Partida Rol por web

El laberinto del bufón

IV - Mucho más que un secreto

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22/10/2017, 14:36
Zafira 'Ithildin

Estoy de acuerdo con el reparto de guardias que sugiere el hijo de Balakson. -dijo Zafira, absorta como sólo puede estar un elfo, mientras revisaba lo encontrado.

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23/10/2017, 23:40
Región de Eltsembar

Si no hubiese sido por el cercano encuentro con las harpías y el árbol corrompido donde moraban aquel bosquecillo podría haber pasado por uno más de los cientos que crecían alrededor de las ciudades que había visitado. Estos, tan patrullados y ajados por el continuo trasiego de soldados, campesinos, leñadores y pastores con sus rebaños que apenas cobijaban en su seno formas de vida mayores en tamaño a un conejo, solían ser mucho más seguros que las mismísimas posadas o las calles de las ciudades a las que calentaban con su leña. Sólo aquellos cuya explotación era exclusividad del noble local se diferenciaban del resto, y esto sólo era en parte, pues, aunque sí que podían encontrase en ellos a grandes depredadores como osos o lobos, lo cierto es que su presencia solía ser muchas veces consentida, para darle mayor diversión a las batidas de caza de los señores. Pronto tuvo claro Aldar que ningún gran ser, inteligente o no, había aceptado vivir en aquel lugar teniendo por vecinos a las traicioneras harpías. Durante su paseo en busca de comida no se topó con más señal de presencia de otras criaturas que barro apelmazado contra la desgastada corteza de un olmo gris, lo cual era indicativo de que al menos algún jabalí frecuentaba la zona de vez en cuando.

Si bien el cazar algo iba a ser una tarea complicada, no lo era en absoluto la recolección de bayas y raíces comestibles. Sólo hacía falta alejarse un centenar de varas de la Hidra Sonriente para que las Siempretiernas, un arbusto espinoso cuyos bulbos tenían un sabor muy cercano al del puerro, abundasen como las hojas en los árboles durante la primavera. Aunque solía ser bastante laborioso el acceder a ellos, pues el contacto con las espinas tenía un efecto urticante muy molesto, tres plantas eran suficientes para dar de cenar a dos personas poco exigentes. Y así fue, con el morral cargado de aquellos bulbos terrosos, Aldar regresó al campamento, tranquilo tanto por saber que aquella noche no tendrían que echar mano de las provisiones que cargaban en los caballos como por el hecho de que era muy improbable que los temidos osos lechuza interrumpieran el descanso nocturno del grupo de aventureros.

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23/10/2017, 23:43
La Hidra Sonriente

Con las patas de una mesa que habían encontrado en mitad del salón y pedazos de algunas sillas que no habían sido utilizados por los visitantes anteriores de las ruinas, Balakar y Freya encencieron un fuego modesto pero que serviría a la perfección a sus propósitos. El hecho de que la cocina quedase bajo techo en su mayor parte obligaba al humo escaso que escapaba de la hoguera a extenderse previamente por la estancia antes de abandonar la posada cualquiera de los muchos huecos que su fachada presentaba. Así, aunque el olor de la madera quemada no podía ocultarse, uno evitaba mandar señales visuales a cualquier ojo distraído que habitase por los alrededores cercanos.

Cuando Aldar llegó de vuelta al improvisado campamento, con las manos llenas de tierra y un abultado petate en su poder, el fuego en la hoguera latía con toda su fuerza. La temperatura había caído ligeramente en el exterior y se había levantado una ligera brisa cuyos coletazos hacían oscilar las llamas de la hoguera, proyectando sombras danzarinas en las paredes desnudas de la antigua posada. Aunque ésta no era suficiente como para desplumar a un pollo, sí que obligaba a calarse la capa para evitar que los dientes castañeteasen. El explorador pronto agradeció el calor de la cocina, comprendiendo enseguida el porqué de que los antiguos moradores de esas ruinas hubiesen decidido montar el campamento en el mismo lugar que ellos. 

Notas de juego

@Zafira: hay un 50% de que las plantas que has recolectado queden inservibles después de tratar de preparar el material de curandero. Tira 1d10 y si sacas más de 50 podrías volver a intentar al día siguiente crear el uso de material de curandero con esas mismas plantas.

@Todos: descansando 12 horas tendríais levantado el campamento antes de que amaneciese completamente.

@Avlin: Sí, podrías usar Saber Local para conocer más acerca de la posada.
La alacena hace tiempo que dejó de almacenar cosas de utilidad. En la actualidad únicamente contiene piedras, trozos de madera carcomida y raíces de los árboles que crecen al otro lado del muro.

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24/10/2017, 00:11
Avlin Tuercegris

El gnomo recorrió las diferentes salas todavía un par de veces más tratando de recordar distintas cosas que hubiera podido leer sobre el lugar pero, extrañamente, nada acudía a su mente. Probablemente el cansancio y el estrés del combate dificultaba su concentración.

Desanimado, el hombrecillo terminó rindiéndose y ayudando a los demás a preparar el campamento. Seguía dando vueltas al asunto de la historia de la posada cuando unas palabras de Balakar llamaron su atención.

