Podía tratar de bailar, vive Dios, que donde estuvieres, haz lo que vieres, y no podía ser más difícil que acostumbrarse a beber cerveza, y bien que lo había hecho yo, en Flandes... O podía estar muy ceremonioso junto a doña Marina, que al fin y al cabo venía yo como acompañante suyo, y con esto de mi natural prudencia no me había acercado a ella en toda la tarde. También podía lanzarle requiebros a alguna de las damitas que por aquí corrían, a ver si aprendían algo de un hombre de verdad. O podía igualmente ir a descansar, que el día de mañana sin duda sería largo.
Sección 66
Si tratas de bailar, pasa a la sección 127.
Si te quedas junto a doña Marina, pasa a la sección 389.
Si vas tras alguna dama, pasa a la sección 41.
Si vas a descansar, pasa a la sección 273.
Y como la cabra tira al monte, Rodrigo fue tras una mocita que le entró por los ojos. Buen cuerpo de guitarra y buen busto adornados por un rostro de musa, sin duda alguna eran una combinación nada desdeñable.
- ¿Me permite este baile? - Le pidió a la muchacha.
No sabía quien era ella y no pretendía ofender a nadie. Parecía estar sola pese a que era muy bella. Puede que no saliera a bailar con él, pues era un desconocido y ella debía mostrarse recatada ante toda aquella gente de noble cuna, pero sin duda que tenía ganas de aceptar su ofrecimiento. Se lo leía en sos preciosos luceros que tenía por ojos.
Sección 41.
...
Sección 41
Haz una prueba de Cortesía -2.
Si sacas la tirada, pasa a la sección 336.
Si no sacas la tirada, pasa a la sección 131.
La cara de aquella doncella no fue para nada de que se sintiera demasiado complacida con la idea. De hecho, le giró el rostro sin concederle un sola palabra.
- ¡Está bien, está bien! - Sonrió. - Ya me dedicaré a otros quehaceres...
Sección 131.
Fallo directo XD.
Se escandalizó no poco la dama ante mis requerimientos, que me soltó ahí delante sonora bofetada, que con la cara girada y la mejilla ardiéndome quedé, maldiciendo al que me había aconsejado, entre vaso y vaso de vino, que la mejor manera de tratar a las damas de alta cuna era considerarlas como piltroferas de la más baja cama... Y con el rabo entre las piernas fuime a dormir, que bien claro estaba que ninguna bola me quedaba por rascar en esa reunión de manera demasiado buenas para este pobre jaquetón...
Sección 131
Pasa a la sección 273.
Viendo como estaba el patio y de qué manera se cocían las habas en esta casa, resolví encamarme, que aunque fue solo, por lo menos no fue en mala compañía, que me tengo yo a mí mismo más que conocido, y pocas sorpresas me iba a dar a mí mismo...
Sección 273
Si el personaje ganó la carrera, pasa a la sección 391.
En caso contrario, pasa a la sección 48.
Amaneció un día azul y luminoso, excelente para pasarlo en el campo, y estaba el conde Moscoso no poco satisfecho por ello. Nos desayunamos ligero, por lo temprano de la hora, que aunque tumbaollas los hay en todas partes, por mi parte me eché al coleto solamente un buen trago de aguardiente (para entrar en calor, y porque los físicos dicen que es sano para la bilis) y un par de torreznos. Lindicos hubo que pidieron, al igual que muchas mujeres, vasos de leche tibia de burra recién parida, que será muy medicinal, pero que a mí me ha dado siempre un no se qué. Fue, ya digo, desayuno informal y apresurado, que luego, a media mañana, ya se haría un alto en la cacería para hacer un almuerzo en condiciones...
Sección 48
Si el personaje ha recibido visitas en su habitación esta noche, pasa a la sección 50.
En caso contrario, pasa a la sección 278.
No era mucho él de cacerías, pero seguramente que mejor se le daba que bailar o montar a caballo, pues peor era complicado. Al menos había pasado una buena noche y había llenado el buche a precio cero.
Dispuesto estaba para hacer lo que hiciera falta. Todo por complacer a la dama que le había traído hasta esa finca y para descubrir lo que le había pasado a su hermano.
Sección 278.
Montamos los que íbamos a participar en la cacería en caballos, mientras que los acompañantes lo hacían en carrozas. Me sorprendió ver no pocas amazonas entre los jinetes, que lucían graciosas carabinas. A los hombres nos dieron los más pesados arcabuces de caza. ¡En verdad que eran demasiadas bocas de fuego para mi gusto, en este lugar donde no distinguía yo al amigo del enemigo! Mi señora doña Marina, ni que decir tiene que por su ya cierta edad no iba a participar en la cacería, así que se debía de conformar con ir en carroza hasta donde los criados prepararían el almuerzo. Las normas de etiqueta, que a eso llego, no me juzgue uercé tan ignorante, exigían que me quedara con ella, pero no estábamos ninguno de los dos para protocolos ni tonterías, que ella se jugaba la vida de su hijo y yo mi venganza. Así que me ató entorno al brazo uno de sus pañuelos de seda, como paladín suyo que era, y tocando el ala del sombrero con mi dedo piqué espuelas y me uní a los que ya cabalgaban a la zona donde los monteros habían dirigido la caza.
