Partida Rol por web

Vaya, era interesante ver como aquel lugar había quedado casi congelado en el tiempo, sin embargo había algo que diferenciaba aquel pequeño pueblo de menos de quinientos habitantes de los pueblos de la antigüedad, la Sheriff. Si, había una sheriff mujer, algo que ni se hubiese pasado por la cabeza de los antiguos norteamericanos.

La saluda con una sonrisa amable al estrechar su mano, aunque no abre la boca más que para decir un "encantado, sheriff Baker", no le corresponde a él comenzar a hablar sobre aquel caso. Así que se limita a seguir a los policías del pueblo y a sus compañeros al interior de la oficina, con intención de escuchar atentamente a Dwight.

Un pueblo perdido en el tiempo. Esto tenía sus ventajas y sus desventajas. Es más fácil identificar a alguien extraño para los habitantes, si el asesino no perteneciera al lugar, y el tamaño del pueblo limitaba la búsqueda en caso de que fuera habitante. Aunque eso era un pensamiento utópico, pues eran unas 500 personas. Aun así, no era nada comparado con tener que atrapar a un tipo en Nueva York, o cualquier gran entorno urbano.

Pero uno de los problemas era la limitación de movimientos. Eramos el elemento discordante, y fueramos donde fueramos estaríamos bajo la atenta mirada de los habitantes, lo que pondría en alerta al sujeto.

Tras saludar a la sheriff, y mientras caminamos, me acerco al agente Johnson y le susurro:

- Johnson, sea discreto pero observe bien las caras que pueda. Muchas veces los asesinos se esconden en primera línea y puede que el nuestro se encuentre entre la gente que nos observa ahora.

Asiente a su jefe una vez ya dentro de la oficina de la sheriff y se acerca a la ventana empujando con su dedo índice izquierdo la cortinilla, para poder observar el exterior. Trata de fijarse en los alrededores, como ha dicho Dwight los criminales son morbosos, les gusta mostrarse ante los agentes de la ley y sentirse invulnerables al no ser reconocidos.

De un vistazo, intestas observar a las personas que hay alrededor de la comisaría, buscando algún rasgo sospechoso. Desgraciadamente, las miradas cargadas de curiosidad y recelo de los habitantes hacen que todos ellos parezcan sospechosos, puedes adivinar nerviosismo en sus miradas, atención y curiosidad. Una mujer mayor con expresión severa y el pelo recogido en un moño, no so quita el ojo mientras carga con dos cestas de compra. A la puerta del restaurante estilo ranchero, un hombre que bien podría definirse como un “vaquero” con la típica ropa y un enorme bigote en la cara os observa sin apenas disimular, con una leve sonrisa en el rostro. El resto de personas miran y siguen su camino, pero son todos tan parecidos en ropajes y rostros que te cuesta quedarte con sus caras.

Tras el saludo inicial entráis en el edificio. Lo primero que veis al penetrar en el lugar es una celda al fondo del local. Tras una rápida ojeada, a vuestra izquierda veis una mesa, hecha un caos de papeles. A vuestra derecha, hay dos mesas más, una algo más ordenada y tras la cual podéis ver una puerta cerrada y otra en la que una mujer de avanzada edad se encuentra sentada, tecleando en un ordenador. Esto os llama la atención pues tras ver el aspecto antiguo del pueblo, casi dudabais que inventos como los ordenadores hubieran llegado hasta el pueblo. En una esquina se encuentra la bandera del estado y en otra la bandera estadounidense, y en frente de la mesa desordenada, se puede observar la foto del actual presidente. También podéis ver un enorme mapa de la región lleno de chinchetas de distintos colores junto a una de las paredes.

Al entrar, la mujer de avanzada edad, deja de escribir y se aproxima a vosotros con una sonrisa.

-Soy Patty Wilson, secretaria del sheriff, es un placer. ¿Me permitirían sus abrigos?

Tras lo cual, tiende el brazo cortésmente.

La sheriff saluda amablemente a Patty y se encamina inmediatamente hacia su mesa, sorprendentemente, la que está más desordenada. Una vez ahí, espera a que los detectives entreguen sus abrigos a la secretaria antes de empezar a hablar.

-Muy bien, tenemos poco tiempo, según me han informado. ¿Por donde les gustaría empezar?

En la otra mesa Patty vuelve a escribir, pero oís como lo hace más despacio que cuando entrasteis, levantando la mirada de vez en cuando de manera curiosa hacia donde estáis.

