Partida Rol por web

Vale, se le habia acabado el tiempo. Pam, en otro lugar. Le habian hablado de Scire, pero no de las otras personas. Iba a levantar suspicacias y las cosas iban a ser dificiles. No se esperaba una calida bienvenida, tampoco habia preparado nada. No iba armado ni nada por el estilo. La pinta era curiosa, el grupo era curioso, pero el tambien lo era. Le habia visto, la cautela no era necesaria pero si la prudencia. ¿Como hubiera actuado el en la situacion contraria? Como seguramente iban a actuar a ellos.

Mantuvo algo de distancia, no queria causar una mala impresion, si es que eso era evitable...

-Buenas... mi nombre es Katsumoto... la pregunta puede extrañaros pero ¿donde estamos en estos momentos?

Y otro dragon plateado, lo de los dragones debia estar siendo moda, nunca habia visto tantos en tan poco tiempo...

La conversación se vuelve a cada instante más aburrida. Las luchas internas y los debates filosóficos nunca han sido mi fuerte. Quizás por eso me encuentro aquí, en lugar de en el lujoso palacio de mi padre. Nunca se me ha dado bien ver más allá...

Pero lo que ahora sí veo má allá es a un extraño que camina hacia nosotros. Cabellos rubios... hmmm... curioso. No parece gran cosa, pero no siempre parecemos lo que somos. Giro la mirada hacia Scire por si le reconoce como ese asesino del que hablaba, aunque la descripción no concuerde. Finalmente entrecierro los ojos y suspiro ostensiblemente.

Aquí los extraños proliferan como los champiñones colorados en otoño... ¿Amigo tuyo? -Le pregunto al mago blanco, si realmente lo es- Estáis, por lo visto, en el trasero del mundo, joven. ¿Qué os trae por aquí? ¿Los paisajes, quizás? ¿La hospitalidad de los lugareños? ¿La pura casualidad? -El sarcasmo no es buscado, pero tampoco me molesto en tratar de evitarlo.

El primero en hablarme es el elfo dorado. Se parece a Melissent, solo que ella era mas guapa, mas extrovertida. Echara de menos a la otra pareja de elfos, muchos elfos habia visto ultimamente. La verdad es que el tema de sarcasmo, ironias o medias verdades, no era el estilo del chico:

-Es dificil de explicar... un poco de todo supongo, pero no habeis respondido a mi pregunta ¿donde estamos? Estoy un poco bastante desorientado...

Trago un poco de saliva, ¿puede ser que tenga un poco la ventura de cara y se acabaran de conocer? Eso seria una suerte para el. Ahora mismo, lo que mas le interesaba era saber donde estaba. En su cara habia algo de cansancio, demasiadas horas desde que despertó, y demasiadas desde que se hecho algo al estomago, pero aun podia aguantar, el descanso podía esperar.

Mi mirada más despectiva le fulmina, observándole de arriba a abajo con mi fina barbilla élfica elevada. Un poco de todo, dice, como si fuera una respueta factible. Por unos hermosos paisajes desolados y llenos de mierda y barro. Por la hospitalidad de unos lugareños que no se dignan ni a dejarse ver entre los postigos de sus ventanas. Por una casualidad en la que solo creen los necios que, al no ver los grandes planes de las fuerzas del universo, prefieren creer que no hay plan alguno.

La pregunta es: ¿Es este Katsumot un necio, o solo lo parece? En comparación al resto de su necia raza, quiero decir...

Me temo que no puedo ayudaros, zagal, solo se que no estoy en mi patria y es todo cuanto preciso saber. Puede que el mago blanco, aquí presente, pueda ayudaros. Parece saber mucho...

El mago de blancos ropages observa a KAtsu y dice:

- Si estas aqui debe ser por algun motivo, dinos cual es y deja de hacerte el despistado.

El hombre mira inquisitivamente a Katsu y añade:

- Si es cierto que no estas orientado estamos en una aldea casi abandonada de Etoh, ya lo sabeis y no podeis estar con nosotros ya que tratamos temas que son propios y sobretodo privados.

