Partida Rol por web

Volveis a la habitación de la Campana. La llave del SOL, está tirada en el suelo, cerca de la pared OESTE. Las antorchas brillan con luz azul.

Tras pasar por la puerta diviso la llave tirada.

Tal vez nuestro nuevo compañero desee recoger esa llave. Haplo señala en dirección a la llave tirada en el suelo mientras insta al mercenario a recogerla.

Me agacho y recojo la llave luego hago un ademán a mis compañeros para abrir el cofre

Cojes la llave del SOL y vais por la puerta NORTE, llegais a la habitación alargada y te dispones a abrir el Cofre de madera. Ves como la llave SOL no encaja en la cerradura.

Mmm... si esa llave no va abrá que forzar la cerradura o convertir el cofre en palillos para los dientes

Mientras dirijo una mirada de desconfianza y recelo a Trenkz, me agacho frente al cofre.
-Con tu permiso, déjame hacer los honores, Barnoth. Mejor abrirlo con delicadeza que hacerlo añicos y destrozar lo que haya dentro. Espero que no haya nada peligroso.
...por mi bien...
Una vez más hago uso de mi juego de ganzúas y hurgo en la cerradura del cofre hasta que oigo un click.

El cofre se abre. Dentro hay los siguentes objetos:

Una cuerda de unos 5 metros, es fuerte y segura.
Un casco de guerra, está oxidado y viejo. Son de los que tapan toda la cara y tienen una rejilla para ver.
Dos botellas de cristal con un líquido azul, las cuales reconoceis como una spoción mágica, el que la toma recupera todas sus fuerzas mentales.

Tras mirar detenidamente los objetos, me vuelvo hacia los demás.
-La poción es evidente que debería tomarla Haplo. Sin embargo, ignoro qué hacer con la cuerda y el casco. ¿Alguien quiere probar suerte y ponerse el yelmo; quizás tú, Barnoth, ya que perdiste la maza?

Me apresuro a coger ambas pociones y tomo un sorbo de una de ellas.

Ahh! gracias amigo, la necesitaba.

Con fuerzas renovadas, asiento a Ryagan en su deseo de que Barnoth pruebe el uso del viejo casco de guerra cuando, echando una ojeada a la cuerda, digo:

La cuerda seguramente nos será útil en otra parte del Laberinto, tomémosla.

Agarro la cuerda y la examino, estudiando su estructura.

Haplo se bebe el contenido de una de las botellas, renovandose por dentro. Examinas la cuerda pero no adviertes en ella ningún poder mágico, es una cuerda simple, pero bien hecha y robusta.

Barnoth no era amigo de las armaduras pesadas pero accedió por curiosidad a ponerse el casco...

Veamos si este casco es "especial"... el bárbaro lo miró por activa y por pasivo y terminó colocándoselo sobre la cabeza... ¿que os parece? ¿me hace más alto?

Como alguno se ría le dejo sin dientes...