- ¿La guardia?- Avlin parecía distraído observando el colgante que permanecía todavía entre las manos del enano- Sí, sí, como queráis, yo estoy bien y cuento con Ivvy, puedo hacer la guardia sólo o acompañado, tanto da pero Déjame ver- pidió ávido alargando sus manos traviesas hasta cazar el colgante que ofrecía Balakar- déjame ver- repitió entre susurros.

Los ojos del gnomo brillaban con la emoción del descubrimiento. Cada objeto mágico, por insignificante que fuera, podía contener una gran historia tras de sí, una historia de conocimiento, tesón y exploración mágica que bien podía llevarle por caminos, hasta ahora inexplorados.

Olvidándose de el mundo que lo rodeaba, el pequeño mago remangó sus vestiduras y desplegó sus dedos regordetes sobre el colgante que ahora reposaba entre sus piernas, mientras murmuraba extrañas palabras que, quizá, Zafira podría reconocer.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Qué desastre de tirada.

Utilizo Detectar Magia sobre el colgante.

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24/10/2017, 06:53
Zafira 'Ithildin

Chasqueando la lengua, Zafira se dió cuenta de que el menjurje de ungüentos curativos que preparaba aún tomaría más tiempo del que pensaba para estar listo.  Lo bueno es que, a pesar de sus mejores esfuerzos de novata, no lo había echado a perder.  Así que decidió dejar a la mezcla reposar y se dispuso ella a hacer lo mismo. 

Debido a que los que practicaban la magia arcana, como Avlin, necesitaban dormir 8 horas seguidas para poder preparar sus nuevos hechizos, dejó que el gnomo tomara la primera guardia, no sin antes conseguirle unos ratones y musarañas con quien compartir migajitas y buena plática durante ese rato de espera.  Quizá en su diálogo gnómico les sacaría algo más de información sobre cuántos eran los que se habían quedado aquí antes, que tipo de armas o armaduras tenían, o a qué olían (revelándoles algo sobre cómo era el lugar donde usualmente se escondían en Argenta).  Inclusive le podrían advertir de peligros si se acercaba algo que ellos escucharan y olieran que el gnomo no.  Como te lo prometí Avlin, te presento a unos amigos

Ella tomaría la última guarida antes de la madrugada. Era el momento en que la druida le pedía a la Naturaleza que la escuchara.  También así podría buscar componentes frescos para aumentar su paquete de remedios.

Concentraré la mayoría de mis bendiciones de mañana para la curación.  -les dijo a sus compañeros.  No sería tan efectiva en combate o defensa el día de mañana, pero al menos lograría dejar un poco más recuperados a todos.  Las heridas de Aldar y Freya aún lucían preocupantes.    

Su plan era dormir, y al levantarse a hacer su guardia, darse primero un rondín de vigilancia buscando nuevas hierbas curativas. Acabaría de preparar las de la noche, de manera callada y alerta.   Buscaría especialmente algunas bayas para bendecir; eran tan útiles para llevar como recurso mágico ante la necesidad de curación.  Las daría a los heridos según necesidad antes de que levantaran campamento.  Diciendo esto, deseó buenas noches a todos, no sin antes agradecer la ayuda mutua y el esfuerzo hecho en aquel tan arduo día que acababa.  

Y este es tan sólo es el comienzo.  

- Tiradas (5)

Notas de juego

En la madrugada prepara los hechizos de:

  • Curar heridas ligeras. (nvl 1)
  • [2] Buenabaya. (nvl 1) -las hechiza en la madrugada misma-
  • Detectar Magia (nvl 0)
  • [2] Guidance (nvl 0) 

Los dejaré puestos en la sección de "notas" de Zafira cuando pasemos a la escena de la mañana.

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24/10/2017, 13:00
Freya

Me dispuse a encender aquel fuego, escuchando de fondo cómo Zafira sugería que tras ello descansara, habiendo dado antes instrucciones a Aldar. La elfa parecía estar integrándose algo más en grupo, aunque aún parecía costarle comprender del todo lo que significaba trabajar en equipo. Al menos parecía estar esforzándose.

Antes de que Aldar regresara, comenzaron ya a hablar unos y otros sobre las guardias. Suspiré, tratando de no soltar ningún improperio. Acabábamos de enfrentarnos a una situación muy peligrosa, se había puesto de manifiesto la necesidad de coordinarnos, y ahora comenzaban a deliberar sobre algo sin estar todos presentes.

Me senté cerca del fuego, tratando de contenerme, pero cuando Balakar nos llamó a cenar y se dispuso a ello no pude más; y no porque comenzase a comer sin esperar a Aldar, aunque yo pensara aguardar a que mi amado volviera.

- ¿Es que no has escuchado a qué ha salido Aldar? Necesitamos ahorrar provisiones. – espeté malhumorada. – Presta más atención.

Me puse en pie, dirigiéndome al lugar donde había dejado la comida que había encontrado, cogiéndola a la espera de que Aldar regresara. Continuaron hablando de las guardias y de algo que había encontrado el enano en el nido, que por alguna razón había esperado demasiado tiempo para contarlo.

- Hubiera sido gracioso que se tratara de algún objeto maldito y tú no lo hubieras contado hasta ahora, ¿Eh? – dije con ironía, remarcando lo que creía era una clara falta de precaución.

