Partida Rol por web

El mundo oscuro.

Recorriendo sendas en la oscuridad.

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15/03/2021, 01:46
Director

Saliste de la cabaña y empezaste a seguir el rastro. 

Habían sido descuidados, no imaginaban que quisierais seguirles. Por ello, las huellas en el barro, aunque muy separadas y rápidas, eran fáciles de seguir. Te habían tomado una distancia considerable, seguro que querían volver antes que el sol les tomara por sorpresa. 

Caminaste incansable siguiendo las pisadas, con la adrenalina aun corriendo por tus venas junto con el café de Dean. 

El sol estaba por despuntar cuando desde la cima de loma viste al fondo una ciudad.

Entorno a ella una alambrada levantada como un muro de metal, custodiada por varios hombres vestidos como agentes de la ley. Debían ser humanos ya que la salida del sol era inminente y se mantenían en sus puesto.

 

 

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15/03/2021, 01:54
Director

- No sé preocupe señorita, movilizaremos todas las unidades disponibles. Pronto le llegara ayuda.- prometió la voz del hombre que decía llamarte Samuel.

El tiempo se te hizo largo. 

Estabas sola con un bebé, en mitad de un bosque, de noche.

Empezaste a dudar de lo bueno que podía ser llamar a un hombre que no conocías para solicitar ayuda. Dean era una cosa rara, lo sabías, no todos los hombres de ese mundo sabían comportarse como personas decentes.

Ante tus miedos viste las luces de un coche acercarse.

La voz de Samuel sonó de nuevo.- ¿Señorita? ¿Sigue allí? Mis compañeros avisan de que han llegado a la ubicación que nos ha dado. 

Desde la ventana viste salir un hombre y acercarse a la puerta.

 Toco con los nudillos la puerta.

- ¿Señorita?.- pregunto.

En el coche se mantenía el conductor. Ellos tampoco se fiaban de que aquello fuera una trampa.

- Somos compañeros de Dean, ¿puede abrir?

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15/03/2021, 08:37
Francis Anne Quinn
Sólo para el director

Aunque me esperaba lo peor, finalmente no fue tan difícil seguirles el rastro y sobre todo, teniendo en cuenta que no pensaba rendirme, ni descansar, ni sobre todo desfallecer, todo pareció ir bien, como si hubiese estado preparado para mí. Desde luego, era más que evidente que no esperaban que alguien les siguiera, una humana al menos, ni tampoco pensaba que les importara.

Pero el ánimo que sentía al comprobar que seguía el rastro, no eliminaba el cansancio que iba invadiéndome, cada vez mayor, fruto de la disminución de adrenalina, la falta de sueño y el sobreesfuerzo físico.

Cuando llegué a la ciudad, supuse que se trataría de la famosa ciudad roja. El sol estaba a punto de salir por lo que si quería entrar en ella, debía esperar. Miré en todas direcciones, buscando un lugar por el que entrar, algún punto sin vigilancia, lejos de los guardias, sin saber muy bien lo que debía hacer pero pensando en que lo primero era adentrarme en el "pozo de las serpientes". Después... bueno, ya vería.

Mientras el sol se alzaba, iluminando con tonos rojizos el horizonte, pensaba en lo estúpida que era al arriesgarme de aquella manera, sabiendo que lo que estaba haciendo en realidad era un suicidio encubierto, justificando mis acciones por el cariño que tenía por Dean. Deseaba salvarlo, pero en mi interior era consciente de las dificultades. Si lograba entrar, ¿conseguiría saber en dónde lo ocultaban? Y si lo encontraba, ¿tendría alguna posibilidad de rescatarlo?

Y todo eso, suponiendo que aún continuara con vida. Sí, seguramente así sería. De ser un vampiro, procuraría convertirlo en lo que más odiaba, eso casi seguro, pero dado que disponían de todo el tiempo del mundo, ¿por qué no divertirse con él durante unos cuantos días?

Las visiones sobre lo que podía estar sufriendo Dean me hicieron cerrar los ojos, como si fuese algo que estuviera viendo de verdad.

Céntrate, Quennie. Busca una manera de entrar. Lo demás, después, me dije, volviendo a buscar un hueco en la alambrada o en cualquier lugar.

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15/03/2021, 17:37
Director

El cerco alrededor de la ciudad no era una tontería.