Se notaba que el hombre no queria a mas desconocidos alli, al parecer tenia mas que suficiente con los que ya habia

La mujer observa a la elfa y dice:

- Deberias apartarte de mi camino y estar orgullosa porque tu bestia me sera de utilidad

La mujer camina hacia el dragon mientras dice:

- Por eso te dejare sin hacerte daño, pero no juegues con mi paciencia elfa

No estaba mal, un salto en el charco. Aquello le acercaba a su meta, no le alejaba, pero le quitaba su plan inicial de... bueno de eso. Cara a un futuro inmediato, trazaría otros planes, al final, todos los caminos llevaban al mismo sitio, debia estar tomando un desvio. Suspiro, no podía ser tan fácil como pensaba, aquello empezaba a parecerse mas a lo que habia temido:

-No tengo ningun problema en deciroslo-señalando a la niña que duerme- os puedo decir que tengo que protegerla a ella, ¿os satisface esa respuesta?

Aaa, el sutil juegos de que sé y de lo que sabes tu, queria ver la reaccion de mago, ante lo que le decia el chico. No pensaba irse por donde hubiera venido.

-Oh no, ya comienza a molestarme esto. -dijo Scire frunciendo el ceño tras mirar al chico, para luego tomar el libro de la niña y examinarlo- Personas que llegan y dicen que tienen que hacer algo sin que venga a cuento o sin que les llamen. Ya vi a alguien ser asesinada porque alguien mas llego diciendo que debía hacerse. Explicate mas -dijo lo último sin que estuviese presto a ser discutido, mientras miraba la tapa y pasaba algunas páginas- No me gusta estar ciega a lo que pasa a mi alrededor. Menos si dices que quieres venir con nosotros.

Su respuesta, en apariencia inocente, aumenta la ya presente tensión. El mago blanco está molesto por su presencia, y desconozco el motivo. No se si tiene motivos concretos contra este chiquillo o simplemente se empieza a cansar de lidiar con desconocidos. Como conmigo. Pero Katsumoto habla de proteger a Eliza, algo que tiene doble lectura... y una de ellas no es nada buena.

Todo lo referente a esta pequeña goza de cierta... ambigüedad, zagal. Os conviene explicaros mejor...

Mi mano juguetea con la empuñadura de mi espada...

Al mirar el libro te das cuenta que contiene bastantes hechizos nigromanticos, realmente nunca habias visto algunos de esos hechizos y por lo que ves sabes que muchos de ellos parecen bastante complicados y deben ser dificiles de hacer, ademas parece que el libro posee un cierto poder magico latente

Amenazas veladas, sarcasmos, suspicacias...  pero aquello, al chico no parecía afectarle. Se habia mentalizado para aquello, y no tenia nada que esconder. Las camaderias, y siguientes posibilidades, vendrian con el tiempo. El chico hizo un gesto de pausa y se sentó. Desde luego, si quería atacarles, era difícil que lo hiciera, ademas estaba cansado:

-Por lo que tengo entendido, a esta chiquilla la persiguen una cabala o unos sectarios, sabe Shiryu para que ... mi objetivo, es hacer que eso no pase...

Trago saliva. No se habían presentado, no podía culparles de eso. Si los medio convencía de que no era hostil y de que le dejaran ir con ellos, ya tendría mucho ganado. No podía aparecer de la nada y que confiaran en él. La confianza, al igual que el respeto, se tenían que ganar. Esta vez no tenía un gancho en el grupo, ni un conocido ni nada, partía de cero. Hacía mucho tiempo que eso no pasaba. Era hora de darles unas pinceladas, mirando a Scire, pues parecia bastante reticente:

- Hacéis bien en desconfiar de un desconocido, es prudente, pero la verdad es que desde hace poco tiempo he vivido tiempo interesantes...supongo que si os contara que he visto al Dragon Legendario Negro destruir una ciudad entera, os costaria creerme, o incluso que un gran cambio se ha producido y poca gente se ha dado cuenta, y por decir eso, no dejaría de ser verdad... total, me vais a seguir haciendo preguntas... ¿sabéis lo que es el Varander?

Prefería tomar la iniciativa, que quedarse esperando mas preguntas, y repreguntas. Tocaba clase magistral de historia... y no le iban a creer...

Scire frunció al ceño al escuchar "Varander".

-...algo. Y lo escuché justamente antes de que alguien fuese asesinado.

Se esperaba aquello, o algo parecido. Pero ya le parecia que la chica le dijera que le sonaba de algo. Le explicaria lo que era la pura verdad, y quizas conectara varios cabo, viera que no mentia y relajaran su postura, pero era mucho pedir. Ya que la muchacha parecia saber lo que se decía, la siguió mirando a ella, dándole una explicación. No le iba a repreguntar porque aun seria mas sospechoso:

-Bueno, abreviaré la explicación, que os seguirá pareciendo fantástica pero bueno, unos seres muy poderosos, llamados la Orden, lo iniciaron, basicamente querían llevar al mundo y transformalo en un sitio de destrucción... me enfrente a uno de ellos para impedirlo...

