Partida Rol por web

-¿Estas loco?- Exclama Norte.

-No puedes darle tu alma así como así ... si lo haces desaparecerás para siempre y te convertirás en una simple moneda de cambio entre los demonios. Jamas podrás encontrar el descanso eterno y con el tiempo, posiblemente termines como uno de sus secuaces en una nueva forma abotargada y llena de odio.-

-¡Es preferible morir en combate que terminar en sus fauces!-

Lentamente las graves heridas de Shana empiezan de derramar menos sangre. Lo que solo significa que ya queda muy poca en su cuerpo.

Con los ojos serenos mira a Norte.
Crees que no se cual es el pago? Pero si no lo hago, morirían mas gente, al menos hoy. Si puedos salvar a casi todos, me parece un pago justo, y es un sacrificio que prefiero que salir por la puerta y dejarlos a su suerte. Lo que me cuesta es tener que decidir a quien pagara mi pena por la eternidad, y sufrirá este purgatorio. Sin duda hubiese elegido al mas agónico, pero veo que se ha recobrado (malditos, XD). Nadie quiere dar un paso al frente y hacer la decisión?

Las palabras de Voronwe habian hecho mella en Storm.

El monje recordó como había sido acogido y adiestrado por El Gremio, y lo rápido que había avanzado en su perfeccionamiento marcial y espiritual. Inspiro una bocanada de aire, y repentinamente vio el tiempo pasar despacio, sucediendose una serie de secuencias de su pasado, las cuales marcaban, fracasos, hazañas y exitos.

El suave aire del Norte le trajo de vuelta a la cruda realidad, sus hermanos derrotados por este ser diabólico y la oportunidad de salvar a los suyos. Había sufrido mucho y lo había dado todo. Y aunque era una persona de carácter reservado, por primera vez en su vida, una ligera lagrima asomo en sus ojos, ya que esta era la decisión más importante de su vida.

Dando un paso al frente, miro a su compañero y exclamó: Yo me ofrezco! Siempre que cumplas tu parte del trato y dejes al Gremio en paz mi alma sera tuya. Mirando fijamente al demonio al decir cada una de sus palabras.

Yo me ofrezco! Siempre que cumplas tu parte del trato y dejes al Gremio en paz mi alma sera tuya. Mirando fijamente al demonio al decir cada una de sus palabras.

El diablo no presta el menor caso al monje, pues tan solo un gesto de Voronwë era lo que le importaba ahora. Un simple gesto. Un dedo apuntando alguno de sus compañeros. 

Uriel escuchaba las palabras de todos ellos, no podía evitar pensar que Ericus recobraría el aliento. Pero no sería a causa de él. Sus nociones de sanación eran mínimas.

Mientras miraba de reojo al maldito Lividius, escucho las palabras de sus compañeros. Tomo de debajo de los hombros a Ericus y se alejó con este por si en algún momento tomaba de nuevo las riendas del combate el demonio.

Escucho el ofrecimiento de Storm y Voronwë.

Voronwé con pesar mira a Storm y casi desilusionado porque nadie de los llamados heroes consciente habian querido tomar lugar de Storm, pues el ya habia sellado su eternidad.
Levanto lentamente el dedo hacia Storm y lo señalo.
El y y[...]

En el mismo instante que el dedo indice apunta a Storm, Lividius desaparece engullido por las llamas y reaparece a espaldas del monje. Todo ocurre tan rápido que Voronwë apenas tiene tiempo de articular un par de sílabas antes de que la espada del diablo emerja empapada en sangre del pecho del monje.

[..]o damos voluntariamente nuestra alma a cambio que dejes marchar a todos los demas.

Cuando estas últimas palabras salen de la boca de Voronwë, Storm ya no esta vivo para escucharlas.

Norte niega con la cabeza mientras aprieta los dientes. Tenia unas ganas locas de lanzar su martillo a la cabeza de Lividius, pero si lo hacia la muerte de Storm seria bastante inútil.

No pudo evitar mirar con cierto odio a Voronwë.

¿Que diablos importaba una cosa tan efímera como el honor o orgullo personal en el corto periodo que un mortal pisaba el plano material? El destino de cada alma radica en descansar eternamente entre los brazos de su dios. El dolor, la angustia y las penas pasadas en vida eran borradas en el mas allá y llenadas por la magnificencia de los seres divinos que eran capaces de apaciguar el mas duro llanto.

Todos y cada uno teníamos un lugar entre los dioses y Voronwë había malgastado su alma y la de un compañero por hacerse el héroe.

Al fin y al cabo, ¿que era mejor? ¿Que muriéramos todos y fuéramos al descanso eterno con la confianza de haber luchado por nuestros principios? ... ¿o sobrevivir pero perder dos almas a los demonios, que usan como monedas de cambio para subir en los eslabones de los planos infernales?

Voronwë no solo había perdido el descanso eterno, si no que le daba poder a Lividius para que se convirtiera en un ser mas temible. Le daba la única cosa que un demonio puede querer, pues aumenta su poder considerablemente con cada alma que adquieren.

La próxima vez que tuviéramos que luchar con el, por que de seguro que no abandonaría el plano material, seria aún mas poderoso y difícil de derribar gracias al necio acto del medio elfo.

Tras medio minuto de agonía, el corazón de Shana se rinde. El ritmo de sus latidos aminora. Cada vez mas lento hasta que se detienen por completo y llegar al silencio. De repente su piel parece mas blanca y el cuerpo 21 gramos mas liviano.

Baasta!! ya ha habido demasiadas muertes, coge mi alma en paz y cumple el pacto. No hace falta que me des muerte, pues ire voluntario si nos vamos ya.
Gira la cabeza y mira a Norte.
Espero que les des un entierro digno a los que cayeron aqui. Y por favor, dar un buen entierro al nombre de mi familia, que mi acto no empañe su buen nombre.
Dicho esto, Voronwë se acerca lentamente a Livius.
Cuando guste.

Lividius desaparece, dejando en el suelo el cuerpo aun caliente del monje. Cuando reaparece envuelto en fuego, lo hace a poca distancia del semielfo. Y en un acto de generosidad, anda los 3 pasos que les separan hasta quedar enfrente suyo. Su máscara oculta casi por completo el rostro del diablo, salvo ese ojo brillante que escudriña a su premio. Sonríe. No se puede ver pero resulta innegable.

La adepta, un poco confusa por como se han sucedido las cosas, tarda en reacciónar. Cuando lo hace es para acercarse cautelosamente a Voronwë. Quizás aun no convencida del todo que esto acabe por funcionar. Cuando llega a espaldas del semielfo, coloca su mano sobre la cabeza y empieza a murmurar algunas palabras arcanas de origen impío.
Al poco rato, el cuerpo de Voronwë empieza a sacudirse con espasmos incontrolables. Intenta gritar pero su boca se desvanece, al igual que sus ojos, hasta dejar un rostro irreconocible, anodino y carente de facciónes. Incapaz de mostrar emociones.

De repente el diablo parece recordar algo. Se da la vuelta para ver que aun estáis aquí. - Fuera de MI casa.