Partida Rol por web

El tipo resopló, fastidiado, al ver que su último ardid también había sido descubierto

- Está bien, está bien. Toma la maldita piedra -dijo mientras sacaba una pequeña losa de piedra de su chaqueta- Total, tampoco me han dicho para que sirve.

Después de pasarte la piedra, te tendió la mano

- Me llamo Sylvester Guiller. Creo que somos... "parientes", algo así como tío y sobrino. Aunque en nuestro caso hablar de familia es como hablar de una telenovela mexicana, solo que con espadas. ¡Anda, como Juego de Tronos!

Erick coge la bolsa con lo que espera que sea la piedra, y una vez comprobado que estaba ahí asiente a las palabras del tipo. Lo que decia tenía algo de sentido.

Mi nombre es Erick. ¿Y quién sería el tio y quién el sobrino realmente?

Con la bolsa y el bastón en la mano izquierda, Erick le tiende la diestra a Sylvester. No acaba de fiarse de él, por lo que quizás pudiera ser que fuese un scion de Loky o algo por el estilo.

Sylvester responde con una risa. Parece que está de bastante buen humor a pesar de haber fallado dos veces-

- Bueno, creo que tu serías el tio

Luego mira su reloj de muñeca

- En fin, Erick, me encantaría quedarme a charlar, pero llevo prisa. Nos volveremos a ver. -dijo a modo de despedida, antes de darse la vuelta y marcharse

Erick asiente y le devuelve la sonrisa.

Perfecto entonces. Sin rencores sobrino.

Como tampoco tenía mucho más que decir, y sí lugares donde ir. Erick también se despidió.

Muy bien, yo también tengo cosas que hacer. Pues ya nos encontraremos más adelante entonces.

Y como no había mucho más que decir o hacer se dirigió rapidamente hacia el coche. Al parecer los hados le habían sonreido y no había tenido que pelear por la piedra.

De vuelta al hotel, tu padre ya te estaba esperando en su habitación. Rottenberg estaba junto a él, mirando algo en el ordenador de Odín.

- Bienvenido de nuevo, Erick. ¿Traes la piedra? -preguntó sin andarse por las ramas

Erick asintió a su padre.

Por supuesto. Aquí está.

Sin dilación se la entregó a Odin.

Por cierto, luego tenemos que hablar de algo que me ha pasado. Algo... interesante.

- Excelente -comenta el profesor revisando la losa de piedra- Hay que poner esto a buen recaudo; no puede caer en manos de Krönen. Veo que tienen algo de que hablar; me iré a mi habitación

Una vez el profesor se ha marchado, Odín se dirige a ti

- Bien, ¿que era eso interesante que tenías que contarme?

Erick no dice nada cuando el profesor comenta que se va a "su habitación" con la piedra, aunque pone cara de extrañado. Pero bueno, su padre es Odin. si él no sabe lo que se hace quién lo sabe.

¿Eh? Ah, sí. Me ha pasado algo interesante con la piedra.
Resulta que alguien se me había adelantado. Y por lo visto somos parientes. Dice llamarse Sylvester Guiller, y por lo visto es una especie de sobrino mio. O eso dice.

Odín se queda pensativo unos instantes.

- Sobrino, ¿eh? Es decir, hijo de uno de mis hijos. Eso reduce la búsqueda a Thor... y a Loki. ¿Lo viste en acción?

Erick sonrió ante las palabras de su padre. Él había llegado a la misma conclusión, pero le gustaba que se lo confirmase.

Sí, imagino que sería de Loki. Más que nada por los trucos ilusorios y los intentos de confundir. No veo a Thor obviando una pelea sinceramente.

El tema es que quería también la tabla. Decia que la necesitaba, pero obviamente no me dijo para qué.

- Los tejemanejes de Loki son un misterio... Y sus hijos suelen heredar esa característica. Tal vez su padre le estuviese poniendo a prueba, o tal vez tuviese sus propios planes.

Mmmf. No sé qué me preocupa más. Si era una prueba de Loki o que en realidad lo quería para él.
Pero bueno, en cualquier caso lo hemos conseguido nosotros. ¿Ahora qué?

Había sido un día bastante largo, y ajetreado. Por lo que lo que más quería Erick era ir a descansar. Aunque sabía que eso iba a ser complicado.

- Tendremos que averiguar unas cuantas cosas, como por ejemplo que quiere ese Krönen y para que, y ver si hay más piedras rúnicas como esa. Pero de momento deberías retirarte a descansar; has hecho un buen trabajo, y sin enfrentamientos innecesarios.

Erick se sorprendió al escuchar a su padre. Pensaba que le mandaría ir a por el tal Kronen, o por lo menos averiguar alguna cosa más. Pero parecia no ser el caso.

Como decía cierto escritor, la violencia es el último recurso del incompetente. Sabes que prefiero no pelear si no es absolutamente necesario.

No lo admitiría en voz alta, pero cada vez que su padre le decia que había hecho un buen trabajo se sentía muy bien. Le reconfortaba en cierta medida. Habían enpezado su relación con algo de brusquedad, pero con los años se había ido destensando.

Pues la verdad es que me vendría bien, sinceramente. Llevo un par de días ajetreados y necesito una buena noche de descanso.
Si hay algo ya sabes donde encontrarme.