojos, y de hecho, me ha grangeado algunos problemas con las autoridades de la ciudad en algunas ocasiones, pero que se le va a hacer. Soy un apasionado de las obras de los artistas incomprendidos, que en su mayoría demuestran un enorme talento.

Mientras caminaba se fue acercando a uno de los cuadros, uno en el que el paisaje representado era el de una sombría Morrslieb llena sobre un tétrico cementerio bañado por su luz verde.

-Fíjense... que técnica tan impresionante la de este artista. Los trazos han mezclado los colores de una manera magistral, todas las tonalidades están perfectamente degradadas con un talento impresionante, casi parece ser una ventana al cementerio que nos representa esta obra
decía intentando convencer al grupo del enorme valor artístico de la obra y luego se giró para mirarles mientras hablaba Entiendo perfectamente las reticencias y críticas que recibo por poseer estas obras, yo mismo haría lo mismo si no fuera conocedor del arte que hay en ellas.Se llevó las manos a los bolsillos y respondió a la pregunta sobre la figura Más que siniestra... creo que los más recatados la describirían como inmoral. La figura representa a una pareja amándose, fue creada por Michael Epstein, alguien a quien la iglesia de Sigmar catalogó de loco y adorador de demonios allá por el 2417 antes de mandarlo a la hoguera. Sus obras están muy valoradas en el mercado aunque reconozco que también son muy perseguidas por algunos de los grupos más fanáticos de nuestra iglesia.

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31/10/2009, 20:21
Joss

El enano se acercó con fuertes zancadas al lugar en el que Gustav y Jekil investigaban y tras observar la caja de seguridad soltó un bufido y resopló indignado.

-No me sorprende que abrieran esto, sin duda se trata de artesanía humana de la más barata, cualquier enano recien nacido lo habría hecho mejor usando su sonajero. Se giró para mirar a Hacket Te voy a dar un consejo, humano, si realmente valoras tus cosas, la próxima vez contrata a un enano para que te haga el trabajo señaló con el pulgar detrás de él, al agujero vacío de la pared.

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31/10/2009, 20:28
Director

Al acercarse Gustav a la caja de seguridad de la pared, pudo ver que esta había sido forzada con habilidad.
Aunque por el rudimentario cerrojo de la puerta, se imaginaba que no debía de ser muy difícil y que la gran ventaja de aquella caja de seguridad era su lugar oculto tras los libros que la tapaban cuando estos estaban en las estanterías. La puerta estaba entreabierta y dentro del cuadrado agujero en la pared no había nada.

Sin embargo, algo más, aparte de las obras de la habitación, llamó su atención. Por el rabillo del ojo alcanzó a ver algo morado que asomaba levemente de entre la pila de libros tirados por el suelo, la mayoría novelas de grandes escritores o volúmenes cargados de poesías.

Al agacharse a mirar, vió que debajo de los libros había un pañuelo arrugado de color morado con un cuadrado de color rojo en el centro.

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31/10/2009, 20:33
Hacket von Riedrisch

A Hacket pareció caersele al alma a los pies cuando escuchó las palabras del matador y se encorvó ligeramente por la frustración:

-Pero, pero... si me costó casi 100 coronas de oro...

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31/10/2009, 20:54
Ruy De la Vega

Para Ruy, no había mejor obra de arte que una bella mujer desnuda en su lecho tras una larga noche de pasión, pero escuchó las palabras de buen gusto de Hacket. Realmente, era impresionante ver con que intensidad vivía su devoción por aquellas obras. Luego oyó la regañina del matador enano y en cierta forma, tenía razón en todo aquello que decía, pues la ingeniería enana era una de las más seguras de todo el Viejo Mundo.

Tras esto, miró a la pequeña sirviente Halfling y le dedicó una sonrisilla para aliviar la tensión del momento. El comentario del abatido Von Riedrisch, denotaba el dolor del dinero malgastado... Intentando que no le viera nadie, le ofreció uno de esas dulzonas pastas que se había adjudicado anteriormente. A veces, Ruy olvidaba que los medianos, no eran  propiamente niños...

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02/11/2009, 12:10
Gustav Johannsen

Gustav se agachó de inmediato para recoger el pañuelo morado, lo observó durante un instante, tratando de recordar si había visto alguna vez aquel diseño, o algo similar alguna vez en su vida. Como no pudo recordarlo de inmediato, decidió compartir lo hallado. Jekill, que estaba a su lado, fue el primero:

-Has visto alguna vez algo parecido a esto?-le mostró extendido el pañuelo-Quizas algun emblema familiar...o de algun otro...gremio?

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02/11/2009, 16:42
Joss

 Joss miró atentamente a sus larguiruchos compañeros que escudriñaban en el arte del pañuelo morado y decidió que esperaría a escuchar sus conclusiones, ya que él no era una persona dotada de la lógica y la perspicacia de la investigación de ese tipo, él estaba allí para resolver otro tipo de enseres.

Se retiró un paso hacia atrás y gruño suave y profundamente, como el que está sacando conclusiones o ideando algo. - un pañuelo, ¿como pretenden sacar información de un pañuelo? Si lo que buscan es el rastro de un moco lo entiendo, pero ...- pensó, y después de sacudir su cabeza decidió aguardar

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03/11/2009, 16:21
Jekil Finster

-No, ese pañuelo en concreto no lo había visto nunca. Aunque sea un simple pañuelo, será interesante mostrarselo al señor Hacket-Se giró mirando al enano al tiempo que comenzaba a hablarle- La verdad, tienes toda la razón sobre la caja de seguridad, el cerrojo es bastante rudimentario. El punto fuerte de la caja era que estaba oculta.

Cuando terminó de hacerle el comentario a Joss su mirada comenzó a perderse en el horizonte que le mostraba la ventana. Habían entrado por la ventana, eso seguro. Suponinedo que su único objetivo fuese el ídolo éste debía estar oculto en la caja de seguridad, ya que si no fuera así ¿Para que tomarse la molestia de forzar la caja? Aunque pensándolo bien no tenía mucho sentido poseer una obra de arte para que nadie pudiese admirarla. Había algo que no le encajaba, tenía que salir de dudas y que mejor que preguntarle a Hacket.

-Disculpe señor Hacket-Dijo mientras se acercaba lentamente a él-¿Podría decirme dónde guardaba el objeto que le ha sido robado? Quizás no servirían para nada estas preguntas, pero no pudo evitar preguntarlo.

Notas de juego

Lo escrito en cursiva son pensamientos del Pj