Partida Rol por web

El libro del siglo

Capítulo IV

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31/08/2007, 10:06
Alma de las Letras y el Tiempo

Pensaba que ya había pasado a mejor vida, pero cuando oí el ruido de un cuerpo caer a mi lado, abrí los ojos para ver a mi otro contrincante con una pistola humeante en la mano, y al maloliente jugador con un nuevo ojo en el centro de la cabeza.

Sin poder evitarlo, caí de nuevo en mi silla mientras el asesino me miraba con una sonrisa en la cara.

- Eres bueno, tío. Muy bueno. No podía permitir que alguien como tu muriese de esa forma tan perra. me dijo con voz tranquila mientras dejaba la pistola sobre la mesa.

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31/08/2007, 10:08
Alma de las Letras y el Tiempo

- Los tíos como tú, con un par de cojones, merecen morir de una forma más honrosa. Te estoy ofreciendo una vida mejor. dijo el verdugo encendiendo un cigarrillo parsimoniosamente.

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31/08/2007, 15:38
J.R.R. Tolkien

Con la mirada fija en sus ojos,el humo de su cigarrillo,velo el color marrón de estos por un instante,la suave brisa se llevo los restos de este,y quedaron nítidos como un día de sol;no sentía remordimientos por lo que tenia que hacer,era su trabajo desde hacia ya mucho tiempo,había perdido la cuanta de cuantos eran ya los que pasaron por delante,un sinfín de caras desconocidas que se borraban al instante de darse la vuelta tras acabar la faena.....pero hoy era diferente,lo leí en su interior,sus gestos,su postura....su voz...quería realmente darme una oportunidad,el pobre desgraciado hacia un alto en el camino para dejarme escapar....con otro nombre,otra identidad,otro.....;no sabia nada de mi....no tenia ni idea de lo yo era capaz de hacer;con un simple gesto seria un recuerdo,una victima en vez del verdugo....reprimiendo una sonrisa que intentaba aflorar a mi boca,asentí despacio a sus palabras,continuaba fumando con parsimonia,no tenia prisa....ni yo tampoco...que son los minutos para un ser de mi condición,una gota de agua en la infinidad del mar,pero no tenia ni tiempo(que paradoja),ni ganas de dar mas explicaciones de las absolutamente necesarias,por ello,sopese mis opciones y tome una decisión.....lo dejaría con vida,por esta vez,tan solo una advertencia seria suficiente,espero,

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31/08/2007, 15:42
J.R.R. Tolkien

al no ser una ejecución publica,no había testigos,tan solo el verdugo,y yo,con un rápido gesto de mis manos atadas,me deshice de las esposas,con otro,una mano invisible aprisionaba su garganta y lo asfixiaba,cosas de magos,no tenemos mas que pensar en hacer algo,para que se cumpla,bueno,si eres tan excepcional como yo,y has vivido los mil años de practicas que llevo en mis sufridos huesos,luchas contra diversos tipos de monstruos,

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31/08/2007, 21:12
Terry Pratchett

y dices las palabras apropiadas en el momento adecuado, entonces, no hay truco que se te resista.

El elocuente verdugo tuvo la audacia de decir "agsk" antes de caer exánime. Agradecí el delicado trato que me había dedicado con tanta deferencia regalándole una postrera patada en la entrepierna y recogí mis (in)útiles personales. Con celeridad e impulsado alternativamente por mis pies derecho e izquierdo recorrí los metros de decadente pasillo que me separaban de la luz del día. Era de noche, pero llovía.

Silbando una delatora canción de disimulo me incorporé al deambular presuroso de los peatones por la ciudad sin un rumbo decidido. Mi mente funcionaba a toda velocidad para intentar desentrañar el misterio de la identidad de mi perseguidor. Posiblemente le debía dinero. No pude sino sonreír al percatarme de que con demasiada frecuencia las personas a las que les debo dinero tienen tanta pasta que no debería importarles dejar mi deuda sin saldar. Pero, claro, la palabra "mafioso" se les quedaría grande, entonces. Y a nadie le gusta no ser digno de una palabra con tanta ilustre historia.

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31/08/2007, 21:14
Terry Pratchett

Así pues, mis pasos me guiaron hasta la mansión del duque de Mediavilla, mi acreedor más perseverante. Unos sencillos pases mágicos (el clásico "abracadabra" y la coplilla de rima forzada) me permitieron superar la alta muralla ajardinada y plantarme en su puerta. Confiaba en que no hubiera perros sueltos.