Mirando alrededor viste una vieja gasolinera abandonada. No pasaban coches por la zona y el polvo te decía que nadie había pasado por ese lugar en bastante tiempo.

Tras un vistazo comprobaste que estaba deshabitado, aunque faltaban algunas cosas de los estantes. Algo normal. El interior no era bonito, sucio, con cajas tiradas. Olía a humedad pero había un sofá en la trastienda, una pequeña oficina muy básica. Considerando la situación era lo mas seguro para dormir unas horas y pensar en alguna argucia para entrar.

 No viste nada que te ofreciera utilidad. Revistas viejas por el suelo, telas de araña, la poca comida que quedaba estaba caducada desde hacia mucho en los estantes de la tienda. 

Eras una persona minuciosa, por lo que no se te paso ver una pisada de zapato grande un tanto fresca, marcada en unas hojas de periódico. Lo que te decía que era posible que otros como tu usaran ese lugar para dormir de camino a la ciudad o saliendo de ella.

Diste una vuelta por los alrededores y detrás de la gasolinera viste un coche en buenas condiciones. Sin polvo, limpio. No debía llevar allí mas de unas horas. Miraste por la ventanilla, las llaves no estaban pero tampoco había equipaje y el medidor de gasolina te contaba que tenía mas de medio deposito lleno.

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15/03/2021, 20:08
Francis Anne Quinn
Sólo para el director

No, no iba a ser posible pasar a las malas porque estaba más protegido que un banco suizo, o como eran los bancos suizos, pero al ver una gasolinera vieja que parecía abandonada, me acerqué hasta ella, más que nada por explorar los alrededores antes de lanzarme a la desesperada, que era todo lo que me quedaba.

Aquel lugar estaba tan muerto como Dean lo estaría en breve. No había nada de utilidad, salvo pruebas de que el tiempo había transcurrido en lo que sin duda había sido un próspero negocio, estando tan cerca de la ciudad, y de lo que ahora ya solo quedaba aquella especie de monumento al pasado.

Pero al ver la huella, fresca, sin duda de hombre, me emocioné al pensar que nadie se acercaría por allí si no era para entrar en la ciudad. 

Continué explorando y descubrí el coche, una nueva prueba de que o no estaba sola, o bien alguien no tardaría en volver, porque nadie dejaba un coche abandonado llevándose las llaves de no ser porque iba a regresar. Eso me daba una oportunidad, aunque extraña. 

Probé entonces a abrirlo, porque siempre podría esperar en el asiento de atrás a que llegase el dueño y así descubrir qué demonios pasaba. Puede que fuesen traficantes de humanos o algo por el estilo, o que simplemente se tratase de comerciantes de alguna clase.

En realidad, lo único que me importaba era encontrar una manera de entrar en la ciudad sin ser vista.

Notas de juego

Si puedo, entro y espero oculta detrás y con el arma preparada.

Si no, en las inmediaciones y en cuanto venga alguien, pues le daré el alto XD

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16/03/2021, 11:16
Sigrid Foster
Sólo para el director

-Gracias Samuel. Les espero. Cambio y corto.

Se alejó de la radio y atascó una silla debajo del pomo de la puerta para que ésta quedase bloqueada y no pudiesen abrirla des del exterior. Entonces se dirigió a la habitación donde el bebé seguía llorando desconsolado. Se sentía mal por no haberlo atendido antes, pero tenía la sensación que si hubiese entrado antes en la habitación a buscarle, al salir, Queenie ya se habría ido. -Perdona Tommy, ya estoy aquí -se excusó mientras le cogía en brazos, arropándole afectuosamente, y mientras caminaba lentamente por la habitación le cantó una dulce canción.

Confiaba en que el niño se tranquilizaría, tal vez incluso se volviese a dormir. Cuando acabó de cantarle y le vio más calmado, le colocó de nuevo sobre la cama. -¿Está mejor este bebé con alma de heavy? -le preguntó en tono cariñoso, esbozando una cálida sonrisa. Lo cierto es que apuntaba maneras: tenía melenón y unos buenos pulmones. Sigrid le hizo carantoñas y le colmó de besos y caricias. Le daba mucha lástima la situación, por él y por su madre. Tendida fuera, sola, abandonada, como si fuese alguien sin importancia. Pero sí la tenía. Podría ser ella, podría ser Queenie, podía ser cualquier mujer. Había muerto sola y sin saber qué sería de su hijo. Aquello era tremendo. Nadie merecía algo así.

