Partida Rol por web

 Viendo al soldado caído, me aseguré de que no se levantara, con una ráfaga de energía Psíquica...

Finalmente el mago toma el control de la situación y se deshace a través de un rayo mental del guardia incontrolado, quedando éste tendido inconsciente en el suelo.

Mientras tanto podéis escuchar el sonido de pisadas de botas acercándose a toda prisa a las puertas dobles de auditorio donde tenía lugar el discurso. Parece que las cosas van a ponerse feas en breves instantes.

Recojo el cuerpo del soldado incapacitado, del extraño hombre que me acompaña y me llevo a ambos por el pasillo hasta la habitación contigua, donde tiro al sicario por ahí sin mucho cuidado y luego me oculto con el cuerpo inconsciente del mago este o lo que sea. Por estas cosas me gusta ir solo...

La acción se desencadena súbitamente: las puertas dobles se abren de par en par, accionadas por dos sicarios igualmente vestidos con el uniforme verde de Hydra. Pero no se les ve mucho, tal vez porque justo al abrirse las puertas dos objetos más o menos esféricos caen en el pasillo, rebotando un par de veces en suelo y paredes. Una en particular coge un ángulo extraño y se pierde pasillo a la derecha desde la sala de conferencias de donde ha salido, yendo a explotar lejos, por donde habíais venido, para sorpresa de los sicarios del interior de la sala. La otra, mejor dirigida, sí que explota más cerca. Corvinus, en su forma astral, es completamente inmune a los daños físicos, pero no así su cuerpo físico, portado por Svyatoslav...

La acción se desencadena por fin. Dos de tus esbirros abren de un tirón las puertas dobles del auditorio y se echan a un lado mientras otros dos cuelan sendas granadas en el pasillo. Una de las granadas desaparece pasillo hacia la derecha por azares del destino, mientras que la otra se queda a las puertas de la sala, más o menos donde tocaba... Los esbirros se ocultan tras columnas, se agazapan y se ponen a cubierto como pueden, saliendo ilesos de las explosiones. No así el guardia que quedaba estúpidamente junto a la puerta (debería haber dos), levantado y sin visos de ir a quitarse de enmedio. Lo hace por él la granada.

La primera explosión destroza buena parte de la pared del auditorio que daba al pasillo por la parte de la derecha, cubriendo de material de construcción ligero una parte del auditorio. Ya no hacen los refugios como antes, mierda de materiales aislantes ligeros... La segunda tiene menor efecto, aunque una especie de llamarada rebota hacia el interior de la sala, sin mayores efectos. Tal vez la idea de granadas en pasillos no haya sido muy buena. En cualquier caso, ahora queda ver quién ha ocasionado todo esto, si es que queda alguien vivo.

 Ordeno a mi marioneta que abra fuego sobre uno de sus compañeros, mientras yo trato de dejar fuera de juego al otro con otra ráfaga psíquica...

 Mientras tanto, le dije a Vorobiov, por Comunicación Metal:

 - Coge mi cuerpo y sal de la base por donde hemos venido, yo trataré de contenerles... Porque no puedes hacer frente a todo un ejercito y necesitamos reagruparnos y pensar una estrategia...

Termino de poner los cuerpos a salvo tras interponerme entre ellos y la explosión, después me doy la vuelta y sonrío al escuchar al tipo este en mi mente. Los cojones me voy a reagrupar... Desenfundo mi pistola aun parapetado en la esquina delante del cuerpo inconsciente de mi nuevo compañero y disparo contra uno de los soldados.

- Asegurad la sala... - grito a mis hombres - ...que nadie atraviese esa puerta...que cuatro hombres revisen si quedan supervivientes...

Uno de los hombres no se ha apartado de la granada eso me parece extraño. O era tonto de remate (cosa probable) o algo raro le había pasado.

ES posible que tenga que activar mi armadura y ocultarme llegado el momento. Mis hombres son prescindibles pero yo no, mi mente ha de prevalecer.

No habiendo dado tiempo a que el mago ordenara a su marioneta que se apartara, la granada le afecta de pleno, causándole graves heridas. Por su parte, Svyatoslav demuestra estar en posesión de unos reflejos que dejarían en evidencia a muchos felinos, adentrándose en la sala contigua (atravesando la puerta, eso sí) más de un segundo antes de que la granada estallase.

Corvinus, el Corvinus translúcido, se interpone en el camino de los secuaces, ahora mismo 4 de ellos avanzan con las armas desenfundadas tras recibir nuevas órdenes de su líder. De nuevo enfocando sus poderes místicos en la conciencia de uno de los hombres de Hydra, se hace con su control.

Y Svyatoslav, una vez depositados los cuerpos en el suelo de la habitación, regresa con intenciones poco amistosas, apareciendo en escena su arma antes que cualquier otra cosa. Bueno, a decir verdad no es su arma la que empuña, sino una de los guardias. Su disparo impacta de lleno en uno de los recién aparecidos esbirros, empujándole con fuerza por el pasillo varios metros, quitándolo de enmedio literalmente.

Por desgracia de los 2 esbirros que quedan activos, uno consigue impactar en el ruso, que encaja el ataque con profesionalidad. Cualquiera diría que ya la había hecho antes... Pese a todo ha rodado 3 ó 4 metros hacia atrás, acabando recostado contra una pared.

De los 4 hombres que han salido al pasillo uno ha sido inmediatamente impactado por un rayo energético -como el de las pistolas de rayos repulsores que llevan tus esbirros-, atravesando tu campo de visión del pasillo de lado a lado, presumiblemente para no levantarse en bastante tiempo. Otro se ha quedado estático, como si esperase nuevas órdenes y no tuviera ninguna. Los otros dos sí han abierto fuego.

- Que otros cuatro hombres hagan fuego...hay enemigos de HYDRA...defended la base... - ordeno  a otros cuatro hombres que avancen y apoyen a sus compañeros. 

Si dos lograron abrier fuego es posible que otros cuatro logren impactar. Empiezo a caminar hacia la entrada con paso firme. Ambos dreadnoughts me acompañan en mi caminar hacia la entrada. Es mejor encargarse uno mismo de la situación.

 Miro a mi nueva marioneta y le ordeno que ataque a uno de sus compañeros, mientras que al otro le lanzo una descarga Psíquica...

La marioneta se vuelve para disparar a sus compañeros, cosa que consigue sin ninguna dificultad. Un esbirro más ha caído, pero todavía queda uno en el pasillo. Éste es abatido rápidamente por el mago, todavía en forma astral, pero cuyas acciones tienen consecuencias claramente visibles.

Entretanto más esbirros se dirigen hacia vosotros, otros cuatro, tras ellos queda otra docena y lo que es peor, Corvinus, situado en pleno pasillo y ante las puertas, puede ver cómo el líder se dirige hacia las mismas con paso decidido, flanqueado por los dos dreadnoughts.

Una vez he dejado a salvo el cuerpo del tío este... Cargo contra los esbirros poniéndome en la puerta y dándo un golpe al primero de ellos con el codo en la mandíbula, de esa puerta no va a pasar nadie más... Al menos no soldado a pie. Miro a mi alrededor por si veo algun dispositivo de control que maneje aquellas moles de metal.

El hombre cae como un muñeco de trapo ante el aplastante golpe de mi codo y eso me permite golpear en el mismo ataque al soldado que iba justo tras él que con un salivajo de sangre tambíen cae, los otros dos que venian por el otro lado también chocan irremediablemente contra mi puño izquierdo que descargo contra ellos, noqueandolos también y entonces doy un paso adelante, quedándome solo frente al resto con los brazos extendidos a ambos lados y cara de estar rabioso.