Partida Rol por web

Yui todavía no termina de creerse lo que está escuchando...

¿Conceder deseos? Sí, claro... Mira al chico incrédula, incluso aunque vea que Setsuna ha creído por completo en sus palabras.

Desvía su mirada de Impy a Setsuna cuando la pelirrosa empieza a hablar, entristeciéndose su mirada unos instantes.

Bueno... si dice la verdad y él puede conceder deseos... podrá salir de aquí como ha querido desde que ha llegado. Quizá no vuelva a cruzarme con ella, pero al menos será feliz...

Aunque cuando se da cuenta de que Setsuna no ha terminado la frase, sino que ha cambiado su deseo en el último momento. Sonríe con una mezcla de timidez y alivio, volviendo a prestar toda la atención al moreno, esperando su reacción con el escepticismo pintado en su cara.

El impulsor se encoge de hombros.

-Bien, comencemos por un deseo sencillo. Que el color de tu pelo cambie a tu antojo deseo concedido. –Dijo chasqueando los dedos- También podría ser que cambiase según tu estado de animo, pero claro…Eso ya seria otro deseo.

Venga ya, ¿en serio? - se pone de rodillas al sofá, y mira a Yui - Avísame si cambia, ¿vale?

Quiero que mi color de pelo cambie... ¡a azul! - y mientras lo decía... lo pensaba, y miró a Yui - ¿Qué tal? ¿Ha cambiado? - miró alrededor... buscando un espejo.

Yui se queda mirando a Setsuna con la boca abierta por completo. Asombrada.

¡Setsuna! ¡Tu pelo! No se ve capaz de decir nada más, se acerca a la pelirrosa ahora peliazul, tomando un mechón de pelo con la punta de sus dedos.

Traga saliva y vuelve a mirar al extraño chico.

¿Qué eres? Pregunta dejando de lado cualquier tipo de educación, entre asombrada y asustada.

-Si, por cierto cambia de color TODO el pelo -Dice señalando a la peliazul mas abajo del ombligo- Lo digo para que no te asustes cuando te vallas a duchar.

Tras eso se pone en pie mirando a la otra muchacha.

-¿Que soy? Ella me a llamado Impy, mi anterior compañero me llamo Impulsor, y el que precede a este Wish. Lo cierto es que son nombres y lo cierto es que no importa lo que soy sino...Lo que puedo hacer.

Yui asiente, aún algo impresionada, sin poder evitar enviar miradas a Setsuna y su nuevo color de pelo.

Traga saliva y vuelve a mirar a Impy, aferrando con fuerza su falda entre las manos, colocadas sobre sus rodillas.

Entonces es verdad que... Dios mío... Parece como si aún no se lo acabara de creer. Vuelve a desviar la mirada hacia Setsuna... y una vez más al chico. Vaya...

Se ve incapaz de decir nada más.

: O!

¿¡En serio!? ¿¡Todo es azul!? - pregunta emocionada, y en este preciso momento parece que vaya a levantarse la falda y a comprobarlo... pero no lo hace, en cambio, se queda mirando a Yui y a Impy - Os lo habéis creido, ¿eeeeh? ; D

-Bien pues si ya no deseáis nada más…-Deja la frase un momento en el aire para ver si las chicas tienen algo que decir- Os recuerdo que dentro de poco tenéis clases, así que deberíais arreglar lo que necesitáis para las mismas. Puesto que una de las cosas que no puedo hacer es que aprobéis por vuestra cara bonita.

Se levanta del sillón dirigiéndose de nuevo hacia el daño.

-Yo me quedo aquí pero si queréis algo de mi, lanzad un silbidito y apareceré para ver que deseáis. –Añade con una sonrisa.

Yui asiente a las palabras de Impy, algo recelosa todavía. Pero sonríe con cortesía mientras se pone en pie y obedece a la proposición del chico, empezando a recoger un blanco maletín donde meter libros, cuadernos y su estuche.

¿Sabrá silbar Setsuna? Espero que sí... sino no podrá avisar a Impy. Yo no pienso utilizar sus servicios... a saber de donde viene.

Cuando tiene el maletín ya listo, lo coge con ambas manos delante de sí misma y espera a Setsuna junto a la puerta, mirando a Impy.

Nos vemos más tarde entonces, Impy.

Sonríe una vez más con amabilidad y una leve inclinación de cabeza.