Cogió la sábana, a modo de guía hizo un par de cortes separados por unos 50 cm de distancia y estiró la tela con las manos aprovechando todo el largo de la sábana. Pena que no era elástico, pero ya tenía un fular portabebés. Con él envolvió al niño y ató la tela a su cintura, asegurándose de que el bebé estaba en una postura ergonómica. Luego colocó su cabecita sobre su pecho, para que escuchase los latidos de su corazón y abrió su bolsa para buscar un gorrito y colocárselo, así no pasaría frío.

-Bien, vamos a prepararnos, chiquitín. -Con el niño acomodado sobre ella, Sigrid metió el mapa en su mochila e investigó si había algo de interés en la cabaña, como comida, medicamentos y algunas herramientas. Miró en la bolsa de Tommy si había lápiz y papel. Seguramente lo habría dejado allí su madre tras escribir la nota. También abrió la mochila de Dean y cotilleó qué tenía en el interior. Por último limpió como pudo el aceite del suelo, no fuera a resbalar ella con el bebé o cualquier inquilino que viniese después y tener un accidente.

Estaba nerviosa. A medida que el tiempo pasaba crecía su inquietud. No había confiado en contactar con la Orden en un principio y acabó haciéndolo sin más. Sin preguntas, sin nada. ¡Cómo había cambiado todo en cuestión de unas horas! De estar sola y tranquila en el bosque, a responsabilizarse de un bebé, esperar a unos desconocidos e ir en busca de otros solo hallados en un sueño. Aquello era de locos si una se paraba a pensar.

-Te ha tocado estar conmigo Tommy, no sé si soy tu mejor opción, pero de momento soy la única -acarició suavemente su mejilla. El nene era una preciosidad.

Se le ocurrió algo. Los compañeros de Samuel esperaban a una mujer sola. Podía salir con Tommy y esperar en el bosque. Dejaría la puerta abierta. Cuando los hombres se acercasen encontrarían la cabaña vacía y cuando buscasen fuera creerían que la mujer tendida sin vida junto al refugio era Sigrid. Entonces podría escuchar sus comentarios y saber quiénes eran realmente. Además podía dejar cerca las pertenencias de Dean para ver si reconocían los objetos de su compañero.

Estaba decidida a hacerlo, cuando vio las luces de un coche. ¡Maldición! La radio sonó de nuevo pero no se acercó a responder, estaba pendiente únicamente del vehículo, sin perder detalle. Desde la ventana vio acercarse a un hombre muy distinto a lo que esperaba.

¡Ma-dre-mí-a!

El hombre captó su atención. A simple vista le causó buena sensación. Iba vestido con protecciones y parecía llevar todo un arsenal. Esperaba que fuera realmente de la Orden, porque sino ella y Tommy lo tenían crudo. Se quedó paralizada un momento, tenía la adrenalina por las nubes. -Tendría que haber salido antes -pensó. Se acercó despacio a la puerta y retiró la silla hacia un lado. Luego se echó hacia atrás, manteniendo una distancia más que prudencial de la entrada. Entonces tomó aire y respondió.

-Puede entrar -dijo, esperando que él mismo abriese la puerta.

-¡Quédese ahí, no se acerque más! -le advirtió apenas cruzó el umbral, mostrando la palma de su mano para que se detuviera. Sigrid mantenía el contacto visual, analizándole. Estaba frente a él, pero fuera de su alcance, y aunque tenía cargado al bebé, sus manos estaban libres. Solo una, en realidad, pues en su mano derecha sostenía la ballesta, en actitud defensiva, cargada y preparada para ser usada en caso necesario. Su mochila estaba sobre la mesa, y la de Dean sobre el sofá.

-Perdone la bienvenida, pero me quedaría más tranquila sabiendo que son quienes dicen ser. -Sigrid le lanzó algunas preguntas sin esperar a que se explicase. Le daba un poco de vergüenza en realidad, pero no la suficiente, al parecer-. ¿Puede decirme cómo se llama la monja anciana de su Orden? -Dean habló mucho de Alice, debía ser muy conocida allí-. ¿Y el religioso que explica óperas? -jolín, éste no lo recordaba del todo, pero creía que era Joseph. Dean explicó que le contó la ópera de Sigfrido. Aún había un par de cosas más que podía verificar, pero decidió conformarse si sabía estas dos. Si lo hacía confiaría un poco. Al menos por el momento.

