Partida Rol por web

Su suerte en aquella misión estaba siendo cojonudamente buena, no muy diferente de lo experimentado en el fuerte helado... Fallos al salir del taladro, encasquillar el arma... ¿Cómo demonios el Hawkeye podía encasquillarse tantas veces?... Y, ahora, los firefry se les habían echado encima, y les habían disparado con sus llamas. De pronto Mkoll se encontró ardiendo, aunque parecía que de momento la armadura aguantaba. No sabía cuanto durarían aquellas llamas, pero había tres cosas que sí sabía. 

Que debían darse prisa en salir de allí.

Que pronto la presencia hostil sería mucho más elevada que los pocos bichos que quedan. 

Y que ni loco pensaba intentar desencasquillar el arma ahora mismo. Quizás le llamaran "loco", pero jugar con munición estando en llamas no le parecía ni de lejos la mejor idea del mundo. Así que empezó a avanzar en pos de los otros, esperando de corazón que la armadura resistiera las llamas, y que estas se apagasen pronto...

Dereck sabía que lo mas importante en ese momento era salir de allí: no importaba que estuviera ardiendo en esos momentos -que la armadura aguante-, eso era secundario. Ahora tocaba correr y dejar atrás a los bichos que seguro se aproximarían allí en poco tiempo. Cambiando e visión, corrió hacia donde se encontraban el resto de sus compañeros.

Los problemas continuaban detrás de ellos, así que había que seguir moviéndose a la voz de ya. No sólo por sus propias vidas, sino porque cuanto antes terminaran, antes podrían dejar de desperdiciar sus vidas los que estaban en la superficie. Esta vez no abrió la boca para insistir a los demás que se movieran, sabía que lo harían enseguida. Y ella, desde luego, se movió hacia delante sin duda, arma aún en ristre, pereparada para cualquier sorpresa.

Como, por ejemplo, ver esa laguna. No estaba segura de que le gustara un sitio así. Es más, tenía la sensación de que era idónea para una emboscada.

Lo último que les hacía falta.

Solo un par de bichos quedan atrás y tenemos vía para poder movernos de una vez por todas. Veo como todos son capaces ya de entrar en el túnel, por lo que les grito a todos por el comunicador:

 - "Todos entren en el túnel. El grupo que está más hacía el este mantenga posición y vigilen. Sargento Evans, dispare un poco y venga con nosotros. Todo el resto hágalo ya. ¡Muévanse!"

Espero a que todos los soldados salgan de mi línea de tiro, pasando por mi lado para luego abrir fuego con mi rifle antes de moverme. Luego de eso, me muevo todo lo que puedo hacía el resto del grupo para así no separarme y conformar el grupo.

Wayan deja caer su arma cuando comprende que el combate se ha acabado. Su mano derecha y su labio no dejan de temblar mientras mira al suelo.

Tras unos segundos logra recuperar un poco el control, repasa sus armas, busca su lugar en la formación y se concentra en los túneles esperando ser útil. A pesar de todo oculta su mano derecha, sigue temblando violentamente.
 

Sigue a la Cabo y se mantiene cerca de su posición para vigilar la posible llegada de enemigos. Observando el lago subterráneo comienza a pensar que quizá no sea el mejor lugar para quedarse a darse un bañito... nadie sabe que clase de criaturas pueden haber ahí dentro, criaturas que no han tenido el "placer" de conocer porque la superficie de es puto planeta es un puto témpano de hielo.

Al ver que muchos de sus compañeros cambian el modo de visión, ella también lo hace, así al menos verá salir algo de allí antes de que la vean a ella. Mientras la Cabo apunta hacia el norte de la cueva aquella, ella apunta hacia la orilla del silencioso lago.

Podían escapar, tenían que escapar y lo estaban logrando. La esperanza volvió al rostro de los hombres y mujeres cuando vieron una salida a esa ratonera. Ahora era cuestión de reagruparse, valorar las opciones y continuar con la misión, aunque antes Evans debía obedecer la orden del sargento mayor y cargarse a los bichos. Las llamas le envolvían, tampoco le importaba mucho habían sido adiestrados para situaciones similares, mientras disparaba su rifle. En medio del ruido una voz llegó a el. Era Brunette preguntando por mas granadas.-Ahora mismo-grito para hacerse oír entre las ráfagas-no tengo ni puta idea Brunette. Cuando nos reagrupemos te conseguiré alguna.- 

Ya casi no quedan enemigos en la zona. Nos hemos movido bastante bien aunque cayeron algunos fusileros y seguramente los extrañaremos más tarde. De nuevo a mis funciones, tengo a la Cabo Ramírez muy cerca, intentaré tratar sus heridas, el pensar en eso me pone muy nervioso, en el frenesí de combate lo he hecho muy mal con Canowicakte. Ella ya se mueve, la acompaño en el movimiento para luego poder atender sus heridas.

