Partida Rol por web

Hack se queda tranquila después de haberse desahogado con ese golpe que le ha propinado a Fendrir. No había sido el comportamiento más adecuado pero sí el más eficaz. Se queda vigilando al mago en todo momento sin cambiar la expresión hasta que oyó la voz de Kayla. Pasando por alto la pregunta que Kayla le hizo se acercó a su amiga y se agachó junto a ella. No iba a contestar a su amiga sabiendo que su pregunta fue en tono de burla pero sí consiguió tranquilizar las facciones de la guerrera.

- Me alegra ver que te hayas recuperado. - Hack le da un pellizco en el cachete a la elfa. - No vuelvas a darme estos sustos. - Luego voltea su mirada  hacia la figura de Fendrir. - Deberías darles las gracias; por él sigues viva.

Tras aquella muestra de complicidad, Kayla se sonrojó y la dirigió una timida sonrisa. Hack jugaba más el papel de hermana mayor que de su semenjante. Al fin y al cabo era una princesa, pero solo era unos pocos años mayor que ella.

Cuando dijo aquello último referente a Fenrir, siguió su mirada hacia el joven. Debia ser aquello lo que habia sentido, aquel intenso dolor que habia durado tan poco, y que a la vez la habia devuelto a la consciencia. Él habia dicho que podia restaurar heridas antes de haber propuesto la huida. -Gracias, por lo que sea que hayas hecho. Tal vez por esto habias sido enviado, quizas tu misión haya concluido- dijo Kayla no muy convencida. Y despues en voz más baja, sin dirijirse a nadie en particular: -Porque me recuerda tanto a Craig? Él tambien se negó a luchar...-

Simplemente levanto mi mano dando una respuesta gestual, para no ser descortés con la joven, pero demuestro poco interés, en su respuesta o en lo que me este diciendo, y simplemente continuo mi rumbo, hacia una salida, cuando escucho a Kayla hablar sobre la misión, me freno y me digno a responder, sin mirar siquiera.

No lo creo de esa manera, pero, simplemente, están caminado hacia un rumbo equivocado, a mi parecer, quizás compartamos una misma meta, pero dos caminos diferentes, guiados por lo que cada uno siente, espero que continúen su camino y tengan cuidado. Suerte Niña

Aunque seamos casi de una edad similar, me refiero con ese termino ya que no noto madures, pero eso no quiere decir que no admire su valentía ni sus actos, simplemente un decir, para ver si entiende porque lo digo y empieza a razonar lo que esta sucediendo y entiende el verdadero porque de sus actos. Simplemente le servirá en su camino, por los demás no me preocupo, se que saben lo que hacen y donde se encuentra, aunque no me parezca que hagan lo correcto, pero quien es uno para juzgar.

Cita :

Las palabras resuenan en mi mente mientras camino hacia el troll. Estoy bastante lejos de la mujer, así que decido esperar antes de responder para no tener que levantar la voz. No me gusta gritar. Me gusta el silencio, la discreción. Me agacho y arranco con fuerza las dos estrellas de los ojos de la bestia. La primera sale con facilidad, no había penetrado muy profundamente. La segunda está medio enganchada en la carne a lado del ojo, y cuesta un poco más. Cuando sale, un pequeño corro de sangre brota con un efecto de aspersión. Unas cuantas gotas salpican mi rostro, manchando mi máscara. La limpio como puedo con mi antebrazo y me pongo en pie limpiando los proyectiles en mi pantalón.

Estoy ocupado guardando las estrellas entre los pliegues de mi ropa, cuando regreso con los demás y me decido a responder a la hechicera.

• Los Paladines podemos ser muy ágiles, pero no solemos hacer buen uso de esa habilidad debido al peso de nuestras armaduras. Desgraciadamente -Afortunadamente en realidad, la armadura es un peso que me incomoda y entorpece. Pero es el uniforme Paladín, y merece su respeto- tuve que prescindir de ella hace un rato, para poder cruzar un estrecho túnel con Hack.

Miro a la guerrera para hacerla partícipe de mi explicación. Es entonces cuando medoy cuenta de que el mago, si en realidad lo es, se está alejado de nosotros. Es normal, después de mi actitud haca él y del puñetazo de Hack. Y en el fondo me siento reconfortado. Su presencia me incomoda, y no confío en él. Aún así, sus capacidades curativas podrían venirnos bien si hemos de enfrentar más guardianes en este loco lugar.

• Parece que se marcha.