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16/03/2021, 12:40
Ethan

El hombre guardo su arma y levanto las manos para que vieras que no era un peligro para ti.- Entiendo que tenga que asegurarse, señora.- dijo el tipo con voz calmada.- Mi nombre es Ethan Joe Johnson, pertenezco a la hermandad de Leopoldo, que es la parte laica de la Orden de Leopoldo. La hermana mas anciana es Sor Alice, se encarga de la cocina y le gusta hacer bizcochos pero desconozco cual es el nombre del religioso que gusta de la opera, me parece que nunca hable con ninguno de ello.. Aunque Dean habla mucho con el padre Gabriel y el padre Joseph. 

- Dean es así de alto.- dijo haciendo un gesto suave con la mano para indicar que era mas bajo que el.- Tiene le pelo rubio y una moral a prueba de bombas. ¿Es suficiente para que baje el arma?.- pregunto el hombre esperando una respuesta.

Tenía un walkie por que escuchaste una voz decir.- "Código C33 en proximidad"

El hombre te explico.- Eso significa que hemos encontrado una mujer muerta cerca de este lugar. Por favor, recoja lo que crea conveniente, la llevaremos a un lugar seguro. ¿Puede decirme como se llama?

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16/03/2021, 20:22
Sigrid Foster
Sólo para el director

El hombre comenzó con buen pie. Además de una actitud tranquilizadora, respondió correctamente a sus preguntas, y no sólo eso, si no que añadió más información. Claramente conocía a Dean y a los miembros de la Orden.

La chica esbozó una escueta sonrisa, bajando la ballesta a la par que él se lo preguntaba. Luego correspondió a la presentación. -Soy Sigrid Foster -dió su apellido al igual que hizo él-, y éste es Tommy. La mujer que yace fuera es su madre. Nos confió al bebé con una nota antes de fallecer. -No tenía sentido ocultarlo, era sencillo atar cabos-. ¿Qué harán con ella? ¿Le darán sepultura? Antes de partir quisiera verla.

Se acercó a la radio para despedirse de Samuel. Ellos podían ponerle al tanto, pero qué menos que responder después de haberla ayudado. -Así es, Samuel. Ya nos hemos encontrado. Muchas gracias de nuevo por su ayuda, ha sido muy amable. Cambio y corto.

Sigrid tenía todo preparado cuando Ethan llegó, así que no tardaría apenas un minuto en estar lista. Ajustó la ballesta en su mochila y cargó ésta sobre su espalda. Luego se acercó al sofá para coger con una mano la bolsa de Dean y con la otra la del niño. -¿Cuál es el lugar seguro al que piensan llevarnos? -preguntó con curiosidad mientras se dirigía hacia la puerta.

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16/03/2021, 20:40
Ethan

Echaste un vistazo a las cosas de Dean encontrando una vieja muñeca de trapo hecha polvo. Lo demás era normal, un poco de ropa para cambiarse, unas balas, una bolsita con café... La muñeca si desentonaba, si al menos hubiera sido inchable entenderías que la conservara pero no. Era una muñeca vieja. En una de las etiquetas viste un nombre escrito con boli, la letra era infantil y borrosa "Judith".

- Si, puedes verla si quieres y por supuesto que recibirá sepultura. La llevaremos en una bolsa hasta el cementerio de la orden y un sacerdote se encargara de oficial el entierro. Murió dando vida, su sacrificio merece algo mejor que una tumba sin nombre entre árboles.- declaro el hombre.

- Os llevaremos a la sede de nuestra orden, lo único es que deberé taparte los ojos porque la ubicación es secreta por motivos de seguridad. - te aviso pidiendo tu permiso para ello.- Puedes salir tu misma, te presentare al resto del equipo. ¿Esta es tu bolsa?.- pregunto y observo también estaba la bolsa de Dean.- Nos llevaremos sus cosas también. Dean odiaría perder sus muñeca.

Notas de juego

editado.

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19/03/2021, 01:20
Sigrid Foster
Sólo para el director

Ethan le transmitía seguridad. 

Le encantó su respuesta en cuanto a la madre de Tommy. La mujer tendría el trato que merecía y Tommy un lugar tranquilo donde visitarla. Tampoco puso excusas para que Sigrid la viese antes de partir, algo que agradó a la chica.