Aaaa pero la explicación tenia que seguir. Seguía sentado, mirándola. Ojala se hubiera topado con gente más confiable, pero no se lo podía reprochar, el había puesto los mismos peros en otras ocasiones. Tenía que reconducir la situacion, no esperaba un milagro, solo un poco de amplitud de miras:

-Os contaba esto porque el Varander sucedió y de alguna manera afectó a esa chiquilla, aun no sé como, y es tan sólo una especulación y no tengo pruebas...y lo que pasó es que sufrieron cambios, todo esto paso en el Templo del Aire, o comenzó alli, la verdad es que aún ignoro muchas cosas, pero eso no deja que sea verdad...

La verdad es que le tomarían por un loco, a veces, era mejor así. No podía probar nada, así que tampoco perdía mucho:

- Tengo curiosidad, ¿que es lo que sabes del Varander? Si tienes más preguntas puedo responderlas, o intentarlo, como ya he dicho antes, no tengo nada que ocultar...

Al chico se le podía ver que estaba tranquilo, risueño, como si se hubiera liberado de una pesada carga... y así era realmente. 

Me abuuuuuurro...

Eso parece, al menos. Adopto una postura cansada, reposando el peso de mi cuerpo sobre una cadera y mis manos apoyadas en el extremo de la empuñadura de mi espada como si fuera la barandilla de una balconada. Observo al zagal mientras resoplo con los ojos entrecerrados, y luego al mago blanco que tanto parece saber.

Finalmente me rasco la nuca y bostezo ostensiblemente. ¿Realmente tenemos que escuchar toda esta pantomima? ¿Cuantas versiones más hay acerca de lo que sea que le pasara a la pequeña Eliza?

-Esta niña, cuando la vi en ese momento actuaba como si tuviese mucha edad, era fría e inexpresiva. Venía con un chico barbárico y estúpido de cabello naranja y este decia cosas de que para evitar el Varander necesitaba matar a una chica que estaba conmigo, se llamaba Kayla. Ella parecía detestarlo y no lo quería cerca, y yo intenté decirle que debería haber otra forma de solucionar su problema.

Seguía por el ceño fruncido por el recuerdo, evidentemente ese personaje le parecía la cosa mas excecrable del universo.

-Contestó blandiendo su espada para matarla. La niña lo ayudó. Cuando la mató...perdí la consciencia y aparecí aqui, en tierra desconocida. Perdí un libro en el proceso, uno muy importante.

Se cruzó de brazos, suavizando un poco el ceño para hacer notar que no tenía nada contra Katsu realmente.

-Hmm, desearía que mi hermano Fera estuviese aqui, el podría decirme mas cosas sobre este libro -dijo agitando brevemente el de Eliza- Se especializa en nigromancia.

Suspiró.

-Donde andará...

¿Kayla?¿pelo del chico naranja?¿Tenebrae? Conocía esos nombres y hacia bastante que no sabia nada de ellos... desde el Templo. El chico se puso de pie rapidamente, pues Scire habia captado su atención. Necesitaba saber mas cosas... y parecía que la propia Scire sabia cosas del Varander. Se acercó a ella. Le tranquilizó al ver que ella no le reprochaba nada, aunque no sabía nada de sus compañeros o de lo acaecido, pero sabía algo, el también habia aparecido en un sitio que no era el Templo, podía ser... Enarcó una ceja. El destino era caprichoso:

- Espera, conozco esos nombres ¿Kayla?¿una chica humana guapa, de pelo en melena castaño oscuro y maga de agua? La conocía... y el chico de pelo naranja y armadura... ¿te dice algo el nombre de Tenebrae? Ese era su nombre, decía ser un paladin del Temple o algo asi...

Estaba muy sorprendido. No compartía el fanatismo de Tenebrae ni sus ideas pero aquello, girarse contra un aliado... ¿era posible?

-¿Y dices que mató a la chica, a Kayla? Me cuesta de creer pero si lo pienso bien... Tenebrae era un fanático, siempre ponía su deber ante todo...  llegado el caso... Bendito Shiryu, ¿que es lo que hizo?