Me dirijo hacia el hueco

Veo como Fendrir se aleja de nosotros yendo hacia el lugar por donde antes  apareció la bestia que ahora que encuentra tendida en el suelo. No le voy a obligar que se quede con nosotros pero sin embargo; el mago ha escogido el mismo camino que nosotros ya que es la única salida que hay, sin contar con la puerta que cruzamos anteriormente. Para cumplir  nuestra misión, también debemos entrar por ahí.

- ¡Hey Fendrir, espera! - Lo llamo alzando la voz suficientemente para que pueda oírme con nitidez. Espero haber llamado su atención por lo que ahora me acerco a la figura y empiezo a hablar nuevamente de forma alta y clara. - Si quieres dejarnos, adelante; pero por alguna razón nuestros caminos se cruzan. Acabas de comprobar de que andar solo por este lugar no es lo más conveniente y en que grupo tenemos más posibilidades de sobrevivir. - Sigo hablando y andando con paso firme esperando haber alcanzado al mago. - Por eso te propongo que continúes con nosotros hasta que nos separemos; si así lo deseas. - Pongo énfasis en el tono de mi voz al pronunciar la última frase, confiada en que me haya entendido del todo. - Aunque si quieres continuar sólo, yo no te detendré.

Un mago con magia curativa nos vendrían de perlas en una situación como la de ahora; sólo hay que ver a Kayla. Pero mis palabras han sido sinceras y sólo deseo que Fendrir considere mi propuesta. 

Ishamael, cruzando el pasillo que había encontrado cae por un agujero que no ha visto a pesar de su magia porque la oscuridad que hay en ese lugar es tan penetrante y abrupta que el kamael ve las paredes por su cercanía y el roce de su cuerpo con aquellas debido a la estreches del camino. Podía invocar un hechizo para evitar la caída pero lo envuelve una magia negra que le hace perder el conocimiento, el cual no lo recupera hasta que su cuerpo no siente la helada humedad que lo envuelve.

Volviendo en sí de forma brusca por culpa de esa humedad, se da cuenta de que ha caído en un lago. Sigue estando oscuro ahora en el nuevo lugar pero Ishamael se relaja al percatarse de que lo que le rodea es agua y empieza a nadar en busca de una salida. Pronto sus ojos se acostumbra a la penumbra y nada ahora fijando sus sentidos en cualquier salida que pueda encontrar en la superficie: una obertura, una orilla, un saliente... cualquier cosa que le haga salir de allí antes que ponerse a bucear.

Centró todos sus sentidos en busca de aquella salida cuando por fin la vió dirección este, no mu lejos de sus posición. Había un gran agujero sobre la pared de forma ovalada y viendo que en su búsqueda no encontró nada más que le hiciera salir de allí, hizo un último esfuerzo y nadó hacia hueco que había visto deseando pisar tierra firme. Nadando y nadando llegó a su objetivo el cual podía alcanzar estirando los brazos hacia arriba. Primero levantó uno con el pudo agarrarse al marco de aquel agujer ovalado para con el otro hacer la misma operación y salir por fin del agua. Una vez fuera, instintivamente se sacudió para secarse algo y desde el marco y en cuclillas observó con anteción dónde se encontraba ahora.

Ishamael desde su posición veía que el agujero comunicaba el lago con una sala no demasiando grande y vacía. El suelo estaba cubierto de charcos de agua concentratos en distintos puntos de ella. Podía ser,que procedieran del lago, pero lo que de verdad llama la atención al kamael es que al fondo de esa sala se encuentra una doble puerta de metal ligeramente abierta.

Me freno, para no mostrar falta de respeto ya que no soy así, pero continuo de espalda, para mostrar que no tengo interés en lo que me dice, o que sus palabras no van a generar nada en mi, y me digno a responderle, Es lo que dije yo, nuestros caminos se cruzan, pero a su ves van difiriendo de los mismos, es decir que se entrelazan como las hebras de una cuerda, el motivo lo tienen que entender ustedes, y el porque de todo esto, porque aunque tengan una misión clara no entienden en que entorno se desarrollan las circunstancias, con respecto al tema de sobrevivir, no veo necesario el combate para sobrevivir, es mas creo que de todas las opciones de supervivencia, es la que menor porcentaje tiene, si su idea es sobrevivir, no creo que vallan por buen camino.

Doy un giro con mi cabeza mirando a Hack, y me dispongo a responder nuevamente Seguir, o no, no es una decisión que dependa de mí, con esto no me refiero que este en sus manos, sino en las manos del destino.

ahora doy un giro completo y me dirijo hacia ella.