Al regresar Aldar mi mirada se dirigió de inmediato hacia él, viendo satisfecha que parecía haber encontrado bastantes cosas, aunque apretando mis labios al darme cuenta también de lo calada que llevaba su capucha; debía hacer frío ahí fuera.

- Parece que nos toca la última guardia. – le informé mientras me acercaba a él. – Acércate al fuego, anda. - le pedí frotando su espalda. -  Balakar encontró algunas cosas en el nido de las harpías.

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24/10/2017, 17:54
Aldar

No fui completamente consciente de lo mucho que había bajado la temperatura hasta que regresé al interior de la ruinosa posada. Avancé aún con la capucha calada hasta que sentí el calor del fuego en mi rostro, momento en que retiré la misma de mi cabeza y desabroché la capa, dejándola caer a un lado.

Jo-der, no me extraña que esos tipos aprovechase este lugar como refugio, por las noches refresca que da gusto. -Me quejé, frotándome las manos ante el fuego, siguiendo las indicaciones de Freya. Me frotó la espalda un momento, informándome de las guardias que habían decidido en mi ausencia, así como del hecho de que el enano había encontrado algunas cosas en aquel horrible nido. Eché un vistazo sin apartarme del fuego, pero sin saber lo que eran y sin un lugar donde venderlo o truequearlo por algo de utilidad, no me interesaba demasiado en esos momentos- Yo he encontrado ésto. -Les dije, sacando del morral unos bulbos que había extraído de la tierra y había limpiado como había podido- Son siempretiernas, no lo consideraría un manjar suculento precisamente, pero alimentan. Saben como a... puerro, bastante insípido para mi gusto. Esta noche no será necesario tirar de raciones. -Lo cual era una buena noticia, todo lo que supusiera ahorrar recursos lo era- Por cierto, por lo que he podido comprobar no parece que frecuente la zona ningún tipo de animal grande del que debamos preocuparnos. Si acaso, puede que haya algún jabalí por la zona, pero esos animales no se acercan al fuego. Huellas de oso-búhos, ni una. Parece que podremos descansar tranquilos.

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26/10/2017, 15:20
Zafira 'Ithildin

Antes de ponerse a meditar/dormir Zafira le había comentado a Aldar:

Por cierto, por lo que he podido comprobar no parece que frecuente la zona ningún tipo de animal grande del que debamos preocuparnos. Si acaso, puede que haya algún jabalí por la zona, pero esos animales no se acercan al fuego. Huellas de oso-búhos, ni una. Parece que podremos descansar tranquilos.

El pasado no es buen predictor del futuro en este caso, montaraz.  Si hemos removido al depredador cúspide, las arpías, el nicho pronto será ocupado por otro.  Quizá en estos mismos momentos.  Esos son los caminos del equilibrio de la naturaleza.   Los oso-buhos y gatos grandes y otros regresarán.  Tenlo por seguro.  No quería sonar como druida regañona, sólo no quería que se confiara demasiado.  Los humanos tendían a hacer eso. 

 

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26/10/2017, 23:24
La Hidra Sonriente

Cayó la noche por completo, como un pesado negro manto de piel de marta que cubrió sin contemplaciones luna, estrellas y árboles por igual. El frío cortante que se levantó con fuga del último rayo de sol era certero y afilado, capaz de llegar hasta el mismo tuétano de los huesos con sólo separarse durante unos minutos de la modesta hoguera. Por suerte tampoco había mucho que hacer fuera de los agujereados muros de la Hidra Sonriente. Un paseo alrededor de la estructura, sin alejarse demasiado, sólo lo necesario, hasta que la silueta de la posada comenzara a desdibujarse, bastaba para convencerse de que las palabras del explorador eran doblemente ciertas. Sólo los grillos, y aun así tímidamente, se atrevieron a acercarse a la posada donde dormía el grupo de aventureros. Cansados como estaban, después del agotador combate contra las harpías y el largo camino recorrido desde Venatus, los cuerpos agradecieron aquel reposo que la fortuna les brindaba; un descanso merecidamente ganado a base de acero y sangre.

Había que reconocer que la cocina, una vez caldeada por la fogata y la temperatura corporal de los cinco compañeros, no era tan incómoda como podía pensarse en un principio. Contaba con espacio de sobra para tender los sacos de dormir. Además, con su techo y paredes protegiéndolos de la noche que se extendía a su alrededor, incluso en las lamentables condiciones en que se hallaban, bastaban para retener y crear una cálida atmósfera en la que relajarse y dejarse arrastrar al mundo de los sueños.

Y soñaron - ¡vaya si soñaron! – pues tuvieron tiempo de sobra para hacerlo. Las guardias se sucedieron sin novedades, hecho que llegaba a ser una delicia para el que tenía los ojos cerrados pero un auténtico calvario para el que estaba obligado mantenerlos abiertos. Sólo los crujidos de patas de las sillas utilizadas para alimentar el fuego o la protesta de alguna de las de las monturas recordaban al centinela que la diferencia entre la vida y la muerte radicaba precisamente en reaccionar raudo al menor sonido desconocido.

