Partida Rol por web

El ensayo no parece dar ningún problema, y transcurre sin ningún sobresalto remarcable (para fortuna de mi leve resaca, que gradualmente se va calmando según doy sorbos a una lata grande de bebida energética mezclada con un chorrito de cerveza en la misma lata) a parte de yo misma haciendo alguna sugerencia espontánea a mi tío. Alguna porque tengo que controlarme, que si fuera por mi criterio cambiaríamos totalmente de idea cada día.

Así se nos va la tarde hasta aproximadamente las nueve o las diez (no suelo prestarle demasiada atención a la hora), cuando todo el mundo se retira y mi tío y yo cenamos. Inevitablemente surge el tema: voy a volver a salir. Sé que mi tío está acostumbrado, pero yo siempre lo digo para mantener mi coartada cuando tengo que ocuparme de "mis otros asuntos". Siempre que estoy fuera es tomando algo.

Hasta la hora de la reunión de suma importancia, me desplazo hasta Las Vegas Norte y me meto en un bar cercano al lugar acordado para tomar un par de copas. Incluso aquí encuentro a alguien que conozco (queriendo decir que me suena su cara y que, con suerte, puedo conectarla con un nombre específico, ni que fuera un mote que yo misma le hubiera puesto. Es el problema de conocer a tanta gente) y la cosa empieza a convertirse en una de "mis noches". Tengo que organizarme: cada cinco tragos de mis bebidas tengo derecho a un vistazo al reloj de mi móvil.

De esta manera consigo apearme de mi lugar en la barra a tiempo y con dignidad. Me retoco en el espejo del baño del bar, un par de besos en las mejillas de la gente a la que acabo de conocer y salgo de ahí en dirección al 24h de Earl, si mal no recuerdo, una manzana más abajo.

-Uh, bien, un dia normal, ya sabes, unas cuantas palizas por aqui, unas cuantas amenazas por alli, y nada de competencia por ninguna parte.- Abrevie un poco incomodod, mirando desconfiado a la pequeña tropa que habia reunida en el laboratorio.-Jose Luis ¿De verdad, hace falta que estos esten merodeando por la reunion? Ya sabes que no me gusta que metas lacayos en asuntos de "familia", suelen estorbar, mas que ayudar.

Mastico rapidamente el tabaco mientra lo paso a un lado de la boca ,para poder contestar .

-Sabes ,a ambos nos enviaron una carta,sin remitente.Sin ninguna señal,una firma extraña.
Aparte de la familia,tenemos enemigos Abdallah y no creo que sean ni pocos ni tontos,una reunion de gente asi solo quiere decir una cosa.

-O alguien quiere hablar con todos o alguien quiere eliminarnos,no me fio un pelo sabes?.Quien nos intente reunir sabe que somos y de quien venimos,y eso es peligroso .Los pendejos estos no van a molestar ,solo estaran en el local vigilando,bien lejitos .QUiero saber quien peude tener los santos cojones de reunir a un grupo de gente "especial",y si hay que repartir una cuantas leches siempre vendran bien.

No te preocupes por ellos estaran lejos y si no e snada malo un chasquido y volveran a la caseta como buenos perros.No van a escuchar nada ,todo queda en familia ,entendido??.

Las hemos pasado muy cabronas para llegar aqui y no va a venir ningun pendejo y nos va a dar matarile tan rapido-escupo el trozo de tabaco que tenia en la boca ,ahora ya mas tranquilo.

Es por nuestra seguridad,mejor sera que te armes bien,no sea que hayan citado a mas gente como nosotros ,entonces si que seria un problema..

Ahora vamos a tomar algo de tequila y celebrar que fueron bien los negocios hoy.

-Sabes que siempre voy armado, no hace falta que me lo recuerdes.- Dije con una sonrisa, mientras me abria un poco la chaqueta, colgado de correas de cuero, una beretta y un khopesh practicamente se agarraban a mi. Por lo general, llevar una espada bajo el hombro, es incomodo y dificil de ocultar, pero tenia una chaqueta muy buena, una de la mejor calidad, nada que no puedas encontrar en un mercadillo.- En cualquier caso, si tu dices de llevarnos compañia a la reunion, no me abstengo, despues de todo, tu eres el jefe. Pero considero que te preocupas demasiado, si alguien sabe quienes somos, sabra que estamos respaldados por el "gran cocodrilo" y el "colibri zurdo", solo un idiota se atreveria a atacarnos directamente sabiendo quienes somos, y tu sabes que me zampo los idiotas de desayuno.

