Partida Rol por web

Devan abrió la boca para decir algo, pero en el último momento la cerró y asintió. Luego, volvió a beber del cuerno de hidromiel. Para ser su primera aventura, podría ser peor: Oro, techo y comida, y la promesa de mejoras físicas y mentales... No era un mal trato en absoluto. Solo se sintió decepcionado porque aquella hermosa mujer no los acompañara, aunque probablemente fuera para mejor: Iba a ser difícil concentrarse con alguien así en el grupo.

-¡Adiós! saludó torpemente, tanto a la mujer como a Bron. Luego se mordió el labio, algo más envalentonado: Tenía que comprar suministros, ¿y qué mejor lugar que la posada? Llamó al posadero con un gesto de la mano, al tiempo que sacaba una bolsita de oro del cinturón.

Con un pie ya en la calle se paró a hablar con Hamula. –No, es que simplemente no me gusta el plan, posiblemente sean solo prejuicios…- reconoció Samantha. –Me gusta la libertad, y creo que lo que estoy buscando no va a estar en un monasterio extraño.-

-Posiblemente aceptare el ofrecimiento de la expedición a Osirion.- ese viaje le llamaba más. –Si queréis acompañarme podemos seguir teniendo esta conversación por el camino… Fulgur ha estado escuchando lo que decía el pregonero, y creo que tiene algo que decirme al respecto- dijo con una sonrisa.

Ah. Bueno. Suponía que tenía sentido.

–Me gusta la libertad, y creo que lo que estoy buscando no va a estar en un monasterio extraño.

-Eh -se encogió de hombros- ¡Supongo que no! Aunque dijeron que era para un par de días... y supongo que mejor que irse a otro país.

A él todo lo del programa de los monjes tampoco le había llamado demasiado, pero necesitaba algún trabajo, comida y dineros y aquello era tan buena idea como cualquier otra, y más fácil que, eh, bueno... trabajar honradamente. Su "nicho" no era algo que se pudiera aprovechar demasiado allí, quizá de ropavejero si encontrara algún vertedero.

-Por qué no -aceptó, acompañándola- Quizá haya algo que merezca la pena ver. ¿Algo que sepas de la ciudad, o bueno, de los monjes?

Samantha y Hamula siguen hablando fuera de la posada, mientras vosotros todavía os encontráis en ella.

Al acercarte al posadero para comprarle equipo, te sugiere que en caso de ser armas, armaduras u otras cosas que tengan que ver con la magia vayas a un herrero, armero o tienda de objetos mágicos. Te hace hincapié, que el solo puede venderte equipo general para los viajes. También te dice, que al ser hoy un día de fiesta, está todo cerrado y tendrás que esperar al día siguiente para hacer las compras respectivas.

Fuera todavía se hallan los ciudadanos hablando entre ellos en lo que respecta al voceador que ya no está, pero una nota puesta en la puerta de la taberna indica la lista de aquellos que quieran apuntarse a la expedición. Si os acercáis, veréis que hay un apartado para apuntar los nombres y al lado el grado de conocimiento para la expedición, la fecha de recogida se calcula para dos días.

 Mientras seguís hablando...un grupo de marineros ya algo borrachos se acercan a la posada para tomar unas cervezas. Si escucháis a los ciudadanos hablan del poco tacto del pregonero para buscar postulantes, y que de hecho la información que ha dado no ha sido del todo completa, y que habrá que ir a la universidad para entregar la documentación y para informarse más a fondo sobre el viaje.

Va pasando el mediodía y salvo la gente que va llegando a la posada las demás calles se mantienen vacías.

Poco más te puede decir Fulgur sobre lo que ya ha visto, no obstante podrías preguntarle algo en cuestión si todavía tienes dudas o preguntas.

¡Posadero!,  prefiero algunas viandas y que me las tuvieras preparada para cuando vayamos a partir.

Bien señor así será, te dice con voz un poco temblorosa por tu aspecto que a pesar de ser joven mantienes los cabellos de un anciano cosa que puede dar algo de miedo para aquellos que creen en la superstición.  - No te parece muy normal la actitud del posadero quizás haya pasado algo que no quiera contar.

Señor Devan muchas gracias ¿puede decirme que le apetece de esta humilde morada? Te dice con ojos codiciosos viendo como se dirigen a la bolsa que suena como si muchas monedas estuvieran ahí mezcladas con la imaginación de que fuesen de oro.

Será poco- le digo de las cosas que me harán falta para el viaje. Después me asomo a la puerta de la posada para mirar al exterior, a ver si puedo ver todavía al pregonero e intentar enterarme de algo de lo que está diciendo, por si acaso me pudiera unir más tarde.