Había pocas cosas en el mundo que durasen para siempre, y la noche no era una de ellas. Los primeros brillos del alba saludaron Avlin, último encargado de velar por la seguridad del grupo. Lo hizo con un libro en la mano y con los ojos completamente absortos en su lectura. Si escribía una historia o simplemente narraba lo que su mente le susurraba era algo que ni siquiera él mismo sabía con claridad. Había pasado parte de la guardia preparando sus hechizos y apuntando detalles del día anterior que no podían caer en el olvido. Tuvo tiempo también para examinar con atención lo que Balakar había descubierto en el cubil de las harpías, dos joyas que de no ser por sus conocimientos mágicos podrían haber pasado como simples creaciones de un joyero mañoso. No le llevó más de un par de minutos llegar a la conclusión de que lo que tenía entre sus manos podía valer más incluso que la recua entera de caballos que dormitaba a pocos metros de él. Quemándole la lengua después de tan largo rato en silencio, sonrió aliviado cuando las primeras protestas inconscientes de aquellos que regresaban de entre los sueños fueron captadas por sus oídos.

Notas de juego

Los heridos recuperan 3 pg por descanso.

Conjuradores, recuperáis hechizos. Añadidlos a las notas de la ficha de personaje para que los tenga a mano.

 

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27/10/2017, 00:07
Región de Eltsembar

Notas de juego

Estimas que tenéis por delante al menos cuatro horas de marcha hasta llegar a las inmediaciones de Argentea. Durante el paseo de la noche anterior pudiste percatarte que el bosquecillo este donde os encontráis es prácticamente un oasis vegetal en un mar de pastos y ondulantes colinas. Eso que puede ser bueno para evitar emboscadas y para ver venir al enemigo desde lejos, también puede jugar en contra de aquel que pretende acercase hasta un lugar sin ser visto.

Tus mapas fueron dibujados hace más de dos décadas, pero dudas mucho que en ese tiempo haya crecido un bosque capaz de ocultar a cinco jinetes que se aproximen a Venatus desde el sur.

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27/10/2017, 09:37
Balakar

- Grumpf... Hum... Ah...

Con ese desasosiego y desubicación que sobrevenian cuando eran los ronquidos de uno los que servian como despertador, parpadeé apresuradamente antes de enfocar correctamente y tomar consciencia de donde me hallaba. Arrebujado en la manta, calentito y cómodo, gruñí un poco más antes de incorporarme.

Habia sido una noche tranquila y una guardia casi aburrida. Despues de mi papel en la anterior escaramuza, sentía que tenía que demostrar mi valía y hubiese dado la mitad de mi cena por la oportunidad de espantar aunque fuera a uno de esos jabalies de los que habia hablado Aldar.

Pero, por suerte, no habia tenido ningún incidente durante la noche, limitandome a velar armas mientras mis compañeros dormian. Y, gracias le sean dadas a Moradin, parecia que tampoco habiamos tenido incidentes mientras dormia, ya que oia el rumor de las mantas al moverse y todos los sonidos que acompañaban al despertar en el bosque.

Avlin, a quien le habia correspondido la última guardia habia mantenido el fuego vivo, alimentandolo de forma regular y administrando juiciosamente la madera acumulada. Antes de dirigirme hacia él, recogí mis cosas y dí las gracias a Moradin por haber despertado, elevando una sentida plegaria al Padre de Todos los Enanos y hablando con él en voz baja, usando mi idioma natal para conceder a ese acto un poco de privacidad.

Despues de golpearme el pecho con el puño para finalizar la oración, me encaminé hacia el hombrecillo, ajustandome todavía las hebillas de mi armadura.

- Hooray, Avlin.- Me acuclillé frente al fuego y extendí las manos para calentarlas.- ¿Sigues enfrascado en ese libro? ¿Has averiguado que son esas joyas? Freya parecía preocupada porque pesase sobre ellas una maldición o algo así.- Me encogí de hombros mientras me sentaba en un improvisado banco. A nuestro alrededor, los demás empezaban a desperezarse, aunque parecía que algunos habian madrugado un poco más para hacerlo.- Me interesa sobre todo si puedes saber a quien pertenecian...- Alcé la cabeza para saludar a quienes se acercaban a nosotros para desayunar y planificar el siguiente tramo de nuestra aventura.- Hooray a todos.- Saludé, con una sonrisa mañanera.- ¿Habeis pasado buena noche?

Notas de juego

He intentado ser lo más genérico posible por si alguno se habia levantado antes para saludar al sol o buscar el desayuno :)

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27/10/2017, 10:05
Aldar

Un ligero sobresalto fue suficiente para que llevase la mano a la funda de mi espada, dando un respingo. Sólo cuando me percaté de que el origen de aquel ruido no era otro que el rezongar adormilado del enano despertando, me calmé y pude sentir el cansancio perezoso recorriendo mi cuerpo y, sobre todo, mi rostro. 

Hmmmmf...

Me froté la cara con una mano, la que descubrí libre, y comprobé la luminosidad de la mañana adentrándose en aquellas ruinas que tan competentemente nos habían ejercido de refugio. Mi otro brazo estaba atrapado, aunque aquella era una trampa en la que había caído gustoso. Sobre él reposaba una cabeza pelirroja, aún durmiente como el resto del escultural cuerpo que se escondía bajo nuestras mantas. Ni siquiera podía ver su rostro, el cabello rojizo le cubría la cara, y tuve que apartarlo con mi mano para disfrutar de aquel rostro que había estado a punto de perder el día anterior. 