Pensó en las veces que le habia visto tirarse al combate sin temor, casi siendo suicida... Le sorprendía pero no le extrañaba:

-Entonces creo que te debo una explicacion mas extensa, ellos y yo estabamos en el Templo del Aire, para ayudar en la defensa contra el reino de Vermas...junto a otras personas, pero a medias, paso todo el tema del Varander... no te puedo decir mucho mas pues, fui separado de ellos...

Esperaba que Scire hiciera un poco de memoria y dar en el clavo, pues a ella no la habia visto en el Valle.Parecía que habia muchos secretos y cosas que descubrir, pero por donde empezar?

Sigo sin entender nada, pero parece que al menos las versiones de la dama Scire y este Katsumoto comienzan a encajar. Miro al mago blanco, y me pregunto si la suya también podría acoplarse a lo que ellos cuentan.

Mi gesto aburrido se rompe por un gesto que mi padre siempre reprendía. Mis labios se tuercen a un lado y a otro mientras mi mente hace cábalas. Él siempre decía que me hacía parecer un roedor, que no era propio de un elfo dorado ni de un miembro de la Orden del León de Fuego. A mi madre, en cambio, le resultaba divertido.

Ese Tenebrae es un asesino bárbaro y un fanático, y antes acompañaba o se hacía acompañar por Eliza. Eso era cuando la niña era fría y despiadada, no como ahora ¿quizás cuando era esa reina de los muertos? Si es así, es posible que ese salvaje busque liberarla de su confinamiento, despertarla del sueño en que está sumida y devolverla a su estado anterior a la candidez con que la he conocido.

¿Conclusión? Muy evidente...

Dama Scire, lamento interrumpir... -Digo agachándome para preguntarle cerca de su oído- ¿El color rojo es frecuente en el pelo de los humanos?

Parece una pregunta inocente, algo tonta incluso, mas oculta una intención manifiesta. Si un desconocido pelirrojo es un peligro para nosotros, todo pelirrojo es un enemigo potencial. Y si ese tipo es tan peligroso como dicen, prefiero quemar primero y preguntar después.

-Hmm no es demasiado usual, pero a veces aparece -respondió al elfo, y luego paso al chico- Si, ese era su nombre y esa era la descripición de la chica. Ella parecía detestarlo mucho diciendo que no quería verlo. Sinceramente ahora yo también lo detesto. Esa clase de fanáticos descerebrados han cazado y colgado en el mejor de los casos a la gente que practica magia y entre ellos a varios de mis antepasados por el mero hecho de su ignorante fé ciega en dioses falsos.

Soltó un respingo despreciativo.

-Eventualmente, la niña volverá a su estado, no creo que podamos impedirlo por siempre, y cuando se vuelva de nuevo esa persona...no se si nadie quiera tenerla cerca.

Tendría que volver a explicarse. Tenía que decirles que la había conocido antes, aunque solo la había visto una vez, y Tenebrae le había dicho algo de ella. Poca cosa. El caso es que esta Eliza, no era la antigua Eliza, pero tampoco era la antigua Eliza de después del Varander. Era importante que entendieran eso.

-Creo que no me habéis entendido... conocí a esa chiquilla en el Valle, poco, era alguien relacionado con Tenebrae, era un adulto en el cuerpo de un crio, y pertenecían a la misma afiliacion que Tenebrae... respondía al nombre de Eliza, pero después del Varander, esa Eliza, la compañera de Tenebrae... desapareció, se convirtió en esta chiquilla..

Era muy difícil de explicar, pero quizas si Scire había tenido algo que ver, pudiera hacerse entender:

-Os dije que había habido un gran cambio, una especie de reescritura del mundo, esta Eliza, su pasado ha sido cambiado, ya no es la antigua compañera de Tenebrae, es otra persona... por eso estoy aquí, no sé nada de ella ahora mismo, Scire os confirmado algunas cosas, si tenéis preguntas, intentaré responderla... pero creo que un guerrero de más, no os vendría mal... y si me pudierais contar cosas de ella, os lo agradecería...

Desde luego falta de voluntad, al chico no se la podían negar... No le gustaba el pesimismo, no cuando comenzaba a recuperarse del mazazo pasado, miro a Scire, en los ojos del chico había pasión. Había habido gente que le había sostenido en sus momentos bajos, era hora de devolver los favores:

-La verdad es que disiento, me gusta tener esperanza y fe en la gente... ¿no podria ser esto una nueva oportunidad para ella? No me gusta rendirme y creo que como mínimo se merece que lo intentemos por ella... pero para eso necesito que me deis una oportunidad...