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03/09/2007, 14:26
Sir Arthur Conan Doyle

En efecto, como pude comprobar al momento siguiente, en aquel lánguido jardín no había vida alguna. No crecía ya nada en su tierra y la naturaleza muerta caía reseca en jirones por las paredes de la muralla, lo cual no me ayudó a mejorar mi estado de ánimo.

Me dirigí hacia el edifico principal en busca de su entrada intentando obviar el repentino recelo que el oscuro e inquietante patio me había provocado. Por un momento incluso creí escuchar que un tétrico búho me acechaba con su grito, anunciando mi llegada. Nada de esto, sin embargo, me impidió llegar en unos pocos pasos hasta mi destino y llamar a la puerta insistentemente con mis nudillos, que hicieron sonar fuertemente la puerta con un sonido que retumbo por todas las recámaras del suntuoso palacio. Suntuoso, pero lóbrego, recordé.

Los minutos siguientes se me hicieron largos como dedos de pianista, pues mi espera se alargaba más de lo que debiera, y mis buenos modales me impedía llamar de nuevo a la puerta por miedo a parecer tosco, monótono y recalcitrante. Uno no sabe muy bien a que atenerse cuando se es visita en casa de un anfitrión extraño. Así que esperé, aprovechando para adecentar mi vestimenta; quitándome el polvo y alisándose las arrugas, a que alguien atendiese mi llamada.

Finalmente, y casi como un susurro escuché acercase unos pasos a la puerta, prácticamente como pasito de ratón, que se detenían junto a ella y esperaban meditabundos. Al poco la puerta se abrió.

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03/09/2007, 14:29
Sir Arthur Conan Doyle

En ese instante no reconocía la oscura silueta que se alzaba ante mi y que me había abierto la puerta de la mansión del Duque de Mediavilla. No podía ver nada, lo que no preocupó, pues de ser él, seguramente comenzaría en breve a reclamarme el dinero de mi deuda... Yo, sin dejar que tomará la iniciativa, salude bastante animoso.

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06/09/2007, 10:34
Miguel de Cervantes Saavedra

Le saludé como si fuese un gran amigo de la infancia, aquél a quien estas años sin ver, le estreché la mano con fuerza y la sacudí con ganas, seguidamente de darle unas palmadas en la espalda.
Tras unos minutos en esta situación, le tenía tan confundido, pues él no me conocía de nada, que de verdad creía que era su amigo, así que conseguí toda la información que quería sobre las medidas de seguridad del edificio.
Me despedí cordialmente de mi "viejo amigo" y en cuanto mee dio la espalda me encargué de que no volviese a hablar con nadie.
Eché a correr por el largo pasillo sin escuchar más ruido que mis propias pisadas.
Cada cierto tiempo paraba para comprobar que no había más ruidos.

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06/09/2007, 10:36
Miguel de Cervantes Saavedra

Una de esas veces que me paré me pareció escuchar algo, ese algo desapareció al poco pero una vez volví a ponerme en movimiento sonó nuevamente.

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06/09/2007, 18:32
J.K. Rowling

Solo es el eco de mis pasos pensé reanudando el camino con mas premura. Me estaban esperando, no puedo llegar tarde esa reunión es muy importante.
Allí estaban las puertas de negro ébano esperando mi llegada, alcé una mano y se abrieron solas como si supieran que deseaba entrar. El aire viciado, los sonidos que escucho mientras camino por ese pasillo que se me hace eterno hasta que llego a mi destino esa sala de oscuras y opresivas paredes donde me espera mi destino observado por demoníacos ojos. El aire me oprime los pulmones, el simple echo de respirar me causa dolor, mis piernas me pesan y no puedo continuar caminando me dejo caer y escucho una voz infantil en mi mente
Si no continuas no lo tendrás, todo desaparecerá

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10/09/2007, 15:59
J.K. Rowling

Me levanto y tomando una nueva vez aire que esta vez me quema continuo mi camino hasta llegar delante de el y haciendo una reverencia me presento esperando sus palabras, palabras ansiadas y deseadas desde el día que me lo propuso

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18/09/2007, 14:27
Isaac Asimov

-Has venido, dudaba si conseguirías reunir el valor necesario. Supongo que sabes el precio que deberás pagar

Su voz era profunda, y en la oscuridad de su capucha imagine por unos instantes una sonrisa siniestra

-Si he llegado hasta aquí no temo pagarlo, respondo tratando de parecer mas seguro de lo que estoy realmente, pero es la única solución asi que hay que seguir adelante

-Bien, entonces no perderemos el tiempo con mas charla, estas con nosotros para siempre, pero tendrás tiempo, tiempo para conseguir todo lo que quieres, antes de cumplir tu parte del trato