Vamos, dormilona... Un precioso día nos aguarda...

Le di un beso en los labios, y continué besándola hasta que finalmente despertó, dedicando una sonrisa a su primera mirada de la mañana.

Pero había que ponerse en marcha.

Me puse en pie, dispuesto a comenzar a recoger las cosas y emprender así la marcha cuanto antes. Pero antes, me estiré un poco y forcé no sin molestia tanto el brazo como la pierna donde el día anterior aquellas harpías habían hundido sus garras. 

Propicios días, Balakar. Y compañía. Hmmmmpf. -Me quejé tras saludar- Por mi parte, no me puedo quejar. El descanso me ha sentado realmente bien, al menos físicamente. Pero mi guardia me dejó algo de tiempo, tras hacer la ronda por fuera, para revisar los mapas y hacer cálculos. -Les informé, poniéndome serio- Y tenemos un problema.

Terminé de doblar y enrollar mi manta, y anudé el atillo para unirlo al petate. El fuego aún desprendía calor, aunque ya sólo queda en brasas, pero igualmente buscaría algo de tierra para asegurarme de que se extinguiera del todo antes de marcharnos.

Argentea. Tardaremos algo más de cuatro horas en llegar, pero antes de hacerlo nos encontraremos un inconveniente. El mapa no es excesivamente detallado, pero la progresión de la vegetación durante el camino adelanta lo que nos espera. A buen seguro Zafira ya se ha percatado también. -Le concedí a la druida, buscándola con la mirada antes de proseguir- El bosque se acaba, esta arboleda no nos cubrirá mucho más. El terreno se volverá un mar de pasto ondulante en forma de pequeñas colinas, auguro que sin cobertura posible. Argentea se alza sobre una suave colina, acercarse sin ser vistos va a ser complicado.

Con el equipo listo, comencé a abrocharme el cinturón, ajustando la espada a un costado de forma que no resultase molesta y permitiera recurrir a ella sin dificultad. 

Dado que no somos un ejército, y por tanto descarto plantarnos allí a las bravas, veo varias opciones, aunque ninguna buena del todo. Podríamos aguardar al amparo de la noche y acercarnos al abrigo de la oscuridad. De hecho, sería la mejor opción si hubiéramos venido hasta aquí sólo para ésto. Lamentablemente, supone perder casi una jornada de nuestro viaje a esas ruinas, y por si no lo recordáis parece que tenemos competencia. -Mi gesto se torció, contrariado, al recordar a Jake- También podemos asumir que el punto más vigilado será el acceso por el camino. Con un rodeo podríamos acercarnos campo a través y, con suerte, evitar sus rondas de vigilancia. O bien podemos acercarnos directamente con algún ardid que se os ocurra, a mí no se me dan especialmente bien esas cosas.

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27/10/2017, 18:45
Tesoro

Notas de juego

Colgante de los Cuatro Vientos. ( Cuando se activa, éste crea alrededor del portador ráfagas de viento que te confieren un bonificador de desvío de +2 a la CA contra un solo ataque. El efecto de una carga dura 10 asaltos o hasta que se descargue como consecuencia de un ataque. Como alternativa, puedes activarlo para usar un efecto de caída de pluma sobre ti mismo, ralentizando 60' de caída por cada carga gastada. Puede ser activado hasta 4 Veces/día)

Anillo de la ligereza: Al activarlo el portador del anillo se ve fuertemente lanzado hacia arriba, desafiando la gravedad en lo que sería un efecto parecido al del hechizo de levitación excepto porque una vez el portador no elige la velocidad ni la altura a la que se eleva. La velocidad de ascenso es de 150' en un asalto. Una vez finalizado el turno de ascenso, el portador comienza a caer al ritmo de 20 ' por asalto. En el caso de que el portador active el anillo y golpee una superficie durante su ascenso, éste recibirá 1d6 pg de daño por cada 10' que falten para terminar de completar los 150'.


Te dejo a ti la historia detrás de sus nombres.

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27/10/2017, 22:26
Avlin Tuercegris

Avlin cerró el libro con un hábil gesto que hizo que algunos de sus mechones del pelo revolotearan alegremente. El gnomo parecía tener los ojos cansados pero la expresión de su rostro parecía decir que había tenido éxito en sus pesquisas tras largas horas de estudio.

- Pues sí- sonrió a Balakar- tengo noticias sobre tus descubrimientos.

El gnomo guardó su valioso libro de encantamientos en la bolsa y se sentó con las piernas cruzadas mientras sacaba de entre sus ropas las dos joyas que Balakar le había confiado la noche anterior.

- Este- dijo levantando la primera de ellas- es el colgante de los cuatro vientos. Hay muchas dudas en cuanto a su origen. Algunos dicen que se remonta a una época en la que los hombres trataban de alcanzar a los dioses a través de las estrellas. En esa época se datan muchos artilugios relacionados con el vuelo, como este. No obstante, este se ve que es más primitivo ya que sus capacidades son limitadas. Puede activarse para generar una serie de vientos que circulen durante más o menos un minuto alrededor de uno mismo, desviando flechas y virotes pero también podría dirigirse dichos vientos hacia los pies. No serviría exactamente para volar pero sí para caer suavemente, por ejemplo, para descender por un pozo.