Mientras dais los abrigos a la secretaria y os dirigís a la mesa del sheriff, observas por la ventana a todos los que por allí se encuentran. Lo primero que notas es que todos parecen sospechosos. Nadie parece disimular su sorpresa ante la llegada de extraños y puedes verlos señalar hacia la comisaría y cuchichear entre sí. Sin embargo, te fijas en un hombre cincuenta y pico años que tras mirar un instante hacia la comisaría, baja la mirada y continua su camino sin detenerse un instante. El hombre tiene el pelo canoso y muchas arrugas en la cara, goza de algo de sobrepeso y camina de manera algo soberbia. También reparas en un joven de veintipocos años que ni siquiera mira hacia la comisaría. Camina con la cabeza agachada observando el suelo. El joven tiene el pelo oscuro con una barba no muy larga cubriéndole la cara.

Sullivan se quitó la camisa y se la tendió a la secretaria con una sonrisa artificalmente amable, antes de quitarse las gafas y sujetarlas en el borde del bolsillo de su camisa burdeos, con un estampado francamente hortera. La sheriff se encontraba ya en su (deastroso era decir poco) escritorio. Hasta arriba de trabajo. Probablemente el mayor caso de su vida y la mayor presión, también mediatica. Seguramente creía en el talento y el instinto y el orden era un recurso secundario del que se encargaban las secretarias y otros elementos en un eslabón más bajo de la cadena. El tipo de persona que cree en la capacidad de cumplir actor heroicos. Dado su cargo, bien podría ser aquello que le llevase a la tumba...si no viviese en un pueblo tan aburrido.

Ante la invitación de la sheriff, Jules lanzó sin miramientos su pregunta. Como bien decía la Sr. Baker, el tiempo era demasiado escaso para andarse con miramientos.

- ¿Hasta donde se conoce la existencia de los asesinatos en la población? Doy por hecho que algún civil fuese quien encontró los cadaveres y por lo tanto sea información ya no tan confidencial, especialmente en un pueblo tan pequeño. Pero ¿se ha dado alguna información adicional para prevenir asesinatos o en busca de ayuda ciudadana?

Sullivan comienza a preguntar a la Sheriff sin preocuparse mucho por la secretaría cotilla, como todos habían supuesto, seguramente la mayoría del pueblo se hubiese informado por el viejo arte del chismorreo. Mientras, aprovecha que había sacado el teléfono del bolsillo de la chaqueta para dejarla en el colgador y activa la cámara, usándola para fotografiar algo o alguien en el exterior varias veces.

- ¿Tiene la tienda del pueblo carretes de Polariod? - pregunta dándose la vuelta y sonriendo a la Sheriff mientras teclea en el aparato - Son cámaras muy antiguas y ya no es muy común que se vendan... - mira a sus compañeros sin dejar de teclear - En caso afirmativo, podríamos echar un vistazo a sus facturas. - termina extendiendo su mano con el teléfono a Dwight permitiendole leer lo escrito.

He fotografiado a dos hombres:

Cincuentón con sobrepeso, el pelo cano y cara muy arrugada, tras mirar a la oficina y vernos agachó la mirada y continuo su camino de manera soberbia.

Veintipocos con pelo oscuro y barba corta, camina cabizbajo y ni siquiera nos miró, ¿como si se avergonzase o tuviese miedo?

- Buen trabajo, agente. Más tarde repasaremos las fotos, lejos de miradas indiscretas.

Susurra Dwight.

John se siente atraido por el mapa de la zona, y se dirige hacia él casi sin reparar en la secretaria. Tras observarlo durante unos segundos, se gira hacia la sheriff y pregunta.

- ¿Donde se localizó el cadaver?

Ante la pregunta del agente Sullivan, la sheriff torna su rostro en una mueca de pesadumbre.

-Mucho me temo que en un pueblo tan pequeño como este, es difícil esconder algo tan grave como un asesinato. Conociendo como conozco a sus gentes, dudo que haya una sola persona en todo el lugar que no sepa de las muertes- La agente se lleva dos dedos a la sien frotándosela. –En cuanto a los consejos, debido a las pocas pistas que tenemos, se han dado las típicas, cuando oscurezca que permanezcan en sus viviendas. Que comprueben los cerrojos de puertas y ventanas y avisen de cualquier anomalía o comportamiento extraño que vean.-

Al terminar de hablar, es el agente Johnson el que hace una pregunta, ante la cual, la sheriff medita un instante.

