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El legado de Caernwiira

Ambientación

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11/07/2014, 13:45
DM

1.- Geografía

Hay un dicho en Caernwiira que define de forma bastante acertada la geografía del lugar: Si non xove, ollai p'ra cima y spera.

Es un pequeño reino norteño situado en una zona llena de pequeños valles, colinas y elevaciones. La tierra es áspera y poco agradecida; resulta bastante dificil cultivar cualquier otra cosa que no sea barro y piedras. La niebla y los nubarrones son un elemento tan característico del paisaje como lo son los árboles negros sin apenas hojas, ahogados por cuantiosas lluvias.

No todo es malo, sin embargo. Caernwiira es una tierra rica en recursos naturales y se sabe bien que sus minas son codiciadas. La mayor parte de la población se dedica a la mineria; de hecho, muchos enanos se han trasladado a Llyr Minith y se han integrado perfectamente con la cultura local. Las herrerías y los burros con carretas son una visión frecuente en los pueblos del reino, y hasta hace poco, los beneficios del comercio compensaban en gran medida los peligros que pueblan el lugar.

 

2.- Historia y Leyendas

Se dice que la pequeña ciudadela de Llyr Minith fue fundada por los Aed'Seidhe, los primeros elfos de tez nívea y cabellos claros que gobernaron el mundo con su magia. Muchos elfos siguen refiriéndose al reino como Tol Dal'annah, el Torreón de Plata. No se sabe muy bien por qué dejaron de ser señores del lugar. Algunos historiadores señalan que los Seidhe se retiraron a los bosques tras las primeras migraciones de homes atraídos por los saberes y la prosperidad que poseían. Otros sostienen que fueron conquistados, y que los hombres construyeron sobre las ruinas de los elfos. Una tercera teoría, que es la sostenida por la estirpe real, dice que en realidad, los Seidhe no se fueron a ninguna parte, si no que casaron con homes, tomaron a humanas como esposas y de la mezcolanza, el número de puros fue desapareciendo.

Ello explicaría la fisionomia de los caernwii, ya que la mayoría son altos y de piel y ojos claros; al contrario que los hombres del sur: bajos, robustos, de piel tostada y cabellos más oscuros. Las mujeres de Caernwiira se encuentran entre las más bellas del Norte; lo cual contrasta con el carácter fatalista y hosco de la población, muy alejado de la alegría y placidez que se descibe de los Seidhe.

 

3.- Costumbres

Los caernwii son un pueblo muy supersticioso y veneran a un gran número de fatas y dioses.

El Tuatha aép Caern es el panteón principal de los villanos de Caernwiira, y si bien incluye a la mayoría de los dioses continentales como Alaunus, Andraste, Meliora y Pluto, también veneran deidades locales. Una de ellas es Maegdha áep Caed Dhur, que en vida fuera una meiga poderosa que protegía los partos de las madres jóvenes y protegía al reino de los conquistadores lusitanos. Maegdha es la patrona de las mujeres, de las hechiceras y de los lugares místicos; se dice que incluso las silvias y las rusalkas la adoran, aunque bajo otros nombres. Como todo lo relacionado con la magia, su culto está oficialmente prohibido por la Corona, aunque muchos la veneran en secreto.

Los Laeren son los dioses del hogar y todas las casas tienen un pequeño altar en el que se ofrecen pequeñas piezas de fruta y de comida cada principio de mes, y dos veces cada solsticio.

Caernwiira usa el calendario seidh, dividiendo los años en cuatro periodos, que a su vez se dividen en dos; los años tienen ocho meses (savaeds), dos por cada estación. Las fiestas tienen el mismo nombre que el savaed al que inauguran.

El año nuevo se celebra en Saovine, y dura unos cincuenta dias. El equivalente lusitano comenzaria en Noviembre, y acabaría cerca de fines de Diciembre.

Tras Saovine se celebra el solsticio de invierno, Midvinter; es el más importante de los cuatro, ya que anuncia el fin de la estación fria y a menudo es una época en la que los caernwii se reúnen y se hacen regalos los unos a los otros.

Si bien es cierto que los caernwii respetan a los seres sobrenaturales y la magia, de igual forma la temen; los feiticeiros no son bienvenidos y a menudo deben convertirse en ermitaños, o a vivir en pueblos recónditos donde su saber es algo más tolerado; en estos lugares, los villanos a menudo piden a estos bruxos que enseñen a sus hijos a escribir, además de consejo, remedios y presagios.

 

4.- Política y Leyes

Caernwiira es gobernada por el rey Bhatair aep Aidhan aep Caer'niira, señor de Llyr Minith y Caed Dhurr, amo dos Lagos da Morte, de las minas de Bor Thul y de cuantos pueblos y asentamientos se encuentren en sus tierras. Su padre, el rey Aidhan aep Ian murió hace una década. Quienes lo recuerdan y lo comparan ven al rey actual como un gobernante justo y clemente, si bien muchos esperaban que levantara la prohibición sobre los bruxos, muchos de ellos declarados proscritos durante el reinado anterior.

La corte está compuesta por nobles locales, alcaides y pequeños duques a los que se les encarga las labores de explotación y mantenimiento del orden de las tierras, el cobro de los impuestos y del entrenamiento de los milicianos a cambio de ciertas concesiones. Deben de hacer respetar la ley y pueden publicar bandos locales, desde que estos no contradigan la autoridad real.

La magia y la práctica de feitiçaria, bruxos, meigas y demás prácticas paganas está expresamente prohibida bajo pena de muerte mediante horca y garrote. Tan sólo aquellos que posean un salvoconducto especial, demostrable por la posesión de medallones de plata acuñados con el sello real, podrán usar sus artes en el reino; si bien, se espera de ellos que no abusen de semejante prerrogativa y no hagan uso de sus artes de forma irresponsable. Habitualmente, se conceden estos permisos a aquellos aventureros que hayan prestado valiosos servicios al reino... Si bien, también es sabido que hace tiempo que apenas se ven aventureros por Caernwiira.

Los habitantes de Caernwiira están sometidos a la autoridad real, la cual es el último juez y detentor último de la vida y destino de sus súbditos. Los extranjeros no son excepción a este dominio y se espera de ellos que reconozcan y respeten la autoridad real. Los alcaldes y los nobles regentes son a menudo los que imparten justicia; hacen uso de las costumbres de la tierra y de la jurisprudencia emanada de los digestos reales, debiéndose cumplir estos por encima de la costumbre.

Se reconocen ciertos derechos a las personas, como el derecho a la propiedad, a la audiencia real en aquellos crímenes penados con la muerte, a poseer esclavos y el deber de respetarlos y cuidarlos; al deber de los maridos de atender a los hijos y al derecho de las mujeres a exigir de aquellos que las preñen la responsabilidad por el cuidado de los vástagos.

 

5.- Rumores

- Se dice que el rey ofrece una recompensa de seis mil escudos (3000 po) a quienes estén dispuestos a recuperar el antiguo alcázar de Mur Minith, la antigua residencia real, de un mal que lo mantiene encantado.

- Hace poco hubo un gran revuelo en un pueblo cercano a la capital. Se sofocó una revuelta y su instigador fue ahorcado; de él se dice que iba por los pueblos esparciendo rumores oscuros sobre la corona.

- Muchas historias hablan de las riquezas que se esconden en Caernwiira. La leyenda más conocida es la del tesoro de Osyllon, un ogro legendario por su avaricia, astucia y glotonería.