Con cuidado, el hombrecillo posó el hermoso colgante en el suelo, extendiéndolo a la larga para que pudieran contemplarlo con claridad. Entonces volvió a meter la mano en el bolsillo y mostró el anillo sobre la palma de su mano.

- Esto es un anillo de ligereza, más o menos de la misma escuela y misma época, más avanzado aunque lejos de la perfección. Al activarlo, su portador saldrá despedido hacia el cielo a gran velocidad pero no se detendrá hasta alcanzar la altura máxima que calculo que será de unas ciento cincuenta pies así que no lo hagáis si hay un techo bajo o acabaréis estrellados contra él igual que si cayerais por un barranco. Una vez alcanzada esa altura, podría descender lentamente como una pluma. Me parece interesante para, por ejemplo, saltar las murallas de una fortaleza o explorar los alrededores o para elevarse en el cielo mientras se lanzan salvas de flechas desde arriba- encogió los hombros- no sé, son sólo conjeturas.

Una vez más, Avlin dejó el anillo en el suelo, perfectamente visible para todos sus compañeros, mientras terminaba de pensar unas últimas frases.

- No son malos objetos aunque es evidente que fueron creados durante una fase de estudio para alcanzar retos mucho mayores pero podrían sernos útiles. A mí me gustaría quedarme con el colgante dado que, por mi posición, creo que seré habitualmente el blanco de los proyectiles rivales. Sólo a modo de préstamo, claro está- aclaró al grupo- pero es sólo mi opinión, creo que debemos debatir qué hacer con estos objetos para sacarles el mayor rendimiento posible.

Antes de seguir con el tema de los objetos, Aldar hizo un alto para tratar algunos problemas de la ruta en los que había estado pensando durante su guardia.

- Intentar entrar en Argentea a plena luz me parece un suicidio. No hay estratagema posible dentro de un pueblo dominado por una banda de ladrones que ni siquiera sabemos cuantos son. Podríamos hacernos pasar por mercaderes pero somos una compañía bastante extraña y lo más probable es que perdiéramos el factor sorpresa. Si entramos de noche podemos aprovechar nuestros nuevos juguetitos y mis ilusiones pueden darnos cierta ventaja. Esa es mi opinión.

Notas de juego

¿Puedo compartir directamente la descripción de los objetos o tendría que tratar de describirlos lo más fielmente posible en on-rol? Conste que a mí lo segundo me parece mucho más divertido ^_^

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29/10/2017, 13:33
Freya

La guardia resultó tremendamente aburrida, pero aquello era algo bueno. Además, aun sin la presencia de ruidos, más allá del canto de los grillos, el frío me permitió estar bien alerta incluso con el cansancio que sentía.

Me sumí en un profundo sueño al regresar bajo las mantas junto a Aldar, sin percatarme siquiera de cuando se levantó para cumplir con su turno. Pasé la noche soñando, si bien no recordaría el qué, pero sí que había sido algo agradable. Aun así, mayor sueño era y más agradable lo que me esperaba al despertar.

El susurrar de mi amado hizo que comenzara a despertarme, pero no terminé de reaccionar hasta que noté sus labios sobre los míos, besándome repetidas veces. Abrí entonces los ojos, devolviéndole uno de aquellos besos antes de ver su sonriente rostro frente a mí.

- Maravillosos días… - dije somnolienta, mirándole, justo antes de que comenzara a recoger.

Me puse en pie, dispuesta a prepararme y ayudar también a recoger las cosas, aunque iba mucho más lenta; aún sin terminar de espabilar del todo. El resto ya comenzaba a hablar mientras yo terminaba de disponer todo, acercándome frotando mis ojos.

En ese momento Avlin explicaba lo que aquellos objetos eran capaces de hacer. Volar… Aquel era el sueño de muchos hombres, seguramente esas piezas costarían mucho dinero. Aunque no eran lo único que hacían, teniendo varias utilidades, algunas de las cuales apuntó el gnomo; terminando por querer emplear uno de los objetos al permitirle este desviar proyectiles. Sin embargo, no entendía por qué él era el mayor objetivo de estos, seguramente algo se me estaba escapando.

- No lo entiendo… - reconocí, mirando a Avlin. – Si tú eres más pequeño que Aldar y Zafira, ¿Por qué te hace más falta a ti? ¿No es más fácil darles a ellos? – pregunté confusa.

Tras aquello, Aldar expuso el problema que había advertido al revisar la ruta, proponiendo diferentes opciones al respecto. Como apuntaba, acercarnos por la noche nos haría perder demasiado tiempo, y la opción de valernos de algún ardid me parecía demasiado complicada.

- Yo optaría por ir campo a través… Aunque tampoco hay garantías. – dije encogiéndome de hombros. – Entrar de noche supone perder mucho tiempo, además, no creo que esas cosas sean de tanta ayuda para algo así. – Por lo que había entendido aquellos objetos ayudaban a elevarse o caer con suavidad más que nada, no a la discreción. – Y el tema del ardid… Como dice Avlin somos un grupo demasiado raro. Aunque… - me llevé la mano al mentón, pensativa, aquella idea era muy absurda, ¿Tanto que podría funcionar? – Las compañías de teatro suelen ser bastante variopintas…

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29/10/2017, 16:00
Zafira 'Ithildin

 

Zafira saludó a todos en silencio desde la orilla del campamento mientras se levantaban y disponían a desayunar.  Lo hizo con aquel ligero movimiento de cara que tienen los elfos, a los cuales pareciera que el silencio de la mañana se les pega como se le pega el rocío a las hojas cuando pasa la niebla.   