Sección 278
Si el personaje conoce al vizconde Medardo y Madonna Cosima, pasa a la sección 133.
En caso contrario, pasa a la sección 393.
Tocaba caza y con el arcabuz. Era un buen arma, aunque poco precisa para la caza para el gusto de Rodrigo. No obstante, cazar era un entretenimiento y no estaba allí por ocio, sino por trabajo... O por lo que fuera que estaba haciendo. ¿Investigando? ¿Protegiendo a una noble? Ya empezaba a estar perdido.
Sección 393.
...
Sección 393
Haz una prueba de Cabalgar.
Si sacas la tirada, pasa a la sección 339.
Si no sacas la tirada, pasa a la sección 134.
Estaba visto que montar a caballo no era lo suyo. Estaba teniendo problemas con los estribos y aquella bestia hacerle, no le hacía demasiado caso. Tal fue la cosa, que Rodrigo empezó a quedarse atrás, algo alejado del grupo y su caballo empezó a avanzar en otra dirección.
- ¿En mal lugar me quieres dejar, malandrín? - Le preguntó al caballo.
Motivo: Cabalgar
Tirada: 2d6
Dificultad: 3-
Resultado: 7 (Fracaso) [1, 6]
Sección 134.
O no hilaba yo muy fino o el jaco que me habían dado había tenido como anterior ocupación tirar de un carro, que si yo tiraba de las riendas a la izquierda, él que se iba a la derecha, y si lo espoleaba, le entraba hambre y se me ponía a pastar. Me entraron ganas de descerrajarle un tiro, y comérmelo asado con cebollas, que no sería la primera carne de caballo que me echo entre pecho y espalda, que en la guerra, señor mío, toda carne es carne...
Sección 134
Haz una prueba de Supervivencia -3.
Si sacas la tirada, pasa a la sección 72.
Si no sacas la tirada, pasa a la sección 341.
- ¿Eres asno o caballo? - Le preguntó Rodrigo a la bestia que tenía entre las piernas.
Y es que aquel animal parecía más bien el encargado de mover un molino, que una bestia de monta. Si decía que no estaba frustrado con todo aquello mentiría. Y es que desde que llegó a aquella finca, nada me estaba saliendo como esperaba y estaba quedando en ridículo de forma constante.
Motivo: Supervivencia
Tirada: 2d6
Dificultad: 5-
Resultado: 9 (Fracaso) [6, 3]
Sección 341.
...
Sección 341
Haz una prueba de Buena Fortuna.
Si sacas la tirada, pasa a la sección 342.
Si no sacas la tirada, pasa a la sección 137.
Y como si pareciera que el asno le entendiera, comenzó a caminar a buen ritmo. Rodrigo sonrió, se había impuesto al animal. Por eso él era hombre y el caballo bestia.
- Ahora me gustas... - Le susurró dándole dos palmadas en el cuello.
Motivo: Buena fortuna
Tirada: 2d6
Dificultad: 8-
Resultado: 7 (Exito) [4, 3]
Sección 342.
En estas que, llegando a un pequeño altozano desde el que procuraba orientarme, me encontré en que más por suerte que por tino, me hallaba muy cerca del joven conde. Estaba desmontado, acechando unos matorrales, que sus monteros le habrían ojeado ya una presa.
Sección 342
Haz una prueba de Observación.
Si sacas la tirada, pasa a la sección 74.
Si no sacas la tirada, pasa a la sección 343.
Rodrigo descendió del caballo y se acercó sigiloso a los matorrales. Fue donde menos lo esperaba que lo encontró...
Motivo: Observación
Tirada: 2d6
Dificultad: 8-
Resultado: 6 (Exito) [1, 5]
Sección 74.
En estas, que el montero que le sujetaba el caballo sacó a su espalda una pistola de silla, con la que apuntó a su amo. Y como digo yo que era una manera más bien rara de cubrirle las espaldas, como no fuera de plomo, resolví que había por fin encontrado al asesino. El problema es que, como no me diera prisa, me encontraría también con asesinato y cadáver.
Podía confiar en mi buena puntería y disparar con ese bonito arcabuz que acababan de prestarme, para la caza... Que bien empleado estaría, que bestia más peligrosa que el hombre no hay. O podía dar un grito de aviso y cargar con mi caballo, que soy hombre más de armas blancas que de negras...
Sección 74
Si disparas con el arcabuz, pasa a la sección 345.
Si gritas y cargas con el caballo, pasa a la sección 140.