(Knauss) Cuando te asomas te das cuenta que el pregonero ya se ha ido.

Ves a Samantha acercarse junto a Hamula a la puerta de la posada y saca de su mochila un cálamo y empieza a escribir en el papel que está puesto en la puerta. Te fijas y ves que es una inscripción para ir a una expedición a Osirion. No solo debes de inscribirte al parecer hay un apartado para que pongas tus capacidades e intereses para el viaje, y que la selección se hará pasado dos o tres días. Para más información viene la dirección de la universidad.

Mientras Samantha se inscribe os dice señores yo tengo conocimientos sobrados para esta expedición, el solo hecho de ser una conocedora de artefactos antiguos ya me da un cierto privilegio para que me elijan. No sé vosotros pero os sugiero que vayáis a ayudar a los monjes es un trabajo seguro. En cambio en éste tenéis un gran riesgo de quedaros en la estacada como veáis. Sigo escribiendo mientras acabo de poner todos mis conocimientos que son tales a los que os he dicho.

La fantasmada, y el hecho de que no respondiera a su pregunta, hizo que se tensasen los músculos de su mano, que trató de disimular naturalmente cruzándose de brazos y manteniéndola en la parte de dentro porque saltar a matar no es la mejor adaptación en general.

-...ya. Bueno -dijo, dándose la vuelta- Buena suerte.

No estaba al servicio de las Túnicas, pero parecía una nacidabruja de los pies a la cabeza. Ni siquiera se había molestado en considerar lo que decía como algo digno de existir siquiera.

Señora que tenga suerte en su empresa.-  Además de acercarme para decírselo me giré a Hamula- tenéis todo lo necesario... ahora tenemos que encontrar a los monjes. - dije remarcándolo.

Os dirigís hacia las afueras de la ciudad habéis comprado todo lo necesario o casi todo, más no podíais comprar en un día festivo. En la puerta os esperan los monjes están con su ganado, y también con sus monturas. Os miran y os sonríen ya parecían llevar algún rato allí esperándoos.

El camino es bien transitable y a los lados las llanuras os hacen suponer que el monasterio está en la llanuras de Carpenden o quizás en la misma Steyr ya que es considerada lugar de artistas y filósofos. Se encuentra aproximadamente a unas 150 millas al oeste del Río Sellen. Pero tras unas horas de andadura os dais cuenta que vuestra dirección se encamina hacia el norte en dirección a Carpenden, un poblado situado en la nación de Andoran. Que se encuentra en una región de colinas que se presta a la creación de numerosas plantaciones y huertos.

Empieza el mediodía  y con ello la parte más calurosa del viaje, donde el ganado rezuma su olor tras el calor que se va acrecentando aunque no es demasiado debido al mes de Gozran. Los animales tienen pradera de sobra para pastar y la ausencia también de viandantes y carros se hace evidente en el camino, el día del sol no es día para caravanas ni comercio sino para el descanso del trabajo.

Creo que este olor podría atraer a algún depredador- después de eso me paro a pensar la posibilidad del encuentro en la zona, sacando el arco por si acaso. 

De momento no había habido ningún problema. El clima era mucho menos húmedo y desagradable que su tierra de baldíos, humedales y páramos desertificados; las colinas recibían sol y hasta tenían vegetación que no consistiera en rastrojos asquerosos: aquello prometía ser un trabajo fácil por un tiempo, hasta que se le acabase la suerte.

-¿Depredadores? -preguntó al escuchar eso, viendo la caravana. ya tenía que ser un depredador tonto, o...- ¿Leones de montaña por aquí?

Se paró un segundo para echar un vistazo por el camino, adelantándose un poco, al escuchar de esto. ¿Leones de montaña? ¿Bandidos desesperados? Aquel sitio parecía seguro, y poca gente arriesgaría la vida por unos bueyes, pero nunca se sabía. Mejor no arriesgarse.

El camino parece despejado pero no crees que sea el mejor, es un camino ancho y demasiado transitado, piensas que podría ser el lugar perfecto para emboscadas de bandidos o grupos de saqueadores. Ves senderos en el camino que no son tan transitados, pero aún así y sabiendo que en algún lugar se cortarán quizás en una elevación montañosa o en una antigua casa de abastecimiento o descanso. Supones que es más seguro cabalgar por estos senderos no transitados y sin dificultad debido a que es solo ganado sin carruaje ni de más carga pesada para ir por campo a través incluso por las pendientes montañosas.