¿¡Qué!? ¿¡No puedes hacernos aprobar!? Qué decepción... -.- ¡Bueno! ¡Bueno! ¡Ya pediré alguna otra cosa! ¡JOJOJOJO!

Al igual que Yui, cogió el cuaderno y el estuche y se colgó la mochila a la espalda.

¡Hasta luego, Impyyyyy! : D

Coge a Yui por la cintura, y la empuja levemente hacia fuera, cerrando la puerta tras de sí.

Ambas jóvenes abandonan la habitación, dejando atrás a un chico sonriente y pensativo...

Cuando la puerta se cierra, vuelven a hallarse en la Entrada a los Dormitorios Venus, la cual atraviesan, directas a la Sala Común de Descanso...

Allí, encuentran a Alexander, Alejandro, So, Erwin, un par de chicos que no conocen, y a Sirius que acaba de llegar...

Aún así, eso no les llama la atención, tanto es así que acaban por llegar a uno de los tantos pasillos que hay por la Academia, y que nunca se sabe muy bien a dónde conducen...

Llega a la habitación y suelta su mochila en la esquina de la habitación sin cuidado alguno, se dirige a la jaula de Mr. Bird y lo abre, poniéndoselo en el dedo.

Hola, Mr. Bird... ¿cómo ha ido el día? - le acaricia el cuello y la nuca y le da un beso en el pico... pero al ver la gata de Yui, arquea una ceja y su rostro se oscurece - Si te acercas a Mr. Bird te quitaré todo el pelo y te asaré a la parrila... je... jejeje...

Deja al pájaro en la jaula y la chica se estira en la cama cerrando los ojos.

¿Dónde habrá ido ella...?

La joven Setsuna está sola en la habitación.
No hay rastro de ninguna de sus dos compañeras...

Es raro, ni siquiera parece que hayan pasado por ahí después de clases...

Nada más llegar y estirarse en la cama, la joven siente seis campanadas: "dong, dong, dong, dong, dong, dong", lo cual significaba, si había visto bien los horarios de la Academia, que quedaban tres horas para la cena...

Pasarse las tres horas allí durmiendo podría ser una opción...

Pero... ¿No sería más divertido meterse en problemas?

Es un misterio...

Parecía que algo la llamara... como si alguien le estuviera diciendo: Setsunaaaaaa métete en lííííooooooos...

No tardó en darse cuenta que era ella misma que hablaba... y soltó una carcajada que hizo que Mr. Bird la mirara ladeando la cabeza.

No me mires así pajarraco. Y tú tampoco, fea - le dijo a la gata blanca.

Se quedó sentada a la cama y sin más... silbó. Y se quedó mirando la habitación, ladeando la boca y entrelazando sus dedos entre su pelo... esperando que Impy apareciera.

Y asi fue, el muchacho salio, como era habitual del baño, las manos le goteaban ligeramente seguramente habia estado jugando con el agua una vez mas.

-Bueno, al parecer aun falta para la hora de cenar y tus... Compañeras no estan. ¿Que planes tienes? -Dice con su habitual voz pausada.

Se levanta de la cama divertida.

¿Estabas aquí al lado? Entonces no sé por qué he silbado... vayamos a meternos en líos Impy.

Lo coge del brazo, esperando que haga algo... mientras no deja de mirarlo sonriente.

Impy tomo el brazo de Setsuna con tranquilidad, lo cierto es que emanaba calidez.

-Bueno si no silbas no se cuando quieres verme -Dice encojiendose de hombros- Si lo que quieres es que nos metamos en lios, podriamos ir a explorar habitaciones por ahi, seguro que es interesante que las cosas de unos aparezcan en las maletas de otros. Pero claro, solo es una idea.

Sonríe divertida ante la idea.

¡Sí! Y podemos esconderles cosas... - pone cara de muy malísima malvada - Pondremos ropa interior de chica en la habitación de los chicos... jujuju

Coge al chico por los hombros.

¡Eres genial, Impy! - se queda pensando y lo mira de reojo - ¿Tú puedes saber qué sienten los demás? ¿O a dónde están? ¿O puedes hacerme invisible?

Una fina sonrisa se dibuja en los labios del chico.

-Puedo hacer todo eso y mucho mas, tu solo pide y recibiras... -Dice Impy sin borrar de sus labios la enigmatica sonrisa.