Bromee alegre, mientras acompaño a Jose Luis a tomarnos una bebida. No me gustaba beber en horas de trabajo, pero hoy era un dia especial, asi que no vendria mal celebrarlo. Realmente, estaba deseoso de que fuera un idiota, asi tendria una excusa para tener un poco de accion por una vez.

Cuando entras en el bar, ves que allí solo hay una camarera y un cocinero con cara de estar cansados, y tres tipos, aparentemente mexicanos, comiendo unos tacos. Percibes que te miran cuando entras, pero luego siguen a lo suyo. Diez minutos antes de la cita, uno de ellos se despide de sus compañeros, paga su consumición y se marcha del local.

Al poco, entran tres mujeres por separado en el local; primero una oriental, luego una occidental, y por último una afroamericana.

Cuando os acercáis al bar, diez minutos antes de la cita, uno de los hombres que Jose Luis había encargado que vigilasen el local sale del mismo, se aleja lo suficiente como para perder de vista el local, se acerca a vosotros y da su informe.

- No parece haber nada raro, jefe. De empleados solo están José, el cocinero, y Fern, la camarera. Hay un pendejo con el pelo rubio y largo que ha llegado como hace una hora; parece extranjero, pero no ha hecho nada raro.

Mientras esperáis, llegan tres mujeres por separado y entran en el local: una occidental, una oriental y una afroamericana. Reconocéis a la afroamericana; es Bernardette Alliston, la hougan que os dio el chivatazo sobre la banda dedicada al culto a los Titanes; también es una reconocida juerguista nocturna que atrae mucha gente al casino de su tío, y cualquiera que lleve viviendo en Las Vegas un tiempo ha oído hablar de ella. Es la hija de un Dios Vudú.

Cuando llegas al bar, puedes ver que dentro solo hay dos mexicanos comiendo tacos, un cocinero y una camarera con cara de cansados, y un hombre rubio de pelo largo, que parece ser extranjero. Después de ti entran otras dos mujeres; una occidental, y un poco más tarde una afroamericana

Cuando llegas al local, ves que hay algo de gente: dos mexicanos comiendo tacos, un cocinero y una camarera de aspecto cansado, un hombre de pelo largo y rubio con aspecto de extranjero, y una mujer oriental que parece que acaba de llegar. Poco después de que entres tu, entra una mujer afroamericana. La reconoces enseguida: es Bernardette Elliston, una conocida "maestra de ceremonias" de un casino un tanto humilde. La mujer es famosa por las fiestas que organiza; todo el mundo que lleve un tiempo viviendo en Las Vegas la conoce.

Llegas al local unos pocos minutos después de la hora acordada; elegantemente tarde. Hay algo de gente; un cocinero y una camarera con aspecto cansado, dos mexicanos comiendo tacos, un hombre rubio y de pelo largo con aspecto extranjero, y dos mujeres que parece que acaban de llegar, una occidental y la otra oriental. Reconoces a la occidental; es Marielle Watson, una diseñadora de software de seguridad a la que muchos casinos han comprado sus programas, el de tu tío incluido. 

Incluiros los cuatro en todos los posts que hagáis ahora 

Marielle se fue a la barra y pidió un refresco en cuanto le atendieron. Se quedó mirando un poco el panorama que se le presentaba. Había más gente de la esperada a esas horas. El extranjero no pegaba mucho, la japonesa menos, pero sin lugar a dudas, la afroamericana era quien más curiosidad le despertaba. Quizás ella también estuviera citada. De hecho, se quedó un tiempo observándola por si deducía algo con su comportamiento.

-Que te dije,esa tipa era la hija del Dios vudu.
¿Cual crees que es la probabilidad de que 3 hijos de dioses acudan a la misma hora al mismo lugar??..

Esto no me gusta nada Abdallah.Sera mejor que tengamos mil ojos y cuidadito,vamos paar dentro y sea quien sea le daremos lo suyo...

Me enciendo un cigarro ,doy una calada y añado.

-Espero que no sea cosa de los titanes,pero si lo es hoy tendremos corazones para Huitzilopochtli

Dos hombres más entran en el bar. Uno parece mexicano, lleva una gabardina y va fumando un cigarrillo. El otro es de rasgos árabes, y una extraña media sonrisa se dibuja en su rostro.

Al entrar en el bar veis a los dos hombres de vuestra banda que se han quedado dentro. El tipo rubio está sentado en una mesa, y la mujer occidental está bebiendo un refresco. Las otras dos mujeres parecen observar el local, pero nada más. La camarera está apoyada en la barra, con cara de cansancio y esperando que alguien haga un pedido. El cocinero simplemente pasa de todo.