Le tranquilizó saber dónde les llevaban, no tanto tener que ir con los ojos tapados, aunque comprendía el motivo. -De acuerdo, dejaré que me vende los ojos -aceptó. Sin embargo añadió algo más, ya que privada de la vista no podía velar por el bebé tan bien como quisiera-, pero alguien tendrá que vigilar a Tommy. Lo llevaré como lo tengo ahora, pero no podré prevenir una maniobra brusca del vehículo si se da el caso y con el bebé no puedo usar el cinturón de seguridad. Además hay que asegurarse de que respira bien: ha de tener la barbilla separada del cuello y no puede tener la nariz bajo la tela. -Esperaba que eso no fuese un inconveniente. Era tan solo echar un vistazo y no dejarles solos detrás, por si tenían que contener al niño protegiéndolo de darse un golpe contra el asiento de delante.

-Sí, esta es mi mochila -señaló la bolsa cargada a su espalda-, pero puedo llevarla, gracias -sonrió-. Y esa es la de Dean. -Dejó que cogiese la de su amigo, porque si no iría lenta, cargada como un árbol de Navidad. -¡Ah, disculpa, casi lo olvido! -Sigrid fue un momento a la habitación para recoger el hilo de pescar y la campanilla.

Ethan sabía lo de la muñeca, y también sabía por qué era importante para Dean. Tenía curiosidad, pero no investigó, prefería preguntarle al propio Dean cuando estuviera de vuelta. Cuando Sigrid cotilleó la bolsa del religioso encontró extraño hallar una muñeca. En un principio pensó que la usaba como un peluche para dormir, algo que encajaba con su carácter un tanto infantil, pero al leer la etiqueta supo que pertenecía a alguien importante para él.

-De acuerdo -respondió, saliendo con cautela por la puerta.

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19/03/2021, 02:03
Kevin

Fuera espera un tipo que bajo su arma en cuanto Ethan salió.

Lo siento señora, es el protocolo.- dijo el hombre tratando de que no te asustaras. Otro tipo, un negro rapado estaba metiendo el cuerpo de la mujer en una bolsa para cadáveres.

- Espera Josh, no la cierres.- pidió Ethan para que te pudieras acercar. 

 Era una mujer joven, muy pálida por la perdida de sangre. Vestía ropa corriente, una camiseta de publicidad de un centro comercial y una falda ensangrentada por completo.

- ¿Era... conocida suya?.- pregunto el tipo que te apunto al salir.- Lo siento.- aseguro.- Soy el Hermano Kevin, el es Johs y la mujer al volante es Raquel. A Ethan ya le conoce.

El tipo conocido como Josh murmuro algo sobre la mala idea que era quedarse allí. Había que marcharse.

Ethan te acompaño al coche.- No se preocupe por el niño, estaremos pendientes de él. 

El vehiculo era un camión blindado del ejercito. 

Ethan abrió la puerta trasera para dejarte entrar. La mujer al volante no se giro, te saludo a través del retrovisor interior mientras los otros dos hombres metían a la mujer en el maletero con el mismo cuidado que si estuviera viva.

Todos subieron al coche. Kevin y Ethan flanqueaban los lados. Era tan espacioso que ni os tocabais en ese asiento. 

Os pusisteis en marcha y Ethan saco un pañuelo grande, esperando que le dieras permiso para vendarte los ojos.

No será mucho rato- aseguro Kevin, antes de buscar algo de conversación para que el viaje se te hiciera más ameno.- ¿Puedo preguntar de que zona del país viene? Yo nací en Texas, Raquel es de California, Josh de Nueva Orleans y Ethan de Nevada.-Te explico mostrándose amigable.

 

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19/03/2021, 16:00
Sigrid Foster
Sólo para el director

Miró sorprendida a Kevin al salir y encontrarle apuntando con su arma. Inmediatamente abrazó a Tommy y se giró, protegiendo al niño y dando la espalda al hombre, hasta que Ethan salió.

Entonces se acercó a la madre de Tommy. Solo quería verla por si el padre del bebé estaba desaparecido, muerto o se desentendía del niño. Para ella conocer sus orígenes era importante y no costaba nada escribir una carta con una descripción que Tommy leyese en un futuro, o al menos tener un recuerdo propio que poder explicarle ella u otros cuando él creciese. La forma del rostro, el cabello, y especialmente el color de ojos... Pensaba que podría con ello, pero no fue así. Sigrid palideció en cuanto la vio. Se quedó totalmente petrificada, con el rostro desencajado y sus expresivos ojos fijos en ella, sin pestañear. Parecía una estatua de mármol contemplando a otra. Kevin le dio amablemente el pésame, pero ni pudo apartar la mirada de la mujer, ni mucho menos, contestar. Estaba visiblemente impactada, sobrepasada.

