Partida Rol por web

Tienes mucha razón. El sistema de warhammer juego de rol, es muy intuitivo y fácil. El sistema de avance de las profesiones está muy logrado a  mi parecer y ahora con la nueva versión, se han mejorado cosas que se quedaban bastante arcaicas.

Por cierto, tengo una pregunta, ¿cuál es mi signo astral?.

El signo astral y otros detalles (color de pelo, ojos, altura, edad, procedencia...etc.) son cosas secundarías que se hacen al final de la creación del PJ para darle algo más de vidilla, la mayoría ya las habeis hecho al hacer la historia del PJ, por lo que solo habeis tenido que rellenar los huecos con lo que teniais pensado en lugar de ir haciendo tiradas.

Tenía pensado hacerlo al final de todo, cuando los PJ-s ya estén listos, para que los indecisos rellenen algún detalle "estético" del PJ que no hayan rellenado ya o no se hayan decidido y lo hagan con alguna tirada.

A ti solo te queda rellenar el peso, la altura y el signo astral, los dos primeros puedes ponerlos al gusto, el tercero también pero si no tienes a mano el libro para saber cuales son los signos... pues hazme una tiradita de D100 :b

Altura: 178 cm.

Peso: 73 Kg.

En mi manual antiguo no encuentro lo del signo astral, así que hago tiradilla d100.

El signo astral de Ruy es El Carro Roto, que es el signo del orgullo.

Lo del signo astral no tiene ningún efecto en las características, solo sirve para astrólogos, brujas y estafadores. La mayoría de la gente del Imperio conoce como mínimo bajo que signo nació, aunque no todos están convencidos de su trascendencia.

Me gusta mi signo astral. Indudablemente, es muy del estilo estaliano.

Y que lo digas, ni hecho queriendo XDDD

Empezamos con la partida, a continuación te pongo la introducción para Ruy:

Año 2522 del Calendario Imperial.

Jugársela a Jack Farny no había sido buena idea, pero intentar jugársela dos veces había sido una idea mucho peor. Desde que Ruy llegó a Altdorf, se había dedicado a vivir de los ingenuos. La Tormenta del Caos, había dejado toda la economía del Imperio desetabilizada y aunque ahora que el Imperio empezaba a recuperarse, tenía que ser fácil encontrar trabajo en las múltiples tareas que la ciudadanía tenía por delante para recuperar todo lo perdido, pero la realidad le escupió a la cara. En la capitál del Imperio, las noticias de la invasión de Archaón, el señor del fin de los tiempos, no habían sido nada más que rumores venidos de tierras lejanas, y los ciudadanos apenas habían visto cambiar sus vidas. Salvo por el encarecimiento de los productos, la enorme cantidad de negocios que se habían ido a pique por culpa de las enormes tasas de los impuestos para pagar la manutención de los ejercitos imperiales y el lógico incremento de delincuencia que había sucedido al verse tantas familias en la miseria. Altdorf, no había experimentado la violenta crueldad de los ejerctios de Archaón, pero gracias a la guerra, había experimentado la violenta crueldad de la gente adinerada contra los ciudadanos mas humildes, que pagaban los deslices de la la élite y los daños indirectos de la guerra.

De esta forma, Ruy se encontró con que en Altdorf las cosas no estaban muy bien para ejercer ningún trabajo honrado y decidió poner en práctica su picaresca engañando en el juego a aquellas personas de las que sacar un buen beneficio sin que nadie resultara perjudicado. Fue de ese modo, como engañó a varios capitostes del hampa de los bajos fondos de Altdorf, pero finalmente se encontró con mas de lo que podia manejar y su avaricia le llevo a la perdición. Tras una partida que ganó contra Jack Farny, el mafioso vio su orgullo seriamente dañado y buscando la revancha volvio a retar a Ruy, o eso pensó el espadachín. Pero ¡Ay! Poco sabía Ruy que aquel hombre era tan timador y estafador como él y que además tenía mas experiencia en esas lides. Sabedor de la fama que aquellos que habían perdido contra ruy, le habían dado al bribón, Jack usó la primera partida para poner a prueba al estaliano y confiarle y la segunda para darle una lección y sacarle todo el dinero que pudo.

De esa manera, Ruy, perdió la partida, todo el dinero que había conseguido y además, acabó debiendo 300 coronas de oro. Todo un dineral que no sabía como pagar, pero su brillante intelecto se puso a trabajar de inmediato para encontrar la manera de saldar su deuda.

Y fue en la ciudad, donde encontró a alguien que le indicó las señas de un rico comerciante llamado Hackett, quien gracias a sus altos ingresos podría pagarle lo suficiente con lo que saldar la deuda. Este hombre, había tenido recientemente un problema de ladrones en su casa y andaba interesado en contratar a quien le pudiera encontrar lo que le habían robado, era una buena oportunidad de conseguir rapidamente el dinero que necesitaba a cambio del servico al comerciante.

Sin pensarlo mucho, Ruy acordó que se encontraría con Sigmund, un criado de Hackett que estaba buscando a los hombres que recuperarían lo que le habían robado al anochecer del Hornes* en la taberna El Gato Manchado.