-Tenemos dos tiendas en el pueblo, “Alimentos  Elmore” y la Tienda de alimentos de Rose. La primera pertenecía a una de las víctimas, James Elmore. Que yo sepa solo vendía alimentos y algunos utensilios de labranza. Por su parte, Rose vende más o menos lo mismo, pero si hay algo por lo que destaca es por su aparente facilidad de conseguir cualquier cosa que se le pida.- Entonces termina de añadir -Siempre dentro de la legalidad, por supuesto. Si quieren acercarse, se encuentra la final de la calle perpendicular de la que nos encontramos.-

Finalmente, el agente John hace la pregunta más importante, ¿Cómo sucedieron los crímenes? La agente suspira, como si no quisiera llegar a esa parte. Tras rebuscar unos instantes entre su montaña de papeles, finalmente coge una carpeta de color amarillo y tras retirar las gomas con dos rápidos movimientos,, saca su contenido y lo extiende sobre la mesa.

-Dos han sido las víctimas. Robert Bale de 62 años, director de la sucursal del banco agrario y James Elmore de 58 años, que como he dicho, era el dueño de una tienda de ultramarinos. La primera víctima fue el señor Elmore, que fue encontrado hace una semana en el salón de su casa. El cuerpo fue descubierto por Fred Fross, el cartero del pueblo, que se asomó por una ventana. Hace Dos días El señor bale fue asesinado. Su cuerpo fue encontrado por un granjero de la zona, a ver…- registra rápidamente los papeles, deteniéndose en una línea y señalándola con el dedo.- aja, Francis Buch, según declaró,  se acercó a verle porque le extrañó que no fuera a trabajar esa mañana al banco. No hay testigos directos de los crímenes, aunque varias familias aseguran haber oído gritos la noche del primer asesinato. La hora de la muerte aun no la tenemos. Los cuerpos, junto con todas las pruebas físicas de las escenas de los crímenes han sido llevados a la ciudad de Joshua tree, a un par de horas en coche de aquí.- Cuando termina de hablar, se detiene un momento para tomar aire –En cuanto a las viviendas cercanas, siendo un pueblo pequeño como este, todas las casas están cercas unas de otras, salvo por los terrenos del alcalde y del viejo Hill, que cuentan con varias hectáreas de maizales.-

La sheriff se recuesta en su silla

-Puedo facilitarles las direcciones de donde han sido los crímenes, así como de los testigos y de aquellos que encontraron a sus víctimas. Si desean también, puedo avisar a Joshua tree por si desean ver los cuerpos.. ¿Algo más agentes?-

Jules asintió ante las palabras de la Sheriff. Nada se salía de lo previsible pero eso significaba (en parte) que el caso no era tan peculiar. En cierto modo era beneficioso: aquello que seguía un patrón acababa resolviendose con mucha más facilidad.

- Por mi parte, señora Baker, sería muy interesante poder acceder a los cuerpos, pero sobre todo al material fotografíco y al lugar de los hechos. Tengo la sensación de que para el asesino el cadaver es solo un elemento más de su particular naturaleza muerta, y que como ya hacían en la Edad Media, nos intente contar algo con simbolos que solo él entiende. Dudo que haya dejado una langosta para representar la hipocresía, pero estoy seguro de que acabaremos por descubrir el mensaje...

Durante un momento Sullivan calló de repente, antes de añadir:

-Aunqueor supuesto, estoy seguro de que el Sr. Dwigth tendrá planeado otro enfoque mucho más general para acercarnos al caso con acciones mucho más urgentes.

"El protocolo, Sullivan, el protocolo...·

- Debemos repartirnos el trabajo. Tan importante es que estudiemos las pruebas y los cuerpos como las posibles pistas que nos puedan dar los vecinos, o los lugares de los asesinatos.

Asiento a Sullivan.

- Agente Sullivan, la información que pueda obtener seguramente sea la más relevante, por lo que por mi parte puede empezar en cuanto quiera. El resto, deberíamos empezar a visitar los lugares de los crímenes y tomar declaración a los vecinos.

Vuelvo a girarme hacia Sullivan.

- Más tarde me pasaré a verle, tal vez mi experiencia con el asesino original pueda proporcionarnos alguna pista si estudiamos los cuerpos y las fotos juntos, o si contesto a sus dudas, si las tuviera. Buena suerte.

Cuando habéis decidido vuestro plan de acción, la Sheriff asiente satisfecha.

-Muy bien agentes, la tienda de Elmore está en esta misma calle. Les acompañaré para abrirles la puerta a fin de que puedan investigar. En cuanto al agente Sullivan, si quiere, mi ayudante le llevará hasta Joshua tree a fin de que pueda inspeccionar las pruebas y los cadáveres. ¿Nos ponemos en marcha? –

Con un gesto respetuoso, la sheriff invita a los agentes hacia el exterior.