Se dejó acompañar al coche y entró casi por inercia. Saludó a Rachel con la cabeza, seguía afectada por lo que acababa de ver. Una vez tomó asiento miró a Ethan, que sostenía el pañuelo en sus manos. Se retiró el cabello hacia detrás y se giró hacia Kevin, que estaba al otro lado, para que Ethan pudiese anudar el pañuelo en su nuca con facilidad. Después se apoyó en el asiento, enfocando el rostro hacia delante y abrazando suavemente a Tommy. Se sentía un poco extraña, pero aceptar ir así era lo mínimo que podía hacer por esas cuatro personas que sin conocerla de nada habían venido a recogerla.

-No he podido verle los ojos... -musitó como un pensamiento formulado en voz alta. Tenía la imagen de la mujer grabada en las retinas y el no poder ver nada más, no ayudaba.

Kevin le preguntó de dónde venía. Todos ellos eran de lugares muy distanciados entre sí y esto le hacía pensar que la cosa estaba muy mal, aunque no era algo que le sorprendiera. No pudo evitar pensar en ese momento en su madre y su hermana. Ellas vivían en Nueva York y bueno, las grandes ciudades son lo peor. Esperaba que hubiesen estado fuera cuando todo estalló. Ocho años sin saber nada es demasiado tiempo. Aunque la esperanza nunca se pierda, puede parecer más un sueño que una realidad.

-Soy del noroeste, del estado de Washington -respondió-. Vivía en Seattle. -Quedó en silencio unos segundos. No sabía si tendrían noticias de allí y tampoco si quería saberlas en ese momento. De haber algo positivo se lo dirían, pensó. -Gracias por venir a buscarnos -agradeció-. ¿Creen que sus compañeros podrán rescatar a Dean de esos vampiros? -estaba preocupada por el religioso, por Queenie y por los cazavampiros que se las verían contra dos monstruos.

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22/03/2021, 01:44
Ethan

- Tenía los ojos entre verde y avellana, me parece... - murmuro Kevin con tristeza. El se los había cerrado en un acto de misericordia. 

Ethan quiso animar el ambiente.- Seattle, siempre quise ir allí. Tal vez cuando todo esto termine y empecemos a reconstruir pueda acercarme... claro que no será lo mismo pero aun así seguro que es precioso.- afirmo solo por alegrar el ambiente. Notaste un sonido metálico, alguien agitaba unas llaves para llamar la atención del bebe.

- Parece que el niño esta sano pero cuando lleguemos debería verlo el doctor para asegurarnos.- dijo Ethan.

Escuchaste una cremallera abrirse, alguien revolvía en una mochila.- ¿Tiene hambre?.- te pregunto Kevin.- Creo que me queda una barrita de cereales en alguna parte....

Ethan te respondió.- Otro grupo a ido por él, estaban mas cerca de la ciudad que nosotros y ellos tienen mejor equipo, un coche de mayor potencia y mas gasolina Seguro que Dean esta bien. Dean es el tipo con mas suerte que conozco, parece que su incesante parloteo agrada a Dios.- bromeó.

Todo iba bien, el bebé se durmió y la temperatura era agradable. Estabas segura y bien protegida... hasta que notaste un pinchazo en el brazo. fue rápido, te inyectaron alguna cosa.

- Tranquila, es parte del protocolo...- escuchaste decir a Ethan, solo que su voz sonaba muy lejana. Caíste en un sueño muy profundo casi de inmediato.

 

Abriste los ojos algo aturdida. Estabas en una cama, con un camisón que te cubría hasta los tobillos, bajo las sabanas. La luz entraba por grandes ventanales. Parecía una habitación comunal, había una litera y otra cama a los pies de la tuya. Un par de sillas antiguas y un escritorio sobre el cual estaba tu ropa plegada. Al lado tu mochila con todas tus pertenencias, salvo las armas.

 

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22/03/2021, 02:06
Owem

Era imposible entrar sin forzar la puerta, así que esperaste un buen rato sin que nada pasara. La temperatura era agradable, el silencio y la paz del lugar estaban logrando que los ojos se te cerraran vencidos por el cansancio cuando escuchaste un coche acercarse. 

