Partida Rol por web

Suspira aliviado al escuchar por fin a Lytton y le hace un gesto quitando importancia a que le haya cojido prestado el bastón.

- ¿Y por qué no bajamos un momento para asegurarnos de que no hay nadie? Dormiré más tranquilo, os lo aseguro - Mira a los demás mientras vuelve a apoyarse en su pierna dolorida ayudándose con el bastón. Se acerca hasta el armario y observa la inscripción - ¿Qué o quién será Wherington? No creo que si efectivamente se trata de un mendigo haya dejado pistas de su estancia tallando su propio nombre

Me refería al bastón, pero veo que ha quedado demasiado confuso jeje

-Muchas cábalas caballeros. Deberían haber dedicado su vida a cosas mas interesantes con semejante actividad mental.

Por momentos se vepia pensativo.

-Me gusta creer que lo que mas quiero en esta vida, es descubrir "la vidad" sobre las cosas. No solo lo que se ve superficialmente o lo que otros me cuenten de ello.

Marvin siguió a Lytton junto a los demás hasta la habitación. Una vez en ella, el hombre les indicó lo que había encontrado y echó un vistazo al lugar. Se agachó para estudiar la trampilla, y se volvió a incorporar para ver la inscripción señalada por Lytton. Si era reciente cabía la posibilidad de ver astillas o virutas en el suelo.

Luego miró de nuevo a la cama, y fijó sus ojos en Lytton.

-Unas horas cojonudas para andar cambiando el mobiliario de sitio, desde luego. Dijo socarrónamente antes de incorporarse y responder a las últimas palabras del hombre. Si se hace de día dentro del puto sotano, seré el primero en cagarse encima, eso te lo puedo asegurar señorito, pero el primero que debería estar con los huevos por corbata es quien quiera que pudiera estar ahí abajo. O al menos lo estaría si intentara volver a salir y viera que no volvería a ver la luz del día. Hemos venido a pasar la noche, no a andar urgando entre mierda, y al menos eso es lo que yo voy a hacer en cuanto bloquee ese puto agujero y me vuelva a acostar.

Marvin guiñó un ojo al tiempo que sonreía señalando el armario, y hablando lo suficientemente alto como para quien pudiera estar ahí abajo lo escuchara.

Esperando que todos alcanzaran a comprender su plan de intimidar lo suficiente a cualquiera que estuviera abajo, como para hacerlo salir por su cuenta, esperó alguna reacción desde la trampilla.

Lo que todos podéis ver (es tan claro que ni siquiera hace falta una tirada) es que la palabra Wherington Ha sido tallada muy recientemente. No sólo por lo limpia que está la madera del tallado en comparación con el resto, sino porque además podéis apreciiar algunas virutas aún enganchadas en el pico de la "W" y en la curva de la "g".  El resto de la habitación parece un poco revuelta, con marcas de arrastre de la cama sobre el suelo y algunas huellas en el polvo, pero nada más-

Desde abajo, sólo os llega un silencio sepulcral.

Espera unos segundos algún tipo de respuesta desde el sótano, intentando agudizar su oido. Al comprobar que nadie responde, mira a los demás y se encoge de hombros.

- Parece que no hay nadie ahí abajo - susurra señalando la trampilla con el bastón - tal vez ese Wherington pasó la noche aquí recientemente, pero ya se ha marchado.

-Iré a dar un vistazo abajo. La curiosidad me puede. -Como siempre- Asi comprobaré si estamos solos o no. Dejadme una linterna.

Quizá algun día eso sea mi propia perdición, pero mientras pueda, quiero mantener mi curiosidad activa.

Aunque fisgar en un sotano por la noche y en una situación sospechosa era lo que el calificaría como cosas de críos, en aquel momento se le hacía demasiado atrayente.

Marvin le lanzó la linterna al vuelo a Stones.

-Toma la mía. Dijo. Ten cuidado con las escaleras. No te nos vayas a matar ahora.

Luego miró a Montesco.

-Raro. Si se marchó lo habriamos visto. Se limitó a decir. Luego observó la trampilla cerrada y le  gritó. ¡Muy bien cabronazo! ¡Sabemos que estás ahí y como nos hagas bajar a buscarte, no vamos a ser amables! ¡Ya nos has jodido el sueño, así que más te vale salir por tu cuenta antes de que nos pongamos de más mala hostia!

Cuando te agachas a abrir la trampilla puedes ver claramente que, por las telarañas y la cantidad de polvo acumulado no ha sido abierta en bastante tiempo.

-Caballeros -dijo frunciendo el ceño, se había acuclillado a abrir pero se detuvo- Dudo que nuestro invitado este abajo. Miren el polvo sobre la agarradera y los nidos de arañas entre él. Esto no lo ha tocado nadie en mucho tiempo. Si hay alguien, esta aqui arriba, con nosotros.

El escuchar lo dicho por Stones, Marvin no pudo más que acercarse a comprobarlo con sus propios ojos.

-Si eso es así, vamos a tener que revisar la puta casa... Dijo. Montesco, ¿No miraste en todas las jodidas habitaciones cuando llegamos? Preguntó. No puede ser que ya hubiera alguien aquí cuando llegamos. Esto empieza a mosquearme.

Y era cierto. Aquella situación empezaba a irritarle. Ya no por el hecho de que pudiera haber alguien rondando por la casa, y no saber cuales eran sus intenciones, si no por que deberían estar descansando para pasar la noche y centrarse al día siguiente en recuperar el libro de McGregor, en lugar de estar perdiendo el tiempo con algún vagabundo que seguramente solo querría pasar la noche allí como ellos.

Con lo fácil que habría sido presentarnos y compartir la casa... Pensó. Y ahora tenemos que preocuparnos de que mierdas puede andar haciendo quienquiera que talló su nombre en el puto armario.

Asiente a la pregunta de Marvin sin dejar de mirar la trampilla

- Sí, y te aseguro que no vi a nadie más, aunque empiezo a dudarlo - se encoge de hombros echando un vistazo de nuevo a la habitación - Es posible que haya más trampillas o algún sitio donde esconderse que no vi - Mira a Marvin y esboza algo parecido a una sonrisa - Hubiese mirado más a fondo pero te recuerdo que alguien me pidió amablemente que lo dejase. Abramos esa trampilla y veamos qué hay ahí abajo. Ya nos preocuparemos del otro inquilino más adelante. No creo que se atreva a hacer nada si estamos los cuatro juntos

Los minutos pasaban en la quietud de la casa y Marvin comenzaba a impacientarse.

Podriamos estar aquí decidiendo qué cojones hacer con la trampilla todo lo que queda de noche, y seguir parados. Pensó sin dejar de apartar la cama de su mente. Luego resopló.

-¡Venga, terminemos ya de una puta vez con con esta mierda! De todas formas ya me he desvelado, joder. Dijo mientras se acercaba a la trampilla, y la levantaba de un tirón.

-¿Haces los honores Stones? Preguntó al nuevo del grupo, esperando que iluminara el interior con la linterna.

Asintió.

-Veamos -dijo aproximandose con cautela dispuesto a iniciar el descenso. Ilumino con la linterna hacia abajo- Ruego a Dios que las escaleras estén en condiciones, no creo que mi espalda aguante una caída.