Mi misión, es simplemente Kayla, por eso estoy aquí, la verdad, el intento de una buena relación, no funciono, y no pretendo generar nada en el grupo, solamente seguir lo mió, esto también quiere decir, que aunque me vean como una utilidad, no tengo ningún interés en ustedes, pero dejarlos morir, no es la opción, solamente para mostrar, que una persona, razono, y no solo cumple objetivos.

Alzo mi mano, y con la misma apunto a Kayla, indicando a mi alma, que se dirija a ella.

A partir de aquí, las cosas, las voy a hacer, como lo crea correcto, ya que esto no es un grupo, o por lo menos para mi ,en segundo caso, si me atacas de nuevo, lo siento pero voy a tener que defenderme, que sea un mago blanco, no quiere decir, que no sepa combatir, que no me guste es otra cosa, pero dejarme atacar, sin motivo alguno, tampoco lo es.

Luego volteo mi mirada a Khan, ya que se que va a reaccionar, de manera poco razonable, y esperar, un ataque, es lo que mas me imagino, así que reposo mi mano derecha en el mango de la espada. me doy vuelta otra vez, sin perderle el seguimiento a Khan, y retorno mi marcha, a un paso normal, no mantengo el menor apuro.

Las palabras de Hack hacen que, sorprendido, comience a mirar en derredor. Paredes, más muros, columnas... y una única salida.

Mierda...

La guerrera lleva razón, estamos condenados a seguir el mismo camino, al menos de momento. Nosotros no podemos regresar por donde hemos venido, sería una pérdida de tiempo, y el presunto mago blanco no podría retornar por el punto en que penetró en el templo. Eso significa que nos resultaría complicado eludir la presencia de este arrogante muchacho. El destino parece empeñado en que se una a nosotros o al menos que se mantenga cerca. Ninguna de ambas opciones me resulta agradable. Existe una tercera, claro, pero no es viable.

De momento.

Cita :

Parece la opción más lógica. Incluso a pesar de la animadversón que me causa el recién llegado, probablemente debido a una mala primera impresión o a un conflicto de caracteres, mantenernos unidos nos reporta mayores garantías. Dudo que él tenga capacidad para enfrentar los peligros del templo en solitario, y a nosotros nos vendrían muy bien sus capacidades curativas, como acabamos de comprobar en la piel de la hechicera.

Eso me resulta doblemente molesto.

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Sonrío. Al menos una parte de mi malestar desaparece con sus palabras. Ya no me veo obligado a confiar en él, ni siento deber alguno de agradecerle su presencia. No nos ofrece su ayuda, lo deja bien claro. Es lo que necesito. Ojalá pudiera el pequeño ver mi sarcástica sonrisa a través de la máscara, aúnque en el fondo es mejor así. Me es propicio no desvelar mis pensamientos, mis pasiones y deseos. Incluso mi humor está por debajo de mi deber.

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Tamaña estupidez ¿Se defenderia en una segunda ocasión, y previo aviso, de lo que no supo defenderse en la primera tentativa? Mi sonrisa se mantiene, pero mis ojos se entrecierran, divertidos, ahogando una carcajada. Aún sin ser un gran valedor de la joven Hack, a la que conozco desde hace bien poco, apostaría mi brazo derecho por ella en un combate entre ambos si fuera dado a apostar. La arrogancia de Fendrir sigue pareciéndome su punto debil, algo que todos tenemos pero algunos nos esforzamos en ocultar.

Finalmente clava su mirada en mi, algo que no me sorprende. Tarde o temprano, si su actitud no cambia y se vuelve más favorable a nosotros, terminaré probablemente convertido en el mayor de sus problemas. Es una promesa de sangre, una obligación dento de mis deberes de honor. Tengo la sagrada misión de hacer cuanto esté en mi mano para que este grupo cumpla sus objetivos, y si un practicante de magia blanca con aires de grandeza se vuelve un problema, será mi triste deber eliminarlo de la ecuación.

He visto tu mano en la espada, Fendrir.

Tu no verás la mia, si me obligas a ello.

Mantengo su mirada, aún sonriente, neutro para ellos, que no pueden ver mi expresión debido a la máscara de tela. No suelo ser dado a lo duelos de miradas, pero en esta ocasión me doy el gusto. Los proximos tiempos prometen ser interesantes, preocupado por los enemigos exteriores y también de los interiores. Parece que esta misión es toda una prueba a mi capacidad. Veamos hasta donde puedo llegar.