Era un vehículo grande y reforzado que se detuvo cerca del coche que vigilabas. Era como los blindados que usaban los marines en las guerras de oriente medio.

  Un hombre se bajo del coche con unas pintas muy raras. Toda su ropa parecía sacada de una recreación histórica medieval. Tenía pinta de ser uno de eso frikis aficionados a los juegos de rol.

No viste que llevara armas. Su aspecto era cansado, derrotado. Mostraba unas enormes ojeras y su piel era pálida pero estaba bajo la luz del sol sin arder en llamas.

El tipo se acerco al coche y miro el interior para descubrir que no había nadie. De momento no te había visto.

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22/03/2021, 09:11
Francis Anne Quinn

No había manera de entrar en aquel vehículo, así que me vi obligada a esperar. No era mi manera favorita de pasar un día aunque al menos no estaba todavía entre las frías manos de un vampiro. Quizás no tardase demasiado en estarlo, por lo que tampoco debía darme demasiada prisa.

Finalmente, cuando estaba a punto de caer dormida, llegó un coche y bajó un hombre con aspecto rudo, cansado, pero desde luego, humano.

Si quería saber más de todo aquello, entrar y rescatar a Dean, tenía que arriesgarme. No cabía otra. No había recorrido toda aquella distancia para ahora amedrentarme como una niña pequeña y permanecer oculta. Además, era de día y si había un momento que aprovechar para entrar era decididamente aquel. Aquel hombre no era un vampiro, evidente, y no parecía formar parte de la guardia que protegía el recinto.

Así que tome aire, preparé la ballesta y me puse en pie sigilosamente, intentando no echar a perder el escondite por si debía lanzarme al suelo desesperadamente.

No era nada fácil confiar en la gente. Había tardado un poco en hacerlo con Dean y aquel hombre todavía tenía que demostrarme que era alguien de quien podía fiarme.

-Buenos días. ¿Quién eres y qué haces aquí? -le pregunté, mientras le apuntaba.

La suerte estaba echada.

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22/03/2021, 13:13
Owem

- Buenos días.- dijo el hombre ignorando la ballesta como si llevaras un juguete.- Mi nombre es Owem, soy uno de los Hermético mas poderosos del planeta, cansado de conducir tres horas hasta aquí para comprobar que chica con retraso es una Cuentasueños y no es cosa de una pesadilla infantil, así que espero que usted sea Quennie... o algo así o significara que he venido hasta aquí para nada.- comento el tipo sin mostrar emoción alguna en la voz o expresión corporal.- No se Ofenda pero los magos de mi categoría tenemos cosas mejores que hacer que rescatar señoritas en apuros...así que si tiene a bien subir al coche, conduciré otras tres horas de vuelta para llevarla a un lugar donde estará a salvo. 

El tipo resoplo.- Le ruego que se abstenga de hacer preguntas tales como ¿Puede sacar un conejo de un sombro? u obviedades como ¿De verdad es un mago? ya que me resultan altamente irritantes. Durante el viaje prefiero el silenció y no suba los pies a los asientos ni se descalce. Gracias.- dijo abriendo la puerta trasera de su coche, invitándote a subir.

 

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23/03/2021, 02:22
Sigrid Foster
Sólo para el director

Kevin había visto los ojos de la mujer, aunque no estaba totalmente convencido de su propia respuesta. Cabía destacar que de noche era complicado precisar el color, además que él no había tenido la misma inquietud por conocer ese dato.

-Gracias Kevin, pero no tengo hambre -le respondió con amabilidad.

Ethan le habló del grupo que fue a rescatar a Dean. Él confiaba en el éxito de su rescate. Sigrid quería creerlo, pero no las tenía todas. ¿Cómo podían estar tan convencidos? ¿Lo pensaba en realidad o lo decía para tranquilizarla? En lo que sí coincidía era en la suerte que tenía ese hombre, al menos, era esa la sensación que le daba.

-De acuerdo -asintió conforme con que un médico revisara la salud del bebé.

Comenzó a relajarse y sentir el peso del sueño. Todo eran sensaciones agradables que la invitaban a descansar: la ternura de Tommy dormido en sus brazos, la suave temperatura que les envolvía, la delicadeza de la conducción y el privilegio de, aunque fuese por unos instantes, dejar de preocuparse y estar en continua vigilancia y tensión. Con los ojos cerrados era difícil no sucumbir al descanso y ya había renunciado a intentar calcular la distancia y trayectoria de su destino.

