Partida Rol por web

Tenían al pobre novicio aterrorizado, más no se le veía con muchas ganas de colaborar aún, o tal vez no sabía nada.

- Calmaos compadre - le digo a Ramiro acercándome al novicio y hablándole calmado - ya veis que mi amigo no tiene mucha paciencia, ni le gustan las injusticias. Si decís que el abad sabe todo es porque tú también sabes algo, así que tal vez debieras contárselo a mi compadre –

-Pero algo tendría que suceder para que ese novicio saliera sin más en medio de aquestas nevadas. No perdiera el juicio sin motivo alguno, quiero pensar.

Ramiro parecía tener claro que iba a llevar el papel del tipo duro, así que Erramun por el momento también optaba por mantenerse conciliador del mismo modo que Tomás. Dando la oportunidad a Gundane, como auténtica autoridad del grupo, que se mostrase más impositivo.

-Era pues no otra cosa que una prueba de tu fe, niño, y la has pasado con creces- comenté replanteando lo que sabíamos rápidamente -pero entende nos que confianza no podemos dar a cualquier hijo de Dios, es que algunos son ciegos y otros idiotas mas vos teneis que brindarnos ayuda-.

Me acerqué confidente al novicio, la carnada estaba en el anzuelo. Teníamos que ver si el pez mordía -¿Es que nada sabes de este novicio?, vamos, que todos siempre escuchan rumores ¿Verdad?- apoyé mi mano en su hombro con suavidad -toma el ejemplo del libro sagrado pequeño, no permitas que el miedo te amedrente si algo puedes decirnos-.

El novicio, asustado responde a vuestras preguntas-Dominique.....el novicio del que habláis empezó un fuerte ayuno que con el tiempo le nubló la mente a la vez que se debilitaba su cuerpo. Se alojó entre nosotros, pero era tarde por todos los pecados que había cometido ya que las culpas empezaron a atormentarle. Se volvió reservado y finalmente salió corriendo y fué devorado por los lobos.

Lo enterramos fuera del monasterio, en el cementerio cercano ya que murió sin confesión y no puede descansar en la misma tierra que sus hermanos.

- Et si tan debilitado estaba, ¿cómo lo dejasteis salir corriendo? - pregunto curioso pero en un tono calmado, parecía más locuaz cuando no lo amenazábamos.

Ramiro añade otra pregunta a la de Tomás, sin esperar a la respuesta.  

-Dime Novicio. ¿Acaso viste tú el cuerpo devorado por los lobos?- 

Responde de forma mecánica, como si fuese la lección aprendida. No parece que sea la verdad....pero tampoco parece conocer otra verdad.

- Parece que te sabes muy bien la lección - le digo al novicio cuando continua recitando lo que ocurrió como si fuese algo que ha leído en un libro - ¿acaso no estabas presente? ¿Quién te conto lo sucedido entonces? -
 

-Tranquilo muchacho, mis compañeros simplemente quieren saber si pudiste ver con tus propios ojos esto que nos cuentas...

Trataba el infanzón de seguir dando el punto de calma, frente a la evidente intensidad del interrogatorio por parte de sus compañeros. Mientras, trataba de escrutar los gestos y las miradas del muchacho, tratando de intuir algo más de información por encima de lo que estaba diciendo.

Responde de forma mecánica, como si fuese la lección aprendida. No parece que sea la verdad....pero tampoco parece conocer otra verdad.

No se porqué lo dejamos salir corriendo, simplemente se fué y los lobos hicieron el resto.

-Dime Novicio. ¿Acaso viste tú el cuerpo devorado por los lobos?- 

No, no lo vi. Pero fué lo que ocurrió.-Dice dudando un poco.

- ¿acaso no estabas presente? ¿Quién te conto lo sucedido entonces? -

No, no estaba. De haber estado habría ahuyentado a los lobos ¿no creen?-Dice con cierta sorna pero sin terminar de contestar a la pregunta formulada por Tomás y Erramun.

-Entonces, bribón ¿Cómo se te ocurre afirmar cosas con tal soberbia y seguridad? ¿Quién te ha dicho todo esto y por qué tanta fe en alguien que no es Nuestro Señor?- increpé al muchacho ahora claramente contrariado.