Con la caída de los últimos dos Firefry que conformaban la ultima fuerza ofensiva del imperio arácnido en las inmediaciones al camino tomado por el taladro, el camino estaba completamente despejado par el escuadrón Fox.

El objetivo era ahora desaparecer cuanto antes de las inmediaciones a fin de poder infiltrarse en los túneles sin ser detectados. Su camino debía converger de este modo hacia el cubil de la reina madre, y con suerte esto no seria difícil.

No obstante la suerte no les sonreía por el momento, su único camino posible parecía bloqueado por una inmensa laguna subterránea, su extensión era incierta y comprobar si había camino del otro lado no seria sencillo. Un atisbo de esperanza resarcía en las palabras que el teniente James Smith les formulará antes de partir con el taladro. Según este, debería haber un posible camino hacia el norte, solo que debería estar aun mas abajo con respecto a la profundidad en la que ahora se encontraban con respecto a la superficie del planeta.

Los enemigos han sido acabados finalmente, lo que nos da una relativa paz que no debemos desperdiciar en lo más mínimo. Ahora es el momento de hacer las cosas bien. Me acerco al resto del grupo y les hablo por el intercomunicador:

 - "Debemos mantener silencio. Sellen sus trajes para que no salgan ruidos de sus voces y hablen solo por comunicador. Reagrúpense en sus equipos: Vanguardia irá al frente, Mando en medio y Retaguardia cerrará la marcha. Todos los que tengan conocimientos médicos, sanen a los heridos. Ayúdense para hacerlo mejor y más rápido. Popov, tu eres médico. Sana a los de mayor gravedad. Tenemos poco tiempo para eso, así que pónganse a trabajar ya. Nadie mira, todos trabajan y así terminamos luego. Quiero a dos voluntarios que no sepan mucho de medicina para que me ayuden a vendar, otros con Popov. ¿Quién sabe algo de medicina?"

Saco el medical kit que tengo en mi bolso, lo abro y me acerco a uno de los infantes ligeros, esperando la ayuda de los voluntarios para que me mantengan las vendas firmes y me sujeten los medicamentos mientras los aplico. Intento hacerlo rápido para sanarnos todos antes de continuar.

Los disparos habían finalizado y parecía que por ahora estaban a salvo. O tranquilos, al menos. Una situación que Sonia sabía que no iba a durar mucho. El Sargento Mayor, consciente también de eso, se puso a dar de nuevo instrucciones para que pudieran aprovechar esos instantes. La Cabo se puso inmediatamente a cumplirlas, comenzando por asegurarse de sellar su traje:

- Recibido, Señor. Sonny, Hightower, reagrupaos con nosotros y preparaos para salir los últimos. Atentos a nuestras espaldas - tras eso, se dispuso a responder a la pregunta de Focker -. Señor, yo tengo unos conocimientos muy mínimos de medicina de combate, pero también me han alcanzado. De hecho, creo que tengo a Popov a mi lado justo para ocuparse de eso - miró al médico -. Popov, atiende a Sonny, le dieron antes. Yo te ayudaré si es necesario.- Ramírez ignoraba que Popov había tratado de curar ya a Canowicakte, así como su nulo éxito en ello.

CANAL DE MANDO:

- "Mi Sargento Mayor, veo una la inmensa caverna inundada. El techo está muy elevado. Hay un pequeño oleaje en el agua, como si hubiera alguna corriente o túnel subacuático. Algo a lo lejos distingo un tenue burbujeo. Señor." -

Avanzo hasta situarme en todo momento pegado al Sargento Mayor y al Teniente Speedy.

Bockman estaba intentando adaptarse a su visión infrarroja del casco cuando pareció ponerse nervioso, algo no iba bien con su casco, todo estaba negro, luego veía algo, luego nada, luego morado y así seguía sucediendo. No podía cumplir sus órdenes así que tuvo que quedarse quieto, dejar el arma colgando de su abrazadera de emergencia y comenzó a revisar el casco. - Señor, tengo un problema con mi casco, se han estropeado con los modos de visión, supongo que durante el descenso. No consigue quedarse en un modo de visión de forma estática. Intentaré arreglarlo y volver a mi puesto.

- Señor, Canowicakte ya fue... eeeh... atendido. Procedo a atender sus heridas, esté quieta un momento por favor. - Empiezo a hacer la curaciones mientras espero a los voluntarios para ayudarme. Sin embargo aún me encuentro muy nervioso por el combate y no consigo ni comenzar.