La druida parecía que estaba revisando cómo iba la cocción de remedios naturales que le permitiría curar al grupo con mayor facilidad.  De paso miraba a por el suelo, como buscando algunos mamíferos pequeños, tal vez para que sirvieran de informantes al platicar con Avlin, cuya habilidad natural de su raza para ello siempre impresionaba a los druidas.  Esos bichillos seguramente se habrían acercado acercado al calor y la probabilidad de migajas del campamento, así que no le sería difícil encontrarlos.

Sobre un pañuelo junto a ella, estaban frescas y recién recogidas, algunas bayas brillosas de tan rojas y turgentes.   Habría de haberlas encantado, pues ese sería su remedio natural a la gravedad de heridas que observaba.   Buenos días, dijo finalmente al acercarse, ya casi cuando Balakar y Avlin llevaban el penúltimo bocado (de este plato) a su boca.  

Tomen.  Dio cuatro de sus buenasbayas a Freya, y luego una a cada uno de los demás.  Esto sirve para curar mágicamente heridas, y de paso da de comer como almuerzo de sustancia.  Miró de reojo como el plato de sus compañeros estaba casi vacío.  Y si alguien está muriendo, lo estabiliza.  -dijo con una sonrisa, resaltando la utilidad extrema y el porqué había repartido así estos alimentos mágicos, para que todos pudieran ayudar a otro en cualquier momento de urgencia.  Ella guardó el resto en su bolsa, y probó algo de lo que había recolectado Aldar. 

Pues mi pensar se inclina por la noche.   Tengo el hechizo que invoca una niebla oscurecedora para cubrirnos al entrar a liberar a los cautivos.  Y puedo mandar a algún hermano animal a espiar para saber donde están precisamente de antemano guardias, líderes y comerciantes secuestrados.   De noche podría ser búho o murciélago, sonrió al ver a Tzotz practicar cabriolas entre ellos, ya totalmente recuperado.  

Claro, por otro lado, puede haber orcos o enanos entre ellos, así que la noche no es garantía del pasar desaparecido.  ¿Quizá hablando con los ratones de las ruinas* podrías sacar en claro Avlin que razas eran los que aquí vinieron?  Haré que nos huelan a nosotros y nos digan como a que olían los visitantes anteriores, eso nos dará una idea y nos dejará preparar mejor.

Si eligen atacar de día, podemos camuflarnos de la vegetación local y nuestro espía sería un gorrión, halcón o una paloma.

Ahora bien, para planear nuestras acciones mejor, habría que saber cuanta luna habrá, y el clima para esta tarde y noche será...

Levantó la mirada, se cubrió del brillo del sol y examinó las nubes, adivinando del movimiento de las hojas la fuerza y dirección del viento, además uniendo sus recuerdo de los calendarios y almanaques de los druidas, para adivinar el clima del futuro cercano.  

¿Me ayudas Aldar? 

- Tiradas (1)

Notas de juego

*  ¿Se pudo master?  Fue el último tiro de Manejo Animal que dejé en el anterior posteo.

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31/10/2017, 20:11
Balakar

Asistí a la explicación de Avlin conteniendome para no zarandearle para que abreviase. La curiosidad me estaba matando pero el gnomo tenía una endiablada facilidad para avanzar la historia de aquellos objetos paso a paso, dando el suficiente carrete como para que picases y siguieses embobado, pendiente de sus palabras. Y, en ese momento, volvía adornar el relato, divagando sobre una u otra cosa, un detalle tras otro.

Por fin concluyó su relato, apenas más corto que una de las sagas épicas de mi pueblo. Y, con el silencio de sus palabras, llegó el momento de decidir quien se quedaba con qué. Por un instante, temí que las palabras de Freya sobre una maldición que podía pesar sobre las joyas se hiciese realidad, cuando la bárbara expresó desconcierto ante la petición de Avlin para quedarse con uno de los objetos: la gargantilla de los vientos.

- Es un objeto útil sin duda. Algo que consigue que los ataques de los enemigos fallen, proporciona una gran ventaja en combate.- Mesé mis barbas, pensativo.- Igual que nosotros nos centramos en matar a la madre de las arpias cuando descubrimos lo que su canto podía hacernos, es de suponer que nuestros enemigos se centren en Avlin o en Zafira. Además, apenas llevaís encima algo digno de llamarse armadura.- Sonreí levemente, mientras observaba a ambos. La druida llevaba algo que probablemente calentaba más que protegía... Mientras que el gnomo no llevaba ni eso.- Por desgracia, Freya tiene el mismo problema, a pesar de la armadura de cuero de Corum. Me inclino por pensar que si la vountad de nuestra amiga no hubiese flaqueado, apenas habría recibido más heridas que Aldar, que solo fue herido cuando salió de la protección del bosque.