Pero entonces, sin previo aviso, notó un aguijón en el brazo. -¡Ah! -se echó hacia el lado contrario, dolorida y sorprendida, protestó-. ¿Qué me...

 

Despertó aturdida, deslumbrada con la luz del sol en los ojos. Le costó un poco adaptarse. Lo primero que notó fue la ausencia de Tommy. ¿Dónde estaba? ¿Dónde se lo habían llevado? ¿Estaría con el doctor? Nerviosa, observó la habitación, su ropa perfectamente doblada sobre el escritorio. Y su mochila. Sin su martillo, ni su ballesta, ni su cuchillo, ni su pistola.

Se levantó y vio que le habían vestido con una túnica de fantasma de castillo. Ni podía moverse con comodidad ni tener mucha credibilidad con esa pinta. Estaba enfadada. Había colaborado en todo lo que le pidieron, pero la drogaron y se llevaron al bebé sin avisarla. 

Se vistió lo más rápido que pudo y cogió su mochila. Tenía que encontrar a Tommy de inmediato. Abrió la puerta y se asomó al pasillo.

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23/03/2021, 03:12
Samuel

Justo al abrir la puerta te encontraste con un hombre que iba a llamar. Llevaba a Tommy en brazos, envuelto en una manta limpia.

- Oh... Buenos días. Se ha despertado antes de lo que pensábamos.- dijo y su voz te sonó familiar.- Soy Samuel, el doctor Samuel Herrero para ser mas exactos, hablamos por radió anoche. ¿Recuerda?.- te pregunto con la mejor de las sonrisas.- Por su cara intuyo que no esta muy contenta, por favor, vuelva dentro y permítame explicarle.

- Hace siete meses uno de nuestros compañeros recogió a una mujer que juro estar sana, ocultando un mordisco en su pierna. Por ello perdimos dos compañeros y se establecieron protocolos mucho más duros para asegurar que aquello no volviera a pasar. Para su tranquilidad le diré que fue Raquel quien la examino y al no encontrarle señales de infección la trajeron aquí. En lo que respecta al pequeño esta muy sano, un poco bajo de peso pero es algo normal dado que es complicado mantener una buena alimentación.

 

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23/03/2021, 14:50
Francis Anne Quinn

En ese momento, caí en la cuenta de por qué me estaba resultando tan familiar. Era uno de los amigos de Diddy. Además, sabía quién era yo, por lo que sin duda alguna le había hablado de mí.

-Soy Quennie. Diddy me habló de usted, pero no esperaba encontrarle aquí. Bueno, ni aquí ni en ninguna otra parte -le respondí, acercándome a él.

Por lo visto, se había dirigido directamente aquí, quizás porque había pensado que me sucedía algo. Pero la opción no me gustaba.

-No estoy de humor para ese tipo de bromas. Yo... tengo que rescatar a alguien ahí dentro. Tengo un amigo al que se han llevado varios vampiros para juzgarle por la muerte de otro. Tienes que ayudarme.

No sabía si sentirme más o menos desesperada, si con su llegada, estaba más cerca de conseguir mi objetivo... o más lejos.

-No podría irme sin él. Salvó mi vida y merece tener una oportunidad.

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23/03/2021, 16:39
Owem

Owem resoplo y cerro la puerta del coche arto.- ¿Por que nunca es nada sencillo cuando hay una mujer por medio?.- pregunto a nadie en particular.- ¿En serio piensa que siendo una simple humana puede entrar en una ciudad de vampiros a rescatar a nadie?  ¡ Cuanto daño han hecho la propaganda feminista!.- gruño antes de restregarse los ojos.

- ¿Y bajo que obligación debo ayudarla?.- pregunto de forma retorica.- Hace dos noches no pude ayudar a mi mejor amigo, ni con todo mi poder y murió delante mía. ¿Que le hace pensar que pueda ayudarle a salvar al suyo?.- volvió a preguntar.

Estaba cansado, agotado emocionalmente y en cierta forma destruido, enfadado consigo mismo.- Suba, me cuesta menos esfuerzo ayudarla que convencerla de lo estúpido que es intentarlo.- concluyo.- No lo hago por usted ni por su amigo, es por evitarme una ulcera.