Partida Rol por web

Formaste parte de una expedición que marchó a Venecia por orden del príncipe de Magdeburgo, con la misión de encontrar a un nvampiro llamado Allbrecht. Vuestra búsqueda os llevó a una fiesta en la mansión de un LaSombra llamado Vittorio, pero cuando estabais recogiendo información, fuisteis emboscados y dados por muertos. O eso creías.

Despertaste en una mazmorra, con heridas graves que tu cuerpo no podía sanar por falta de sangre. Experimentaron contigo con sangres místicas y trataron de doblegar tu voluntad.

Tus captores se están ocupando duramente de que te doblegues a ellos

Intento resistirme con todas mis fuerzas, e intento cerrar mi mente... parece que por ahora lo voy consiguiendo.

Intento resistirme con todas mis fuerzas, e intento cerrar mi mente... parece que por ahora lo voy consiguiendo.

Tu voluntad es fuerte, y no se deja avasallar ni siquiera con malas artes

Consigo sobreponerme y niego el acceso a mi mente a mis captores, parece que podré resistir, y respiro aliviado xD

Tu voluntad es de hierro y no consiguen doblegarla. Lo intentan desesperadamente

Intento resistir el último embite con todas mis fuerzas, pongo toda mi voluntad para parar ese intento de intrusión en mi mente.

Eres capaz de resistirte a todo lo que te han hecho, y tu voluntad se mantiene firme. Viendo que no hay nada que hacer, deciden estacarte.

Despiertas justo en el momento que un vampiro desconocido te arranca la estaca de tu pecho

"¿Quién demonios eres tú?"-Aunque sé que no es la mejor pregunta para alguien que acaba de salvarme, ser estacado me pone de muy mala leche-"¿Porqué razón me has quitado eso?"-le digo mientras miro la estaca...

Relajese y descanse. En el armario hay ropa nueva y en la cómoda hay un frasco de sangre y una nota. Cuando esté recuperado, por favor, léala. Si me disculpa...

Y dicho esto se va de la habitación

Me encuentro tan sediento que me avalanzo sobre la sangre sin siquiera pensar que podría ser una trampa, realmente es algo que necesito. Tras ello me dispongo a vestirme con la ropa nueva, mientras, pienso, extrañado, que diablos está ocurriendo aquí, cojo la nota, y la leo.

Bien, una vez he saciado un poco mi sed, y habiendo leído la nota, salgo de mi habitación, dispuesto a llegar al salón principal del palacio.