Algo me llena, no se lo que es, me siento fuerte, me siento capaz de cualquier cosa, pero a la vez, sin vida, falta una chispa en mi algo que no había notado que tenia hasta haberlo perdido

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18/09/2007, 14:29
Isaac Asimov

Entonces habló de nuevo

- No pierdas el tiempo que tienes, no tendrás más pase lo que pase, nos veremos aquí dentro de un año, y sabes que no faltaras a tu cita. Disfruta de tu poder

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23/10/2007, 16:59
William Shakespeare

Tras esas palbras pense en mi siguiente movimiento. Tras este juramento solo me queda un año de vida. Pero tengo el poder para clamar la venganza que me a traído hacia esta situación. Nunca pensé que llegaría a tales extremos. Pero sin mi amada mi vida carece de sentido. ¿Que mejor que reunirme con ella tras haberla vengado?. Mire de nuevo los ojos de mi interlocutor, esos ojos vacíos que no expresaban ningún sentimiento, el ya sabia que le pertenecía desde el momento que sellamos el trato.

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23/10/2007, 17:01
William Shakespeare

Nos veremos en un año
Y con solo desearlo aparecí junto al objeto de mi venganza, tenía un año entero para realizarla pero quería hacerlo ahora.¿Que podía interponer en mi camino?

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06/11/2007, 12:16
Margaret Weis

El tiempo no significaba nada para mí ahora que veía mi meta tan cerca. Un día, un año, un siglo.... Sólo eran palabras pues sabía que el el fin llegaría para todos aquellos que se habían opuesto a mí. Yo tenía la eternidad por delante y ellos... Ellos sólo tenían un año, porque cuando consumase mi venganza ni siquiera su recuerdo se mantendría, todo sería engullido por la oscuridad, por el olvido. Todo se perdería en la noche de los tiempos. Sería el fin, su fin, porque para mí sólo sería el principio. Al fin, podría descansar, sabiendo vengados los agravios y las traiciones. Lo pagarían caro, muy caro.
Día tras día, estos eran mis únicos pensamientos, allí, parado ante un reloj de arena que marcaba el paso del tiempo inexorablemente, dejé transcurrir las estaciones.

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06/11/2007, 12:16
Margaret Weis

Finalmente la fecha cumplió. Había pasado un año y, ahora sí, era el momento de mi venganza. No lo retrasaría ni un segundo más.

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08/11/2007, 18:00
Edgar Allan Poe

-Te dije que tenías un año para terminar tus asuntos, para despedirte de la poca gente a la que le puedas importar. Ni un día más.- dijo amenazador, tras derribar con el hombro la puerta de la oficinucha donde trabajaba en solitario el hombre que ahora temblaba de miedo ante la visión del revolver - Un año, ni un día más. - repitió - O iría a buscarte y te mataría. ¿No me tomaste en serio? ¿Creías que bromeaba? Si no te maté entonces fue porque...

-¡Diantres! - pensó - Si en ese momento no fui capaz, ahora menos. - el rencor, al ansia de venganza se había ido diluyendo a lo largo de todo este año sin que él se diera cuenta.

El otro hombre percibió su indecisión. Si no hubiera hecho lo que hizo, con toda probabilidad seguiría vivo. Pero posiblemente pensó que quizá, después de todo, el intruso sí llevara a cabo su venganza y esos instantes de duda eran una oportunidad que no podía desaprovechar. Estiró con rapidez la mano hacia su escritorio, abrió el cajón e intentó coger algo de su interior.

A la vista de ese movimiento, ya no se trataba de elegir entre apretar o no el gatillo para matar a alguien indefenso. Ahora se trataba de elegir quién saldría vivo de esa estancia.

El revolver disparó sin darle tiempo al otro a usar el arma que estaba guardada en el cajón.
Cayó sobre el suelo, de espaldas a él y encogiéndose de manera refleja al recibir la bala en el pecho.

Su verdugo, con el caño todavía humeante, volvió hacia si el cuerpo con el pié. Sí le había dado tiempo a coger algo del cajón, pero no era un arma. Era un papel grueso de tamaño pequeño. Al morir lo había arrugado entre sus rígidos dedos.

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08/11/2007, 18:01
Edgar Allan Poe

La curiosidad venció a la aprensión y le arrebató el papel para examinarlo. Lo que vio le llenó de pesar y remordimientos. Ese papel era una foto reciente. En ella aparecían su víctima y una mujer sonriente que sostenía en sus brazos a un bebé.