Miré a Tomas, que parecía un tipo despierto entre mis compañeros -¿Acaso tu repites con tal firmeza cosas que no sean la palabra? Yo no- mi mirada volvió al joven -si alguien te contó aquello y no lo haces de saña nada debes de temer, pero usa los dones del Santo Espíritu y lo notaras ¿Acaso lo que te preguntamos no te hace notar lo extraño de tu relato, niño?-.

Podía ser joven e idiota el novicio, pero no tan idiota.

Bien, se acabaron las tomaduras de pelo, bajamos un poco la intensidad y el novicio nos tomaba a broma. Odiaba que se burlaran de mí

- Por supuesto - le conteste a Gundane y para reafirmar lo dicho por él me dirigí de nuevo al novicio - Visto que no quieres colaborar, estas contribuyendo a las maldades que aquí están ocurriendo. Ya hemos visto criaturas del averno rondando, así que si algo te preocupas por tu alma, bien debieras contestarnos -

El mozo no solo parecía poco impresionado por su interrogatorio, si no que además se permitía el lujo de mostrarse altivo, dando cierto tono de sorna a sus palabras. Erramun no iba a dejar que un mocoso se les subiera a las barbas.

-O tal vez resulte, de todo esto que contáis, que sois un servidor más de aquestas criaturas infernales que parecen frecuentar el monasterio. Y fuera buena cosa iniciar un buen auto de fé contigo, zagal.

Mientras decía estas ultimas palabras, compuso su mirada más intimidatoria, posándola fijamente sobre el novicio.

-El abad nos dijo eso y no soy yo quien para dudar de su palabra, lo que sus mercedes digan no me impresiona. Pues está claro que el maligno o la locura habla por sus bocas. Lo que haré es informar al abad de su actitud y rezar por sus almas.Mas no puedo hacer. Ahora si ya han terminado, dejenme en paz-Esto dijo el novicio ignorando vuestras amenazas. Eso si, se agarraba con fuerza el crucifijo del pecho y hacía intención de levantarse para marcharse.

El muchacho era joven y estaba impresionado por el abad, al final todo nos llevaba a él y parecía que íbamos a tener que plantarle cara.

- Muchacho debieras escuchar más la palabra de Dios que la del hombre, pues no es en el abad en quien debes poner tu fe sino en el Señor - intente por última vez hacerle entrar en razón, aunque no creía ser capaz de hacerle cambiar de opinión tan convencido como se veía.

Mire a mis compañeros por si se les ocurría algo más, pero viendo la reacción del novicio estaba claro que nos tocaba ir a hablar con el abad.

Con disgusto di media vuelta y salí de aquel lugar, claramente aquel novicio no podría darnos más datos que los que, sin intención, nos había otorgado.

Era una pena que su mente estuviese envuelta en las redes de aquel hombre que era en realidad demonio o brujo, pero nosotros lo enfrentaríamos sin dudar. Era eso o dejar que nos maten.

-Ya, déjenlo- musitó Gundane entre dientes al salir de la habitación.

Observó el de Uxue con gesto de impaciencia la cerrazón y persistencia del muchacho. Incluso con un punto de admiración al comprobar como se mantenía firme ante cuatro hombres hechos y derechos como ellos. Sin embargo procuró que sus sensaciones no se delataran a la vista de los presentes. Estaban allí por sucesos muy serios, y parecía que el hilo del que intentaban tirar desde hacía un rato no iba a llevarles a ninguna parte. Esperó a la reacción de Gundane, que tardó solo unos segundos en confirmar que tenía la misma opinión que él.

-Tenéis razon Gundane. Está claro que de aquí no vamos a sacar nada útil.

Dichas estas palabras, Erramun salió tras el recaudador.

El novicio corrió a llamar al abad en cuanto tuvo ocasión, salió acelerado y en breve volvió con este.

El abad os miró.....miró a Gundane fuera de la cama y alejado de los cuidados. Parecía furioso, pero habló con tranquilidad-​No se que traman vuesas mercedes o que demonio se les ha metido en el cuerpo, pero DEJEN EN PAZ A LOS MONJES. Este es un lugar de recogimiento y paz. Donde solo el señor guía nuestros pasos. Ahora les ruego se marchen a descansar y mañana espero que se vayan.....viendo que el hermano Gundane ya se encuentra bien. BUENAS NOCHES.