Chasqueé los labios. No me apetecía que aquello supusiera una disputa en un grupo tan heterogeneo como el nuestro.

- Si Aldar está en lo cierto, nuestros proximos enemigos serán humanos; bandidos vulgares, que no deberian tener la capacidad de nublar nuestro juicio, pero sí de tomar a Avlin por un blanco movil... Creo que, por ahora, deberia quedarselo él. Por lo menos, hasta que encontremos alguna armadura que le vaya bien. ¿Os parece bien?- Pregunté.- Tened en cuenta que tenemos otro objeto mágico de interesantes propiedades... Aunque a mi no me haga especial gracia. La facilidad para eludir altas murallas, o acceder a los techos de las torres de vigilancia es interesante. Creo que Aldar puede dar buen uso de él, una vez en Argentea... Lo que nos lleva al segundo punto del día.

Hice crujir mis nudillos. Necesitaba redimirme como guerrero y aquel pueblo de bandidos ofrecía una oportunidad de oro para resarcirme.

- Llegar de día y a campo abierto es una locura, como bien dice Avlin. Sobre todo si saben de nuestra existencia. Creo que es interesante demorarnos hasta que caiga el sol y tratar de colarnos aprovechando el ocaso, tal como se ha propuesto. ¿Que os parece?.- Pregunté de nuevo

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01/11/2017, 13:33
Zafira 'Ithildin

Llevan sabiduría tus palabras, hijo de Balakson, nieto de Balak.  De acuerdo estoy en que la magia saltaparedes la guarde Aldar, que es quien mejor la podrá aprovechar, y será lo mejor para todos.   La practicidad sencilla y de fácil fluir de los enanos era algo que agradaba y nunca la dejaba de sorprender a Zafira. 

Y también estoy de acuerdo en llegar al final del día, cuando las sombras nos darían la cobertura necesaria ante humanos, pues las antorchas y otra luz artificial que usan los delata.  

Sobre recorrer los pastizales, puedo ir un poco adelante que usteds, pues avanzo más rápido que otros a campo traviesa -algo muy de druida- y puedo advertiros de peligros antes de que estos os notes.  Y así o los evadimos o nos preparamos para ellos. 

Los escucho, s-sólo quisiera antes predecir* como estará el temporal y lunas hacia el final del día, para tener todos los elementos para planear bien la ruta.  La druida se cubrió los ojos y atisbó a las nubes que estaban hacia de donde soplaba el viento.

Notas de juego

* Master, ¿nos dices cómo va a estar, o tiro otra vez, o tomo un 10? ¿O esperas a Aldar para ver si complementa? ¿O puede ayudar cualquiera que tenga supervivencia?  La última frase es cue para que ayuden a la Zafira, ¿eh? ;)

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01/11/2017, 14:07
Aldar

Me dediqué a preparar y acomodar el equipo entre la mochila y los arreos del caballo que me tocaba, mientras degustaba un fugaz desayuno. Avlin, principalmente, acaparaba la conversación con sus historias, entre las cuales se adivinaba un tema que nos resultaría interesante: la identificación de los objetos que había encontrado Balakar en el nido de las harpías. El gnomo había logrado detectar la magia en ellos, e identificar su utilidad. No presté demasiada atención a ese asunto, puesto que nunca había sido muy de emplear la magia y no contaba con experiencia en el manejo de tales artefactos. En mi opinión, lo más lógico era que ese tipo de cosas se las repartieran entre él y Zafira, los dos usuarios de magia de la compañía.

Me interesaba más su opinión acerca de cómo proceder en nuestro acercamiento a Argentea. Parecía que todos estaban de acuerdo en que aguardar a la noche era la opción más sensata, de modo que comencé a elucubrar la mejor ruta posible. Podíamos avanzar siguiendo la antigua calzada real hasta una distancia prudencial que no permitiera nuestra detección desde la aldea, y luego realizar un amplio rodeo campo a través para realizar un acercamiento contra las últimas luces del día, amparándonos posteriormente en la oscuridad. Teníamos tiempo de sobra para efectuar dicha maniobra, pues nos iban a sobrar unas cuantas horas hasta el anochecer.

Por ello, cuando oí a Zafira nombrarme, hasta en dos ocasiones, tardé unos instantes en prestar la atención debida. Miré al cielo, pero a aquellas horas de la mañana no me atrevía a intentar aventurar el tiempo que haría tantas horas más tarde, en aquellas latitudes que no había pisado nunca y sin tener con qué compararlas. Me acerqué a Avlin y miré aquel anillo con suspicacia, frunciendo el ceño ligeramente.

Entonces, el anillo ese te lanza hacia arriba y luego caes lentamente... Es eso, ¿no? -Pregunté, sin terminar de fiarme demasiado de tales ardides- ¿Y cómo funciona? ¿Se puede usar las veces que se quiera? ¿Hay que decir una palabra para que funcione, o...?

- Tiradas (1)

Notas de juego

Yo del tiempo ni idea

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01/11/2017, 18:42
Avlin Tuercegris
Sólo para el director

Notas de juego

¿Cuántas veces por día puede activarse el anillo? ¿Qué hay que hacer para que funcione? Es para contestar a Aldar con conocimiento de causa ^_^